No
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Referencia
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Figuras
de Dicción
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1
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1:4
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496 Metonimia del sujeto
1:4. “Y se derretirán los montes debajo
de él (Yahweh), y los valles se hendirán como la cera delante del fuego, como
las aguas que corren por un precipicio.” Si se compara con Salmo 68:2 y 1Cr
12:15, parece ser que “montes” y “valles” se usan aquí en lugar de los que
habitan en ellos. Lo mismo, en Sal 97:5.
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2
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1:5
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483 Metonimia del efecto
1:5. “… ¿Cuál es la rebelión de Jacob?
¿No es Samaria? ¿Y cuáles son los lugares altos de Judá? ¿No es Jerusalén?”;
esto es, Samaria y Jerusalén, las respectivas capitales de los dos reinos,
eran la causa de la transgresión del pueblo.
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3
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1:10
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274 Paronomasia
1:10. “… revuélcate en el polvo (h. aphar) de la casa de Afrá (h. aphráh)”. Los nombres de todos los lugares mencionados en los vv.
10-15 son significativos y están conectados con las profecías que les
conciernen respectivamente.
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4
5
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2:4
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249 Poliptoton
2:4. “… y se hará lamentación de
lamentaciones…”; esto es, una gran lamentación. También hay en este v., como
ya vimos, otro poliptoton por la unión de un verbo y un sustantivo de la
misma raíz: “lamentarán lamentación de lamentaciones” (lit.)
789 Dialogismo
2:4. “En aquel tiempo levantarán sobre
vosotros refrán, y se hará endecha de lamentación, diciendo: “Del todo fuimos
destruidos; él ha cambiado la porción de mi pueblo. ¡Cómo nos quitó nuestros
campos! Los dios y los repartió a otros”.
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6
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2:5
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463 Metonimia de la causa
2:5. Dice textualmente: “Por tanto, no
tendrás quien eche una línea (es decir, quien reparta heredades) por suerte
en la congregación de Yahweh.” La
tierra de Palestina era repartida por suerte cada año en torno a cada aldea,
a fin de que todas las familias tuviesen terreno cultivable. A esto se
refiere David cuando dice (Sal 16:6): “Las líneas (lit.) me cayeron en
lugares deleitosos, y es hermosa la heredad que me ha tocado.” Así que el
vocablo “línea” es usado en lugar de la herencia medida (Dt 3:4; Jos 17:14;
Sal 15:11). En este sentido, Israel era (entre todas las naciones) la línea o
demarcación de la herencia especial de Yahweh (Dt 32:8, 9).
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7
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5:4
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338 Pleonamo
5:4. “Y Él estará firme, y apacentará con
poder de Yahweh, con grandeza del nombre de Yahweh su Dios”; es decir, con la
majestad de Yahweh mismo.
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8
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5:9
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189 Anáfora
5:913-13. Cuatro veces se repite en estos versículos la frase “haré cortar”
(lit.), con la que Dios confirma y describe la profecía con la que comienza
el versículo 9.
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9
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6:2
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753 Apóstrofe de cosas
inanimadas
6:2. “Oíd, montes y fuertes cimientos de
la tierra, el pleito de Yahweh.”
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10
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6:9
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500 Metonimia del sujeto
6:9. “La voz de Yahweh clama e la
ciudad”; esto es, a los habitantes de la ciudad.
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11
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6:10
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603 Anástrofe
6:10. En el original, el adverbio va a la
cabeza de la frase: “¿Aún hay tesoros de impiedad en casa del impío?”
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12
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7:3
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70 Elipsis relativas
7:3. “… el príncipe pide, y el juez juzga
por retribución”; es decir, ambos se dejan sobornar con dinero. Aunque el
verbo juzgar no está en el original, el nombre juez sugiere el verbo más
afín. Por su parte, el primer miembro quedaría más completo si se supliera, con
base en el segundo, el término directo:
“El príncipe demanda retribución, y el
juez juzga por retribución.”
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13
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7:4
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517 Metonimia del adjunto
7:4. “… el día de tus atalayas viene”
(lit.); es decir, la calamidad que tus atalayas te anunciaron
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14
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7:5
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350 Perífrasis o circunlocución
7:5. Aquí tenemos una doble perífrasis: “de la que duerme a tu
lado cuídate” significa la esposa; “no abras las puertas de tu boca” (lit.)
significa “no hables” (aquí tenemos también metonimia)
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16
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7:9
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465 Metonimia de la causa
7:9. “Habré de soportar la ira (los castigos)
de Yahweh, porque pequé contra él.”
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17
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7:11
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190 Anáfora
7:11-12. Se repite aquí “en aquel día”
para enfatizar el tiempo; y la preposición “desde” para enfatizar los lugares
desde los que vendrán.
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18
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7:18
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437 Heterosis de los tiempos
7:18. “¿Qué Dios como tú … el pecado del
remanente de su heredad.” Después del “tú” y los participios que le siguen, se habla de “su” heredad, en tercera
persona (no puede, con todo, descartarse la concordancia con el interrogativo
“¿Qué Dios…?”; por lo que son correctas nuestras versiones, que traducen en
tercera persona los participios correspondientes. Más claro es el paso a la
tercera persona en le segunda mitad del versículo.)
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