Lectura de Filipenses Datos de Orientación de Filipenses
Panorama de la Epístola de Pablo a los Filipenses Ésta es la epístola favorita de muchos cristianos, llena de maravillosos y memorables pasajes. Más que en ninguna otra parte de sus cartas, Pablo desnuda aquí su alma antes sus amigos de muchos años (1:12-26; 3:4-14). Aquí podemos observar claramente los que motiva a Pablo: Cristo crucificado y resucitado de los muertos, cuya historia es relatada nuevamente en 2:5-11. Pablo ha renunciado a todas sus "ganancias" religiosas pasadas y las cuenta como "perdida", como "basura", en comparación con conocer a Cristo, quien es también el premio final que tan ávidamente desea alcanzar (3:4-14). Pero la comunidad en Filipos está experimentando algunas tensiones internas, al mismo tiempo que está pasando por sufrimientos por causa de la oposición pagana hacia su evangelio, así que Pablo trata este asuntos de frente (1:27-2:18). También advierte contra adoptar requisitos judíos de identidad, especialmente la circuncisión (3:1-4) que en realidad los convertiría en enemigos de Cristo (3:18, 19). De manera que aunque las "circunstancias" de Pablo y de ellos componen el corazón de esta carta, finalmente todo se enfoca en Cristo. En efecto, Pablo exhorta a los filipenses a seguir su ejemplo, así como él sigue el de Cristo (3:15, 17; 4:9; 2:5). Ya que la carta será leída en voz alta en la iglesia y puesto que ellos son sus amigos incondicionales, Pablo reserva su acción de gracias para el final (4:10-20), reconociendo su donativo con rebosante gratitud y recordándoles que Dios mismo lo ha aceptado como sacrificio de olor fragante (4:18), lo que lo lleva a una doxología (20). Recomendaciones Específicas para la Lectura de la Epístola de Pablo a los Filipenses Aunque Filipenses es una carta muy amada, la mayoría de los lectores tienen dificultades para seguir su hijo de pensamiento, puesto que no es fácil ver cómo encaja todo. El saber tres cosas ayuda a ver la manera en que funciona la carta y ojalá que esto haga más fácil de comprender !y obedecer! Primeramente, la amistad era un asunto mucho más significativo en el mundo occidental. Tanto así que el nivel más elevado de amistad - entre iguales y basada en buena voluntad y confianza - fue el tema de varios tratados entres los filósofos, empezando con Aristóteles. Se entraba en ese tipo de amistad conscientemente, casi en una forma de contrato. Siempre iba acompañado de reciprocidad social (es decir, que los amigos esperaban "beneficiarse" uno del otro por medio de su mutua buena voluntad y confianza), lo que mayormente era expresado con frecuencia por medio de metáforas de comercio, especialmente el dar y recibir mutuos. Una característica sorprendente de tal amistad era la presuposición de que los amigos tenían enemigos mutuos, de manera que aquellos que se oponían a un de las partes de la amistad automáticamente se convertían en enemigos del otro (ver Juan 19:12). Un tipo de carta antigua, la carta de amistad, surgía de esta amistad. En éstas el escritor compartía su propia manera de pensar (con frecuencia incluyendo reflexiones sobre las propias circunstancias) y se informaba acerca de las circunstancias del otro. La reciprocidad y la buena voluntad siempre encuentran expresión en tales cartas, así como las obligaciones y los beneficios recibidos y dados. El hecho de que Pablo entró en un arreglo como éste con los filipenses (caso único entre todas sus iglesias) es declarado explícitamente en 4:14-16. Por consiguiente, todo tipo de otras características de la amistad aparecen en Filipenses: su mutua saciedad en el evangelio desde el principio (1:3-5; 4:15), el efecto especial de Pablo hacia ellos (1:8; 4:1), los enemigos de Pablo deben serlo también de ellos (3:1-4, 17-19). La carta entera fluctúa entre las circunstancias de él y las de ellos (las palabras que se refieren a las circunstancias de uno y de los otros, distintivo de tales cartas aparecen en 1:12, 27; 2:19, 23). En segundo lugar, otro tipo de carta era la carta de exhortación moral, usualmente escrita por el amigo o superior moral del recipiente. Tales cartas tenían el propósito de persuadir o disuadir a favor de, o en contra de ciertas actitudes o comportamiento. En esas cartas el autor usualmente apelaba a ejemplos, incluyendo algunas veces al propio ejemplo. Aquí es donde encaja en nuestra carta la historia de Cristo en 2:5-11, así como la propia historia de Pablo en 3:4-14, cuyo punto esencial es que conocer a Cristo significa "ser como él en su muerte". Aquellos que no siguen el ejemplo de Pablo (3:17) son llamados "enemigos de la cruz" (3:18). Estas apelaciones tienen el propósito de refrenar las disputas que están ocurriendo en la comunidad (2:1-4, 14; 4:2, 3). En tercer lugar, la oposición contra la iglesia de Filipos está seguramente relacionada con el hecho de que Filipos era una colonia militar romana. La ciudad había sido reconstituida por el primer emperador romanos, augusto (Octavio), y dado a las tropas derrotadas y desbandadas por él (batalla de Filipos) durante la guerra civil romana. Ya que habían sido favorecidos así por Octavio, los ciudadanos de Filipos desarrollaron una vehemente lealtad al emperador. No es de sorprender, por lo tanto el culto al emperador, con su devoción a él como "señor y salvador" floreció en Filipos. Esta lealtad puso a los ciudadanos en un conflicto directo con los cristianos y su devoción a Jesucristo como su único Señor y Salvador (3:20). Puesto que Pablo también prisionero de Roma por causa del evangelio (1:13), esto significaba que él y los creyentes filipenses estaban pasando en ese momento por "el mismo conflicto" (1:30). Este trasfondo facilita el pensar que parte de la razón para la narración de 1:12-26 es también para ofrecer a los filipenses un ejemplo de cómo responder a tales intentos de reprimir el evangelio, es decir, regocijarse en el Señor y determinar, cualesquiera que fueran las consecuencias, que "el vivir es Cristo, y el morir es ganancia" (1:21). Al avanzar en la lectura, vea cuán frecuente estas cosas ayudan a ver cómo Pablo está procurando dar aliento a los filipenses y también exhortándoles a ser como Cristo, y como él, Pablo, su ciervo. Un Recorrido por la Epístola de Pablo a los Filipenses
Libro: "Cómo leer la Biblia libro por libro" por Gordon D. Fee y Douglas Stuart Lectura de Filipenses en grupo |