Entre los dos Testamentos

Entre los dos Testamentos

"Los 400 años de Silencio"

    -¿Has escuchado hablar de "los 400 años de silencio"?, lo más probable que si, generalmente representado o simbolizado con la hoja blanca de la Biblia, la que divide el Antiguo Testamento (A.T.) y Nuevo Testamento (N.T.), es en ese tiempo en que Dios no se reveló a los hombres, sin embargo, al finalizar ese periodo nos envía la más grande señal de Amor y Misericordia a nosotros, su creación, Todo lo que anunciaba el Antiguo Testamento fue cumplido y hecho realidad, la Promesa del Mesías ya era palpable, pero en ese silencio sucedieron muchas cosas de las cuales ignoramos, se escribieron muchos libros, nacen nuevas sectas, emergen nuevos Imperios gobernadores del mundo conocido, en el  momento menos esperado para los hombres, Dios se revela en carne a la humanidad.

Periodos

 ¿Que sucedió entonces, durante este periodo ?

La historia nos muestra lo siguiente:

    Al final del A.T, cerca del 430 a.C, Judea era una provincia persa. Persia había sido potencia mundial de mano del Rey Ciro cerca de 100 años y siguió siéndolo después de este cerca de 100 años más. Durante este periodo poco se sabe de la historia judía. El dominio persa era en su mayor parte o se caracterizaba por ser moderado y tolerante, y los judíos gozaban de bastante libertad.

Los reyes Persas de este periodo fueron:

        Artajerjes I, 465-425 a.C.. Bajo este periodo Nehemías reedifico Jerusalén.

     Jerjes II, 424 a.C  

     Darío II, 423-405

     Artajerjes II, 405-358

     Artajerjes III, 358-338

     Arses, 338-335

     Darío III, 335-331. Bajo este reinado cayó el imperio persa.

    Hasta ahora las grandes potencias habían sido asiáticas y africanas. Pero sobre el horizonte occidental se levantaba ominosamente el poderío creciente de Grecia. Los comienzos de la historia griega los vela la mitología. Se cree que haya comenzado alrededor del siglo 12 a.C, la época de los jueces bíblicos. Luego viene la guerra troyana y homero por el 1000 a.C, la época de David y de Salomón. El comienzo de la historia griega auténtica generalmente se calcula desde la primera Olimpiada (776 a.C.). Después vino la formación de los estados griegos (776-500 a.C); luego las guerras persas, (500-531 a.C.) y las célebres batallas de maratón (490 a.C.); Termopilas y Salamina (480 a.C.). Después la brillante época de Pericles (465-429 a.C.), y Sócrates (469-339 a.C.), contemporáneos de Esdras y Nehemías.

    Alejandro Magno (336 a.C.) asumió el mandato del ejército griego, y con rapidez de meteoro se lanzó al oriente sobre las tierras que habían estado bajo el dominio de Egipto, Asiría, Babilonia, y Persia.

Ya en el 331 a.C, el mundo entero estaba ante sus pies. En su invasión a Palestina (332 a.C.), mostró gran consideración hacia los judíos, dejó intacta a Jerusalén, y ofreció garantía a los judíos para que se establecieran  en Alejandría. Fundó ciudades griegas por todas partes de sus dominios, y juntamente con ellas su cultura e idioma. Luego de un reinado breve, murió a los 33 años víctima de una enfermedad llamada paludismo o malaria.

Después de la muerte de Alejandro, su imperio pasó a manos de cuatros de sus generales. De los dos sectores orientales, Siria le tocó a Seleuco, y Egipto a Tolomeo. Palestina situada entre ambos, fue primeramente de Siria, pero en el 301 a.C, pasó a manos de Egipto en cuyo poder estuvo unos 100 años, hasta 198 a.C.

Bajo los reyes de Egipto, llamados los Tolomeos, la suerte de los judíos era por lo general pacífica y feliz. Los que estaban en Egipto edificaron sinagogas en todas sus colonias. Alejandría llegó a ser un centro de gran influencia en el judaísmo.

En el 198 a.C. Antíoco el grande reconquistó Palestina, que pasó nuevamente al poder de los reyes de Siria, llamados los Seléucidas.

    Antíoco Epifanes, 174-164 a.C, adversario acérrimo de los judíos, hizo un esfuerzo salvaje y decidido para exterminarlos a ellos y a su religión. Devastó Jerusalén en el 168 a.C, profanó el Templo sacrificó un cerdo sobre el altar, erigió un altar a Júpiter, prohibió el culto del Templo y bajo pena de muerte la circuncisión, destruyó todos los ejemplares de la Escritura que pudieran hallarse y mató a todo aquel que tuviera tales ejemplares en su poder, vendió como esclavos a miles de familias judías, y recurrió a toda forma imaginable de tortura para obligar a los judíos a que renunciaran a su Dios y religión. Esto condujo a la revolución y sublevación de los Macabeos, una de las hazañas más heroicas de la historia.

Los ptolomeos (reyes griegos de Egipto) fueron:

   Tolomeo I, 325-285 a.C.

   Tolomeo II (Filadelfo), 285-247.

   Tolomeo III (Euergetes), 247-222.

   Tolomeo IV (Filopater), 222-205.

   Tolomeo V (Epífanes), 205-182.

   Tolomeo VI (Filometor), 182-146.

   Tolomeo VII (Euergetes), 146-117.

Los Seléucidas (reyes griegos de Siria) fueron:

     Seleuco Nicator, 312-280 a.C.

   Antíoco I (Soter), 280-261.

   Antíoco II (Theos), 261-246.

   Seleuco II (Calínico), 246-226.

   Seleuco III (Cerauno), 226-223.

  Antíoco III (el grande), 222-187.

  Seleuco IV (Filopater), 187-175.

  Antíoco IV (Epifanes), 175-164.

  Antíoco V (Eupater), 163-161.

  Alejandro Balas, 161-146.

  Antíoco VI (Theos), 146-143.

  Trifon, 143-139.

  Antíoco VII (Sidetes), 139-130.

    También llamado el período Macabeo o Asmoneos. Matatías, un sacerdote de patriotismo intenso y valor sin límites enfurecido por los intentos de Antíoco Epifanes  de destruir a los judíos, reunió a un grupo de judíos leales y alzó la bandera de la liberación. Tuvo cinco hijos guerreros y heroicos: Judas, Eleazar, Jonatan, Simón, y Juan. Matatías murió en el año 166 a.C. Su manto cayó sobre su hijo judas, guerrero de un genio militar pasmoso. Ganó batalla tras batalla contra numerosos e increíbles ejércitos. Reconquistó Jerusalén en el año 165 A.C,  purificó y reconsagró el Templo. Este es el origen de la fiesta de la Dedicación  celebrada por los judíos hasta hoy. Judas reunió en sí mismo la autoridad sacerdotal y civil, y de esta manera estableció la sucesión Asmonea de sacerdotes gobernadores que durante 100 años encabezaron una Judea independiente.

Estos fueron: Matatías, 167-166 a.C.; Judas, 166-161; Jonatan, 161-144; Simón, 144-135; Juan Hircano, 135-106, hijo de Jonatán; Aristóbulo y sus hijos, 106-63, indignos del nombre Macabeos.

    En el año 63 a.C. Palestina fue conquistada por los romanos bajo Pompeyo. Antipater, idumeo (de Edom descendiente de Esaú), fue nombrado gobernador de Judea. Le siguió su hijo Herodes el grande, rey de Judea en los años 37-3 a.C. Para ganarse la buena voluntad de los judíos Herodes reedificó el Templo con gran magnificencia. Fue un hombre brutal y cruel. Este es el Herodes que gobernaba en Judea cuando Jesús nació, y quien mandó a ejecutar a los niños de Belén.

Literatura

    La palabra “canon” que significa literalmente “caña” o “vara de medir,” llegó a ser usada como nombre de la lista de los libros reconocidos como la genuina, original, y soberana Palabra de Dios, para distinguirlos de entre todos los demás libros como la “regla” de fe.

Muy temprano en la historia, Dios comenzó la formación del Libro que había de ser el medio de Su revelación de Sí mismo a la humanidad:

     - Los diez mandamientos, grabados en piedra, Deut. 10:4-5

    - Las leyes que Dios dio a Moisés, escritas en un libro, fueron guardadas al lado del Arca, Deut. 31:24-26. (Se hicieron copias de este libro, Deut.17:18. Josué añadió al libro, Josué 24:26.

    - Samuel escribió en un libro y lo guardó delante de Dios, I Samuel 10:25.

    - Este libro era bien conocido 400 años después, II de Reyes 22:8-20.

    - Los profetas escribieron en libros, Jeremías. 36:32; Zacarías. 1:4; 7:7-12.

    - Esdras leyó esté libro de Dios públicamente, Esd. 7:6; Neh.8:5.

 

 En los tiempos de Jesús este libro se llamaba las “Escrituras” y era leído públicamente y enseñado con regularidad en las sinagogas. Era recibido entre el pueblo como la “Palabra de Dios” Jesús mismo compartió, corroboro y respaldo este libro, llamándolo repetidamente por este nombre.

    Este es el nombre que generalmente se aplica a ciertos libros o porciones de libros que tienen algunas Biblias, escritos entre la época del antiguo y nuevo testamento. Tuvieron su origen en los siglos 1 al 3 a.C. Son principalmente de procedencia ignorada y fueron añadidas a la Septuaginta o traducción griega del A.T. Hecha en aquella época, no estaban en el A.T. Hebreo. Fueron escritos después que habían cesado las profecías, los oráculos y la revelación directa del A.T.. El escritor judío Josefo los rechaza por entero, jamás fueron reconocidas por los judíos como parte de las Escrituras hebreas. Jamás los citó Jesús, ni los cita parte alguna del N.T. No eran reconocidas por la iglesia primitiva como autoridad canónica, tampoco de inspiración divina. Cuando la Biblia fue traducida al latín en el siglo segundo d.C. el A.T. se tradujo no del hebreo sino de la versión  Septuaginta griega.

    De la Septuaginta estos libros apócrifos pasaron a la traducción latina, y luego a la Vulgata latina, que llego hacer la versión común de Europa  hasta el tiempo de la Reforma. Los protestantes que basaban sus vidas sobre la autoridad divina de la Palabra de Dios rechazaron enseguida estos libros apócrifos por no ser parte de aquélla, tal como lo habían hecho la iglesia primitiva y los antiguos hebreos. Después, en el Concilio de Trento, celebrado en 1546 d.C. para detener el movimiento protestante, la iglesia católica romana declaró canónicos estos libros, salvo III y IV de Esdras y la oración de Manasés, y aún permanecen en las versiones católico romanas. 

Los libros apócrifos son como siguen:

1. III Esdras: Muchas biblias católicas romanas llaman al libro de Nehemías II de Esdras. III de Esdras es una recopilación de pasajes de Esdras, II de Crónicas y Nehemías, y de leyendas de Zorobabel. Tenía por objetivo enaltecer la libertad de Ciro y Darío hacia los judíos, como ejemplo para los Tolomeo.

 

2. IV Esdras: Pretende contener visiones dadas a Esdras referente al gobierno divino del mundo, una nueva era venidera, y la restauración de ciertas escrituras perdidas.

 

3. Tobías: Una novela completamente desprovista de valor histórico y llena de prácticas supersticiosas, acerca de un rico joven israelita, cautivo en Nínive, que fue guiado por un ángel a casarse con una joven virgen-viuda cuyos siete esposos habían sido muertos por un demonio.

 

4. Judit: Novela histórica de una viuda judía, rica y hermosa, que en los días de la invasión Babilónica de Judá llego a la tienda del general babilónico, y simulando enamorarse de él le cortó la cabeza, y de esta manera salvó la ciudad donde habitaba.

 

5. Ester 10:4-13; caps. 11-16:  Pasajes añadidos a la versión Septuaginta del libro de Ester, principalmente para mostrar la mano de Dios en el relato. Estos fragmentos fueron recogidos y agrupados por san Jerónimo.

 

6. Sabiduría: Muy similar a ciertas partes de Job, Proverbios y Eclesiastés. Una especie de fusión del pensamiento hebreo y de la filosofía griega. Escrito por un judío de Alejandría, que se hace pasar por Salomón.

 

7. Eclesiástico: También llamado “sabiduría de Jesús, hijo de Sirac.” Se parece al libro de Proverbios. Escrito por un filósofo judío, que había viajado mucho. De reglas de conductas para todos los detalles de la vida cívica, religiosa, y domestica. Alaba a una larga lista de héroes del A.T.

 

8. Baruc: Este libro pretende ser escrito por Baruc el escriba de Jeremías, a quien representa como pasa los últimos años de su vida en Babilonia. Redirige a los exiliados; su contenido es principalmente parafraseado de Jeremías, Daniel y otros profetas, más una denuncia vehemente de la idolatría y del culto a las imágenes.

 

9. Canto de los tres jóvenes, Daniel 3:24-30: Un añadido apócrifo al libro de Daniel, que pretende ser la oración de los tres amigos de Daniel en el horno de fuego, y su canto triunfal al ser librados.

 

10. Historia de Susana: Daniel 13: Otro añadido al libro de Daniel. Relata como la piadosa esposa de un judío rico en Babilonia, falsamente acusada de adulterio, fue librada mediante la sabiduría de Daniel.

 

11. Bel y el Dragón, Daniel 14: Añadido apócrifo al libro de Daniel. Dos historias, en las cuales Daniel demuestra que los ídolos de Bel y el dragón no son dioses. Una se basa en el relato del foso de los leones.

 

12. Oración de Manasés: Pretende ser la oración de Manases rey de Judá. Cuando estuvo cautivo en babilonia (II de Crónicas 33:12-13). De autor desconocido, probablemente del primer siglo a.C.

 

13. I Macabeos: No es otra cosa que una historia de gran valor sobre el periodo Macabeo, que cuenta eventos de la heroica lucha de los judíos para su independencia,175-135 a.C. Escrito alrededor del 100 a.C., por un judío de Palestina.

 

14. II Macabeos: Este es también un relato de la lucha de los Macabeos, pero se limita al periodo 175-161 a.C. Profesa ser una abreviación de una obra escrita por un tal Jasón de Cirene, de quien nada se sabe. Complementa a I de Macabeos, pero es inferior a él.

 

    Además de los libros apócrifos descritos en las páginas anteriores hubo otros escritos del periodo entre el siglo 2 a.C., y el 1 d.C. Gran parte es de estilo “apocalíptico,” en el cual el escrito toma el nombre de algún héroe muerto mucho antes, y relata la historia como si fuese profecía. Se componen en gran parte de visiones que profesan derivar de personas de las Escrituras más antiguas; el contenido de algunos es de lo más fantástico. Se ocupan en buena parte del Mesías venidero. Los padecimientos del período Macabeo intensificaban la expectativa judía de que el tiempo se acercaba. Se basaban en parte en tradiciones inciertas y en parte en detalles imaginarios (cabe hacer notar al lector que estos libros están totalmente desprovistos de la inspiración divina) Algunos de los más conocidos son:

 

1. Los libros de Enoc: Un grupo de fragmentos de varios autores desconocidos, escritos en los siglos 1 y 2 a.C., que contienen supuestas revelaciones que se dice haber sido dadas a Enoc  a Noé. Tratan del Mesías venidero y del día del juicio. Este libro es mencionado en las “Escrituras” en el libro de Judas se menciona  una línea de este libro y aclaramos que esto no lo hace un libro de la inspiración de Dios como falsamente hoy pretenden hacer creer algunos supuestos ministros enseñando doctrinas de este.

 

2. La Asunción de Moisés: Escrito por un fariseo, cerca del tiempo del nacimiento de Cristo.

Contiene supuestas profecías que se le atribuyen a Moisés, y que confió a Josué cuando estaba próximo a morir.

 

3. La ascensión de Isaías: Un relato legendario del martirio de Isaías, y algunas de sus supuestas visiones. Se cree que haya sido escrito en Roma, por un judío cristiano, durante la persecución neroniana a los judíos y cristianos.

 

4. Libro de jubileos: Un comentario sobre el Génesis. Escrito probablemente, en el periodo Macabeo o poco después. El nombre proviene de su sistema de calcular los tiempos, que se basa en los periodos de 50 años de los jubileos.

 

5. Salmos de Salomón: Un grupo de cánticos acerca del Mesías venidero, escrito por un fariseo desconocido, probablemente después de la época Macabeo.

 

6. Testamento de los doce Patriarcas. Un producto del segundo siglo a.C., que pretende dar las instrucciones de los doce hijos de Jacob a sus hijo al morir. Cada uno relata la historia y las lecciones de su propia vida.

 

7. Los Oráculos Sibilinos. Escritos en la época Macabea  con añadidos posteriores, en imitación del estilo de los oráculos griegos y romanos. Trata de la caída de los imperios opresores y del amanecer de la era Mesiánica.

    Esta era una traducción del A.T., hebreo al griego. Se hizo en Alejandría, en donde abundaban los judíos de lengua griega. Dice la tradición que a solicitud de Tolomeo Filadelfo (285-287 a.C.), 70 judíos hábiles lingüistas fueron enviados de Jerusalén a Alejandría. Primero se tradujo el Pentateuco, y luego se añadieron a la traducción los demás libros del A.T. Fue llamado la “Septuaginta” a causa de los 70 traductores que según se dice, la comenzaron. Algunas de las tradiciones acerca de ellas son dudosas, pero se acepta generalmente que fue comenzada bajo el reinado de Tolomeo Filadelfo, y que se terminó en el curso de los 100 años siguientes. El griego era por aquel entonces el idioma de uso mundial, esta versión estaba en uso común en  tiempos de Cristo. El N.T. fue escrito en griego, y muchas de las citas que hace del A.T., son tomadas de la Septuaginta.

 

    Se cree que los libros del A.T., hayan sido escritos originalmente sobre pieles. Todos fueron escritos en hebreo excepto parte de Esdras y de Daniel que lo fueron en arameo. Se copiaban a mano, las letras hebreas eran de forma cuadrada escritas de derecha a izquierda, con pequeños puntos o signos agregados de diferentes maneras para las vocales (el sistema de vocales no fue introducido sino en el sexto siglo D.C.) aun cuando se copiaba con el mayor cuidado, era fácil que se produjera variantes en la lectura. Hasta el cautiverio se guardaban en el Templo los ejemplares oficiales. Después, se hicieron muchas copias para las sinagogas, sin dudas con nuevos variantes. Aparentemente en algunos casos, las notas marginales de ciertos copistas fueron después incorporadas en el texto mismo por otros copistas posteriores; pero el monto de los variantes así introducidos a sido grandemente exagerado por algunos eruditos modernos. El invento de la imprenta eliminó el peligro de los errores en el texto; y ahora como resultado del trabajo de los eruditos durante largos años de esfuerzo paciente en cotejar los diferentes manuscritos, hay un texto hebreo reconocido, llamado el texto Masoreta.

 

    Era la lengua común de Palestina en días de Jesús. Era el idioma antiguo de Siria, muy similar al hebreo. Después del regreso del cautiverio babilónico paulatinamente había desplazado al hebreo como lengua común del pueblo.

 

    Estos eran traducciones de los libros del A.T. al arameo. Conforme se extendía el uso del arameo, llegó a ser necesario, en la lectura Pública de las escrituras, explicar el sentido de las palabras hebreas, más tarde estas traducciones, paráfrasis e interpretaciones orales tomaron forma escrita.

 

    Una colección de diferentes tradiciones y explicaciones judías del A.T., que se redactaron por escrito en el siglo segundo D.C., con un comentario posterior sobre las mismas.

  

    Tal es el nombre del concilio compuesto de 120 miembros que se dice haber sido organizado por Nehemías, cerca del  410 a.C., bajo la presidencia de Esdras, con el propósito de reconstruir el culto y la vida religiosa de los cautivos regresados, y al cual la tradición asigna parte importante en reunir, agrupar y restaurar los libros canónicos del A.T. Se cree que haya sido un cuerpo estable y que haya gobernado a los judíos regresados hasta cerca del 275 a.C., cuando cedió su lugar al Sanedrín.

 

    Es el directorio reconocido del pueblo judío en los días de Cristo. Se cree que haya sido originado en el tercer siglo a.C., era compuesto de 70 miembros, principalmente de sacerdotes y nobles saduceos, algunos fariseos, escribas y ancianos (cabecillas de tribus o familias), bajo la presidencia del sumo sacerdote. Fue deshecho junto con la destrucción de Jerusalén (70 d.C.).

 

    Estas aparecieron en los días del cautiverio, estando el Templo destruido, y la nación dispersa, eran necesarios lugares de instrucción y de culto donde quiera que hubiera comunidades judías. Después del regreso, las sinagogas se establecieron tanto en el hogar nacional como en los centros judíos en otros países. Toda ciudad importante tenía una o más. En Jerusalén a pesar de estar ahí el Templo, había muchas sinagogas, presididas por una junta de ancianos, cada uno tenía sus ejemplares de los libros de la Escritura, que se leían en público y con regularidad. Las primeras reuniones y lugares de culto cristiano seguían en parte el modelo de las sinagogas. 

Historia Judía de la Época

    Este es el nombre con que se daba a los judíos que vivían fuera de Palestina (dispersos) y que mantenían sus costumbres religiosas entre los gentiles.

Gran número de ellos prefirió quedarse en las tierras del cautiverio. En el periodo inter-testamentario los judíos fuera de Palestina llegaron hacer muchos más numerosos que los habitantes de esa tierra.

Llegó haber colonias numerosas de judíos en cada país y en todas las ciudades principales del mundo civilizado; Babilonia, Asiría, Siria, Fenicia, Asia Menor, Grecia, Egipto, el norte de África y Roma.

Las tres divisiones principales de la Dispersión eran la Babilónica, la siria y la egipcia. En el tiempo de Cristo se calculaba en un millón el número de judíos en Egipto. También había un gran número de ellos en Damasco y Antioquía. En cada lugar tenían sus sinagogas y sus Escrituras. De esta manera bajo la providencia de Dios, a la vez que los judíos eran llevados cautivos a tierras extrañas en castigo por sus pecados, su cautiverio resultaba ser para bien de las naciones entre las cuales quedaban dispersos. Influían en el pensamiento de todas las naciones, y a la vez ellos eran influenciados por ellas.

 

    Se cree que la secta de los fariseos se haya originado en el tercer siglo A.C., en los días anteriores a las guerras de los Macabeos, cuando bajo el dominio griego y el esfuerzo griego por helenizar a los judíos, había en los judíos una marcada tendencia de aceptar la cultura griega y sus paganas costumbres religiosas. El surgimiento de los Fariseos era una reacción y una protesta contra esta tendencia entre sus compatriotas. Su propósito era conservar su integridad nacional  y guardar de forma  estricta de la ley de Moisés. Nacidos de esta manera, con un espíritu de fervoroso patriotismo y devoción religiosa, más tarde se volvieron una secta formalista e hipócrita de justicia propia.

 

    De los saduceos como secta, se creen que hayan originado más o menos al mismo tiempo que los fariseos. Siendo guiados por consideraciones mezquinas, estaban a favor de adoptar las costumbres griegas y se pusieron del lado de los helenistas. No tomaron parte alguna en la lucha macabea por la liberación de su nación. Eran una camarilla sacerdotal, y a pesar de ser oficiales de la religión de su nación, eran franca y decididamente irreligiosos, no eran numerosos, pero sí ricos y de gran influencia. Aunque racionalistas y mundanos, controlaban en gran parte el Sanedrín.

 

    Los escribas eran copistas de las Escrituras. Era una profesión de origen muy antiguo, y de gran importancia antes de la invención de la imprenta. Como colegio organizado permanente, parecen haber aparecido por primera vez durante el exilio, les correspondía estudiar e interpretar las Escrituras al mismo tiempo que copiarlas. A causa de su conocimiento íntimo de la ley se les llamaba doctores o intérpretes de la ley, y eran autoridades reconocidas. Las decisiones de los escribas principales llegaron a ser ley oral o tradiciones, eran bastante numerosos en el periodo Macabeo, y tuvieron gran influencia entre el pueblo.

 

Los preparativos para la Venida del Cristo

 

    El A.T. en su grueso, es el relato de los tratos de Dios con la nación hebrea con el fin de traer al mundo, por conducto de ellos, un Mesías para todas las naciones. El A.T. es como un himno de alabanza del Mesías venidero. Comenzando con notas bajas, dispersas y poco definidas, conforme pasa el tiempo se ensancha y crece en armonías y melodías claras, potentes, abundantes y exaltantes del Rey que se acerca. Mientras tanto Dios, en Su providencia, preparaba a las naciones. Grecia unía las civilizaciones de Asia, Europa y África, y estableció un idioma  universal. Roma hizo del mundo entero un solo imperio, y los caminos romanos hicieron accesible cada parte de él. La dispersión de los judíos con sus sinagogas, sus Escrituras, su religión y monoteísmo entre las naciones, había dado a conocer en todas partes su expectación de un Mesías. De esta manera, Dios preparó el camino para la propagación del evangelio de cristo entre las naciones. 

(Compendio Manual de la Biblia por Halley. p 354-363)

Cronología del Periodo Intertestamentario

Este periodo se extiende desde la terminación de las Escrituras del Antiguo Testamento (siglo V a.C.) hasta el comienzo de las Escrituras del Nuevo Testamento (a mediados del siglo I d.C.). Durante este tiempo se produjeron cambios importantes tanto en el orden político como en el orden social y cultural de los judíos.