2 Crónicas
2 Crónicas
2 de Crónicas en varias versiones:
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Tiempo de Lectura= 2:10 / Contiene: 36 capítulos, 822 versículos y 20.074 palabras.
MÉTODO CRÍTICO
1) ¿QUIÉN ESCRIBIÓ EL LIBRO? Esdras
2) ¿CUÁNDO FUE ESCRITO? 400-350 a.C.
3) ¿A QUIÉN FUE ESCRITO? A Israel, parte de su Historia.
4) ¿DE DÓNDE FUE ESCRITO? Jerusalén
MÉTODO HISTÓRICO
1) ¿CUÁL ES EL TRASFONDO HISTÓRICO DEL LIBRO? Los doce libros anteriores de la Biblia terminan con la nación hebrea en cautividad. Los dos libros de Crónicas presentan la misma historia, y terminan en el mismo punto. Son una recapitulación de todo lo ya sucedido, dando prominencia especial a los reinos de David, Salomón y los reyes posteriores de Judá.
1 Crónicas es en parte igual a 2 de Samuel. Trata solamente de la historia de David, precedida por 9 capítulos de genealogías. Estas abarcan el periodo entero desde Adán hasta el regreso de los judíos después de la cautividad; una especie de resumen de toda la historia sagrada anterior. Los dos libros de Crónicas duplican, en un sentido, los libros de Samuel y de Reyes. Estos últimos escritos se cree que provienen de una fuente del reino del norte, y los dos de Crónicas de una fuente del reino del sur. Crónicas hace énfasis en la historia de Judá y la adoración del templo.
MÉTODO LITERARIO
1) ¿QUÉ GÉNERO DE LITERATURA ES EL LIBRO?
MÉTODO PANORÁMICO
1) ¿CUÁL ES LA IDEA PRINCIPAL DEL LIBRO? Incluye un registro detallado de la construcción del templo.
2) ¿CUÁL FUE LA RAZÓN PRINCIPAL POR LA CUAL SE ESCRIBIÓ ESTE LIBRO? Unificar a la nación alrededor de la verdadera adoración de Jehová al mostrar sus normas para juzgar a los reyes. Se hace énfasis en los reyes buenos de Judá y los avivamientos religiosos bajo sus gobiernos y se exponen los pecados de los reyes malvados.
PALABRAS CLAVE DE 2 CRÓNICAS (RV1960) casa, arca, pacto, clamar (clamor), buscar, corazón, orar (oración), profeta (s)
COBERTURA HISTÓRICA: Una genealogía de apertura que retrocede hasta Adán; la narración misma cubre el reino de Judá desde David (aprox. año 1000 a.C.) hasta el decreto de Ciro (539-538 a.C.).
ÉNFASIS: La continuidad del pueblo de Judá (y de otros) en el exilio y después la lealtad al pacto de David y de Salomón como modelos para el tiempo de la restauración; el papel central del templo y la adoración para la restauración; la verdadera adoración como un asunto del corazón, lleno de gozo y canto; la bendición divina y el reposo por la obediencia y la retribución por la desobediencia.
CARACTERÍSTICAS PARTICULARES: Incluye un registro detallado de la construcción del templo.
CÓMO LEER 2 CRÓNICAS
En 1 Crónicas la primera pausa en el relato de El Narrador es la oración de Jabes. De manera similar, en 2 Crónicas la primera vez que El Narrador se detiene es también a causa de una oración. En esta ocasión Dios le preguntó a Salomón, «¿Qué es lo que quieres? ¡Pídeme, y yo te lo daré!» (2Cr 1:7). La petición de Salomón fue por sabiduría. Sin embargo, la última vez en la que Dios se dirigió a él (2Cr 7:12-22) es para advertirle: «si tú o tus descendientes me abandonan y desobedecen los decretos y los mandatos que les he dado, y sirven y rinden culto a otros dioses, entonces desarraigaré al pueblo de la tierra que le he dado». Tristemente este es el final de la historia. Al leer el libro recuerda que no se trata de cuán bien se comienza la carrera, sino de que tan bien se termina.
A medida que se relatan seleccionadas historias de los monarcas, emerge un fascinante estudio de éxito y fracaso en el liderazgo. Busca imitar las características de aquellos reyes que hicieron «lo bueno a los ojos del Señor» y evita el ejemplo de aquellos que hicieron «lo malo a los ojos del Señor». ¡Esta es la historia desde el punto de vista de Dios! El principio central es que «Los ojos del Señor recorren toda la tierra para fortalecer a los que tienen el corazón totalmente comprometido con él.» (dicho por Hananí el Profeta en 2Cr 16:7-9). Buscar a Dios es sabiduría; abandonarlo es necedad.
Esta no es una verdad solo para los líderes, sino también para todo el pueblo. Una nación que honra a Dios será próspera, una que no lo hace experimentará devastación. Enfocándose primeramente en el reino sur de Judá, el escritor menciona el templo, el sacerdocio, el pacto de Dios, los reyes, para reforzar su tema central. Al final del libro habrás leído acerca de la decadencia de la nación, causada por el alejamiento de Dios en los gobernantes y el pueblo.
TÍTULO: El título original en la Biblia hebrea era "Los anales (esto es, acontecimientos o sucesos) de los días". Primero y Segundo de Crónicas era un libro hasta que más tarde este fue dividido en libros separados en la traducción griega del AT, la Septuaginta (LXX), alrededor del 200 a.C. El título también cambió en ese entonces al título impreciso: "las cosas omitidas", esto es, reflejando material que no se encuentra en 1, 2 Samuel y 1, 2 Reyes. El título en castellano "Crónicas" se originó con la traducción Vulgata en latín de Jerónimo (alrededor del 400 d.C.), la cual usó el título más completo: "Las crónicas de la historia sagrada entera".
TEMAS:
Bendiciones o juicios. El cronista enfatizó que las bendiciones de Dios resultan de la obediencia al pacto mosaico (7:17-18; 15:12-15; 17:3-6: 30:15-20; 31:20-21) pero que su juicio seguiría a la descendencia (12:1-2: 34:19-21). SI el pueblo humildemente se arrepentía, Dios prometió que los restauraría (7:13-14; 12:5-12; 33:10-13).
Adoración. El edificio y la dedicación del templo (2:1-7:22) fue el mayor logro en los 40 años de gobierno de Salomón, lo cual tomó 20 años en completar (8:1). El templo era el lugar principal de adoración, simbolizaba la presencia de Dios entre su pueblo (7:12, 16; 33:7)
Estructura de 1 y 2 de Crónicas
Título: “Edificando el templo para volver a Dios”
Versículo clave: 1 Crónicas 22:19 “Poned, pues ahora vuestro corazón y vuestros ánimos en buscar a Jehová vuestro Dios; y levantaos, y edificad el santuario de Jehová Dios, para traer el arca del pacto de Jehová; y los utensilios consagrados a Dios, a la casa edificada al nombre de Jehová”
Vista Panorámica de 2 Crónicas
El Libro de 2 Crónicas demuestra lo que la historia tiene que ver con la fe. Aún más, dice lo que la fe tiene que ver con la vida; está dirigido a las necesidades prácticas de la comunidad. Cuando Salomón y los reyes posteriores de Judá fueron obedientes a Dios, recibieron sus bendiciones; cuando se rebelaron contra El, fueron maldecidos y castigados. Al seleccionar y presentar datos históricos, 2 Crónicas demuestra una perspectiva sacerdotal que enfatiza el templo y la adoración. Esto es diferente a 1 y 2 Reyes, que son escritos desde una perspectiva profética representada por los ministerios de Elías y Eliseo.
2 Crónicas demuestra que adherirse sólidamente a la fe en el Señor, resultaría en bendiciones; pero abandonarle, traería maldiciones a la nación y a los individuos. El libro enfatiza el templo que Salomón construyó y otros aspectos de su liderato espiritual y una parte de su vida que no está descrita exactamente igual en 1 Reyes. Debido a que el reino del sur, Judá, permaneció mucho más cercano a la voluntad de Dios, frecuentemente sobresale en 2 Crónicas. En 1 y 2 Reyes se da mucha más atención a la historia de Israel, el reino del norte.
El llevar registros debió haber sido un arte altamente desarrollado en Israel en el tiempo de Salomón. Los líderes de cada nivel de la vida nacional compilaban diarios de gente y eventos importantes. Bajo la directa supervisión de Dios, el escritor de 2 Crónicas recoge material de esos registros, inclusive anales que parecen ser documentos oficiales del estado (16:11; 25:26; 28:26; 32:32; 33:18; 35:27; 36:8). El cronista también usa varias obras proféticas (9:29; 12:15; 13:22; 26:22; 32:32; 33:18; 33:19).
2 Crónicas es un libro de avivamientos intermitentes (bajo Asa: 14:2–16:14; Josafat: 17:1–21:3; Joás: 23:16–24:14; Uzías: 26:1–23; Ezequías: 29:1–32:32; y Josías: 34:1–35:27) y de rebeliones (por Roboam: 11:1–12:16; Abdías: 13:1–14:1; Joram: 21:4–20; Ocozías: 22:1–9; Atalía: 22:10–23:15: Manasés: 33:1–20; Amón: 33:21–25; y Joacim: 36:5–8). El lector es confrontado ante el hecho de que las bendiciones de Dios y los juicios sobre su pueblo están en relación directa a sus respuestas a El y a su Palabra.
La edad de oro de Israel alcanzó su apogeo con la construcción del templo de Salomón. Cuando el arca del pacto, que representaba la presencia del Señor entre su pueblo, fue traída de vuelta (5:1–10), la gloria del Señor llenó el templo de tal manera que los sacerdotes no pudieron entrar y ministrar (5:11–14; 7:1–2; cp. Ex 40:34–35). La obra del Espíritu de Dios es evidente en 2 Crónicas (15:1; 20:14; 24:20). La presencia del Señor entre su pueblo en la actualidad es por medio del Espíritu Santo que mora en el creyente (Jn 14:16–17). Al igual que en el pasado, la presencia del Espíritu Santo en la vida de las personas hace que el servicio a Dios (1 Co 2:3–4) y su adoración (Jn 4:23–24) sean actividades dinámicas.
Referencias Proféticas
Al igual que todas las referencias a los reyes y templos en el Antiguo Testamento, vemos en ellos un reflejo del verdadero Rey de Reyes –Jesucristo – y del templo del Espíritu Santo – Su pueblo. Aún el mejor de los reyes de Israel tuvo los fracasos de todos los hombres pecadores y condujo erróneamente al pueblo. Pero cuando el Rey de Reyes venga a vivir y a reinar en la tierra en el milenio, Él mismo se establecerá en el trono sobre toda la tierra, como el legítimo heredero de David. Solo entonces, tendremos un Rey perfecto que reinará en justicia y santidad, acerca de lo que el mejor rey de Israel solo pudo soñar.
Similarmente, el gran templo construido por Salomón no fue diseñado para durar por siempre. Solo 150 años después, necesitaba ser reparado de la decadencia y deterioro por futuras generaciones quienes se habían vuelto a la idolatría (2 Reyes 12). Pero el templo del Espíritu Santo – en aquellos que pertenecen a Cristo – vivirá por siempre. Nosotros que pertenecemos a Jesús somos ese templo, no hecho de manos, sino por la voluntad de Dios. (Juan 1:12-13) El Espíritu que vive en nosotros, jamás se apartará de nosotros y un día nos entregará a salvo en las manos de Dios (Efesios 1:13; 4:30). Ningún templo terrenal tiene esa promesa.
Carácter de Dios en 2 Crónicas
Dios es bueno: 20:18
Dios es grande: 2:5
Dios es justo: 19:7
Dios es paciente: 33:10-13
Dios es poderoso: 13:4
Dios es verdadero: 6:17
Cristo en 2 Crónicas
En 2 Crónicas, la línea de David sigue protegida por Dios. Salomón cumple con lo preparado por David para construir el templo del Señor. En el Nuevo Testamento, Cristo se compara con el templo: "Destruid este templo, y en tres días lo levantaré" (Jn 2:19). El templo que construyó Salomón fue destruido
Pero Cristo promete a los creyentes un templo eterno en él. En Apocalipsis 21:22 la Nueva Jerusalén no tiene templo porque "el Señor Dios Todopoderoso es el templo de ella, y el Cordero".
Los 10 motivos de oración en 2 Crónicas
Agradecimiento por las promesas de Dios: Oremos agradeciendo a Dios por Sus promesas, recordando cómo cumplió Su promesa de establecer a Salomón como rey (2 Crónicas 1:9-12).
Petición por sabiduría divina: Pidamos a Dios sabiduría divina para enfrentar los desafíos y tomar decisiones en nuestras vidas, reflexionando sobre cómo Salomón pidió sabiduría para gobernar (2 Crónicas 1:10-12).
Confesión de pecados personales y nacionales: Confesemos nuestros pecados personales y busquemos la misericordia de Dios para el perdón, considerando la importancia de la confesión y el arrepentimiento en la historia de Judá e Israel (2 Crónicas 7:14).
Petición por la restauración divina: Oremos por la restauración divina en nuestras vidas y comunidades, inspirados por las promesas de Dios en respuesta a la oración de Salomón en la dedicación del templo (2 Crónicas 7:14).
Reconocimiento de la importancia de la adoración y la alabanza: Oremos para reconocer la importancia de la adoración y la alabanza en nuestras vidas, reflexionando sobre la dedicación del templo y la manifestación de la gloria de Dios (2 Crónicas 7:1-3).
Petición por líderes piadosos: Pidamos a Dios por líderes piadosos en nuestras naciones y comunidades, reflexionando sobre la influencia de los reyes en Judá e Israel (2 Crónicas 17:3-6).
Confesión de cualquier idolatría en nuestras vidas: Confesemos cualquier forma de idolatría en nuestras vidas y pidamos a Dios que nos ayude a mantenerlo como el único objeto de nuestra adoración, reflexionando sobre las advertencias contra la idolatría (2 Crónicas 24:18-25).
Petición por la humildad y la dependencia en Dios: Oremos por humildad y dependencia en Dios en todas las circunstancias, recordando cómo Ezequías humildemente buscó a Dios en momentos de necesidad (2 Crónicas 32:24-26).
Confesión de cualquier forma de desobediencia a los mandamientos de Dios: Confesemos cualquier desobediencia a los mandamientos de Dios y pidamos perdón, considerando las consecuencias de la desobediencia en la caída de Judá y la cautividad babilónica (2 Crónicas 36:14-21).
Agradecimiento por la gracia y la restauración de Dios: Agradezcamos a Dios por Su gracia y restauración, recordando cómo, a pesar de los pecados del pueblo, Dios mostró misericordia y permitió el regreso del remanente de Judá del exilio (2 Crónicas 36:22-23).
Documentos
Por el recuento de la historia del pueblo de Dios, Crónicas nos recuerda el papel central de la adoración. Para los lectores del Nuevo Testamento, también señala hacia aquel cuya propia "limpieza" del templo, muerte y resurrección reemplaza el templo como el lugar de la presencia de Dios (Juan 2:19-22).