Mapas 

Éxodo

Mapas de Éxodo

Pitón y Ramesés

    Son los nombres dados a las dos ciudades de abastecimiento que los israelitas fueron forzados a construir para el faraón de la opresión (Ex 1:11). Partiendo de Ramesés, los israelitas comenzaron su éxodo desde Egipto (Ex 12:37 Núm 33:3 Núm 33:5). Hasta el presente, existe un acuerdo bastante generalizado de que Ramesés ha de ser identificado con Avaris Zoán Tanis, en la parte nordeste del delta.

    Ramesés fue una ciudad de la parte más fértil de Egipto (Gén 47:11), del distrito de Gosén (Gén 47:6). Faraón ordenó a José que instalara a Jacob y a sus hijos en esta región. Hicieron de ella su capital (Avaris-Tanis). Ramsés II la reconstruyó e inscribió su nombre en ella, identificada con San el-Hagar. La cronología convencional ubica a Ramsés II alrededor del año 1299 y 1232 antes de Cristo. Esta cronología basada en datos muy fragmentarios e identificaciones inseguras, se ha asentado sólo por inercia. Velikovsky lo ubica, en base a cruciales evidencias, en la época de los reyes de Judá y de la caída de Jerusalén (609-569 antes de Cristo), identificándolo con el faraón Necao II; así, su detallado estudio confirma el estudio general de Courville, a pesar de que este último estudio necesite afinar más los detalles de la cronología.

    Junto con Ramesés, una de las dos ciudades-granero que los esclavos israelitas construyeron en Egipto para Faraón fue Pitón. Edouard Naville, encargado por el Fondo Egipcio de llevar a cabo excavaciones en Tell el-Maskhûtah, descubrió allí la antigua Pitón, sobre la ribera meridional del canal de agua dulce que llevaba de El Cairo a Suez por el Wadi Tumilat. Neville atribuyó la primera construcción de esta ciudad a Ramsés II, manteniendo la hipótesis de que él fue el faraón de la opresión. Sin embargo, la identificación de Ramsés II, bien con So (Courville) o con Necao II (Velikovsky), en la época de los reyes de Judá, y el hecho documentado de que se llevaron a cabo extensas reconstrucciones en Egipto una vez arrojados los hicsos del país, que lo habían devastado, indica que las inscripciones de Ramsés II en Pitón y Ramesés no se refieren a su primera construcción, sino a su «reconstrucción». Como algunos reconocen, este rey es conocido por atribuirse las construcciones de sus predecesores, y así es explicable que reconstruyera y embelleciera Pitón y Ramesés (Avaris-Tanis).

    Se hallan grandes edificios bajo tierra al noreste del templo de Tum. Los muros de estas construcciones tienen casi 2,75 m. de grosor; están hechos de ladrillos bastos, unidos con mortero. Cosa interesante, algunos ladrillos no contienen paja (Ex 5:10-12). Estas murallas encierran un buen número de locales rectangulares que no se comunican entre sí; se tenía que acceder a ellos desde arriba. Naville cree que se trata de graneros en los que el faraón almacenaba los víveres para las provisiones de sus tropas, o incluso de las caravanas dispuestas a cruzar el desierto para ir a Siria.

    Albright, al igual que otros, mantiene, sin embargo, la postura de que Pitón debe ser identificada con Tell Retabeh, a unos 13,5 Km. de Tell el-Maskhûtah. Este último tell es identificado por él como Sucot. De todas maneras, es evidente que ambas poblaciones están relacionadas con almacenes y suministros, y con trabajo esclavo.

Gosén

    Esta área le fue dada a Jacob y a su familia cuando se trasladaron a Egipto (Génesis 47:5,6). Se convirtió en la tierra natal de los hebreos durante cuatrocientos años, y permaneció separada de los principales centros egipcios, ya que la cultura egipcia veía con desprecio a los pastores y nómadas. Según pasaron los años, la familia de Jacob creció hasta llegar a ser una gran nación (1:7). 

Pitón y Ramesés

    Después de cuatrocientos años, llegó al trono un Faraón que no tuvo respeto alguno por estos descendientes de José y temía su gran número. Los hizo esclavos para oprimirlos y subyugarlos.Como resultado del trabajo de los esclavos, fueron construidas las ciudades de almacenaje de Pitón y Ramesés (1:11).

Madián

    Moisés, príncipe egipcio que nació hebreo, mató a un oficial egipcio y huyó para salvar su vida a la tierra de Madián. Ahí se convirtió en pastor y se casó con una mujer llamada Séfora. Fue mientras estuvo allí que Dios lo comisionó para la tarea de sacar al pueblo hebreo de Egipto (2:15-4:31). 

Baal-zefón

    La esclavitud no prevelecería, ya que Dios planeó liberar a su pueblo. Después de elegir a Moisés y a Aarón para ser sus voceros ante Faraón, Dios realizó una serie de milagros dramáticos en la tierra de Egipto para convencer a Faraón de que dejara salir a los hebreos (5:1-12:33). Finalmente, cuando fueron liberados, la nación entera salió con las riquezas de Egipto (12:34-36). Una de sus primeras paradas fue en Baal-zefón (14:1), donde Faraón, que había cambiado de parecer, persiguió a los hebreos y los atrapó a orillas del Mar Rojo. Pero Dios partió las aguas y guió al pueblo a través del mar sobre tierra seca. Cuando el ejército de Faraón trató de seguirlos, las aguas se cerraron alrededor de ellos y se ahogaron (14:5-31).    

Mara

    Ahora Moisés conduce al pueblo hacia el sur. La larga peregrinación a través del desierto trajó consigo, a causa de las altas temperaturas, gargantas sedientas. En Mara, el agua que encontraron era amarga, pero Dios la endulzó (15:22-25).

Elim

    A medida que continuaron su viaje, los hebreos (ahora llamados israelitas) llegaron a Elim, un oasis con doce manantiales (15:27).

Desierto de Sin

    Al salir de Elim, el pueblo se dirigió hacia el desierto de Sin. Aquí el pueblo tuvo hambre, así que Dios les dio maná que venía del cielo y cubría toda la tierra cada mañana (16:1, 13-15). El pueblo comió este maná hasta que entraron en la tierra prometida. 

Refidim

    Moisés guió al pueblo a Refidim, donde no encontraron agua. Pero Dios milagrosamente se las proporcionó de una roca (17:1,5,6). Aquí los israelitas se toparon con su primera prueba en una batalla: el ejército de Amalec atacó y fue derrotado (17:9-13). El suegro de Moisés, Jetro, llegó a la escena con algunos sabios consejos acerca de la delegación de responsabilidades (18). 

Monte Sinaí 

    Anteriormente Dios se había aparecido a Moisés en este monte y lo había comisionado para guiar al pueblo de Israel (3:1, 2). Ahora Moisés regresó con el pueblo que Dios le había pedido que guiará. Por casi un año el pueblo acampó al pie del monte Sinaí. Durante este tiempo, Dios dio los Diez Mandamientos así como otras leyes para una vida recta. Además proporcionó el anteproyecto para la construcción del tabernáculo (19-40). Dios estaba formando una nación santa, preparada para vivir y para servirle a Él solamente.

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