Aplicación

Tito

Aplicación de Tito

Aplicación de Tito

    1. La vida que lleva el mundo es una negación. En la vida que usted lleva, ¿renuncia a la impiedad y a los deseos mundanos?  ¿O satisface usted los deseos de la carne?

    2. Definitivamente no es fácil tratar a todos con consideración. ¿Recuerda la última vez que usted falló en este aspecto? ¿Está dispuesto a ser amable y apacible, incluso en las situaciones más difíciles y con las personas más exasperantes? No olvide que sus hechos hablan más alto que sus palabras.

    3. Su salvación no se originó en lo que usted hizo sino en la gracia y en la misericordia de Dios. ¿De que lo ha salvado a usted su Padre celestial? Reflexione sobre la bondad de Aquel que lo llamo a usted de la muerte a la vida, y del reino de las tinieblas al reino de su luz admirable. ¿Le ha dado gracias últimamente por un amor y su misericordia? Si no lo ha hecho recientemente, ¿por qué no lo hace ahora? ¿Por que no ora por los seres queridos que aún no han experimentado la gracia salvadora de Dios?  

Aplicación final de Tito

1.      ¿Cuáles son las verdades básicas de Tito?

2.      ¿Cómo se aplican estas verdades a mi vida?

3.      ¿En vista de estas verdades, qué cambios deberían hacer en mi vida?

4.      ¿Cómo pienso llevar a cabo estos cambios?

5.    ¿Cuál será mi oración personal referente a esta verdad, y los cambios que debería efectuar en mi vida?

Aplicación Práctica

    El apóstol Pablo merece nuestra atención mientras buscamos en la Biblia la enseñanza de cómo vivir una vida agradando a nuestro Señor. Podemos aprender lo que debemos evitar así como a quién debemos luchar por imitar. Pablo sugiere que busquemos ser puros, mientras evitamos las cosas que corromperán nuestra mente y conciencia. Y posteriormente Pablo hace una declaración que nunca debe ser olvidada: “Profesan conocer a Dios, pero con los hechos lo niegan, siendo abominables y rebeldes, reprobados en cuanto a toda buena obra.” (Tito 1:16). Como cristianos, debemos examinarnos a nosotros mismos para estar seguros de que nuestras vidas estén de acuerdo con nuestra profesión de fe en Cristo (2 Corintios 13:5).

Junto con esta advertencia, Pablo también nos dice cómo evitar negar a Dios: “Nos salvó, no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino por su misericordia, por el lavamiento de la regeneración y por la renovación en el Espíritu Santo, el cual derramó en nosotros abundantemente por Jesucristo nuestro Salvador.” (Tito 3:5-6). Al buscar diariamente renovar nuestra mente por el Espíritu Santo, podemos desarrollarnos como cristianos que honran a Dios por la forma en que vivimos.

Temas de Aplicación