Mapas 

Josué

Mapas de Josué

Jericó

    Era una ciudad amurallada a 8 Kms. al oeste del Jordán y 9 Kms. al norte del mar Muerto, y 30 Kms. al noreste de Jerusalén. No estaba muy lejos el lugar donde Israel acampó antes de que cruzaran el Jordán, cerca del monte Nebo, desde donde se podía ver la *ciudad de las Palmeras* (Dt 32:49; 34:3). Estaba situada en el llano, pero al oeste estaba cerca del pie de las montañas, de tal manera que los espías protegidos por Rahab, pudieron alcanzarlas muy fácilmente.

    La ciudad romana estaba sobre la base de las montañas occidentales en un plano más alto que la antigua Jericó. En el tiempo de Cristo era un lugar muy importante, que pagaba grandes tributos a la familia real. En el sitio de Jericó antiguo hay una gran fuente de donde brota agua cristalina.

Gabaón

    Se ubica el noreste de Jerusalén en el actual estado de Israel. Aparece citada en la Biblia en los libros de Josué, 2 Samuel, 1 Reyes, 1 y 2 Crónicas, Nehemías, Isaías y Jeremías pertenecientes al Antiguo Testamento en varias ocasiones. En el capítulo 9 del libro de Josué relata como los habitantes de Gabaón cuando supieron que las ciudades de Jericó y Hai habían sido derrotadas por los ejércitos de Israel planearon una estratagema para lograr un pacto con los hebreos y evitar así su derrota.

    En el libro de Reyes, en el capítulo 3, se relata cómo el rey Salomón, después de haberse casado con una princesa de Egipto y como cuando llegó su futura mujer a Jerusalén todavía no estaban terminadas las edificaciones importantes, entre ellas el templo por lo que se realizaban los sacrificios en los altos.

    El rey Salomón fue a sacrificar a Gabaón, que era uno de los principales altos y ofreció mil holocaustos. Gabaón fue la ciudad que sufrió la masacre ordenada por Saúl y expirada por David quien entregó a siete de sus descendientes para que fueran ejecutados por ello.

Bet-Semes

    Ciudad situada en el límite septentrional de Judá, entre Kesalón y Timná. En Josué 19:41 se la llama Ir-semes, y allí aparece como una ciudad fronteriza de la tribu vecina de Dan, que se encontraba al Norte de Judá. Más tarde, Judá se la legó a los levitas, y llegó a ser una ciudad sacerdotal (Jos 21:13, 16; 1Cr 6:59).

                                                                                                                                                                                                               Desde el punto de vista militar, era un lugar estratégico, puesto que guardaba la parte superior del valle de Soreq y uno de los principales accesos de las llanuras costeras a la región de la Sefelá y las montañas de Judá. Ciudad fortificada del territorio de Neftalí (Jos 19:35-39). Aunque no se expulsó de esta ciudad a los cananeos que residían en ella, se les sometió a trabajos forzados para los neftalitas.

Silo

    Ciudad ubicada a unos 16 km al norte de Betel y a unos 5 km al sudeste de Lebona, al este de la principal carretera que va de Jerusalén a Siquem. No se sabe como cayó en manos de los israelitas, quienes la poseyeron desde los tiempos de Josué hasta que los filisteos la destruyeron. En Silo se levantó el tabernáculo (Jos 18:1), se distribuyó la tierra (18:8-10) y, mientras los israelitas acampaban, Josué murió (Jos 24:1,29). Hacia fines del período de los jueces Elí oficiaba como sumo sacerdote en Silo, y bajo su tutela el profeta Samuel llegó a la edad adulta (1Sam 1-3).

    En ese tiempo los filisteos se apoderaron del arca en la batalla de Afec (4:1-11), y probablemente destruyeron Silo, conclusión a la que se puede llegar gracias al hecho de que el arca no fue llevada a ese lugar sino a Quiriat-jearim. La ciudad permaneció en ruinas por muchos siglos, y parece que Jeremías no la conoció en otra condición (Jer 7:12,14; 26:6, 9). Pero al parecer tenía algunos habitantes, puesto que allí vivía el profeta Abías en la época de Jeroboam I (1Re 14:2,4), y también ciertos hombres que fueron asesinados en Mizpa mientras iban a Jerusalén para llevar ofrendas al templo que estaba en ruinas en tiempos de Jeremías (Jer 41:5). Silo volvió a ser una ciudad habitada en el período helenístico, y continuó siéndolo hasta la época de Bizancio.

Ajalón

    Era un lugar en las tierras bajas de la Sefela en la antigua Tierra de Israel, identificado en la década de 1800 como Yalo al pie de un pueblo árabe palestino situado a 13 km. al sureste de Ramla.

    El valle de Ajalón fue mencionado por primera vez en el Libro de Josué, donde Josué derrotó cinco amorreos reyes. Después de la conquista, la ciudad de Ajalón se asignó a la tribu de Dan (Josué 19:42) y fue designada como una de las ciudades levitas dados a los hijos de Coat (Jos 21:24 y 1Cr 6:69). A pesar de la victoria inicial de Josué en el valle de Ajalón, los amorreos siguieron viviendo en la ciudad de Ajalón (Jos 1: 34-35). los filisteos tenian una constante presión para controlar los valles de la Sefela y se obligó a la tribu de Dan a retirarse hacia el oeste, lo que reduce la extensión de su territorio. Con el tiempo, los hijos de Dan abandonaron su herencia inicial en el área de Ayalón y se trasladaron a la parte norte extrema de Israel, estableciéndose en la ciudad de Lais, que renombraron Dan.

    También fue el sitio de una gran victoria sobre los filisteos por el rey Saúl y su hijo Jonatán. Después de un ataque audaz por Jonathan en la guarnición de los filisteos en Micmas, persiguieron a los filisteos hasta Ajalón, una distancia de quince kilómetros (1Sam 14:31). En años posteriores, Ayalón estaba habitada por hijos de Efraín y Benjamín (1Cr 6:69 y 1Cr 8:13).

    Después Ajalon se convirtió en la frontera entre los reinos de Judá e Israel (2Cr 11:5-12).

Río Jordán

    Es el río principal de la Tierra Prometida que forma una frontera natural entre la mayor parte del este y el oeste de Palestina (Jos 22:25). El curso del Jordán en la antiguedad comenzaba en la cuenca del Huleh, una zona pantanosa y lago hoy día desecados. El norte de la cuenca del Huleh se caracteriza por sus numerosos arroyos, que dan origen al río. Entre ellos destacan, de este a oeste, el Nahr Banyas (Nahal Hermon), el Nahr el-Leddan (Nahal Dan) y el Nahr Hasbani (Nahal Senir). El Yarmuk y el Jaboc son los principales afluentes del Jordán por el este. En la actualidad las aguas del Jordán son turbias en la mayor parte de su recorrido.

    Dejando atrás la cuenca del Huleh, el Jordán fluye apacible unos 3 Km., para precipitarse entre gargantas de basalto hasta llegar al mar de Galilea. Luego el Jordán serpentea unos 320 Km. desde el extremo meridional del mar de Galilea hasta el mar Muerto, si bien la distancia real entre ambos puntos es de solo 105 Km. Al recorrer los 16 Km. de distancia que separan la cuenca del Huleh del mar de Galilea, el Jordán desciende unos 270 m. Después, durante su curso desde el mar de Galilea hasta el mar Muerto, se forman en el Jordán 27 rápidos que descienden en cascada, y el nivel del cauce baja unos 180 m.

    Al sur del mar de Galilea el Jordán fluye a través de un valle que mide entre 6 y 13 Km. de ancho. Pero en Jericó este valle tiene una anchura de unos 22 Km. Cuando atraviesa el nivel más bajo del valle (el Zor), que tiene una anchura de 0,5 a 3 Km., el Jordán serpentea a través de densos matorrales de espinos y cardos, vides y arbustos, adelfas, tamariscos, sauces y álamos. Antiguamente vagaban leones por esa zona (Jer 49:19; 50:44; Zac 11:3). Todavía se pueden hallar allí lobos y chacales. Los veranos son extremadamente calurosos y húmedos en esta espesura, con temperaturas cercanas a los 40 °C. En primavera, cuando se funden las nieves del Hermón, el Jordán inunda el Zor.

Sitim

    La historia de Josué comienza con los israelitas acampando en Sitim. Los israelitas bajo el mando de Josué estaban listos para entrar en Canaán y conquistarla. Pero antes de que la nación emprendiera la marcha, Josué recibió instrucciones de Dios (1:1-18).

Gilgal 

    Después de pasar el Jordán, los israelitas acamparon en Gilgal en donde renovaron su compromiso con Dios y celebraron la Pascua, la fiesta solemne que conmemoraba su liberación de Egipto (véase el libro de Éxodo). Mientras Josué hacía planes para el ataque  a Jericó, un ángel se le apareció (5:1-15). 

    Hai

    La victoria no podía continuar sin la obediencia a Dios. Por eso la desobediencia de un hombre, Acán, causó la derrota de toda la nación en la primera batalla contra Hai. Pero una vez que el pecado fue reconocido y castigado, Dios le dijo a Josué que se animara y atacará de nuevo a Hai. Esta vez tomaron la ciudad (7:1-8:29). 

 Montes de Ebal y Gerizim

    Después de derrotar Hai, Josué edificó un altar en el monte Egal. Entonces el pueblo se dividió, una mitad al pie del monte Ebal y la otra mitad al pie del monte Garizim. Los sacerdotes estaban de pie entre los montes llevando el arca del pacto, mientras Josué leía la ley de Dios a todo el pueblo (8:30-35).

Gabaón 

    Fue justamente después de que los israelitas hubieron reafirmado su pacto con Dios que sus líderes cometieron un gran error: les engañaron para que celebraran un tratado de paz con la ciudad de Gabaón. Los gabaonitas fingieron haber viajado desde lejos y pidieron celebrar en tratado con los israelitas. Los líderes celebraron el tratado sin consultar a Dios. Poco después se descubrió el engaño, pero como el tratado ya se había formalizado, Israel no podía echarse atrás. Como resultado, los gabaonitas salvaron sus vidas, pero se vieron forzados a convertirse en esclavos de Israel (9:1-27).

Valle de Ajalón

    El rey de Jerusalén se enojó mucho con los líderes de Gabaón por haber celebrado un tratado de paz con los israelitas. El reunió a los ejércitos de otras cuatro ciudades para atacar. Gabaón le pidió ayuda a Josué. Josué actuó de inmediato. Saliendo de Gilgal atacó a la alianza de ejércitos por sorpresa. La batalla siguió y se trasladó al valle de Ajalón, y Josué le pidió a Dios que se detuviera el sol hasta que el enemigo pudiera ser destruido (10:1-43).

Hazor

    Al norte, en Hazor, el rey Jabín movilizó a los reyes de los ciudades circundantes para unirse y derrotar a Israel. Pero Dios dio la victoria a Josué y a Israel (11:1-23).

Silo

    Después de conquistar a los ejércitos de Canaán, Israel se reunió en Silo para erigir el tabernáculo. Este edificio portátil había sido el centro de adoración de la nación durante sus años de peregrinación en el desierto. Se les dieron sus porciones a las siete tribus que no habían recibido sus tierras (18:1-19:51).

Siquem

    Antes de morir Josué, llamó a toda la nación a reunirse en Siquem para recordarles que Dios les había dado la tierra y que sólo Dios les ayudaría a conservarla (24:1-33).