Lectura

Gálatas

Lectura de Gálatas

Tiempo de Lectura= 0:20 / Contiene: 6 capítulos, 149 versículos y 3.098 palabras.

Datos de Orientación de Gálatas

Panorama de la Epístola de Pablo a los Gálatas

    Al igual que 2 Corintios 10-12, esta carta claramente tienes tres lados: Pablo, a los gálatas, contra los perturbadores. Pablo está obviamente enardecido (igual que Dios en el Antiguo Testamento, cuando su amor por Israel ha sido despreciado). Lleno del Espíritu Santo y de conformidad con la naturaleza de la retórica bajo tales circunstancias, Pablo escribe con pasión y energía. Aquí podemos encontrar ironía cáustica y mordaz contra los perturbadores, así como fervientes súplicas, a veces lisonjeras, a los gálatas para que no se rindan ante ellos. ¿Qué puede haber inflamado tal intensidad?

    

    La respuesta: el evangelio está en juego, especialmente al incluir a los gentiles, sin la carga de la ley, en el pueblo de Dios, sin mencionar el propio llamamiento de Pablo como apóstol a los gentiles. Si los gálatas ceden a la demanda de la circuncisión, todo lo que Dios ha hecho en Jesucristo, y está haciendo por medio del Espíritu de incluir a los gentiles en el pueblo de Dios habrá sido por demás (2:21). La historia misma de Dios está en juego.

    Así que Pablo llega con la espada desenvainada. Primero, se enfrenta al problema de la difamación de los perturbadores sobre su apostolado. En una serie de tres narraciones, comienza diciendo cómo se apartó de Jerusalén (1:13-24; su apostolado y el evangelio no tienen ningún origen humano en ninguna forma), luego señala la convergencia de otros apóstoles con él en Jerusalén (2:1-10), y finalmente hace notar que cualquier fracaso de mantener el acuerdo vino de Jerusalén mismo (2:11-14).

    Pablo usa el discurso que dirigió a Pedro en dicha ocasión para lanzar sus argumentos con los gálatas (2:15-21). El resto de la carta fluctúa tres veces entre argumento, aplicación y apelación 3:1-4:7 / 4:8-11 / 4:12-20; 4:21-27 / 4:28-31 / 5:1-12; 5:13-24 / 5:25-6:10 / 6:11-17. Su argumento es que la cruz de Cristo y el don del Espíritu trajeron a su fin la observación de la ley judía. Nótese cómo sus apelaciones establecen la pauta, algunas veces reflejando relaciones pasadas (4:12-20; 5:7-10), algunas veces señalando las consecuencias de sus acciones propuestas (4:8-11; 5:2-6), y algunas veces desacreditando a los perturbadores (5:7-12; 6:11-13).  

Recomendaciones Específicas para la Lectura de la Epístola de Pablo a los Gálatas

    Quizás el lector encontrará las secciones de discusión de esta carta un poco difíciles de seguir; esto es por su naturaleza "localista", donde Pablo está discutiendo con los perturbadores en su propio terreno. Pero algo de conocimiento del trasfondo será suficiente para entenderlo bastante bien. 

    Este es un caso donde un vocabulario especial es muy elocuente. Nótese la frecuencia con que estas palabras ocurren: ley 32 veces, carne ("naturaleza pecaminosa") 16 veces, obras y veces (6 veces "observación de la ley", lit. "obras de la ley"; 1 vez "actos de naturaleza pecaminosa"), circuncisión/circuncidar 13 veces, Cristo 38 veces, el Espíritu 17 veces, fe/creer 22/4 veces, gracia 8 veces, justificados/justificar 8 veces, Abraham 9 veces, promesas 10 veces, hijo/simiente 13/5 veces, libertad/libre 4/6 veces, esclavizar/esclavo/esclavitud 11 veces, gentiles 10 veces. Aunque la mayoría de estas palabras también ocurren en las otras cartas de Pablo, el número de veces que aparecen en la Epístola a los Gálatas (y en la Epístola a los Romanos también) está fuera de proporción a la cantidad en cualquier otra parte.

    La pregunta en cuestión es: ¿Quiénes son los verdaderos hijos/simientes/ de Abraham, y por lo tanto los verdaderos herederos de las promesas hechas a Abraham? La respuesta de Pablo: aquellos, especialmente los gentiles, que tienen fe como la de Abraham, y por lo tanto son nacidos como hijos libres y no esclavos. Éstos han llegado  a serlo por la fe en Cristo y el don (prometido) del Espíritu. Por otra parte, aquellos que tratan de obligar a los creyentes gentiles a circuncidarse los están sometiendo a la ley judía, y por lo tanto es esclavitud. La justificación obra sólo por gracia, regresar a la circuncisión es procurar una ventaja con Dios por medio de las obras de la ley, que Pablo ve como de la carne (al final de cuentas poner confianza en los propios logros). Todo esto se reduce a un asunto básico: ¿sobre cuáles bases son incluidos los creyentes gentiles en el pueblo de Dios (llegan a ser parte de la simiente de Abraham)? ¿Por su fe en Cristo y la recepción de su Espíritu (su verdadera marca de identidad), o por agregar también marcas judías de identidad?

    Pero ¿por qué Abraham?, tal vez piense el lector. ¿Por qué no simplemente recordar a los gálatas la historia de Cristo? La respuesta descansa casi seguramente en los argumentos de los perturbadores, quienes han tomado Génesis 17:1-22 como su texto esencial. Allí Dios estableció la circuncisión como "un pacto eterno" en un contexto donde nuevamente le promete a Abraham que será padre de "muchas naciones" (repitiendo la bendición a los gentiles de Gén 12:3). En este texto Dios promete que Sara misma tendrá un hijo, el heredero legítimo, cuando Ismael es ya un joven. Para ser justos, los perturbadores no estaban abogando por un justicia basada en las obras, ya que ellos mismos habían puesto su fe en Cristo. Pero ellos podrían argumentar, así como Abraham creyó a Dios (Gén 15:6) y luego recibió el pacto de la circuncisión, de la misma manera los gentiles que creen en Cristo necesitan ser circuncidados para llegar a ser verdaderos hijos de Abraham,y por lo tanto herederos de la promesa. Al final, para ellos está en juego su propia identidad como parte del pueblo de Dios, puesto que las marcas de identidad para los judíos de la Diáspora eran especialmente la circuncisión, las leyes sobre los alimentos y el calendario sagrado, incluyendo la observación del sábado.

    Pablo ve claramente a dónde lleva tal argumento, a una ecuación que se lee:"gracias + obras = favor de Dios". Sin embargo, agregar un factor más a la gracia la anula. Por lo tanto, él argumenta que "gracia + nada = favor de Dios". De otra manera, sería creer que los gentiles deben hacerse judíos para poder ser cristianos completos (3:3). Por consiguiente, Pablo apela primeramente a la propia experiencia de los gálatas con el Espíritu (3:1-5) y luego a Génesis 15:6 (que precede al 17:1-22 en la historia), donde dice que Abraham, es decir, su fe únicamente fue lo que Dios contó como justicia (Gál 3:6-9). El resto de los capítulos 3 y 4 muestra claramente varias implicaciones de estos dos primeros argumentos. Pablo muestra primero la naturaleza preparatoria (y por lo tanto secundaria) de la ley en relación con Cristo y el Espíritu (3:10-4:7), y luego muestra que al rechazar a Cristo, los judíos contemporáneos se han convertido, en realidad, en herederos de Ismael y no de Isaac (4:21-27). En todo caso, su observación de la ley es selectiva y, para Pablo, estar bajo la ley significa que una persona debe observarla completamente (3:10: 5:3; 6:13), no sólo en parte.

    El argumento final (5:13-24) señala que el Espíritu, y sólo él, es suficiente para la clase de vida en el presente que refleja la semejanza de Cristo y hace frente a los "deseos" de la "naturaleza pecaminosa" (naturaleza carnal, refiriéndose a vivir de una manera egoísta que es hostil contra Dios), que es precisamente donde la ley fracasó. Podía hacer religiosa a la gente, pero no verdaderamente reformada para ser modelada al carácter de Dios (qué es lo que el fruto del Espíritu refleja).   

Un Recorrido por la Epístola de Pablo a los Gálatas

1:1-5

Saludo

    Note cómo este singular saludos anticipa los argumentos enfocándose en el corazón del evangelio (4, 5) 


 1:6-9

Una maldición sobre los perturbadores

    Este párrafo puede parecer abrupto, y con razón, puesto que es la única epístola de Pablo a una iglesia que no incluye una expresión de gratitud o de oración. En cambio, Pablo asume el papel de profeta, pronunciado una doble maldición sobre aquellos que están tratando de descarriar a los gálatas gentiles con un evangelio diferentes (y sobre cualquier otro que lo haga).    

 

1:10-2:14

En defensa del evangelio. Parte 1: Pablo y Jerusalén

    Es significativo que Pablo empieza la defensa de su evangelio defendiendo su apostolado (que fue una comisión directa de llevar el evangelio a los gentiles). Por tanto, después de una oración de transición (1:10) contra aquellos que insinúan que al no insistir en la circuncisión Pablo está sólo tratando de agradar a los hombres, comienza por afirmar que su evangelio no es de origen humano sino que lo recibió por revelación (11, 12). Luego, la defensa de esta afirmación continúa por medio de una narración cronológica en tres partes:

 2:15-21

La exposición de la proposición teológica

    Usando como punto de referencia su discurso a Pedro en Antioquía, Pablo expresa las afirmaciones esenciales de su evangelio que se debaten en el resto de la carta:

 3:1-4:7

En defensa del evangelio. Parte 2: Cristo y la ley

    Pasando a la defensa teológica de Pablo, note especialmente que comienza y termina apelando a sus lectores a una experiencia con el Espíritu (3:1-5; 4:6, 7). El resto de éste su primer argumento está basado en las Escrituras. El corazón del mismo muestra el papel de Cristo en apoyo a las dos primeras proposiciones de 2:15-21: habiendo puesto fin al tiempo de la ley, nos ha conducido al tiempo de la fe. Por tanto, Pablo argumenta (en secuencia):

 4:8-20

 Aplicación y apelación

    En los versículos 8-11, Pablo hace una aplicación del argumento precedente a la situación específica de sus lectores. Ya que Dios los conoce como sus hijos, ¿por qué volver a la esclavitud? Nótese la naturaleza relativa más personal de los versículos 12-20, donde apela a los gálatas a regresar a su anterior lealtad a él y a su devoción a Cristo. 


 4:21-5:12

Una vez más, argumento, aplicación y apelación 

    En 4:21-27, Pablo regresa al argumento de 3:6-4:7. Abordando los temas de Abraham, la esclavitud y la libertad, demuestra, con una analogía de Génesis, que "estar bajo la ley" significaría la esclavitud, mientras que Cristo y el Espíritu significan libertad.

    Note cómo esto es seguido por una aplicación y apelación triple. Los gálatas con como Isaac, el hijo libre de la "mujer libre" por "el poder del Espíritu" y, al igual que Isaac, están siendo perseguidos por el hijo de la esclava, Ismael, que serían los cristianos judíos perturbadores (4:28-31). Nuevamente, fíjese en la naturaleza personal de la apelación: 

5:13-6:10

En defensa del evangelio. Parte 3: El Espíritu y la justificación

    Pablo concluye presentando la tercera proposición de 2:15-21: el Espíritu que mora en nosotros ha reemplazado a la observación de la ley, porque el Espíritu puede hacer lo que la ley no pudo; es decir, llevar a cabo la verdadera justificación (5:13, 14, 22, 23) y combatir eficazmente los deseos de "la naturaleza pecaminosa (la carne)" (16-21). Asegúrese de captar que esto está ubicado en el contexto de la falta de armonía en la comunidad (15, 26; ! note que ocho de las quince "obras de la carne" son pecados de discordia !). Por lo tanto, son exhortados a vivir en el Espíritu, quien los ha llevado a la vida después de la muerte y resurrección de Cristo (24, 25). Todo esto es aplicado a asuntos muy prácticos en 6:1-10).  


 6:11-18

Conclusión: circuncisión no, cruz sí

    Pablo concluye con otro ardiente ataque contra los perturbadores, que fuerzan a los gentiles a circuncidarse, pero ellos mismos no cumplen (toda) la ley (12, 13), antes de volver nuevamente la atención de los gálatas a la cruz (14, 15). La bendición final (16) es para todos los que viven de acuerdo con la "regla" del versículo 15 (la circuncisión está totalmente fuera de lugar, sólo cuenta la nueva creación).



Para la naturaleza de la oposición, las líneas básicas de la verdad del evangelio son trazadas màs claramente en esta epístola. Nuestra compresión de la fe cristiana no sería la misma son esta carta. Por encima de todo lo demás, sirve como nuestra propia constitución de libertad. 

Libro: "Cómo leer la Biblia libro por libro" por Gordon D. Fee y Douglas Stuart