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Palabras clave de Lucas

ZACARÍAS

A Zacarías se le dijo antes que a cualquier persona que Dio estaba haciendo los preparativos de su visita a la tierra. Zacarías y su esposa, Elisabet, eran conocidos por su santidad personal. Eran la pareja ideal para una tarea especial para Dios. Tenían la tristeza de no tener hijos. Los judíos veían  eso como una prueba de que no contaban con la bendición de Dios. Zacarías y su esposa eran de edad avanzada y ya estaban resignados a no tener hijos.   

Este viaje al templo de Jerusalén tenía reservado para Zacarías una bendición inesperada. Lo escogieron para ser el sacerdote que entraría en el Lugar Santo a fin de ofrecer incienso a Dios por el pueblo. De pronto, para su gran sorpresa y temor, se vio cara a cara con un ángel. ¡EL mensaje del ángel era demasiado bueno para ser cierto! Sin embargo, Zacarías no reaccionó tanto por las nuevas del Salvador venido como por las dudas acerca de su capacidad para ser padre del niño que el ángel le prometía. Su edad parecía tener más consecuencias que la promesa de Dios. Como resultado, Dios le privó a Zacarías del habla hasta el cumplimiento de la promesa.  

La oración proféticas de Lucas 1 es la última imagen que tenemos de él. Como en el caso de muchos siervos fieles de Dios, pasé en silencio por la escena de la cual formó  parte una vez cumplido su cometido. Es nuestro héroe en los mementos en que dudamos de Dios y a la vez queremos obedecerlo. La historia de Zacarías nos ofrece la esperanza de que Dios puede hacer grandes cosas a través de uno cuando estamos dispuestos a someternos.

Puntos fuerte y logró:

Debilidades y errores:

Lecciones de su vida:

Datos generales:

Versículo clave:

“Ambos eran justos delante de Dios, y andaban irreprensibles en todos los mandamientos y ordenanzas del Señor. Pero no tenían hijo, porque Elisabet era estéril, y ambos eran ya de edad avanzada” (Lucas 1:6,7).

La historia de Zacarías se narra en Lucas 1.

ELISABET

En sociedades como la israelita en las que el valor de l mujer se medía por su habilidad para concebir hijos, no tenerlos, a menudo, conducía a dificultades personales y vergüenza. Para Elisabet su esterilidad significó soledad, y sufrimiento, ,sin embargo, permaneció fiel a Dios.

Elisabet y Zacarías provenían de familias sacerdotales. Cada año Elisabet tenía que separarse de su esposo durante dos semanas a fin de que este fuera al templo de Jerusalén a realizar sus tareas de sacerdote. Después de uno de esos viajes Zacarías volvió emocionado y mudo. Su noticia era una sorpresa maravillosa. ¡Sus sueños perdidos serían una emocionante realidad! Pronto Elisabet quedaría embarazada, y sabía que aquel era el regalo de Dios que tanto habían anhelado.

Las noticias corrían raudas entre la familia. Casi cien kilómetros al norte de Nazaret, María, la parienta de Elisabet, también sorpresivamente describió que estaba encinta. Poco después de recibir el mensaje del ángel de que daría a luz al Mesías, María fue a visitar a Elisabet. De pronto, les unieron los dones únicos que Dios les había concedido. Elisabet sabía que el Hijo de María sería aún mucho más importante que el de ella, porque Juan sería su mensajero.

Cuando el niño nació, Elisabet insistió en el nombre que DIos le había dado: Juan. Cuando Zacarías escribió que estaba de acuerdo, recuperó el habla y todos en el pueblo se preguntaban que llegaría a ser aquel niño extraordinario.

Elisabet susurraba alabanzas al cuidar aquel regalo de Dios. Al saber lo de María tiene que haberle maravillado lo oportuno que es Dios. Las cosas marchaban incluso mucho mejor de lo que ella hubiera podido pensar. En nuestras vidas, debemos recordar que Dios tiene las riendas de todo. ¿Cuándo hizo la última paisa para reconocer que Dios determina el momento en los hechos de su vida?

Puntos fuertes y logros:

Lecciones de su vida:

Datos generales:

Versículo clave:

“¿Por qué se me concede esto a mí, que la madre de mi Señor venga a mí? Porque tan pronto como llegó la voz de tu salutación a mis oídos, la criatura saltó de alegría en mi vientre. Y bienaventurada la que creyó, porque se cumplirá lo que le fue dicho de parte del Señor” (Lucas 1:43-45).

La historia de Elisabet se narra en Lucas 1:5-80.

MARÍA

La maternidad es un privilegio doloroso. La joven María tuvo el privilegio único de ser madre del mismo HIjo de Dios. Aun así, los dolores y el placer de su maternidad los comprende cualquier madre. María fue el único ser humano que estuvo presente en el nacimiento de Jesús y que también actuó como testigo de su muerte. Lo vio llegar como su bebé y lo vio morir como su Salvador.

Hasta la sorpresiva visita de Gabriel, la vida de María se desarrollaba tan bien como ella esperaba. Hacía poco se había comprometido con un carpintero de la localidad, José y esperaba la vida de casada. Sin embargo, la vida de María cambiaría para siempre.

Los ángeles no suelen concertar citas antes de su visita. Como si la felicitaran como la ganadora de un concurso en el que nunca participó. María encontró el saludo del ángel intrigante y su presencia estremecedora. Lo que escuchó de inmediato fueron las noticias que casi cada mujer en Israel esperaba oír: su hijo sería el Mesías, el Salvador prometido. María no dudó del mensaje, pero preguntó cómo sería posible la concepción. Gabriel le respondió que el bebé sería el Hijo de Dios . Su respuesta era un que Dios espera pero no recibe de muchas personas: “He aquí la sierva del Señor; hágase conmigo conforme a tu palabra” (Lucas 1:38). Más adelante, su cántico de gozo a Elisabet muestra lo mucho que conocía a Dios, sus pensamientos estaban llenos con las palabras del Antiguo Testamento.

Pocas semanas después de su nacimiento, llevaron a Jesús al templo para dedicarlo a Dios. Allí José y María se encontraron con dos profetas, Simón y Ana, que reconocieron en el niño al Mesías y alabaron a Dios. Simeón mencionó a María algunas palabras que quizás esta recordó muchas veces en los años siguiente: “Una espada traspasará tu misma alma” (Lucas 2:35). Gran parte del doloroso privilegio de la maternidad sería ver a su Hijo rechazado y crucificado por la gente que vino a salvar.

Podemos imaginar que aunque hubiera sabido lo que sufriría el ser la madre de Jesús, hubiera respondido lo mismo.  ¿Está usted, como María, dispuesto a que Dios lo use?    

Puntos fuertes y logros:

Lecciones de su vida:

Datos generales:

Versículo clave:

“He aquí la sierva del Señor; hágase conmigo conforme a tu palabra” (Lucas 1:38)

La historia de María se narra a través de los Evangelios. También se menciona en Hechos 1:14.

  

JACOBO

Jesús separó a tres de sus discípulos para una preparación especial. Jacobo, su hermano Juan y Pedro formaron este círculo íntimo. A la larga, cada uno jugó un papel clave en la iglesia primitiva. Pablo llegó a ser un gran predicador, Juan se convirtió en un importante escritor y Jacobo fue el primero de los doce discípulos en morir por su fe.

La forma en que los nombres de Jacobo y Juan se mencionan juntos indica que Jacobo fue el hermano mayor. Zebedeo, su padre, era propietarios de un negocio de pesca donde trabajaron con Pedro y Andrés. Cuando Pedro, Andrés y Juan dejaron Galilea para ver a Juan el Bautista, Jacobo se quedó con las barcas y las redes. Más tarde, cuando Jesús los llamó, fue el más deseoso de seguirle.    

Jacobo disfrutó con pertenecer al círculo íntimo de los discípulos, pero no entendió bien el propósito de Jesús. Él y su hermano incluso intentaron asegurarse un buen puesto en el reino de Jesús, y le rogaron que les prometiera un lugar especial. Como los demás discípulos, Jacobo poseía una visión limitada de lo que Jesús hacía en la tierra, y vislumbraba solo un reinado terrenal que derrocaría a Roma y restauraría la gloria pasada de Israel. Pero por sobre todo, Jacobo quiso estar con Jesús. Encontró el líder que tenía que encontrar, pero estaba equivocado en cuanto a cuándo tomaría el poder. Fue necesaria la muerte y resurrección de Jesús para corregir la visión de Jacobo.

Jacobo fue el primero de muchos en morir por el Evangelio. Estuvo dispuesto a morir porque sabía que Jesús conquistó la muerte, y que esta era solo la puerta de entrada a la vida eterna. Nuestras expectativas acerca de la vida serán limitadas si no podemos ver más allá de esta vida. Jesús prometió vida eterna a los que deseen seguirle. Si creemos esta promesa, Él nos dará ánimo para permanecer firmes aun en tiempos difíciles.

Puntos fuertes y logros:

Debilidades y errores:

Lecciones de su vida:

Datos generales:

Versículos clave:

“Entonces Jacobo y Juan, hijos de Zebedeo, se le acercaron, diciendo: Maestro, querríamos que nos hagas lo que pidiéremos. Él les dijo: ¿Qué queréis que os haga? Ellos le dijeron: Concédenos que en tu gloria nos sentemos el uno a tu derecha, y el otro a tu izquierda” (Marcos 10:35-37).

La historia de Jacobo se narra en los Evangelios. También se menciona en Hechos 1:13 y 12:2.

MARTA

Muchos hermano mayores tienen la tendencia irritante de querer mandar, hábito que se desarrolla a través del crecimiento. Podemos notarlo en Marta, la hermana mayor de María y Lázaro. Acostumbraba imponer su autoridad. EL hecho de que se recuerden a Marta, María y Lázaro por su hospitalidad tiene mayor significado cuando notamos que este era un requisito social en la cultura judía de ese tiempo. Se consideraba vergonzoso cerrar la puerta a alguien. Al parecer, esta familia cumplía muy bien con esto.

A Marta le preocupaban los detalles. Le encantaba agradar, servir, hacer las cosas bien, pero muchas veces hacía que la gente que le rodeaba se sintiera incómoda. Tal vez, al ser la mayor temía la afrenta si su hogar no satisfacía las expectativas. Procuraba hacer todo lo que le era posible para evitarlo. Como resultado, le era difícil descansar y disfrutar de la presencia de sus invitados. Incluso le fue difícil aceptar la falta de cooperación de su hermana María en todos los preparativos. Sus sentimientos eran  tan intensos que, al final, pidió a Jesús que interviniera en el asunto. Él, con amabilidad, corrió su actitud y le mostró que si bien es cierto que sus prioridades eran buenas, no eran las mejores. Era más importante prestar atención a los visitantes que lo que tratará de hacer por ellos.  

Más tarde después de la muerte de su hermano Lázaro ,Marta apenas pudo contenerse. Cuando oyó que Jesús al fin venía, corrió a su encuentro y le expresó su conflicto interno  de insatisfacción y esperanza. Jesús señaló que su esperanza era muy limitada. Él no sólo era Señor más allá de la muerte. ¡Él era la resurrección y la vida! Momentos más tarde, María una vez más habló sin pensar, señalando que un cuerpo después de cuatro días de fallecido estaba en camino de la descomposición. Algunas veces sus preocupaciones por los detalles no le permitía ver el cuadro completo. Pero Jesús actuó con suma paciencia con ella.

En nuestro último cuadro de Marta la hallamos una vez más sirviendo una cena a Jesús y a sus discípulos. Nunca deja de servir. Pero esta vez la Biblia narra su silencio. Empezaba a aprender lo que su hermana menor ya sabía: la adoración empieza callando y escuchando.

Puntos fuertes y logros:

Debilidades y errores:

Lecciones de su vida:

Datos generales:

Versículo clave:

“Pero Marta se preocupaba con muchos quehaceres, y acercándose dijo: Señor, ¿no te da cuidado que mi hermana me deje servir sola? Dile pues que me ayude” (Lucas 10:40).

La historia de Marta se narra en Lucas 10:38-42 y Juan 11:17-45