Arqueológia 

Marcos

Arqueológia de Marcos

SITIOS ARQUEOLÓGICOS

Marcos 1. “Nazaret”

El pueblo de Nazaret está ubicado al norte del valle de Jezreel en las colinas de la Baja Galilea, aproximadamente 4,8 km al sur de Séforis. Mientras que Séforis era una opulenta ciudad greco-romana, durante la juventud de Jesús, y funcionó como la capital de Galilea hasta 20 d.C., Nazaret permaneció en relativa oscuridad. Nazaret ocupaba alrededor de 25 hectáreas, con una población de solo 500. En sus escritos Josefo nombró a unos 45 pueblos galileos pero nunca mencionó a Nazaret, ni tampoco lo hace el Talmud, el cual menciona a otros 63 sitios galileos. La insignificancia de Nazaret provocó comentarios despectivos durante la época de Jesús, tal como replicó Natanael: «¿Acaso de allí [Nazaret] puede salir algo bueno?» (Jn 1:46).

No obstante, el Nuevo Testamento explícitamente identifica a Jesús como «el profeta... de Nazaret de Galilea» (Mt 21:11). Este pueblo humilde era la residencia de María y José (Lc 2:39) y el lugar donde Jesús creció (Mt 2:23; Le 4:16). También fue el punto de partida para su ministerio público (Mr 1:9) y el sitio de su primer rechazo (Lc 4:16-30). Se hace referencia a él, en las narraciones del Evangelio, simplemente como «Jesús de Nazaret» (Mr 1:24; Lc 18:37), y el titulus (el letrero oficial) que Pilato colocó en la cruz lo apodó «Jesús de Nazaret, rey de los judíos» (Jn 19:19). Hasta sus primeros seguidores fueron tachados como «la secta de los nazarenos» (Hch 24:5).

Ambos, Mateo y Juan, sin embargo, vincularon el origen de Jesús de Nazaret con un precedente importante en la Biblia. Mateo 2:23, declara que Jesús cumplió la profecía, «lo llamarán nazareno». ¿A qué se refería Mateo? Ningún texto del Antiguo Testamento contiene esas palabras específicas, y Mateo no indicó la fuente de su referencia. Algunos han conjeturado que él estaba aludiendo a Isaías 11:1, en el cual el Mesías es llamado un «vástago» (la palabra hebrea para vástago, netzer, suena parecido a Nazaret). Otros han propuesto que Mateo se estaba refiriendo al concepto del nazareo, una persona consagrada al servicio de Dios (Nm 6:1-21; Jue 13). Pero Juan también vinculó su primera mención de los orígenes de Jesús en Nazaret a su afirmación de que Jesús era el cumplimiento de lo que Moisés y los profetas habían escrito (Jn 1:45). Juan no alegó que la venida de Jesús de Nazaret por si sola cumplía con la Escritura, pero él sí reportó el asombro de Natanael ante la idea de que el Mesías podría provenir de un pueblo poco conocido (Jn 1:46).

Excavaciones arqueológicas llevadas a cabo debajo la Iglesia de la Anunciación han revelado que la antigua Nazaret era una aldea agrícola. Allí se encontró cerámica que se remonta desde la Edad del Hierro II (900-600 a.C.) hasta el periodo Bizantino (330-640 d.C.). Las excavaciones también han desenterrado un gran número de tumbas judías, incluyendo a cuatro que fueron selladas con piedras rodantes, típicas de tumbas hasta 70 d.C. y similares a la tumba de I Jesús. Además, una sinagoga judía-cristiana del tercer siglo d.C. se descubrió ahí. Orientada hacia Jerusalén, contenía iconografía judía-cristiana en su piso de tipo mosaico. La sinagoga a la que asistió el joven Jesús y en la que proclamó su identidad mesiánica por primera vez (Lc 4) probablemente se encontraba debajo de esta estructura posterior. La actual Iglesia de la Anunciación en Nazaret se dedicó en 1969 y representa la iglesia cristiana más grande del Cercano Oriente.

NOTAS CULTURALES E HISTÓRICAS

Marcos 2. “Cínicos y satíricos en el mundo greco-romano”

Los cínicos eran miembros de una escuela de filosofía informalmente organizada fundada en Grecia a finales del quinto siglo a.C Ellos rechazaban un sistema de valores convencional que enfatizaba normas sociales tales como la riqueza y el estatus, buscando en su lugar, vivir una vida virtuosa definida como vivir según la naturaleza. Los cínicos creían que la sociedad valoraba cosas que no tenían ningún valor verdadero. Ellos propugnaron el primitivismo como la manera de vivir; algunos los han comparado con los «hippies» de Estados Unidos de finales de los años 60. Su sistema de valores se basaba en la ecuación de que vivir una vida carente de cualquier valor artificial inevitablemente conducirá a la felicidad. Las anécdotas acerca de los cínicos abundan. Se reporta que Alejandro el Grande visitó a Diógenes el cínico y le pidió que solicitara de él lo que quisiera. Diógenes, quien se asoleaba en ese momento, simplemente le respondió a Alejandro pidiéndole que se moviera de lugar porque estaba tapándole el sol. Por otra parte, se reporta que Sócrates le dijo al filósofo cínico Antístenes (quien siempre usaba ropa harapienta), «puedo ver tu orgullo a través de los agujeros en tu capa».

La sátira floreció en la cultura romana. Los satíricos, igual que sus predecesores los cínicos, fundamentalmente eran críticos sociales. Una diferencia significativa es que la sátira era más una expresión artística que una filosofía (aunque los cínicos también participaron en la sátira literaria). Los satíricos escribieron obras de teatro, novelas y poemas que ridiculizaban el vicio y la decadencia moral que se encontraban en la contemporánea sociedad romana. Horacio (murió 8 a.C) y Juvenal (murió a principios del segundo siglo d.C.) probablemente pueden ser considerados como los mejores satíricos romanos. Ambos, los cínicos y los satíricos, buscaban ridiculizar lo que veían como las trampas insensatas de la sociedad. Por ejemplo, en Sátira 3, Juvenal atacó el libertinaje de las clases altas helenísticas, y en Sátira 6, enumeró con gran detalle los supuestos vicios de las esposas romanas. Sin embargo, las escrituras existentes, tanto de los cínicos como de los satíricos, frecuentemente se caracterizan por tipos perversos de autoindulgencia al igual que por una ira fiera, insensibilidad y obscenidad (especialmente por parte de los satíricos).

Recientemente dentro de ciertos círculos académicos se ha puesto de moda argumentar que el mismo Jesús era un seguidor judío de la filosofía cínica. En realidad, aparte de la sencillez de su vida, Jesús no tenía nada en común con los cínicos griegos. Las autoridades romanas chocaron con los cínicos porque estos tendían a ser anárquicos. Jesús, quien enseñó, por ejemplo, que las personas deberían de pagar los impuestos del estado (Mr 12:17),’ difícilmente podría ser clasificado como anárquico.

PUEBLOS, TERRITORIOS Y GOBERNANTES ANTIGUOS

Marcos 3. “Herodes el Grande”

Herodes el Grande comenzó su carrera como gobernador militar de Galilea en 47 a.C. El senado romano entonces lo nombró rey de Judea en 40 a.C. Después de reprimir violentamente una importante oposición de la aristocracia en Jerusalén, él formalmente comenzó su reinado en 37 a.C y gobernó hasta su muerte en 4 a.C. El padre de Herodes, Antípatro, era un idumeo converso al judaísmo, y su madre, Cyprus, era una nabatea. Herodes se congració con los judíos pero se alió incondicionalmente con Roma y adoptó la cultura y la religión greco-romana. Él es conocido por sus programas de construcción extensos; evidencia de parte de esta actividad aún se puede ver actualmente. En este aspecto, los logros de Herodes fueron admirables e incluyeron lo siguiente:

El ascenso al poder de Herodes sucedió durante un período tumultuoso en la historia romana, las guerras civiles del primer y segundo triunvirato. Herodes frecuentemente apoyaba el lado que perdía; por ejemplo, él estaba del lado de Marco Antonio y Cleopatra cuando ellos estuvieron en guerra contra quien finalmente los derrotó, Octaviano (después conocido como César Augusto). No obstante, Herodes tenía sorprendentes instintos políticos y logró salvar su vida y su poder rápidamente sometiéndose y jurando lealtad a Octaviano. De hecho, cada movida que hacía estaba diseñada de alguna manera para asegurarse de que eliminaba a sus enemigos y conservaba el apoyo de las personas que importaban. Por ejemplo, Herodes se divorció de su primera esposa, Doris, y se comprometió con Mariamne, nieta del sumo sacerdote Hircano II (al final Herodes los ejecutó a ambos).

Su débil control del poder, un solo error y él hubiera perdido todo, pudo haber contribuido a la paranoia que lo condujo a ejecutar a tanta gente, incluyendo a sus propios hijos. Jesús nació durante el reinado de Herodes (Mt 2:1), quien, hacia finales de su vida, consiguió infamia eterna mandando a matar a los bebés varones de Belén (Mt 2:16). Se reporta que César Augusto hizo un juego de palabras diciendo que él preferiría ser el cerdo de Herodes (en griego, hus) que su hijo (huios), una referencia al hecho de que como judío nominal Herodes por lo menos tenía escrúpulos acerca de la matanza de cerdos, y ninguno acerca del asesinato de los miembros familiares.

La familia sagrada huyó a Egipto para escapar de la ira de Herodes (Mt 2:13-14). Mientras estuvieron allí, Herodes murió de una enfermedad en su palacio en Jericó, el cual ha sido excavado. Su cuerpo fue llevado en una procesión elaborada a Herodión, cerca de Belén, donde se enterró con esplendor. A pesar de excavaciones exhaustivas en Herodión, la tumba de Herodes nunca ha sido ubicada.

El reino de Herodes se dividió entre tres de sus cuatro hijos sobrevivientes: Arquelao, gobernador de Judea y Samaría (Mt 2:22); Herodes Antipas, tetrarca de Galilea y Perea (Mt 14:1-10); y Felipe II, tetrarca de Iturea y Traconite (Le 3:1). Otros miembros de la extensa familia de Herodes (él tuvo diez esposas) se mencionan en el Nuevo Testamento: un cuarto hijo, Felipe I (Mt 14:3-11; Mr 6:17-28; Lc 3:19); una nieta Herodías, quien se casó con dos de los hijos de Herodes (quienes eran sus tíos), Felipe I y Herodes Antipas (Mt 14:3-11; Mr 6:17-28; Lc 3:19); un nieto Herodes Agripa I (Hch 12:1-23; 23:35); un bisnieto Herodes Agripa II (Hch 25:13—26:32); bisnietas Berenice (Hch 25:13-27; 26:30), Drusila (Hch 24:24) y Salomé (Mt 14:6-11;Mr 6:22-28).

PUEBLOS, TERRITORIOS Y GOBERNADORES ANTIGUOS

Marcos 4. La política en la Tierra Santa que conduce a la época de Jesús

La Tierra Santa justo antes y durante el tiempo de Jesús estaba formalmente bajo la supervisión del gobernante romano de Siria. El periodo romano comenzó en 63 a.C. y culminó con la destrucción del templo en 70 d.C. y el establecimiento de Jerusalén como ciudad pagana en 135 d.C. Como una época crítica en la historia de Israel, los contemporáneos antiguos e intérpretes modernos ven estos años como un período de tremendo cambio, expectativa y consecuencia.

Llegada de Roma y el fin de los hasmoneos

El control romano debutó en Israel debido a un conflicto por la sucesión entre dos hijos de la reina hasmonea Salomé Alejandra: Hircano II, quien había servido como sumo sacerdote, y Aristóbulo II, quien había sido el comandante militar. Aunque Hircano inicialmente había cedido ante su hermano, él fue presionado por el líder edomita Antípatro para que peleara por el trono. Ambos bandos mandaron delegaciones ante el general romano Pompeyo en Damasco, quien eventualmente se puso de parte de Hircano. Mientras tanto, los partidarios de Aristóbulo se habían encerrado en el templo de Jerusalén. Las fuerzas de Pompeyo asediaron el templo por tres meses, al final lograron tomar toda el área. Josefo documentó que Pompeyo profanó el templo al entrar al Lugar Santísimo (Guerras, 1.7.1-6). Hircano fue confirmado al poder, aunque se le negó el título de rey y fue despojado de todas la ciudades costeras y griegas transjordanas. Después de otra rebelión en 57 a.C. por Alejandro, el hijo de Aristóbulo, Hircano retuvo solamente el sumo sacerdocio y el templo, mientras que la provincia de Judea se dividió en cinco distritos administrativos.

Durante el transcurso de la guerra civil romana entre Pompeyo y Julio César, el edomita Antípatro animó a Hircano a que apoyara a César y a que mandara tropas auxiliares a Egipto (47 a.C.). Como un gesto de agradecimiento, Julio César confirió sobre Hircano el título de Etnarca de los Judíos (un etnarca era un hombre nombrado por Roma para ser gobernante de un pueblo) y nombró a Antípatro como el primer procurador de Judea. Antípatro nombró a sus dos hijos, Fasael y Herodes, como prefectos sobre Judea y Galilea, respectivamente. Herodes rápidamente se distinguió de su hermano y fue nombrado prefecto de Siria por el gobernador romano.

Herodes el Grande

El asesinato de César en 44 a.C., fue un golpe para las comunidades judías a través del imperio y produjo un periodo de inestabilidad en Roma. Durante este intervalo, los partos de Mesopotamia atacaron al imperio oriental. Nombraron a Antígono, el hijo de Aristóbulo, como sumo sacerdote y rey de Jerusalén. Fasael fue capturado y asesinado, mientras que Herodes huyó a Roma. Después de la derrota de los partos, Marco Antonio y Octaviano (el heredero de Julio César) confirió el título rey de los judíos sobre Herodes en 37 a.C.

Herodes gobernó desde Jerusalén con el apoyo de Roma desde 37 hasta 34 a.C. Él funcionó como rey satélite (un rey que reina bajo la autoridad de un poder exterior) y se consideraba un «amigo y un aliado del pueblo romano» (un título conferido por el senado sobre personas no romanas cuyo apoyo ellos valoraban). Él dependía de Roma para mantener su reinado y se sintió obligado a jurar lealtad a César (Josefo, Antigüedades, 17.2.4). A cambio él prometió estabilidad, orden e ingresos. Herodes ganó fama internacional como una gran benefactor y constructor de ciudades y templos, pero su legado dentro del judaísmo es casi del todo negativo. Josefo documentó la evaluación contemporánea acerca de que los judíos sufrieron más durante el reinado de Herodes que durante todo el periodo previo a éste desde el exilio babilónico (Josefo, Guerras, 2.6.2).

PUEBLOS, TERRITORIOS Y GOBERNANTES ANTIGUOS

Marcos 4. Sucesores de Herodes y las relaciones incómodas entre Roma y los judíos

Cuando Herodes murió en 4 a.C, el área predominantemente gentil al noreste del Mar de Galilea, conocida como Iturea y Traconite, se le entregó a Felipe, el medio hermano de Antipas, como una tetrarquía (Mt 14:3; Lc 3:1). Felipe gobernó este territorio bien desde su recién construida capital, Cesárea de Filipo. Cuando él murió en 34 d.C., su tetrarquía se incorporó a la provincia romana de Siria. Galilea y Perea fueron asignadas al medio hermano de Felipe, Antipas (también conocido como Herodes el tetrarca; cf. Mt 14:1; Lc 3:1). Herodes Antipas gobernó desde Séforis, cerca de Nazaret, y después desde Tiberias hasta su destierro por el emperador romano Calígula en 39 d.C. A él con frecuencia se le recuerda por su matrimonio ilegal con Herodías, la esposa de su hermano, y por la encarcelamiento y ejecución de Juan el Bautista (Mt 14:3; Josefo, Antigüedades, 18.5.1-2).

Judea y Samaria fueron colocadas bajo el control del hijo de Herodes, Arquelao (el hermano de Antipas y el medio hermano de Felipe), a quien se le otorgó el título de etnarca (cf. Mt 2:22). Arquelao comenzó su reinado asesinando a 3.000 personas durante la Pascua judía, y al final Augusto lo desterró a Galia en 6 d.C. por su incompetencia (Josefo, Antigüedades, 17.13.2). Durante esta época, Judea se convirtió en una provincia romana, gobernada directamente por

una serie de prefectos romanos (6-41 d.C.) y después procuradores (44-46 d.C.), quienes mantuvieron su residencia en Cesárea y la Fortaleza de Antonia cerca del templo en Jerusalén. La prefectura más importante del cristianismo antiguo fue la de Pondo Pilato (26-36 d.C.).

Las relaciones agitadas entre Roma y los judíos

El primer hecho directo del gobierno romano fue el levantamiento de un censo por Cirenio, legado de Siria, para poder determinar la cantidad de tributo que debía Judea (cf. Lc 2:1-3; Hch 5:37).  El propio censo y el pago del tributo provocó gran animosidad dentro de la sociedad de Judea. Bajo los prefectos, los asuntos internos judíos eran gobernados por la aristocracia del sumo sacerdocio y los casos judiciales se determinaban por el sanedrín, o la corte de setenta y uno.  Los prefectos reservaban el poder de la espada, o el derecho de la pena de muerte. Sin embargo, el liderazgo judío parece haber retenido este poder en casos que tenían que ver exclusivamente con crímenes religiosos, especialmente aquellos que tenían que ver con la santidad del templo. Es por esta razón que Jesús, Pablo y Esteban fueron acusados de «hablar contra» o «destruir» el templo (Mt 26:61; Hch 6:13-14; 21:28). Los prefectos además mantuvieron su autoridad sobre los sumos sacerdotes a través del poder de nombramientos y a través de la custodia de las prendas del sumo sacerdote (Josefo, Antigüedades, 20.1.1).

Después de un breve regreso al gobierno herodiano bajo Agripa de 41-44 d.C. (cf. Hch 12:20-23), Judea, Samaria y Galilea fueron gobernadas por una serie de procuradores hasta el estallido de la guerra en 66 d.C. El hijo de Agripa reinó sobre un pequeño reino en el norte de 48-66 d.C. (Hch 25:13), y se conocen varios procuradores posteriores según el Nuevo Testamento, incluyendo Marco Antonio Félix (52-59 d.C.; Hch 23:24) y Porcio Festo (59-62 d.C.); Hch 24:27), bajo el poder de los que estuvo encarcelado Pablo.

La realidad del control romano durante la época de Jesús produjo varias reacciones dentro de la sociedad israelita. La arqueología ha revelado el alto grado con que las clases altas adoptaron las costumbres greco-romanas y le dieron la bienvenida a esta nueva relación. Evidencia de tal helenización puede ser observada tanto en la arquitectura privada como en la pública, en las instituciones cívicas y en el uso extenso del idioma griego. Al mismo tiempo, el control romano generó animosidad generalizada y preocupación por la vitalidad de los valores y las expectativas judías tradicionales.

PUEBLOS, TERRITORIOS Y GOBERNANTES ANTIGUOS

Marcos 4. “Conflictos mesiánicos y la caída de Jerusalén”

Movimientos mesiánicos y otros conflictos

Una de las imágenes mesiánicas más explícitas del Antiguo Testamento, la visión de cuatro imperios sucesivos en Daniel 2 y 7, se entendía como la señal del advenimiento del reino mesiánico después de la caída de Roma. Por esta razón, un gran número de movimientos mesiánicos surgieron durante este periodo. Según Josefo, las acciones de maestros mesiánicos y el fracaso de los líderes de Judea y Roma de ocuparse efectivamente de ellos, propulsó a la nación hacia la revuelta abierta. Un repaso de ciertos incidentes mesiánicos revela la tensión, la violencia potencial y el ambiente general en el cual Jesús proclamó «las buenas nuevas del reino» (Mt 4:23):

Muchos otros incidentes están descritos en fuentes antiguas, lo que provee un vistazo importante del complejo y desafiante mundo de la Tierra Santa durante el periodo de Jesús.

El fin de Jerusalén

Todas estas tensiones al final condujeron a la revuelta judía y a la destrucción de Jerusalén. Josefo culpó la incompetencia y la insensibilidad de los procuradores posteriores por la revuelta desastrosa. A pesar del éxito judío inicial, la rebelión fue detenida y el templo destruido por el general romano Tito en 70 d.C. Después de la guerra, Judea fue gobernada por un delegado de rango senatorial que estaba bajo la supervisión directa del emperador. Una segunda revuelta judía en 132-135 d.C., dirigida por el pretendiente mesiánico Bar Kojba («hijo de la estrella»; cf. Nm 24:17), resultó en un gran masacre de judíos y la remoción forzada de los judíos sobrevivientes. Los romanos renombraron la provincia Palestina y convirtieron el templo en un santuario pagano. La propia Jerusalén se convirtió en una ciudad romana nombrada Aelia Capitolina.

SITIOS ARQUEOLÓGICOS

Marcos 5. ¿Gesarenos, Gerasenos o Gadarenos?

Tres de los cuatro Evangelios documentan el milagro de la curación del endemoniado (y, como consecuencia, los cerdos corrieron hacia el mar), pero permanece un fastidioso asunto de discusión: ¿Ocurrió esto en la región de los gesarenos, los gerasenos o los gadarenos? Las tres se pueden encontrar entre los manuscritos griegos de los Evangelios. Tomando solamente la evidencia textual, los manuscritos de Mateo 8:28 probablemente favorecen «gadarenos», pero aquellos de Marcos 5:1 y Lucas 8:26 ambos sugieren «gerasenos».

Gadara, la moderna Umm Qais, estaba como a 8 km del Mar de Galilea y por lo tanto, no pudo haber sido el lugar donde se llevó a cabo el milagro. Gerasa contiene ruinas romanas magníficas y un número de templos paganos, pero está 60 km al sureste de Galilea y por lo tanto también es imposible que haya sido el sitio del milagro.

Gergesa, la moderna Kursi, está situada en la costa oriental del Mar de Galilea y también es el único lugar en esta costa con una orilla con vista al mar (Mr 5:13). El historiador de la iglesia, Eusebio, identificó este sitio como el lugar del milagro. Los restos del monasterio bizantino, construido en el sexto siglo para conmemorar esta sanidad, han sido encontrados allí.

Basándose en esta evidencia, parecería que los textos antiguos presentaron el sitio como «gesarenos» pero qué, porque el nombre no era familiar para muchos escribas y por la similitud en pronunciación y ortografía, fue erróneamente copiado de ambas maneras: «gerasenos» y «gadarenos».

LA VERACIDAD DE LA BIBLIA

Marcos 5. “La Vida de Jesús”

¿En qué año nació Jesús, y cuándo fue crucificado? Estas son las antiguas preguntas históricas. Sin embargo, la respuesta aparentemente obvia para la primera, que él nació en 1 d.C. (no hay año cero), es incorrecta, puesto que los cálculos en que está basado nuestro calendario moderno no son exactos.

Los datos básicos acerca de la vida de Jesús son bien conocidos. Después de su nacimiento en Belén, pasó la mayor parte de su juventud y primeros años de ministerio en Galilea. Al igual que muchos judíos, Jesús habría viajado a Jerusalén y a Judea (documentado especialmente en el evangelio de Juan), pero también se reporta que viajó durante diferentes épocas a las regiones alrededor de Galilea, tales como Fenicia (Mt 15:21) y Cesárea de Filipo (Mt 16:13). Pero la mayor parte de su vida la pasó en su pueblo natal, Nazaret, y en las aldeas de pesca alrededor del mar de Galilea. El último período del ministerio de Jesús se centró en Judea, con los acontecimientos de la crucifixión y la resurrección que ocurrieron alrededor de Jerusalén

La cronología de la vida de Jesús, aunque clara en bosquejo, no se puede establecer con precisión absoluta. Tanto Mateo como Lucas, nos informan que Jesús nació antes de la muerte de Herodes (4 a.C.), aunque parecería ser que su nacimiento ocurrió alrededor de los últimos años del reino de Herodes, lo que sugiere una fecha aproximada de 6 - 4 a.C. El próximo indicador cronológico proviene de Lucas 3:1, donde aprendemos que el ministerio de Juan el Bautista comenzó durante el decimoquinto año del reinado del emperador Tiberio. Ya que 14 d.C., es la fecha generalmente aceptada para la ascensión de Tiberio al trono, el ministerio de Juan debe de haber comenzado entre agosto de 28 d.C. y diciembre del 29. Jesús comenzó su propio ministerio poco tiempo después de que Juan emprendió el suyo, en algún punto en 28 o 29 d.C., lo que haría a Jesús un hombre de 32 o 33 años de edad durante esa época. Esto encaja bien con la declaración de Lucas de que Jesús «tenía unos treinta años» (Lc 3:23).

La duración del ministerio público de Jesús fue de aproximadamente tres años. Aunque la cronología exacta de este periodo es difícil de establecer, la fase final de su ministerio permite un mejor escrutinio. Está claro que Jesús fue crucificado bajo Pondo Pilato, quien gobernó Judea de 26-36 d.C. Además, es muy probable que fue crucificado un viernes en el día decimocuarto del mes judío Nisán, mientras se mataban las ovejas en preparación para la Pascua ese viernes por la noche; esta es la implicación clara de la narrativa de Juan (Jn 18:28; 19:31). Aunque es cierto que en los Evangelios sinópticos Jesús se refirió a la Última Cena, la cual se llevó a cabo un jueves como cena de «Pascua» (p.ej., Mr 14:12-16), esto se puede explicar de diferentes maneras. Se ha sugerido, con algún apoyo histórico, que algunos judíos (en este caso Jesús y sus compañeros galileos) calcularon los días de fiesta de amanecer a amanecer en vez de atardecer a atardecer Esta explicación encajaría bien con el material en ambos, Juan y en los sinópticos. También es posible que Jesús a propósito celebró esta cena un día diferente que el día de la Pascua por su intención de radicalmente cambiar el significado de la Pascua.

Tomando el viernes, Nisán 14, como el día de la crucifixión, los datos astronómicos nos informan que los únicos años entre 29-36 d.C. que pudieron haber sido Nisán 14 un viernes son 30,33 y 36 d.C. Es fácilmente descartado 36 d.C. como demasiado tardío, mientras que 30 d.C. parece ser demasiado temprano (aunque algunos que ven el ministerio de Jesús como comenzando en 28 d.C. y acortan su ministerio público, lo encuentran aceptable). Esto sólo deja a 33 d.C. como la fecha más probable para de la muerte y la resurrección de Jesús.

SITIOS ARQUEOLÓGICOS

Marcos 6. “Séforis”

La ciudad de Séforis (actual Tzipori) no está mencionada en ninguna parte de la Biblia aunque fue un pueblo que Jesús debió haber conocido bien. Ubicada solo a seis km al noroeste de Nazaret, Séforis se había convertido en una ciudad bastante prominente para el primer siglo a.C. En el invierno de 39/38 a.C., Herodes el Grande la capturó y la usó como su base del norte. Cuando murió la ciudad se rebeló pero fue severamente derrotada por el gobernador romano, Varo. Herodes Antipas heredó este territorio de Herodes el Grande y comenzó a reconstruir el pueblo, transformándolo en la ciudad más opulenta de Galilea. Un teatro con asientos para tres mil personas, posiblemente construido por Herodes Antipas, estaba ubicado allí. Un hermoso mosaico del rostro de una mujer ha sido descubierto allí también que se remonta a un tiempo posterior, al tercer o cuarto siglo d.C. Los habitantes de la ciudad durante el primer siglo parecen haber sido incondicionalmente pro-romanos, ya que rehusaron unirse a la revuelta judía de 70 d.C. Durante el segundo siglo d.C., sin embargo, la ciudad se convirtió en un centro de aprendizaje judío.

La elaborada reconstrucción de esta ciudad, llevada a cabo por Herodes Antipas, ocurrió durante las vidas de ambos, José y Jesús. Ya que los dos eran artesanos (tal vez carpinteros; véase Mr 6:3), algunos sugieren que ellos de hecho pudieron haber trabajado en proyectos de construcción allí. Séforis es el lugar de nacimiento tradicional de la madre de Jesús, María.

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Marcos 9. “Capernaúm”

Como sede para su ministerio galileo, Jesús eligió la ciudad de Capernaúm, en la orilla noroeste del Mar de Galilea. En Mateo 9:1, Capernaúm es referida de hecho como el «propio pueblo» de Jesús. Jesús allí se quedó en la casa de Pedro y frecuentaba la sinagoga de Capernaúm. Los residentes del pueblo eran personas simples que vivían de la pesca, la agricultura, la industria y el comercio. El camino que conducía a Damasco pasaba cerca, proveyendo un vínculo comercial con las regiones del norte y del sur.

Fue en los alrededores de Capernaúm que Jesús eligió a varios de sus discípulos: el pescador del lugar, Pedro y su hermano Andrés (Mr 1:16-18); Juan y Santiago, los hijos de Zebedeo, también pescadores locales (1:19-20); y Mateo, un recaudador de impuestos (2:13-14). Además, Jesús realizó varios milagros ahí. Curó a la suegra de Pedro de una fiebre (1:29-31), sanó a muchas personas del pueblo de diferentes enfermedades y de posesiones demoníacas (1:32-34) y restauró a un paralítico bajado en un palé con cuerdas por sus amigos a través de un techo (2:1-5). En otra parte del pueblo, Jesús curó al sirviente del centurión romano bajo cuyos auspicios se había reconstruido la sinagoga local (Lc 7:1-10).

Los restos de lo que era probablemente una sinagoga del primer siglo se descubrieron debajo de una posterior sinagoga bizantina. La estructura del primer siglo que descubrieron los arqueólogos tenía un piso de basalto de 18 m de ancho por 24 m de largo. Demasiado grande para haber sido una morada privada, esto era muy posiblemente la sinagoga donde enseñó Jesús (Mr 1:21). Restos impresionantes de la sinagoga del periodo bizantino aún pueden ser vistos por visitantes hoy día. 

Un sitio que pudo haber sido la ubicación de la casa de Pedro también ha sido excavado. Los restos están ubicados 26 m al sur de la sinagoga, en el fondo de tres estratos de construcción. En el estrato de más arriba han sido identificadas las ruinas de una iglesia octagonal del quinto siglo; en el segundo estrato, una casa iglesia del cuarto siglo; y en el último, una simple casa del primer siglo. La casa tenía paredes estrechas, las cuales hubieran sido demasiado débiles para apoyar un segundo piso o un techo de masonería; probablemente tenía un techo de ramas cubiertas con tierra. De tal manera, esta casa o una igual a esta, pudo haber sido el sitio de la curación que le proveyó Jesús al hombre paralítico quien fue bajado a través del techo (2:4).


SITIOS ARQUEOLÓGICOS

Marcos 10. “Jericó del Nuevo Testamento

Marcos 10:46-52 cuenta de la curación que le proveyó Jesús al ciego Bartimeo mientras salía de Jericó. El mismo relato en Lucas 18:35-43, sin embargo, documenta que esto ocurrió cuando Jesús llegaba a Jericó. Esto parece ser una contradicción en los textos, pero la explicación puede ser simple, que en la época de Jesús habían dos ciudades llamadas Jericó, un Jericó del Antiguo Testamento y su equivalente del Nuevo Testamento. La ciudad del Antiguo Testamento estaba ubicada en un sitio ahora llamado Tell es-Sultán y la ciudad del Nuevo Testamento en el cercano Tulul Abu El- 'Alayiq.

El nuevo pueblo, el cual prosperó desde finales del segundo siglo a.C. hasta la destrucción de Jerusalén en 70 d.C., se extendía al sur y al oeste del montículo que cubría las ruinas del Jericó del Antiguo Testamento. El centro de la ciudad más nueva era el complejo palacial de invierno construido por Herodes el Grande, situado 3,2 km al suroeste del Jericó del Antiguo Testamento. Al incorporar los cimientos de los palacios antiguos hasmoneos, este complejo cubría una área de 14 hectáreas y estaba compuesto de lujosos palacios, villas, jardines, piscinas, teatros e instalaciones atléticas. El historiador judío Josefo, mencionó muchas de estas instalaciones policiales, así como el asesinato de Aristóbulo III en una de las piscinas (Josefo, Antigüedades 15.3.3 y Guerras 122,2).

Marcos relacionó la curación de Bartimeo con el Jericó del Antiguo Testamento; de tal forma el acontecimiento ocurrió mientras Jesús salía de la ciudad y entraba a su equivalente del Nuevo Testamento. Lucas, por otra parte, asoció el incidente con el Jericó del Nuevo Testamento; después de esto, él contó el encuentro de Jesús con Zaqueo dentro del pueblo (Lc 19:1-10). De tal manera, Lucas escribió que Bartimeo fue curado mientras Jesús se acercaba a Jericó (18:35) y que entonces Jesús se encontró con Zaqueo mientras esté entraba y pasaba por la ciudad (19:1).

SITIOS ARQUEOLÓGICOS

Marcos 11. “El Templo de Herodes”

Por cientos de años el templo de Jerusalén fue el centro de la vida judía. Sin embargo, en los siglos previos a la época del Nuevo Testamento, el edificio postexílico reconstruido por Zorobabel sufrió daño serio. La renovación y la expansión de esta estructura dilapidada le dio a Herodes el Grande la oportunidad de construir el más grande de sus muchos proyectos de construcción y tal vez la estructura más impresionante que Jerusalén jamás haya visto.

La construcción del templo de Herodes comenzó en 20-19 a.C., y aunque la mayor parte se había completado en diez años, los adornos continuaron hasta 63 d.C. Herodes se enfrentó con un reto significativo: El tamaño del templo estaba limitado por el precedente bíblico del templo de Salomón, una estructura bastante modesta. Pero los templos paganos de la época del Nuevo Testamento se venían construyendo cada vez más y más gigantescos, y el templo de Jerusalén si se restringía a los estándares bíblicos se hubiera visto insignificante en comparación. Por lo tanto, aunque el propio templo se dejó bastante pequeño, los recintos del templo en el esquema de Herodes eran enormes. El templo de Zorobabel tuvo que ser destruido y los tres valles a su alrededor tuvieron que ser rellenados. Muros masivos de contención ayudaron a sostener la plataforma del recinto del templo (el muro de contención occidental es el familiar «Muro de las Lamentaciones»). El templo y sus patios circundantes crearon una forma romboide que medía 485 m a su lado occidental, 468 m al lado oriental, 315,5 m al lado del norte y 278 m al lado del sur.

El área del templo era esencialmente una serie de patios concéntricos, cada uno de mayor santidad conforme uno se acercaba al propio templo.

Otras estructuras importantes estaban en los alrededores del templo. La .Fortaleza Antonia, al norte del vecindario del templo, era el cuartel para las tropas romanas en Jerusalén. Los soldados de la fortaleza podían entrar al área del templo rápidamente si era necesario, por ejemplo cuando hubo un disturbio ahí durante la visita de Pablo (Hch 21:31-32). En el lado sur del templo estaba la casa para el Sanedrín y un edificio equipado para la inmersión ritual (un requisito para poder entrar al área del templo). Como centro social, el templo era el lugar más importante para la educación y el debate en Judea (Lc 2:46), así como el lugar de muchos acontecimientos documentados en los Evangelios, muy particularmente cuando Jesús expulsó a los mercaderes. Las acciones y las palabras de Jesús en esa ocasión crearon una «representación de una parábola». Él estaba enojado no solo por la extorsión, sino también por la ocupación del patio o corte de los gentiles a manos de los cambistas, lo cual efectivamente limitaba el acceso a esta área.

A pesar de toda su gloria, este templo tuvo una vida corta. Completado en 63 d.C., fue destruido en 70 d.C. por los romanos. Las palabras de Jesús para sus discípulos a este respecto se cumplieron: No quedó piedra sobre piedra (Mt 24:2).

NOTAS CULTURALES E HISTÓRICAS

Marcos 12. “El culto imperial”

El culto imperial romano era esencialmente una «religión» basada en la deificación de los emperadores romanos. Tuvo sus orígenes en prácticas orientales y griegas, en las cuales frecuentemente se decía que los reyes eran dioses. Los emperadores romanos eran normalmente deificados después de sus muertes por un acto del Senado. La atribución de deidad era vista como la manifestación más alta posible de gratitud y honor, y la participación en el culto imperial era una manera religiosa de expresar gratitud para los beneficios experimentados durante el gobierno del emperador. No existía ninguna expectativa de que el emperador deificado continuaría interviniendo en asuntos humanos, y también se hacían sacrificios para el «genio», o espíritu, personificado en su actual y viviente sucesor.

El culto imperial tenía ambas funciones, religiosa y política, lo que servía como un factor unificador en el imperio y como una prueba de lealtad. La negativa a participar en el culto y ofrecer sacrificios en honor del emperador podía resultar en ejecución. La confesión principal del Nuevo Testamento de que «Jesús es el Señor», así como referencias a Cristo como «Salvador» y el «Hijo de Dios», aunque basadas en la teología judía y cristiana, también sirvieron para socavar las afirmaciones del culto imperial. El denario de plata mencionado en Marcos 12:15 portaba la imagen del emperador Tiberio y la inscripción «Augusto Tiberio César, hijo del divino Augusto», lo que reflejaba tanto la deificación de Augusto, como el deseo de Tiberio de destacar su relación filial con su predecesor deificado.

El culto imperial enfrentó a los primeros cristianos del imperio con un dilema. Por un lado, el culto era fundamentalmente una manifestación del anticristo, mientras que por otro, los cristianos eran llamados a respetar la institución y el poder del gobierno (Ro 13). Este dilema se anticipaba en la pregunta de los judíos acerca de pagar impuestos, y la respuesta de Jesús señalaba una paradoja de la vida cristiana: Creyentes, aunque en el mundo, no han de ser de él.

NOTAS CULTURALES E HISTÓRICAS

Marcos 14. “La planta alta”

La tradición cristiana, apoyada por Cirilo de Jerusalén (aprox. 310-386), identifica el sitio de la iglesia del Santo Sión en Jerusalén como el lugar donde estaba ubicado el aposento alto. Esto puede ser correcto, pero la historia es complicada y los eruditos disputan sobre los detalles.

Primero, no está claro si habían uno o dos «aposentos superiores». Marcos 14:15 y Lucas 22:12 ambos hablan de una sala amplia en la planta alta donde se llevó a cabo la Última Cena, pero Hechos 1:13 usa una palabra diferente del griego para referirse al aposento superior donde los discípulos se reunieron después de la resurrección de Jesús. Aun así, los dos aposentos bien pudieron haber sido uno y el mismo.

La ubicación tradicional de la sala en la planta alta en la iglesia del Santo Sión se llama el Cenáculo o, en latín, el Coenaculum. Está ubicado fuera de la ciudad antigua, cerca de la puerta de

Sión y se puede ver en el mapa de Madaba del sexto siglo, un antiguo mapa mosaico de la Tierra Santa. El Cenáculo también se menciona (erróneamente) como la tumba de David.

La iglesia del Santo Sión fue dañada en la guerra de 1948, y esto le permitió al arqueólogo judío Jacob Pinkerfeld investigar el sitio. Él concluyó que una sinagoga del período romano se había ubicado en el mismo lugar, argumentando que el edificio tenía un nicho que pudo haber sido un depósito para rollos del Torá y que estaba orientado hacia el monte del templo. Los eruditos cristianos respondieron que esto probablemente era una iglesia judeo- cristiana construida después de la caída de Jerusalén en 70 d.C. para conmemorar el sitio de la Última Cena (la actual iglesia del Santo Sión fue una estructura posterior construida en el mismo sitio). Observan que el edificio parece haberse construido de piedras reutilizadas del templo caído de Herodes y que en realidad está orientado hacia el Santo Sepulcro (obviamente implicando que los constructores fueron cristianos). Desde entonces varios eruditos han examinado ambos lados de la cuestión, algunos favorecen la interpretación de la estructura como sinagoga y otros como iglesia. El debate también se complica más aún por preguntas que involucran comentarios hechos por escritores antiguos.

Nadie sugiere que se ha ubicado el propio edificio donde se llevó a cabo la Última Cena, solo los restos de una iglesia que conmemoró su ubicación han sido descubiertos. Debemos observar que el debate aquí no se centra en la historicidad del relato de la Última Cena, sino simplemente sobre si la identificación tradicional de su ubicación es precisa o no. El Cenáculo tradicional aún es el candidato más fuerte para ser ese sitio.

TEXTOS Y ARTEFACTOS ANTIGUOS

Marcos 15. “La controversia del manto de Turín”

Ninguna otra reliquia en la historia ha estado sujeta a tanto debate y estudio por los eruditos, como el manto de Turin. Se dice que este pedazo de tela de lino porta Ias imágenes anteriores y posteriores de un hombre aparentemente crucificado a la manera romana. Sus heridas corresponden a aquellas sufridas por Jesús. Los defensores argumentan que este manto es el verdadero manto (con el que se enterré Cristo, mientras que los oponentes lo ven como un engaño elaborado.

La historia del manto

Los detalles históricos básicos, como los conocemos, son los siguiente:

Se dice que el Mandylion se descubrió en 525 en Edesa, en el este de Turquìa. Llegó a la capital bizantina en 944 d.C.

El manto desapareció de Constantinopla en 1204, cuando un ejército de cruzados saqueó la ciudad. Los líderes de la expedición eran franceses, lo cual explicaría el viaje del manto hacia el oeste.

Hechos básicos acerca del manto

El manto es una franja de tela de lino que mide 4,3 por 1,1 m. La figuera en el manto está desnuda, con las manos cruzadas alrededor del área pélvica. Él tiene barba y mide entre 1,8 m 1,9 m de estatura. El manto tiene varias características extraordinarias:

Acontecimientos recientes.

Partidarios de la autenticidad del manto argumentan que ningún individuo de la Edad Media hubiera tenido la pericia para crear esta pieza a propósito. En 1988, sin embargo, científicos británicos hicieron públicos los resultados de datación utilizando la técnica del carbono 14 que fechar la tela entre 1260 y 1390. Se determinó que el manto era un fraude, pero investigadores posteriores han argumentado que la muestra para la datación carbono 14, se tomó de una parte del manto que había sido reparada y no de la tela original.

En 2002, el manto pasó por restauraciones importantes, incluyendo la eliminación de los parches de reparo de 1532. Algunos investigadores temen que este proceso va a limitar o a invalidar pruebas posteriores. El enigma del manto continúa. Es la reliquia arqueológica más importante que jamás se haya encontrado o una de las más ingeniosas falsificaciones de la historia.

 LA VERACIDAD DE LA BIBLIA

Marcos 16. “El Final de Marcos”

Existen varios finales diferentes en manuscritos griegos para el evangelio de Marcos. La mayoría de los textos griegos y varias traducciones antiguas concluyen con el final familiar para nosotros en Marcos 16:9-20. El manuscrito griego más antiguo con ese final es del siglo V, no obstante, la evidencia de los padres de la iglesia sugiere que ya estaba en existencia durante el siglo II. Muchos académicos creen, sin embargo, que el vocabulario y los temas del final tradicional no son consistentes con el resto del Evangelio.

En los dos manuscritos griegos más antiguos y en varias versiones antiguas, el Evangelio de Marcos termina en 16:8. Clemente de Alejandría y Orígenes no demuestran conocimiento de ningún final de este Evangelio más allá del versículo 8, y Eusebio y Jerónimo afirman que casi todos los manuscritos griegos que ellos conocían terminaban con este versículo. La mayoría de los eruditos creen que, efectivamente este es el punto en el que el Evangelio original probablemente terminaba y sugieren que los otros finales muy probablemente se desarrollaron durante el siglo II, después de que el Evangelio de Marcos se leía relacionándolo a los otros Evangelios y parecía, en comparación, carecer de una conclusión satisfactoria. A pesar de su final abrupto, Marcos 16:8 es, se podría decir, un final apropiado para el Evangelio, ya que uno de sus motivos es el temor causado por la poderosa obra de Dios en y a través de Jesús (véase, p.ej., 5:15,33; 9:6). El temor de las mujeres sugiere que Dios había ejecutado de nuevo una obra culminante y poderosa, que confirmaba el testimonio de la tumba vacía y el anuncio angelical de que Jesús había, en efecto, resucitado justo como él lo había prometido (8:31; 9:9,31;10:34).

(Biblia de Estudio Arqueológica. Vida.p. 1662)