Arqueología
1 Juan
Arqueología de Juan
1 Juan 4. Los Gnósticos y sus escrituras
El gnosticismo fue una de las primeras herejías cristianas. Los escritos gnósticos son muchos y muy variados, y frecuentemente recurrieron a los conceptos platónicos, al imaginario del Nuevo Testamento y a los mitos paganos. Un número de textos gnósticos se descubrieron en Nag Hammadi en Egipto en 1945. Muchos eran textos seudo-apostólicos falsamente atribuidos a los apóstoles. Algunos ejemplos incluyen el Evangelio de Tomás, el Apocryphon de Santiago y la carta de Pedro a Filipo. Pueden hacerse ciertas observaciones amplias de la literatura gnóstica:
Proveniente de la palabra griega gnosis, que significa «conocimiento», el gnosticismo fue un movimiento que afirmaba ofrecer un conocimiento secreto sobre Dios. Sus partidarios consideraban al Dios de la Biblia, al creador del mundo, como un dios inferior. En la enseñanza gnóstica el mundo material era intrínsecamente malo y por eso su Creador era una deidad inferior.
El salvador gnóstico, en lugar de ofrecer la expiación por el pecado, traía el conocimiento de los orígenes divinos «verdaderos» de la humanidad, de este modo liberaba a las personas de la ignorancia y de la esclavitud del mundo material.
Algunos gnósticos creían que «el Cristo» (un tipo de unción espiritual o presencia) entró en el Jesús hombre en su bautismo y que lo dejó antes de su crucifixión, así no había una unión permanente de las naturalezas divinas y humanas en Jesús. Según su perspectiva, el verdadero Cristo no tenía un cuerpo físico.
Una rama particular de los gnósticos, llamada «Docetista») creía que Jesús en realidad era un espíritu divino que sólo parecía ser físico: argumentaban que su cuerpo no era verdaderamente de carne, sino solamente una ilusión. Primera de Juan 4:2 («todo profeta que reconoce que Jesucristo ha venido en cuerpo humano, es de Dios») refuta esta enseñanza. Posiblemente los individuos a los que Juan se oponía eran los precursores de los grupos que posteriormente escribieron los textos gnósticos.
Las advertencias de Juan indican que la herejía podía venir en varias formas, a menudo en el aspecto de una enseñanza apostólica. Aquellos que negaban la humanidad de Jesús eran igualmente heréticos que aquellos que negaban su verdad. Además, cualquier doctrina que pensara que el mundo material creado era intrínsecamente malo es peligrosa y errada.
(Biblia de Estudio Arqueológica. Vida. p. 2074)