La Estructura

La Estructura

I. INTRODUCCIÓN

Los libros bíblicos son en primera instancia literatura. Por cierto forman una literatura inspirada e infalible y, por ende, única en veracidad y en autoridad. Las Sagradas Escrituras son una incomparable obra divina. No obstante, esta tremenda revelación de Dios se ejecutó dentro de marcos humanos, empleando leyes y normas literarias conocidas por los lectores primitivos.

Estas leyes y normas literarias componen la estructura de cada uno de los 66 libros de la Biblia. Ninguna obra literaria es accidental. Toda obra literaria tiene una estructura, o sea, un esqueleto que da forma y dimensión a los conceptos comunicados.

     A. CARACTERÍSTICAS DEL ESQUELETO ESTRUCTURAL.

     B. NIVELES DE ESTRUCTURA

    Como hay diferentes partes en un esqueleto, hay diferentes niveles de estructura en una obra literaria. A continuación hay una lista de estos niveles del más pequeño hasta el más extensivo. No se va a encontrar todos los niveles en todos los libros. Obviamente en un libro mayor uno puede descubrir más niveles.

II. LEYES DE COMPOSICIÓN LITERARIA.

Un autor es como un arquitecto. Él tiene varios conceptos, algunos mayores, otros menores que necesitan unir o ligar en una forma apropiada para poder comunicar lo deseado. Para estructurar su obra usa varios elementos conceptuales, al igual que un arquitecto usa de sus planos para guiarse en su construcción.

Estos se llaman Leyes de Composición Literaria:

III. ELEMENTOS LITERARIOS

    Para edificar un edificio se necesita no solo los planos del arquitecto, sino también los materiales usados en la construcción misma. Un autor no usa de ladrillos de madera, pero si de varios elementos literarios para poder ejecutar su labor.

NOTA: Uno puede construir varios diferentes estilos arquitectónicos con un mismo material. De la misma forma un mismo elemento literario puede ser elaborado a la luz de diferentes leyes de composición:

También es obvio que un mismo estilo arquitectónico se puede ejecutar con diferentes materiales. Es así que una misma ley de composición podría ser usada con diferentes elementos literarios.

IV. GÉNEROS LITERARIOS

    Algunos libros tienen una estructura moldeada en base de formas o géneros literarios comúnmente usados en el tiempo en los cuales fueron escritos. Siendo conocedores de estos  géneros literarios nos permitirá fácilmente descubrir la estructura de algunos libros. Algunos de estos géneros persisten hasta el día de hoy aunque en forma modificada. Por ejemplo, consideremos el género  epistolar de la era neotestamentaria y de la nuestra.

    Al ser conocedor de esto, el libro de Deuteronomio toma nueva vitalidad. Como esto, hay otros géneros literarios ya no existentes que eran comunes en tiempos bíblicos, como por ejemplo: la apología dinástica, la literatura apocalíptica, el síncresis griego, la poesía hebraica, la antología sapiencial, la obra dramática, etc.

V. CONCLUSIÓN

    A. Mentalidad de estructura: Pensar en libros, ideas concretas, armadas por pequeñas ideas, segmentos, párrafos. En fin en cada libro de la Biblia hay un orden perfecto de ideas, de nosotros está el descubrir esas ideas, y entenderlas como el autor quiere darse a entender.

    B.Mentalidad de un inspector: Buscar evidencias para cualquier conclusión, encontrar en la estructura de ideas, el mensaje original que se     quiere dar a conocer. Buscar, y encontrar por nosotros mismos, entender la idea por nosotros mismo, del mensaje de Dios por medio de la Biblia; esta es la razón por la cual Dios la inspiró.

Estructura Literaria

Además de los recursos gramaticales, los escritores bíblicos comunican sus objetivos a través de la estructura literaria. Incluso si eres inexperto como lector, probablemente estás familiarizado con la estructura literaria. Las pantallas de televisión la usan una y otra vez.

 Por citar algún ejemplo, piensa en cuantos programas de suspenso, o de acción usan esta estructura:

Esta es una estructura común para programas de televisión.

La Biblia tiene una estructura literaria también, aunque ésta es usualmente más sofisticada. Cuando vayamos al paso dos; interpretación, veremos cómo los diferentes tipos de literatura.

Los libros de la Biblia usan diferentes tipos de estructura literaria. Pero por ahora aquí tenemos cinco formas que observar.

Comúnmente encontrada en los libros históricos, la estructura biográfica descansa sobre los personajes principales de la historia. Por ejemplo, Génesis 12-50 se enfoca en las experiencias de los patriarcas: Abraham, Isaac, Jacob y José. Jueces alrededor de los líderes de Israel en el periodo entre Josué y el primer monarca hebreo, Saúl. En 1 y 2 de Samuel, la narrativa se mueve desde Samuel a Saúl y a David. En Hechos, el apóstol Pablo comanda la acción en las postreras porciones del libro.  

Aquí la clave es el lugar. La estructura Éxodo depende en gran parte de los lugares que Israel visitó en camino de Egipto a la Tierra prometida. Se ve está también en el libro de los Hechos.

Los eventos principales son la base de la estructura histórica. El libro de Josué es un buen ejemplo. El libro comienza con Josué recibiendo su cargo de parte del Señor. Luego el pueblo cruza el Jordán. Después toman Jericó. Y así, a través del libro vemos como el pueblo va en marcha a poseer la tierra. El libro de Juan también usa la estructura histórica para formar su contenido. El evangelio presenta siete señales principales que promueven una idea central. Ver Juan 20:31-32.

Uno de los usos más interesantes de la estructura histórica sucede en el libro de Apocalipsis. Juan nos dice desde el principio que el libro relata una visión que Dios le dio después de haber sido desterrado a la Isla de Patmos. En la visión, asombrosos eventos de proporciones globales toman lugar, y la narrativa progresa de incidente a incidente hasta que encuentra un clímax en el capítulo 21 con la presentación de un cielo nuevo y una tierra nueva.

Una relación muy estrecha con la estructura histórica es la cronológica, donde un autor organiza su material alrededor de los tiempos clave. Hay una progresión temporal; los eventos de la historia suceden con una secuencia. 1 y 2 de Samuel usan la estructura biográfica. La narrativa se mueve como un diario en los primeros días del reino de Israel. Incidente tras incidente dan comienzo con la palabra “entonces”.

La mayoría de las cartas paulinas a las iglesias están estructuradas alrededor de ideas y conceptos. Romanos es un clásico en este respecto. Expone de manera convincente y comprensiva una idea principal, redactada en 1:16: “el evangelio es poder de Dios para salvación”. Al exponer su caso, Pablo toca conceptos como el pecado, la ley, la fe, la gracia, y la vida en el Espíritu.

La estructura ideológica hace más fácil la tarea de bosquejar un libro. Una vez que entiendes el tema central y el propósito, puedes determinar que porción en particular contribuye al entendimiento de ese tema y propósito.

Detectar la estructura es un paso difícil en el proceso de estudio de la Biblia. Cuando vayamos a la interpretación deberemos contestar la pregunta ¿Qué quiere decir este texto? Pero nunca podremos contestar esa pregunta con precisión sin antes haber contestado la pregunta de observación ¿Que veo en este texto? La estructura es la puerta para entender el propósito del escritor.

Dinámica…

Comenta a nivel grupal la estructura del libro que se esté estudiando. Consideren toda la estructura literaria si es que ésta existe en el pasaje.

Tarea:

Los libros de la Biblia están llenos con declaraciones que expresan el propósito de los autores (escritores). Juan 20:30-31 es una de las más francas. Otras son poco menos obvias. Pero un buen observador puede usualmente encontrarlas. Aquí tenemos un buen número de declaraciones del propósito de cada libro. Lee cada una de ellas con detenimiento y después échale una ojeada al resto del libro y observa donde se encuentra esta relación. Ve cómo el escritor lleva a cabo su propósito en la manera que presenta su material. Haz un pequeño resumen de lo hayas encontrado.   

Deuteronomio 1:1; 4:1; 32:44-47. Proverbios 1:1-16. Isaías 6:9-13. 2 Corintios 1:8; 13:1-10. 2 Pedro 3:1-2. Lucas 1:1-4. Eclesiastés 1:1-2, 12:13-14. Malaquías 4:4-6. Tito 1:5; 2:15. 1 Juan 5:13.

La Estructura Gramatical

Muchos autores bíblicos comunican sus pensamientos por medio de una cuidadosamente seleccionada

gramática. Existe una creciente tendencia el día de hoy a desechar la gramática como si fuese esto algo con lo que no quisiéramos batallar, pero la Biblia no es simple en la selección de sus palabras y el orden de éstas; de hecho, la gramática es determinante para la doctrina. Así que necesitamos poner especial atención a los siguientes distintivos del texto.

1. Verbos.

Los verbos son sumamente importantes. Son la acción que determina quién está haciendo qué. Por ejemplo, en Efesios 5:18 Pablo escribe: “Sed llenos con el espíritu”. El verbo “sed llenos” es pasivo: No dice; “llénate a ti mismo con el Espíritu”. Él nos desafía a abrirnos al control del Espíritu Santo, para ceder a su voluntad. Esta es una importante observación porque Efesios nos dice cómo la vida en espíritu se refleja en la iglesia.

Otro uso interesante de un verbo es el que encontramos en Génesis 22:10, donde Abraham toma a su

hijo, Isaac, y le lleva al Monte Moriah para ofrecerlo en sacrificio: “Y extendió Abraham su mano, y tomó el cuchillo para degollar a su hijo”.

No podremos detectarlo claramente en nuestra versión castellana, pero algún buen comentario te dirá que los verbos aquí indican un acto consumado; como si Abraham en verdad hubiese degollado a su  hijo. En su mente la acción está hecha; había obedecido a dios al extremo. Esto es crucial para entender propósito del escritor. Él nos está mostrando la fe de Abraham, fe ilustrada por la total obediencia: como diría después el escritor a los Hebreos en su epístola acerca de Abraham: Por la fe Abraham, cuando fue probado ofreció a Isaac… pensando que Dios es poderoso para levantar aún de entre los muertos, de donde, en sentido figurado, también le volvió a recibir” Hebreos 11:17-19.

Recomendaciones

No todos tuvimos la fortuna de haber sido estudiantes de secundaria aplicados al estudio. Como buenos

adolescentes nuestra mente estaba en todo, menos en clase. Existe un libro que te será de gran utilidad titulado Comentario al Texto Griego del Nuevo Testamento por A. T. Robertson de la editorial española Clie. Este autor puede ofrecerte una ayuda invaluable respecto a los verbos, los tiempos de estos, y todas las figuras verbales que se escribieron en el Nuevo Testamento. Lo recomiendo mucho y a ti te será de gran ayuda. Sobre todo si la gramática es una materia en la que no te desenvuelves bien.

2. Modificadores.

Los modificadores son palabras descriptivas como los adjetivos y adverbios. Ellos incrementan el sentido de las palabras que modifican y a menudo hacen la diferencia. Por ejemplo, Pablo da gracias a los filipenses en el capítulo 4 por el regalo que le han enviado. No sabemos qué era ese regalo, pero Pablo alienta a aquellos que lo hicieron con estas palabras: “Mi dios, pues, suplirá todo lo que os falta, conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús”

Este versículo es sacado muy a menudo de su contexto y hecho parecer como que Dios suplirá todos nuestros deseos y no nuestras necesidades. Pero Pablo nunca intentó aludir al materialismo. Al contrario esta es una declaración de él de su absoluta confianza en la provisión de Dios. ¿Cuánta confianza tenía él? el modificador “todo” es definitivo: “Mi Dios pues, suplirá todas sus necesidades”, literalmente, todas y cada una de sus necesidades. No nos devuelve el cambio solamente; no solo suple lo que necesitamos, El suple todo lo que necesitamos.

3. Frases preposicionales.

Preposiciones son estas pequeñas palabras que te dicen donde la acción está teniendo lugar: en, sobre,

arriba, por, a través, abajo, etc. Considera algunas frases preposicionales que aparecen en la escritura y verás cuán importante es marcarlas cuando las observes: “En Cristo, En el principio,, Por el Espíritu, Según el Espíritu, en la carne, Bajo la ley, por fe, conforme a la palabra del Señor”.

4. Conexiones

Dos de las palabras más poderosas en la Biblia son y, y pero. Observa en Hechos 1:8 lo crucial que es la conexión pero. Lo analizaremos en clase más adelante, pero ve también Números 13:31 (mas), 2 Samuel 11:1; Lucas 22:26 (mas); 1 Juan 3:17 y muchas, muchas otras más a través de toda la Escritura. Observa cuanta importancia hay en estas conexiones.

Y es simplemente crucial: “Deléitate así mismo en el Señor; y Él te concederá las peticiones de tu

corazón” (Salmo 37:4), “Permaneced en mí y yo en vosotros” (Juan 15:4), “Acercaos a Dios, y Él se acercará a vosotros” (Santiago 4:8).

Otras importantes conexiones son: por tanto, así que, por lo demás, de modo que, etc. Siempre que te encuentres con estas conexiones regresa y observa que es lo que hay ahí. Romanos está lleno de por tanto, como si Pablo estuviese construyendo su argumento a través de una ajustada estructura. Los profetas del Antiguo Testamento usan por lo tanto extensivamente. Una y otra vez exponen su caso en contra del pueblo, y lloran, y dicen “por tanto dice el Señor”.


Estructuras literarias y materiales

Para poder aclarar aún más las relaciones existentes entre las leyes de la composición y los materiales usados para ello presentamos a continuación una lista de las diferentes relaciones que podemos encontrar en la estructura literaria, así como algunos ejemplos de cómo las mismas pueden ser construidas mediante el uso de los materiales que hemos explicado hasta ahora.

   Puesto que las leyes de la composición se realizan mediante el uso de estos materiales, según hemos demostrado en la lista anterior, es muy ventajoso usar expresiones descriptivas tales como “comparación biográfica” o “contrastes lógico” o “repetición histórica” para señalar con todo precisión las diferentes relaciones estructurales.  

Unidades Estructurales

Estructura gramatical y literaria