Santiago

Santiago

Santiago en varias versiones:  

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Tiempo de Lectura = 0:15 / Contiene: 5 capítulos, 108 versículos y 2.309 palabras.

MÉTODO CRÍTICO

1) ¿QUIÉN ESCRIBIÓ EL  LIBRO? Santiago, el medio hermano de Jesús (Gal 1:19) y anciano principal de la iglesia en Jerusalén (Act 15:13-21). Esta carta pudo ser uno de los primeros libros del Nuevo Testamento en ser escrito, entre el año 40 y el 50 d. C.

2) ¿CUÁNDO FUE ESCRITO? 40-50 d.C.

3) ¿A QUIÉN FUE ESCRITO?  a las doce tribus de Israel

4) ¿DE DÓNDE FUE ESCRITO? Jerusalén

MÉTODO  HISTÓRICO

1) ¿CUÁL ES EL TRASFONDO  HISTÓRICO DEL LIBRO?

- Santiago, junto con las epístolas de Pedro, Juan, y Judas, forma parte de las llamadas epístolas generales, debido a que no están dirigidas a ninguna iglesia cristiana en general. La carta contiene muy poca doctrina. Sé conectar en la moral, la ética, y en la demostración práctica de la fe personal.

-Santiago pastor de la iglesia de Jerusalén por  30 años, trabajando con el pueblo Judío, escribe a los Judíos esparcidos por varias regiones. Y ya se estaban saliendo de la gracia, para más gracia, dependiendo demasiado de la fe, olvidando las obras de la fe.

2) ¿SI ES UNA EPÍSTOLA CUANDO FUE FUNDADA LA IGLESIA?  No está dirigida a una iglesia en particular

3) ¿DE QUIÉN ESTÁ COMPUESTA LA IGLESIA? X

4) ¿CUÁLES SON SUS FUERZAS Y SUS DEBILIDADES?  Fuerzas, salieron de la ley / Debilidad, nada de obras, falta de carácter cristiano.

MÉTODO LITERARIO

1) ¿QUÉ GÉNERO DE LITERATURA ES EL LIBRO?  Algo de diatriba, y Epistolatoria.

MÉTODO PANORÁMICO

1) ¿CUÁL ES LA IDEA PRINCIPAL DEL LIBRO? Tiene varios temas, dirigidos a llevar una vida cristiana, exhortaciones, dirigidas al carácter

2) ¿CUÁL  FUE LA RAZÓN PRINCIPAL POR LA CUAL SE ESCRIBIÓ ESTE LIBRO? La razón fue, por causa de que los cristianos Judíos dependían demasiado de la fe, y no tocaban nada de la práctica (obras de fe). Y Santiago escribe por esta razón, y para corregir algunos detalles relacionados. Escrita a los Judíos esparcidos. Pareciera que están en la tentación de querer enriquecerse.

PALABRAS CLAVE DE SANTIAGO (RV1960) hermanos, fe, perfecto (perfeccionarse), decir, juez (juzgar, juicio), obras, condenado (condenación), lengua, ley.

RECIPIENTES: Creyentes en Cristo entre los judíos de la diáspora. 

OCASIÓN: Desconocida, pero el tratado muestra preocupación por las verdaderas condiciones de las iglesias, incluyendo severas pruebas, disensiones causadas por el enojo y palabras de juicio, y abuso de los poderes por parte de los ricos.

ÉNFASIS: Fe práctica por parte de los creyentes; gozo y paciencia en medio de las pruebas; la naturaleza de  la verdadera sabiduría (cristiana); actitudes de los ricos hacia los pobres; abuso de la lengua y uso apropiado de ella. 

CÓMO LEER SANTIAGO:

    ¿Cansado de dar las vueltas? ¿Quieres que alguien te lo diga directamente? ¡Santiago es el indicado! Va directamente al grano. En esta carta sincera a todos los creyentes, él no trata de agradar a nadie sino al Señor. Su mensaje expone claramente motivos y acciones erróneas. Llenando esta breve carta con cincuenta y cuatro órdenes, él nos instruye cómo vivir una vida de fe que es «pura y verdadera» (Stgo 1:27). Muchas de las declaraciones de Santiago nos recuerdan los proverbios del Antiguo Testamento y las enseñanzas de Jesús en el Sermón del Monte (Mt 5-7). Santiago insta a responder con amor, humildad y paciencia sin importar la circunstancia de nuestro día a día. Esta es la verdadera fe.

Esta carta tiene una postura seria en contra de la hipocresía y la religiosidad. Santiago describe la maldad de una lengua sin control, que adula a los ricos, y que se jacta de los planes orgullosos. No busques aquí trivialidades piadosas. Espera encontrar una serie de instrucciones contundentes, específicas y prácticas que te ayudarán a desarrollar una vida cristiana auténtica.

TÍTULO: Santiago, al igual que todas las epístolas generales a excepción de Hebreos, lleva el nombre de su autor (v.1)


TEMAS:

Estructura de Santiago

Título: “Principios Prácticos para la Fe”

Versículo Clave: “Así también la fe si no tienes obras está muerta en sí misma”

 

Autor y fecha

    De los cuatro hombres que se llaman Santiago en el N.T, sólo dos son candidatos para ser los autores de esta epístola. Nadie ha considerado seriamente a Jacobo el menor hijo de Alfeo (Mt 10:3; Hch 1:13), o Jacobo el padre de Judas, no Iscariote (Lc 6:16; Hch 1:13). Algunos han sugerido a Jacobo el hijo de Zebedeo y hermano de Juan (Mt 4:21), pero él fue martirizado demasiado pronto para haberla escrito (Hch 12:2). Eso únicamente deja a Jacobo (Santiago) el medio hermano más grande de Cristo (Marcos 6:3) y hermano de Judas (Mt 13:55), quien también escribió la epístola que lleva su nombre (Judas 1). Inicialmente Santiago había rechazado a Jesús como Mesías (Jn 7:5), pero más adelante creyó (1 Co 15:7). El se volvió el líder clave en la iglesia de Jerusalén (Hch 12:17; 15:13; 21:18; Gá 2:12), siendo llamado una de las "columnas" de esa iglesia, junto con Pedro y Juan (Gá 2:9). También conocido como Santiago el justo por su devoción a la justicia, él fue martirizado 62 d.C., de acuerdo al historiador judío del primer siglo Josefo. Comparando el vocabulario de Santiago en la carta que se escribió la cual está registrada en Hechos 15 con el que se encuentra en la epístola de Santiago corrobora el hecho de que fue el autor de esta epístola.   

Contexto Histórico de Santiago

    Los destinatarios de este libro eran creyentes judíos que habían sido dispersados (1:1), posiblemente como resultado del martirio de Esteban (Hch 7, 31-34 d.C.), pero lo más probable es que se debió a la persecución bajo Herodes Agripa I (Hch 12, 44 d.C.). El autor se refiere a su audiencia como a “hermanos” quince veces (1:2, 16, 19; 2:1, 5, 14; 3:1, 10, 12; 4:11: 5:7, 9, 10, 12, 19), el cual era un epíteto común entre los judíos del primer siglo. No es sorprendente, entonces, que Santiago es judío en su contenido. Por ejemplo, la palabra griega traducida “congregación” (2:2) es la palabra para “sinagoga”. Además, Santiago contiene más de cuarenta referencias al AT (y más de veinte al Sermón del Monte, Mt 5-7). 

  

Imperativos en Santiago

 

 

Características Distintivas de Santiago

1. Su inequívoca naturaleza Judía.

2. Su énfasis en la conducta cristiana, caracterizada por las buenas obras y la fe que obra (la fe genuina debe estar y estará acompañada por un estilo de vida consecuente)

3. Su organización sencilla.

4. Su familiaridad con las enseñanzas de Jesús presentadas en el Sermón del Monte, del cual hay ecos a lo largo de la carta. (2:5 con Mt 5:3 – 3:10 con Mt 7:15-20 – 3:18 con Mt 5:9 – 5:2-3 con Mt 6:19-20 – 5:12 con Mt 5:33-37).

5. Su similitud con los escritos de sabiduría del AT como Proverbios. Cabe señalar, sin embargo, que en contraste con el libro de Proverbios, a lo largo de esta carta hay conexiones literales que hacen de ella suerte de “carta de ensayo” que la asemeja a ciertos escritos antiguos de autores tales como Séneca y Plinio.

6. Su excelente griego. Hay quienes sobre esta base han puesto en tela de juicio que el autor sea el hermano de Jesús. La objeción, sin embargo, es débil, en vista de la amplia difusión del idioma y la cultura griega en la Palestina.      

 


Retos de Interpretación

 

 

 

Temas históricos y teológicos

 

 

Vista Panorámica de Santiago

Esta carta se debe considerar como una guía práctica del cristianismo, aunque sólo se menciona a Cristo dos veces (1:1; 2:1). Es una lección de contrastes: pruebas útiles y perjudiciales; sabiduría genuina y falsa; fe verdadera y falsa. Su contenido es práctico, con un promedio de más de una orden cada dos versículos. ¿A quién escogió Dios para escribir una carta tan notable?

El autor se presenta en el saludo de apertura como Santiago, pero no se identifica como apóstol (1:1). En el Nuevo Testamento se mencionan cuatro personas con este nombre, pero fue Santiago, hermano de Jesús y de Judas, quien escribió esta carta (Mt 13:55; Mr 6:3).

Es interesante seguir el desarrollo de Santiago en la fe. Al principio él rechazó las declaraciones de Cristo (Jn 7:5). Después recibió una visita de Jesús resucitado (I Co 15:7), lo que tal vez resultó en su conversión porque más tarde él se encontraba entre los creyentes que aguardaban la prometida venida del Espíritu Santo (Hch 1:14). Llegó a ser líder en la iglesia de Jerusalén (Gá 1:18–19; 2:1, 9) y presidió sobre el primer concilio de la iglesia (Hch 15:13–21). Unos años después, Pablo lo visitó (Hch 21:17–25). Santiago escribió esta carta del trasfondo de su herencia y rica experiencia en la obra pastoral. Fue martirizado por su fe en el año 62 o 63 d.C.

Los lectores de esta carta son nombrados “las doce tribus que están en la dispersión” (1:1). Aparentemente Santiago se preocupaba por todos los judíos convertidos al cristianismo que antes habían formado parte de la congregación de Jerusalén, pero ahora residían en otras partes del mundo. Su dispersión se incrementó después del martirio de Esteban (Hch 7:54–8:3) y también durante la persecución bajo Herodes Agripa I (Hch 12:1–2). El historiador Josefo describe la situación de esta manera: “Ahora estos judíos han emigrado a todas las ciudades, y es difícil encontrar un lugar en el mundo habitado que no haya admitido a este grupo de hombres, y que no sea posesión de ellos” (Antigüedades, XIV, vii). Siendo uno de los libros del N.T. con características más judías, esta carta contiene más de cuarenta referencias al A.T. y más de veinte alusiones al Sermón del Monte. Inclusive, se retiene un nombre hebreo para Dios en 5:4 (Señor de Sabaot, i.e., Señor de los ejércitos). Santiago emplea quince veces este saludo común entre los creyentes judíos.

El reto a los que leen esta carta por primera vez y a todos los cristianos es: “Si posee fe genuina en Cristo para la salvación, demuéstrela.” El contenido de esta carta se puede considerar como la presentación de cuatro evidencias de la verdadera fe: 1) Los cristianos son instados a perseverar en el sufrimiento con alegría (1:2–16); 2) a servir espontáneamente como resultado de su fe (1:17–2:26); 3) son advertidos a hablar sabiamente (3:1–4:12); 4) a mostrar buen sentido en las relaciones con otros en sus vidas (4:13–5:20).

Esta carta es un perenne recordatorio de que cualquiera puede decir que es cristiano, pero la mejor evidencia de la fe genuina se manifiesta por la manera como uno vive.

Conexiones

    El libro de Santiago es la descripción básica de la relación que existe entre la fe y las obras. Tan arraigados en la ley mosaica y su sistema de obras estaban los judíos cristianos a quienes Santiago escribió, que dedicó mucho tiempo para explicarles la difícil verdad, de que nadie es justificado por las obras de la ley (Gálatas 2:16). Él les declara que aún si ellos con su mejor esfuerzo, trataran de guardar todas las varias leyes y rituales, lo cual es imposible de hacer, y transgredieran la parte más pequeña de la ley, esto los hacía culpables de toda ella (Santiago 2:10) porque la ley es una entidad y el quebrantar una parte de ella, es quebrantarla toda.

Importancia en la Biblia

    El mensaje de Santiago desafía al pueblo de Dios a una fe relevante. El evangelio cristiano no es estrecho, sino que hace sus demandas sobre la totalidad de la vida humana.

    En la enseñanza de Pablo, vemos que la acción de Dios en Cristo (para la salvación de los hombres) resulta en la acción del creyente en Cristo en respuesta a la acción de Dios. Pero el método de Santiago es diferente. Su carta está llena de mandatos que dan por sentado que ha habido una experiencia. Santiago presenta al lector las demandas prácticas del evangelio. Por eso su escrito tiene tanto que ver con la vida diaria, y no deja lugar al escapismo moral ni a las especulaciones teológicas. Frente a las afirmaciones del autor, solo nos queda actuar o no conforme a las demandas del evangelio. De allí que el centro del mensaje de Santiago se encuentra en su llamado a una vida ética basada en el evangelio cristiano.

Carácter de Dios en Santiago


Cristo en Santiago


Los 10 motivos de oración en Santiago

Apuntes de Santiago

 "Santiago es la contraparte en el Nuevo Testamento de la tradición judía de la sabiduría, ahora a la luz de las enseñanzas de Jesús. Aunque Santiago se lee en ocasiones en contraste con Pablo, tanto Santiago como Pablo están de hecho, absolutamente juntos en el punto crítico presentado por Santiago a lo largo de la carta, es decir, que la primera cosa que uno debe hacer con la fe es vivirla" (5:6)