Éxodo
Éxodo
שמךח
"Dios salvador redime a su pueblo"
Éxodo en varias versiones:
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Tiempo de Lectura= 3:10 / Contiene: 40 capítulos, 1.213 versículos y 32.692 palabras.
MÉTODO CRÍTICO
1) ¿QUIÉN ESCRIBIÓ EL LIBRO? Moisés
2) ¿CUÁNDO FUE ESCRITO? Alrededor del año 1440 a.C.
3) ¿A QUIÉN FUE ESCRITO? Israel
4) ¿DE DÓNDE FUE ESCRITO?
MÉTODO HISTÓRICO
1) ¿CUÁL ES EL TRASFONDO HISTÓRICO DEL LIBRO? Éxodo significa “salida,” y la referencia es ala salida de los hijos de Israel de Egipto. Este libro consiste en un relato del nacimiento y de los primeros años de la vida de Moisés; las diez plagas; el viaje desde Egipto hasta el Sinaí; la entrada de la ley; y una descripción del tabernáculo. La peregrinación de los hijos de Israel desde Egipto hasta la tierra prometida ha sido a menudo comparada a la peregrinación del creyente durante toda su vida. Los primeros 17 versículos del capítulo 20 de Éxodo contiene los diez mandamientos, lo cual es la base del código moral de la civilización.
El nombre proviene de la Septuaginta y significa "salida", porque el tema principal es el pueblo de Dios y su partida de Egipto. La narración continúa hasta la construcción del tabernáculo y el desarrollo del pueblo hebreo como nación. La vida de Moisés, las diez plagas de Egipto, la peregrinación por el desierto desde Egipto al Sinaí, y la entrega de la Ley son los temas principales. Éxodo abunda en milagros y se destaca por incluir los Diez Mandamientos que constituyen el fundamento del código moral de la civilización.
MÉTODO LITERARIO
¿QUE GENERO DE LITERATURA ES EL LIBRO? Histórico
MÉTODO PANORÁMICO
1) ¿CUÁL ES LA IDEA PRINCIPAL DEL LIBRO? Éxodo relata más milagros que cualquier otro libro del Antiguo Testamento y es famoso por contener los Diez Mandamientos.
2) ¿CUÁL FUE LA RAZÓN PRINCIPAL POR LA CUAL SE ESCRIBIÓ ESTE LIBRO? Registrar los acontecimientos de la liberación de Israel de Egipto y su desarrollo como nación.
PALABRAS CLAVE EN ÉXODO (RV1960):
Siervo (s)(servidumbre), librar, santo, Jehová...mandó (ha, había mandado), pacto, nube, tentar, ley, tabernáculo (tienda, tabernáculo de reunión).
COBERTURA HISTÓRICA:
Desde la muerte de José (aprox. 1600 a.C.) hasta el establecimiento de Israel en Sinaí (año 1440 ó 1260 a.C.)
ÉNFASIS:
El milagroso rescate de Israel, de Egipto, obrado por Dios mediante Moisés; la ley del pacto dada en el montes Sinaí; el tabernáculo como lugar de la presencia de Dios y de adoración correcta por parte de Israel; la revelación del carácter de Dios y de sí mismo; la tendencia de Israel a quejarse y a rebelarse contra Dios; el juicio de Dios y su misericordia hacia un pueblo cuando éste se rebela.
CARACTERÍSTICAS PARTICULARES:
Éxodo relata más milagros que cualquier otro libro del Antiguo Testamento y es famoso por contener los Diez Mandamientos.
CÓMO LEER ÉXODO
Un escape espectacular y una escena de persecución que te pondrá los pelos de punta son solo dos de los relatos épicos de Éxodo. Sin embargo, este libro es mucho más que una serie de aventuras, ya que relata el rescate sobrenatural que Dios hizo por toda un pueblo. No obstante, a pesar de su intervención, los israelitas parecieron incapaces de permanecer leales a Él. Ver su fe vacilante puede animarnos con una vívida lección: que aun gente imperfecta puede llegar a conocer a Dios, porque Él los ama de forma perfecta.
Éxodo puede ser dividido en dos secciones. Los primeros diecinueve capítulos describen la travesía de los israelitas desde la esclavitud hasta su liberación, y los últimos veintiún capítulos registran las leyes que Dios quería que su pueblo viviera a medida que lo adoraban y lo seguían.
Al leer Éxodo, presta atención a las maravillosas enseñanzas acerca de Dios contenidas en sus páginas. Él es revelado como poderoso, afectuoso, impresionante en gloria y majestad, digno de toda adoración, perdonador, misericordioso, y apasionadamente amoroso.
Éxodo destaca la participación directa de Dios en la historia de la humanidad, y lo que está dispuesto a hacer para apoyar a quienes ama. Por ejemplo, Él ayuda a Moisés a superar un increíble complejo de inferioridad para llegar a ser un gran líder en Israel. Repetidamente, Éxodo muestra cuánto Dios se goza cuando las personas, conscientes de sus debilidades, confían en Él como su única esperanza.
TÍTULO:
Las versiones de la Septuaginta griega (LXX) y la Vulgata latina en el AT asignaron el título "Éxodo" a este segundo libro de Moisés, debido a que la partida de Israel de Egipto es el hecho histórico dominante en el libro (19:1). En la Biblia hebrea, las palabras de apertura: "Y (o: Ahora) estos son los nombres" servían como el título del libro. La apertura "Y" o "Ahora" en el título hebreo sugiere que este libro debía ser aceptado como la continuación obvia de Génesis, el primer libro de Moisés. Hebreos 11:22 reconoce la fe de José, quien mientras estaba en su lecho de muerte (ca. 1804 a.C) habló de la "salida" o "partida" de los hijos de Israel, viendo hacia adelante unos trescientos cincuenta años al éxodo (ca. 1445 a.C.)
TEMAS:
Liberación. A través de la liberación de su pueblo de Egipto (1:1-18:27), Dios reveló su participación en la actividad humana, su entrada en la historia para rescatar a su pueblo. Éxodo revela el poder de Dios (6:1; 9:13-16) y su amor compasivo por ellos (15:13), atributos que ùn hoy son evidentes cuando él ofrece la liberación a todos de la esclavitud del pecado (Jn 8:34-36; Ro 6:20-22).
El pacto. Los Diez Mandamientos (20:1-17) y el gran Libro del Pacto (19:1-24:18) revelan la justicia y la rectitud de Dios principios básicos de ética y moralidad; la responsabilidad y las decisiones de las personas (la obediencia trae bendición; la desobediencia trae castigo); y la preocupación de Dios por el pobre, el desvalido y el oprimido.
El santuario. El deseo de Dios de estar presente entre su pueblo se refleja en la construcción y las regulaciones con respecto al santuario y la adoración (25:1-40:38). Éxodo enfatiza la santidad de Dios, y, por extensión, la del santuario (40:9).
Moisés. El personaje humano central del libro es Moisés, el mediador entre Dios y su pueblo (20:19). Moisés nos dirige a Cristo, nuestro propio gran mediador (1 Ti 2:5; Heb 9:15)
Estructura de Éxodo
Título: “De esclavitud a libertad”
Versículo Clave 6:6,7 “Por tanto dirás a los hijos de Israel: Yo soy Jehová; y yo os sacaré debajo de las tareas pesadas de Egipto, y os libraré de suservidumbre y os redimiré con brazo extendido y con juicio grande: y os tomaré por mi pueblo y seré vuestro Dios: y vosotros sabréis que yo soy Jehová vuestro Dios que os sacó de debajo de las tareas pesadas de Egipto”
Contexto Histórico de Éxodo
La décimo octava dinastía de Egipto, el contexto para la partida dramática de Israel, no fue un período político económicamente débil u oscuro de la historia egipcia. Por ejemplo, Tumosis III, el Faraón de la opresión ha sido llamado el "Napoleón del Egipto antiguo", el soberano que expandió las fronteras de influencia egipcia mucho más allá de las fronteras naturales. Esta era la dinastía sobre la cual un siglo antes, bajo el liderazgo de Amosis I, había expulsado a los reyes hicsos del país y redirigido el crecimiento económico, militar y diplomático del país. Al tiempo del éxodo, Egipto está fuerte, no débil.
Moisés, nacido en 1525 a.C. (ochenta de edad en 1445 a.C.), se volvió "enseñado ...en toda sabiduría de los egipcios" (Hch 7:22) mientras que estaba creciendo en las cortes de los faraones Tutmoses I y II, y la reina Hatsepsut durante sus primeros cuarenta años (Hch 7:23). Él estuvo en madianita auto impuesto durante el reinado de Tutmoses III por otros cuarenta años (Hch 7:30), y regresó bajo la dirección de Dios para ser el líder de Israel a príncipes del reinado de Amenhotep II, el Faraón del éxodo. Dios usó tanto el sistema educativo de Egipto como su exilio en Madián para preparar a Moisés para que representara a su pueblo ante un Faraón poderoso y para guiar a su pueblo a través del desierto de la península de Sinaí durante sus últimos cuarenta años (Hch 7:36). Moisés murió en el monte Nebo cuando tenía ciento veinte años de edad (Dt 34:1-6), ya que el juicio de Dios estaba sobre él por su enojo y falta de respeto (Nm 20:1-3). Mientras que él la vio desde lejos, Moisés nunca entró en la Tierra Prometida. Siglos más tarde él apareció a los discípulos en el Monte de la Transfiguración (Mt 17:3).
La vida de Moisés: Tres Etapas de 40 años
Retos de Interpretación
La ausencia de cualquier registro egipcio de la devastación de Egipto por las diez plagas y la enorme derrota del ejército de Faraón en el Mar Rojo no debe dar lugar a especulación en referencia a que si el registro es o no auténtico en términos históricos. La historiografía egipcia no permitía que se registrarán los momentos penosos y las derrotas penosas de sus faraones. Al registrar la conquista bajo Josué, las Escrituras específicamente notan las tres ciudades que Israel destruyó y quemó (Jos. 6:24; 8:28; 11:11-13). Después de todo, la conquista se caracterizó porque Israel se apoderó y habitó la propiedad, no una guerra designada para destruir. La fecha de la marcha de Israel a Canaán no será confirmada, por lo tanto, al examinar niveles extensivos de incendio en lugares de ciudades de un periodo que se llevó a cabo más tarde.
A pesar de la ausencia de algún extrabíblicos del Oriente Medio de la esclavitud hebrea, las plagas, el éxodo y la conquista, la evidencia arqueológica corrobora la fecha temprana. Por ejemplo, todos los faraones del siglo XV dejaron evidencia de interés en levantar construcciones en Bajo Egipto. Estos proyectos obviamente fueron accesibles a Moisés en la región delta cerca de Gosén.
El significado tipológico del tabernáculo ha ocasionado muchas reflexión. La ingenuidad en unir cada artículo y cada pieza de material de construcción a Cristo puede parecer extremadamente intrigante, pero si las afirmaciones y referencias del NT no apoyan tales eslabones y tipologías entonces la precaución hermenéutica debe gobernar. La estructura y ornamentación del tabernáculo para la eficiencia y belleza son una cosa, pero encontrar significado escondido y simbolismo no tiene fundamente. La manera en la que el sistema de sacrificios y adoración del tabernáculo y sus partes tipifican de una manera significativa la obra redentora del Mesías venidero debe ser dejada a aquellos pasajes del NT que tratan el tema.
Temas históricos y teológicos
En el tiempo de Dios, el éxodo marcó el final de un período de opresión para los descendientes de Abraham (Gn. 15:13), y constituyó el principio del cumplimiento de la promesa de pacto dada a Abraham de que sus descendientes no solo residirían en la Tierra Prometida, sino que también se multiplicarían y se volverían una gran nación (Gn. 12:1-3, 7). El propósito del libro podría ser expresado así: Rastrear el rápido crecimiento de los descendientes de Jacob desde Egipto hasta el establecimiento de la nación teocrática en su Tierra Prometida.
En momentos apropiados, en el Monte Sinaí y en las planicies de Moab, Dios también lo dio a los israelitas ese cuerpo de legislación, la ley, la cual ellos necesitaban para vivir apropiadamente en Israel como el pueblo teocrático de Dios. Por medio de esto, eran distintos del resto de las naciones (Dt. 4:7, 8; Ro. 9:4, 5)
Por la revelación de Dios de sí mismo, los israelitas fueron instrumentos en la soberanía y majestad, la bondad y santidad, y la gracia y misericordia de su Señor, el único Dios del cielo y de la tierra. El registro del éxodo y los acontecimientos que siguieron son también el tema de otras revelaciones bíblicas importantes (Sal. 105:25-45; 106:6-27; Hch. 7:17-44; 1 Co 10:1-13; He. 9:1-6; 11:23-29).
Vista Panorámica de Éxodo
El título en hebreo se deriva del primer versículo del libro: “Estos son los nombres de”, a menudo abreviado, “Los Nombres.” La palabra “éxodo” proviene del griego y significa “salida”; y un tema principal del libro es la salida de la nación de Israel de la esclavitud en Egipto.
El libro de Éxodo introduce a Moisés. Es interesante notar cómo Dios lo protegió de la muerte decretada por Faraón y lo puso en el palacio de Egipto para prepararlo para la tarea que tenía para él (2:1–10). Después de haber vivido cuarenta años en la casa real, Moisés se vio obligado a huir a Madián, donde se casó y llegó a ser pastor de las ovejas de su suegro (2:15–22). Estando allí fue confrontado cara a cara con Dios en una zarza ardiente en un área desértica del monte Horeb, donde fue comisionado a sacar la nación de Israel de la esclavitud (3:1–12). Después de haberse resistido brevemente, junto con su hermano Aarón se presenta ante los israelitas como su líder; sus credenciales fueron aceptadas por los ancianos del pueblo (4:27–31).
En los cap. 7 al 12 se describen varias confrontaciones que Moisés tuvo con Faraón durante las cuales Egipto experimentó varias plagas; éstas eran juicios divinos contra Egipto. Tales juicios también demostraron la inutilidad de las falsas deidades egipcias. Cada una de las plagas atacó un área donde se suponía que los dioses egipcios eran fuertes. Dios no tan solo usó las plagas para liberar a Israel de la tierra donde eran esclavos, también utilizó otras grandes demostraciones de poder. La última plaga fue la muerte de los primogénitos de cada familia egipcia; Dios instruyó a los israelitas a celebrar la Pascua como un recordatorio por haber sido librados de esta plaga (12:1–36).
Al fin, Faraón consintió en permitir que el pueblo saliera. Sin embargo, al verse sin sus esclavos, de inmediato persiguió a los israelitas quienes quedaron atrapados entre el ejército egipcio y el mar (14:1–12). Pero Dios realizó un milagro para rescatar a su pueblo (14:21–31). De camino al monte Sinaí, el pueblo se quejó por falta de alimento (16:1–3), y Dios se lo proporcionó (16:13–21). Luego se quejaron por falta de agua (17:1–3), y Dios se la proporcionó (17:4–7). Cuando llegaron al monte Sinaí, Dios hizo un pacto con Moisés que inauguró una nueva manera de vida para Israel bajo las leyes de Dios. Pero estando aun Moisés en la cumbre del monte recibiendo la ley, el pueblo se rebeló al haber hecho un becerro de oro (32:1–10), un ídolo que Aarón se vio obligado a confeccionarles. Después de la purificación del pueblo por causa de esta idolatría, Moisés los dirigió en la construcción del tabernáculo. La parte final del libro describe la construcción en sí del tabernáculo, cuyo diseño claramente señala las características y la obra de Cristo, el Mesías que vendría.
El libro de Éxodo describe cómo los israelitas llegaron a estar bajo el pacto de la ley mosaica. Registra el dar de la ley, mucho del contenido de la misma y las provisiones para la adoración en el tabernáculo durante los años en el desierto. Este libro hace que los cristianos recuerden que la salvación de Dios no sólo libera de la esclavitud del pecado, sino que también los habilita a conocer su voluntad y experimentar su presencia en la vida diaria.
Referencias Proféticas
Los numerosos sacrificios requeridos a los israelitas eran una ilustración del sacrificio supremo, la Pascua del Cordero de Dios, Jesucristo. En la noche de la última plaga en Egipto, se sacrificó a un cordero sin defecto y su sangre se aplicó en los dos postes y el dintel de las puertas en las casas del pueblo de Dios, protegiéndolos del ángel de la muerte. Esto prefiguraba a Jesús, el Cordero de Dios sin mancha y sin contaminación (1 Pedro 1:19), cuya sangre aplicada en nosotros, nos asegura la vida eterna. Entre las presentaciones simbólicas de Cristo en el libro de Éxodo está el relato del agua que sale de la roca en Éxodo 17:6. Así como Moisés golpeó la roca para proporcionar el agua de vida para que bebiera la gente, así Dios golpeó la Roca para nuestra salvación, crucificando a Cristo por nuestro pecado, y de la Roca salió el don del agua viva (Juan 4:10). La provisión del maná en el desierto es un cuadro perfecto de Cristo, el Pan de Vida (Juan 6:48), provisto por Dios para darnos vida.
Importancia en la Biblia
El libro de Éxodo ha ejercido una gran influencia en la fe de Israel y en la teología cristiana. El mensaje fundamental bíblico de la salvación surge en muchos sentidos del pacto entre Dios y su pueblo que se describe por primera vez en este libro.
Vemos varios principios entrelazados en la narración de Éxodo. Uno de ellos es el endurecimiento de Faraón. Faraón se negó obstinadamente a obedecer la voz de Jehová. Esta maldad, que el Señor no causó, debía servir para demostrar el poder de Dios en Faraón y para glorificar su nombre. El endurecimiento es el último paso que lleva directamente a la condenación. No debemos olvidar que Faraón mismo endureció su corazón (8.15, 32) antes de que el texto afirmara que «Dios endureció a Faraón» (9.12; cf. 4.21; 7.13). Dios quería que Faraón permitiese la salida de Israel. Por eso demostró a través de milagros la realidad de su palabra. Envió las plagas para impresionar al rey e inducirlo a que diese el honor a Dios, y cesó estas plagas para conmover el corazón del rey. En todo esto se pone de manifiesto la verdad de que Dios no se complace en la muerte del injusto (Ez 18.32). El Faraón se opuso, resistiendo continuamente la bondad divina y desbaratando a propósito toda influencia bienhechora producida por las plagas. Dios endurece a los que se endurecen. Deja de ocuparse de ellos, con lo cual quedan a merced de Satanás.
Varios temas de este libros los vemos claramente desarrollado en la vida y ministerio de Jesucristo. Por ejemplo, Moisés recibió la Ley en el monte Sinaí; Cristo predicó el Sermón del Monte. Moisés levantó una serpiente en el desierto para salvación del pueblo; Cristo fue levantado en una cruz para dar vida eterna a los que confían en Él (Juan 3.14).
La → PASCUA (Éx 12), que Dios instituyó al libertar a los hebreos de la esclavitud, pasó a ser fundamental en la fe de Israel. Sirvió también como la base sobre la que Jesús instituyó la Santa Cena como recordatorio a sus seguidores. Si se entiende bien el Éxodo, el mensaje de la Biblia y el significado de la vida de Jesús se percibe con mayor claridad entre los cristianos.
En resumen, el propósito del libro no solo es conservar el recuerdo de la partida de los israelitas de Egipto, sino presentar a la consideración humana las aflicciones y triunfos del pueblo de Dios; hacer notar el cuidado providencial que Dios ha tenido y los juicios infligidos sobre los enemigos. Claramente pone de manifiesto el cumplimiento de las divinas promesas y profecías dadas a → ABRAHAM afirmándole que su posteridad sería numerosa y que serían afligidos en una tierra extraña, de la cual saldrían en la cuarta generación con grandes riquezas. El Éxodo es un buen símil del principio, progreso y fin de la salvación del creyente y de la historia de la Iglesia de Cristo en el desierto de este mundo hasta su llegada a la Canaán celestial.
El Carácter de Dios en Éxodo
Dios es accesible: 24:2; 34:4-7
Dios es glorioso: 15:1, 6, 11; 33:18-23; 34:5-7
Dios es bueno: 34:6
Dios está lleno de gracia: 34:6
Dios es santo: 15:11
Dios es paciente: 34:6
Dios es misericordioso: 34:6, 7
Dios es todopoderoso: 34:6:3; 8:19; 9:3, 16; 15:6, 11, 12
Dios provee: 15:9-19
Dios es verdadero: 34:6
Dios es inigualable: 9:14
Dios es sabio: 3:7
Dios se aira: 7:20; 8:6, 16, 24; 9:3, 9, 23; 10:13, 22; 12:29; 14:24, 27; 32:11, 35
Cristo en Éxodo
Éxodo es un libro de redención. La imagen de Dios que liberta a su pueblo de la esclavitud de Egipto es una figura de Cristo que libera a los pecadores del pecado y sus consecuencias. Cristo estuvo con Israel como la roca que los siguió durante el viaje desde la esclavitud a la tierra prometida (1 Cor 10:4; Ex 17:6). Los corderos de la Pascua son una figura de la muerte de Cristo por los pecadores (Juan 1:36; 19:36) y del acceso que Él proporciona para llegar a Dios.
Dios liberó a la nación de Israel de la esclavitud egipcia y estableció un nuevo cimiento con la presentación de la ley. El enfoque de Éxodo es doble: (1) descripción de la redención del pueblo de Dios; (2) formación de la nación escogida a través de la cual entraría Cristo en el mundo. La ley preparaba a Israel para recibir a Cristo, su prometido Mesías y Rey.
Los 10 motivos de oración en Éxodo
Agradecimiento por la liberación: Oremos agradeciendo a Dios por su poderosa intervención en liberar al pueblo de Israel de la esclavitud en Egipto, como a nosotros del pecado- (Éxodo 3:7-10).
Petición de dirección en momentos de incertidumbre: Pidamos a Dios dirección y sabiduría en momentos de incertidumbre, como Moisés al liderar al pueblo a través del desierto (Éxodo 13:17-22).
Confianza en la provisión divina: Oremos para confiar en la provisión de Dios en medio de las dificultades, reflexionando sobre cómo Él proveyó maná y agua en el desierto (Éxodo 16:1-36; Éxodo 17:1-7).
Reverencia por la santidad de Dios: Pidamos a Dios que nos dé un profundo respeto por su santidad, recordando la revelación en el Monte Sinaí (Éxodo 19:10-25).
Arrepentimiento por la idolatría: Que podamos arrepentirnos de cualquier forma de idolatría en nuestras vidas, reflexionando sobre la creación del becerro de oro (Éxodo 32:1-35).
Poder para superar las pruebas: Oremos por fortaleza y perseverancia en medio de las pruebas, tomando ejemplo de la fidelidad de Moisés durante la travesía por el desierto (Éxodo 17:8-16).
Petición por un corazón generoso: Pidamos a Dios un corazón generoso al contribuir a la construcción del tabernáculo, reflejando la generosidad del pueblo en Éxodo 35:4-29.
Confianza en la presencia de Dios: Oremos para confiar en la presencia constante de Dios, recordando cómo la nube y la columna de fuego guiaron al pueblo de Israel (Éxodo 13:21-22).
Petición por líderes sabios y justos: Pidamos por líderes sabios y justos, inspirados por el ejemplo de Moisés y su liderazgo bajo la guía divina (Éxodo 18:13-27).
Agradecimiento por la alianza y las leyes: Oremos agradeciendo a Dios por su alianza y por las leyes dadas en el Monte Sinaí como guía para vivir una vida justa y santa (Éxodo 20:1-17).
Documentos
11. Aarón
13. Vida de Moisés
14. Pasajes difíciles de Éxodo
17. Los Pactos
19. Cristo en Éxodo
20. Resumen de Éxodo
El libro de Éxodo juega un papel especialmente importante en el resto de la historia bíblica, puesto que cuenta la historia básica de Dios cuando salva a su pueblo de la servidumbre y cuando les da la Ley, para que lleguen a ser un pueblo de su presencia. El libro de Éxodo también sirve como diseño para el prometido "segundo éxodo" en Isaías (especialmente caps. 40-66), y por consiguiente, la propia partida de Jesús (éxodo) que sería cumplida en Jerusalén (Luc 9:30, 31 habla en presencia de Moisés y Elías)