Filipenses

Filipenses

Filipenses en varias versiones: 

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Tiempo de Lectura= 0:15 / Contiene 4 capítulos, 104 versículos y 2.002 palabras.

MÉTODO CRÍTICO

1) ¿QUIÉN ESCRIBIÓ EL  LIBRO? : El apóstol Pablo y Timoteo la escribieron alrededor del año 60-62 d. C., mientras estaba bajo arresto domiciliario en Roma, en espera de juicio tras apelar al emperador romano Nerón.

2) ¿CUÁNDO FUE ESCRITO? : 60-62 d.C.

3) ¿A QUIÉN FUE ESCRITO? :  A los creyentes de la ciudad de Filipos, situada al noroeste de Grecia. Se hallaba a dieciséis millas tierra adentro de la actual ciudad portuaria de Kavala.

4) ¿DE DÓNDE FUE ESCRITO? Desde Roma, Pablo preso Timoteo lo visitaba.

MÉTODO  HISTÓRICO

1) ¿CUÁL ES EL TRASFONDO  HISTÓRICO DEL LIBRO? 

- La iglesia de Filipos fue la primera en establecerse en Europa (ver Hechos 16:8-40). Filipenses es llamada en algunas ocasiones la "Epístola de la Experiencia Cristiana," porque trata de la conducta personal más que de la teología. Su nota predominante es el gozo de la vida cristiana.

-Filipos esta en Macedonia, la parte norte de lo que hoy es Grecia, fue la primera iglesia que fundó Pablo en Europa; cerca del año 51. Los primeros convertidos de la iglesia Pablo los contacto en el río Gragritis, Hechos 16:11 al 13; y eran Lidia, la muchacha liberada del espíritu de adivinación, el carcelero de Filipo y su casa. Hechos 16:39,40, Lucas se quedó discipulando a los creyentes. Hechos 20:6 Lucas con Pablo en Filipo, después de 7 años. Lucas pasó mucho tiempo con la iglesia de Filipos.

Los padres de Lucas eran de Macedonia, probablemente Lucas estudió medicina en Filipos, había escuelas de medicina en esa época.  No estuvieron en Pentecostés, primer contacto con el evangelio, Hechos 16:6. Un año de diferencia entre Hechos  y Filipenses. Filipos la iglesia más pura y noble del  Nuevo Testamento, introducción a la epístola Hechos 16.

2) ¿SI ES UNA EPÍSTOLA CUÁNDO FUE FUNDADA LA IGLESIA?  Por Pablo en el 51 d.C.

3) ¿DE QUIÉN ESTÁ COMPUESTA LA IGLESIA?  Griegos y algunos Judíos desanimando creyentes

4) ¿CUÁLES SON SUS FUERZAS Y SUS DEBILIDADES? Sus fuerzas, era la única iglesia que apoyaba a Pablo  financieramente, bien madura, un ejemplo, Pablo la aconseja que se guarde de algunas cosas: Debilidad,  el orgullo y divisiones.

MÉTODO LITERARIO 

1) ¿QUE GENERO DE LITERATURA ES EL LIBRO? Ideológico

MÉTODO PANORÁMICO

1) ¿CUALES LA IDEA PRINCIPAL DEL LIBRO? La unidad, y sus complementos, y el fruto que es el gozo.

2) ¿CUÁL  FUE LA RAZÓN PRINCIPAL POR LA CUAL SE ESCRIBIÓ ESTE LIBRO? Una fue para agradecer, por medio de Epafrodito lo que la iglesia mandó a Pablo por medio de Epafrodito también. Y aprovecho la oportunidad y da unos consejos, y sobre todo toca la unidad y lo que la iglesia significa para Pablo. Posiblemente este era el problema de los Filipenses. 

PALABRAS CLAVE EN FILIPENSES (RV1960): Cristo Jesús, gozo (gozarse, regocijarse), sentir (pensar unánimes), evangelio.

RECIPIENTES: La iglesia en Filipos (en su mayoría gentiles) fundada alrededor del año 48-49 D.C. por Pablo, Silas y Timoteo; Filipos se localizaba en el extremo oriental de la extensa planicie de Macedonia en la importante Vía Ignacia, que conectaba a Roma con Bizancio (más tarde Constantinopla y Estambul). 

OCASIÓN: Epafrodito, quien había traído información acerca de la iglesia a Pablo en prisión ya había entregado la ofrenda de ellos (2:30; 4:18), está a punto de regresar a Filipos, habiéndose recuperado de una enfermedad casi fatal (2:26, 27).   

ÉNFASIS: La sociedad de Pablo y los filipenses en el evangelio; Cristo como la clave para todo en la vida, desde el principio hasta el fin; el conocimiento de Cristo por medio de llegar a ser como él en su muerte (el sacrificio de sí mismo por otros); regocijarse en Cristo aun en el sufrimiento; la unidad por medio de la humildad y el amor; la certeza y la búsqueda del premio final.

CÓMO LEER FILIPENSES:

    ¡Gozo, gozo y más gozo! No es el imposible «y vivieron felices para siempre» de los cuentos de hadas. ¡Pablo describe la realidad que cada cristiano puede experimentar, y nos afirma con seguridad que nada puede arrebatarnos el gozo que tenemos en Jesús! Hay gozo en medio de los conflictos más dolorosos; hay gozo cuando se sirve con un espíritu de humildad; hay gozo cuando se conoce y se da a conocer a Jesús, junto con sus incomparables bendiciones; y hay gozo cuando caminamos en contentamiento y gratitud.

En el corazón de esta carta llena de alegría y agradecimiento para sus queridos amigos y apoyadores en Filipos, Pablo comparte la motivación y anhelo de su vida. Aún después de dos décadas de servicio cristiano él declara apasionadamente: «Quiero conocer a Cristo» (Flp 3:10). En esta hambre insaciable por conocer a Dios, Pablo deseaba una mayor intimidad con Él y anhelaba que este deseo llenará el corazón de todo creyente.

Entre muchos otros tesoros, esta carta incluye uno de los salmos de alabanza a Jesús más prominentes de la Biblia (Flp 2:5-11). Además, se demuestra cuán inútil es la actividad religiosa comparada con una relación con Jesús (Flp 3:4-11). También se hallan herramientas prácticas para moldear el pensamiento conforme a los caminos de Dios (Flp 4:4-9).

TÍTULO: Filipenses deriva su nombre de la ciudad griega en donde la iglesia a la cual fue dirigida se encontraba. Filipos fue la primera ciudad de Macedonia en donde Pablo estableció una iglesia. 


TEMAS:

Estructura de Filipenses

            Título: “Unidos para servir”

Versículo Clave: 2:2  “Completad mi gozo, sintiendo lo mismo, teniendo el mismo amor, unánimes, sintiendo una misma cosa”

 Autor y fecha

    El testimonio unánime de la iglesia primitiva fue que el apóstol Pablo escribió Filipenses. Nada en la carta habría motivado a un impostor a escribirla. 

    La pregunta de cuándo se escribió Filipenses no puede ser separada de la del lugar de donde fue escrita. La posición tradicional es que Filipenses, junto con las otras epístolas de la prisión (Efesios, Colosenses, Filemón), fue escrita durante el primer encarcelamiento de Pablo en Roma (60-62 d.C.). El entendimiento más natural de las referencias al "pretorio" (1:13) y "...los santos ...de la casa de César" (4:22) es que Pablo escribió desde Roma, en donde el emperador vivía. Las semejanzas entre los detalles del encarcelamiento de Pablo dados en Hechos y en las epístolas de la prisión también argumentan que esas epístolas fueron escritas desde Roma (p. ej. Pablo estaba cuidado por soldados, Hch 28:16; cp. 1:13, 14; se le permitió recibir visitantes, Hch 28:30; cp. 4:18; y tuvo la oportunidad de predicar el evangelio, Hch 28:31; cp. 1:12-14; Ef 6:18-20; Col 4:2-4).

    Algunos han sostenido que Pablo escribió las epístolas de la prisión durante su encarcelamiento de dos años en Cesarea (Hch 24:27). Pero las oportunidades de Pablo de recibir visitantes  proclamar el evangelio fueron severamente limitadas durante ese encarcelamiento (Hch 23:35). Las epístolas de la prisión expresan la esperanza de Pablo de un veredicto favorable (1:25; 2:24; Flm 22). No obstante, en Cesarea, la única esperanza de Pablo de ser soltado era o sobornar a Félix (Hch 24:26), o estar de acuerdo en estar en juicio en Jerusalén ante Festo (Hch 25:9). En las epístolas de la prisión, Pablo esperaba que la decisión en su caso fuera final (1:20-23; 2:17, 23). Eso no pudo ser verdad en Cesárea, debido a que Pablo pudo y apeló su caso al emperador. 

    Otra alternativa ha sido que Pablo escribió las epístolas de la prisión desde Éfeso. Pero en Éfeso, tal como en Cesarea, ninguna decisión final podía ser hecha en su caso debido a su derecho de apelar al emperador. Además, Lucas estaba con Pablo cuando escribió Colosenses (Col 4:14), pero aparentemente no estaba con el apóstol en Éfeso. Hechos 19, el cual registra la estancia de Pablo en Éfeso, no está en una de las secciones "nosotros" de Hechos (vea la Introducción a Hechos: Autor y fecha). No obstante, el  argumento más fuerte en contra de que Éfeso fuera el punto de origen para las epístolas de la prisión es que no hay evidencia de que Pablo haya sido encarcelado en Éfeso.

    A la luz de las serias dificultades que enfrentan tanto la posición de Cesárea como la de Éfeso, no hay razón por la cual se rechace la posición tradicional de que Pablo escribió las epístolas de la prisión, incluyendo Filipenses, desde Roma.

    La creencia de Pablo de que su caso sería pronto decidido (2:23, 24) apunta a que Filipenses haya sido escrito hacia el cierre del encarcelamiento de dos años en Roma del apóstol (61 d.C.). 

Contexto Histórico de Filipenses

    Originalmente conocida como Krenides ("Las pequeñas fuentes") debido a los numerosos manantiales que se encontraban en la cercanía, Filipos ("ciudad de Felipe") recibió su nombre de Felipe II de Macedonia (el padre de Alejandro el Grande). Atraído por las minas de oro que estaban cerca, Felipe conquistó la región en el siglo cuarto a.C. En el siglo segundo a.C., Filipos se volvió parte de la provincia romana de Macedonia. 

    La ciudad existió en oscuridad relativa durante los siguientes dos siglos hasta que uno de los acontecimientos más famosos en la historia romana le trajo reconocimiento y expansión. En el 42 a.C., las fuerzas de Antonio y Octaviano derrotaron a las de Bruto y Casio en la Batalla de Filipos, y de esta manera terminaron con la República Romana y dieron lugar al Imperio Romano. Después de la batalla, Filipos se convirtió en una colonia Romana (Hch 16:12), y muchos veteranos del ejército romano se establecieron ahí. Como una colonia, Filipos tenía autonomía del gobierno provincial y los mismo derechos otorgados a ciudades en Italia, incluso el uso de la ley romana. Estaba  exenta de algunos impuestos, y ciudadanía romana para sus residentes (Hch 16:21). Siendo una colonia también era la fuente de gran orgullo cívico para los filipenses, quienes usaban el latín como su idioma oficial, adoptaron costumbres romanas, y establecieron el gobierno de su ciudad igual al de las ciudades italianas. Tanto Hechos como Filipenses reflejan el estatus de Filipos como una colonia romana.  

    La descripción de los cristianos como ciudadanos del cielo por parte de Pablo (3:20) era apropiada,  debido a que los filipenses se jactaban de ser ciudadanos de Roma (Hch 16:21). Los filipenses bien pudieron haber conocido a algunos de los miembros del pretorio (1:13) y de la casa de César (4:22). 

    La iglesia en Filipos, la primera fundada por Pablo en Europa, se remonta al segundo viaje misionero del apóstol (Hch 16:12-40). Evidentemente Filipos tenía una población judía muy pequeña. Debido a que no habían suficiente hombres para formar una sinagoga (el requisito eran diez hombres judíos que fueran cabezas de una casa), algunas mujeres devotas se reunían afuera de la ciudad en un lugar de oración (Hch 16:13) junto al río Gangites. Pablo les predicó el evangelio y Lidia, una mujer mercader rica que trabajaba con bienes teñidos en púrpura (Hch 16:14), se convirtió en creyente (16:14, 15). Es probable que la iglesia filipense inicialmente se reunía en su hogar espacioso.  

    La oposición satánica a la nueva iglesia inmediatamente se levantó en la persona de una muchacha esclava que adivinaba, poseída por un demonio, (Hch 16:16, 17). No queriendo ni siquiera tener un testimonio que estuviera de acuerdo con ellos de tal fuente mala, Pablo echó fuera al demonio de ella (Hch 16:18). El acto del apóstol llenó de ira a los amos de la muchacha, quienes ya no podían vender sus servicios como adivina (Hch 16:19). Arrastraron a Pablo y a Silas frente a los magistrados de la ciudad (Hch 16:20) e incitaron el orgullo de los filipenses diciendo que los dos predicadores eran una amenaza para las costumbres romanas (Hch 16:20, 21). Como resultado, Pablo y Silas fueron azotados y encarcelados (Hch 16:22-24).    

    Los dos predicadores fueron milagrosamente liberados de la prisión esa noche por un terremoto, el cual enterneció al carcelero y abrió su corazón y el de su casa al evangelio (Hch 16:25-34). Al día siguiente los magistrados, llenos de pánico cuando oyeron que habían azotado y encarcelado ilegalmente a dos ciudadanos romanos, les rogaron a Pablo y a Silas que se fueran de Filipos. 

    Aparentemente Pablo visitó Filipos dos veces durante su tercer viaje misionero, una vez al principio (2 Co 8:1-5), y una vez más casi al final (Hch 20:6). Alrededor de cuatro o cinco años después de su última visita a Filipos, mientras que era un prisionero en Roma, Pablo recibió una delegación de la iglesia filipense. Los filipenses habían apoyado a Pablo generosamente en el pasado (4:15, 16), y también habían contribuido abundantemente para los necesitados en Jerusalén (2 Co 8:1-4). Ahora, oyendo del encarcelamiento de Pablo, le enviaron otra contribución (4:10), y junto con ella a Epafrodito para ministrar a las necesidades de Pablo. Desdichadamente Epafrodito sufrió de una enfermedad casi fatal (2:26, 27), camino de Roma, o después de que llegó. A la luz de esto, Pablo decidió enviar a Epafrodito de regreso a Filipos (2:25, 26) y escribió la carta a los filipenses para enviarla de regreso con él.  

    Pablo tenía varios propósitos al componer esta epístola. En primer lugar, quería expresar a través de la escritura su gratitud por la ofrenda de los filipenses (4:10-18). En segundo lugar, quería que los filipenses supieran la razón por la que él decidió regresar a Epafrodito, para que no pensaran que su servicio a Pablo había sido insatisfactorio (2:25, 26). En tercer lugar, él quería informarles acerca de sus circunstancias en Roma (1:12-26). En cuarto lugar, él escribió para exhortarlos a la unidad (2:1, 2; 4:2). Finalmente, él escribió para advertirles de los falsos maestros (3:1-4:1).   

Características de Filipenses 

 

Retos de Interpretación

    

Temas históricos y teológicos

  

Vista Panorámica de Filipenses

Una oportunidad impedida en Asia (Hch 16:6–8); un misionero respondiendo al llamamiento de Dios para ir a servir en otro continente (Hch 16:9, 10); una exitosa mujer de negocios de visita en lo que hoy es Grecia (Hch 16:14). Estas circunstancias llegaron a ser la fórmula que Dios usó y que produjo el primer convertido a la fe cristiana en Europa. De principios tan sencillos se desarrolló la iglesia en Filipos (Hch 16:12–40). El apóstol Pablo se encontraba en su segundo viaje misionero con Silas y Timoteo, sus compañeros de viaje esa vez, que fueron testigos de los interesantes factores anteriores.

La ciudad de Filipos tomó su nombre de Felipe II de Macedonia, padre de Alejandro Magno, quien conquistó la región en el cuarto siglo a.C. En el año 42 a.C. allí se llevó a cabo una batalla famosa en la cual Antonio y Octavio derrotaron las fuerzas rebeldes de Bruto y Casio. Muchos veteranos de guerras romanas vivieron el resto de sus vidas en esta colonia (Hch 16:12). Para un ciudadano romano era casi como vivir en Italia misma, con su idioma, su cultura y con su protección legal.

Filipos contaba con una pequeña población judía (Hch 16:20, 21). Puesto que la ciudad carecía del mínimo de diez hombres casados para formar una sinagoga, Pablo y Silas ministraron en un área pública a la orilla de un río donde varias mujeres estaban reunidas para orar (Hch 16:13). Lidia, una mujer de negocios que viajaba de Tiatira, Asia, estaba entre los que escucharon a Pablo un día de reposo. Ella puso su fe en Cristo en respuesta a la predicación de Pablo. También una adivinadora fue liberada de posesión demoníaca (Hch 16:16–18). Los agentes de esta adivinadora, enojados a causa de la pérdida de ingresos, hicieron que Pablo y Silas fueron echados a la cárcel (Hch 16:19–24). Como a medianoche ocurrió un terremoto (Hch 16:25, 26); el carcelero se convirtió y fue bautizado junto con otros de su familia (Hch 16:31–34).

Pablo visitó a los cristianos de Filipos en su tercer viaje misionero (Hch 20:6). El escribió esta carta a los filipenses (1:1) durante su encarcelamiento en Roma (1:7, 13, 14; 4:22; cp. Hch 28:16). Debe haberse escrito alrededor del año 61 d.C., poco antes de su anticipada liberación (1:12, 13, 23–26; 2:23, 24). La carta fue llevada por Epafrodito, quien se había recuperado de una enfermedad casi fatal mientras visitaba a Pablo en Roma (2:25, 26).

Esta epístola incluye una breve autobiografía (3:4–7). La mención de Timoteo por Pablo (1:1) sugiere que él fue un ejemplo de humildad al ministrar, según el pensamiento de los filipenses (2:19–24). Algunos creen que esta es la respuesta de Pablo a una carta que recibió de la iglesia de Filipos (3:2; 4:10).

Un tema frecuente en filipenses es “el gozo”, mencionado 16 veces [1:4, 18(2), 25; 2:2, 17(2), 18(2), 28, 29; 3:1; 4:1, 4(2), 10]. Pablo se goza en su unidad con estos cristianos a quienes él ama. Les hace ver que al participar ellos de la abundante gracia de Dios, les da gozo cristiano en medio de circunstancias adversas (1:7).

En el capítulo 1, Pablo escribe del gozo y de las maneras en que éste se puede aumentar aún en el sufrimiento, e incluye un informe muy positivo de sus propias circunstancias (1:12–26). El segundo capítulo contiene varias ilustraciones del gozo al servir, comenzando con el ejemplo por excelencia: la humildad y exaltación de Cristo mismo (2:1–11). Las cosas que acompañan el gozo de la salvación de los creyentes están enfocadas en el capítulo 3. Los filipenses son advertidos acerca de algunos que andaban abogando por las buenas obras como substituto de la justicia que se recibe por fe (3:2–11). Finalmente, en el capítulo 4, Pablo escribe acerca de lo que produce el gozo. El agradece a los filipenses por sus generosos donativos (4:15–20) y su contribución para los creyentes de Jerusalén (2 Co 8:1–5).

El escritor de esta carta nunca se refiere a sí mismo como “apóstol.” Esto era innecesario porque la iglesia en Filipos nunca cuestionó ni el apostolado ni la autoridad de Pablo, como lo hicieron algunos en Corinto y Galacia (véase las respectivas Vistas Panorámicas). La carta no contiene corrección sobre errores doctrinales dentro de la iglesia de Filipos, ni reproche por faltas serias. Filipenses es una de las cartas de Pablo más llenas de afecto. El contagio del gozo de Filipenses puede ser apropiado personalmente, al meditar en las verdades que contiene.

Hernández, E. A., & Lockman Foundation (La Habra, C. (2003). Biblia de estudio : LBLA. (Flp). La Habra, CA: Editorial Fundación, Casa Editoral para La Fundacion Biblica Lockman.

Conexiones 

    Al igual que en muchas de sus cartas, Pablo advierte a los nuevos creyentes en la iglesia de Filipos, a estar alertas ante la tendencia hacia el legalismo, la cual continuamente se cultivaba en las iglesias primitivas. Los judíos estaban tan atados a la ley del Antiguo Testamento, que había un constante esfuerzo por parte de los judaizantes, para regresar a la enseñanza de la salvación por obras. Pero Pablo reitera que la salvación es solo por la fe en Cristo solamente, y califica a los judaizantes como “perros” y “malos obreros.” En particular, los legalistas insistían en que los nuevos creyentes en Cristo debían continuar siendo circuncidados de acuerdo a los requerimientos del Antiguo Pacto (Génesis 17:10-12; Levítico 12:3). De esta manera, ellos intentaban complacer a Dios por sus propios esfuerzos y elevarse ellos mismos sobre los gentiles cristianos, quienes no participaban en el ritual. Pablo explicó que aquellos que ya habían sido lavados por la sangre del Cordero, ya no tenían que someterse a rituales que simbolizaban la necesidad de un corazón limpio.

Importancia en la Biblia

    En esta epístola el apóstol describe el «progreso del evangelio» (1.12), exhorta a la iglesia (1.27) y narra la situación de su vida de fe (3.12, 14). Pablo siente «gozo en el Señor» (1.14, 18; 2.2; 3.1; 4.4; etc.) porque «el que comenzó entre [los filipenses] la buena obra [de la comunión en la evangelización], la perfeccionará hasta el día de Jesucristo» (1.6). Exhorta a acabar con las «murmuraciones y contiendas» en la iglesia (2.3, 14) y exalta la unidad gozosa en Cristo (1.7, 8, 27, etc.), ya sea que él esté presente o ausente (1.27).

    El enfoque de Pablo en Filipenses es la vida centrada en Cristo, adornada por el gozo de pertenecer a la familia de Dios. Pablo lo ha entregado todo a Cristo, y puede decir con la frente en alto que es siervo (esclavo) de Cristo (1.1), que para él el vivir es Cristo (1.21) y que lo ha perdido todo, y lo tiene por basura, para ganar a Cristo (3.7–8). Su única pasión es glorificar al Señor (3.8–9). Su anhelo es que lo que siente lo sientan también los cristianos filipenses. Ora que abunden en el amor de Cristo (1.9), que tengan el mismo sentir de Cristo (2.5–11) y que conozcan bien lo que pasó Cristo: sufrimiento, 

muerte y resurrección (3.10–11). El cristiano, como es la experiencia de Pablo, puede siempre declarar por la fe: «Todo lo puedo en Cristo que me fortalece (4.13).

    La relación con Cristo, sin embargo, no debe ser teórica. Debe ser real y debe manifestarse en hechos concretos en nuestra vida. Ante la oposición al cristianismo, el cristiano debe mantenerse firme, en un mismo espíritu (1.27). Las diferencias entre los cristianos se eliminan cuando estos son de un mismo sentir en el Señor (4.2). Pablo exhorta a los creyentes a seguir adelante hasta alcanzar aquello para lo cual nos tomó el Señor (3.14–15), a pensar solo en las cosas que agradan a Dios (4.8). Uno es como Cristo cuando ve la vida desde la perspectiva de Cristo y actúa con los demás como Jesucristo hubiera actuado.

El Carácter de Dios en Filipenses

    1. Dios es glorioso: 2:11

    2. Dios es misericordioso: 2:27

    3. Dios provee: 1:12    

Cristo en Filipenses


Los 10 motivos de oración en Filipenses


Apuntes de Filipenses 

  "La totalidad de esta maravillosa carta está dominada por la historia de Cristo en 2:5-11, el Cristo al que somos llamados tanto a servir como a imitar. "Conocer a Cristo" significa vivir y actuar en la comunidad de creyentes como él lo hizo en su encarnación y su crucifixión"