Mapas

2 Samuel

Mapas de 2 Samuel

Gabaón

    Se ubica el noreste de Jerusalén en el actual estado de Israel. Aparece citada en la Biblia en los libros de Josué, 2 Samuel, 1 Reyes, 1 y 2 Crónicas, Nehemías, Isaías y Jeremías pertenecientes al Antiguo Testamento en varias ocasiones. En el capítulo 9 del libro de Josué relata como los habitantes de Gabaón cuando supieron que las ciudades de Jericó y Hai habían sido derrotadas por los ejércitos de Israel planearon una estratagema para lograr un pacto con los hebreos y evitar así su derrota.

    En el libro de Reyes, en el capítulo 3, se relata como el rey Salomón, después de haberse casado con una princesa de Egipto y como cuando llegó su futura mujer a Jerusalén todavía no estaban terminadas las edificaciones importantes, entre ellas el templo por lo que se realizaban los sacrificios en los altos.

    El rey Salomón fue a sacrificar a Gabaón, que era uno de los principales altos y ofreció mil holocaustos. Gabaón fue la ciudad que sufrió la masacre ordenada por Saúl y expirada por David quien entregó a siete de sus descendientes para que fueran ejecutados por ello.

Ramá

    La palabra hebrea correspondiente significa altura o lugar alto (Eze 16:24). Se usaba como nombre propio para identificar varios lugares de Israel.

    Ciudad del territorio de Benjamín. En Josué 18:25 se la menciona entre Gabaón y Beerot. Se cree que estaba cerca de Betel, que quedaba al sur del territorio de Efraín (Jue 4:5). Un levita que viajaba hacia el norte, después de pasar Jerusalén llegó a Gabaa, y Ramá debía encontrarse un poco más allá (Jue 19:11-15; Os 5:8). También se dice que estaba en las inmediaciones de Geba (Isa 10:29). Todas estas referencias, junto con el testimonio de Eusebio, identifican a la Ramá de Benjamín con la ubicación de la moderna er-Ram, a unos 8 Km. al norte de Jerusalén, 3 Km. al norte de Gabaa 5 Km. al este de Gabaón y 3 Km. al oeste de Geba. Como indica su nombre, la ciudad está ubicada sobre una elevación.

    Después de la división del reino, Ramá cobró importancia debido a que estaba cerca de la frontera entre Israel y Judá, y del camino que cruzaba de norte a sur la zona montañosa. El rey Baasá de Israel empezó a fortificar Ramá de Benjamín mientras guerreaba contra Asá (1Re 15:16-17; 2Cr 16:1). Pero cuando el rey de Siria atacó Israel desde el norte, Baasá abandonó Ramá y Asa la conquistó, además de apoderarse de los materiales de construcción que Baasá había estado utilizando y que pasó a emplear en la edificación de las ciudades vecinas de Geba y Mizpa (1Re 15:20-22; 2Cr 16:4-6). Al parecer cuando Jerusalén fue destruida en el año 607 antes de Cristo, se reunió a los judíos cautivos en Ramá antes de trasladarlos a Babilonia (Jer 40:1). La ciudad fue poblada nuevamente después del exilio (Esd 2:1,26; Ne 7:30; 11:33).

    Algunos expertos han entendido que esta unión de judíos en Ramá, donde quizás también se dio muerte a algunos de ellos, antes de llevarlos al exilio (Jer 31:15). Raquel, la esposa de Jacob, había deseado tanto tener hijos que sin ellos se consideraba “muerta” (Gén 30:1). De manera que ahora se podía decir que Raquel, en sentido figurado, lloraba por la pérdida de los judíos que habían muerto o habían sido llevados cautivos. O, como Raquel fue la madre de Benjamín, las palabras de Jeremías pueden referirse en particular a su llanto por los benjamitas que residían en Ramá. Jeremías explicó posteriormente que aún había esperanza, porque los desterrados regresarían (Jer 31:16). En Mateo 2:18 las palabras proféticas de Jeremías 31:15 se aplican también al tiempo en que Herodes ordenó la matanza de niños en Belén.

    Ramá fue una ciudad de la tribu de Simeón enclavada en el Neguev (Jos 19:1,8). Era el mismo lugar que Baalat-beer y se la conocía como “Ramá del sur”. Se le identifica tentativamente con Khirbet Ghazzah (Horvat ʽUza), ubicada a unos 30 Km. al este de Beer-seba.

    Por otra parte, una ciudad sin identificar del territorio de Aser a la que solo se hace referencia en Josué (19:24,29). Resulta difícil ubicarla valiéndose únicamente del texto, aunque parece haber estado en el norte hacia Tiro. Fue una ciudad fortificada de Neftalí (Jos 19:32,36). Se la identifica tentativamente con Khirbet Zeitun er-Rameh (conocida también como Khirbet Jul), inmediatamente al E. de er-Rameh (Ramá) y unos 30 Km. al E. de la ciudad portuaria de ʽAkko (Akkó). No obstante, la única referencia a ella en el libro de Josué no permite ubicarla con certeza.

    También ciudad natal del profeta Samuel y de sus padres. En 1 Samuel (1:1) se llama a Elcana (el padre de Samuel), un “hombre de Ramataim de Zofim, de la región montañosa de Efraín”. A lo largo del resto del relato se utiliza la forma abreviada “Ramá” (1Sam 1:19). Quizás se usa primero el nombre más largo para distinguir esta Ramá de los otros lugares con el mismo nombre, como la ciudad de Ramá de Benjamín.

    Elcana fijó su residencia en Ramá, donde nació Samuel, pero todos los años viajaba a Silo para ofrecer sacrificios (1Sam 1:3,19; 2:11). Sin embargo, Samuel vivió por algún tiempo con el sacerdote Elí, que estaba en Silo, con el tiempo se estableció en Ramá, desde donde viajaba de ciudad en ciudad para juzgar a Israel (1Sam 3:19-21; 7:15-17; 8:4; 15:24-35; 16:4,13; 19:18-24.) Cuando Samuel murió, fue enterrado “en su casa, en Ramá”, en “su propia ciudad” (1Sam 25:1; 28:3).

Hebrón

Después de la muerte de Saúl, David se trasladó de la ciudad filistea de Siclag a Hebrón, donde la tribu de Judá lo coronó rey. Pero el resto de las tribus de Israel apoyaron a Is-boset y lo coronaron rey en Mahanaim. Como consecuencia de esto, hubo guerra entre Judá y el resto de las tribus de Israel hasta que Is-boset fue asesinado. Entonces todo Israel juró lealtad a David como su rey (1:1-5:5).

Jerusalén

Una de las primeras batallas de David como rey ocurrió en la ciudad fortificada de Jerusalén. David y sus tropas tomaron la ciudad por sorpresa y se convirtió en su capital. Fue allí donde David trajo el arca del pacto e hizo un acuerdo especial con Dios (5:6-7:29).

Gat

Los filisteos eran los enemigos constantes de Israel, a pesar de que le dieron albergue a David cuando estaba huyendo de Saúl (1 Samuel 27). Pero cuando Saúl murió, y David se convirtió en rey, los filisteos planearon derrotarlo. En una batalla cerca de Jerusalén David y sus tropas arrasaron a los filisteos (5:17-25), pero no fueron completamente sometidos hasta que David conquistó Meteg-ama (posiblemente cerca de Gat) (8:1).  

Moab

Durante el tiempo de los jueces, Moab controlaba muchas ciudades en Israel y demandaba altos impuestos (Jueces 3:12-30). David conquistó Moab y, a su vez, recibió tributos por parte de ellos (8:2).

Edom

A pesar de que los edomitas y los israelitas provenían del mismo antepasado, Isaac (Génesis 25:19-23), eran enemigos acérrimos. David derrotó Edom y lo forzó también a pagar tributo (8:14).

Rabá

    Ciudad ubicada en el límite suroeste del antiguo reino de Amón cuando este ya había perdido parte de su territorio ante los amorreos. Rabá es la única ciudad del reino amonita mencionada en el registro bíblico, por lo que se supone que era la capital. Estaba a unos 37 Km. al este del Jordán, junto a un arroyo del alto Jaboc, por lo que se beneficiaba de un terreno muy fértil. Por otra parte, se encontraba en la interesante ruta comercial que unía Damasco y Arabia.

    La primera vez que se menciona en la Biblia a “Rabá de los hijos de Amón” (Dt 3:11), se dice que es el lugar donde estaba el féretro de hierro de Og, el rey de Basán. Cuando los israelitas entraron en la Tierra Prometida, la tribu de Gad recibió terreno amorreo (que al parecer correspondía anteriormente a Amón) “hasta Aroer, que está enfrente de Rabá” (Jos 13:25).

David conquista Rabá

    Las tropas de Joab, junto con él lucharon contra los sirios, que trabajaban a sueldo de los amonitas, mientras que los israelitas a los que conducía Abisai subieron contra los amonitas “a la entrada de la ciudad”, posiblemente Rabá (1Cr 19:9). Cuando los sirios fueron derrotados, los amonitas se acamparon en la ciudad. A la primavera siguiente, Joab y su ejército sitiaron Rabá. Durante esta tarea David se quedó en Jerusalén, pecó con Betsabé y envió a su esposo Urías de regreso al frente de batalla, después de haber dado instrucciones de que lo pusieran en las líneas de vanguardia. Cuando los amonitas salieron de Rabá en ataque, Urías quedó lo suficientemente cerca como para que le alcanzara una flecha junto al muro (2Sam 11:1-25 1Cr 20:1). Finalmente David fue a terminar la conquista de Rabá, en la que obtuvo gran botín (2Sam 12:29-31 1Cr 20:2-4).

    Amós anunció el juicio en contra los amonitas y especificó que Rabá sería incendiada (Amo 1:13-14) aproximadamente en el siglo IX antes de Cristo. Jeremías y Ezequiel declararon mensajes proféticos contra Rabá, que se cumplieron en el tiempo de Nabucodonosor (Jer 49:2-3 Eze 21:19-23; 25:5). En el siglo III antes de Cristo, Tolomeo Filadelfo reconstruyó Rabá y la bautizó con el nombre de Filadelfia. Luego formó parte de las ciudades de la Decápolis, y entró en un tiempo en el que al parecer disfrutó de gran prosperidad y poderío. En esa ubicación se encuentra actualmente la ciudad de Amán, en la que aún persisten un buen número de ruinas antiguas (entre ellas un enorme anfiteatro), pero en su mayoría se remontan a tiempos de los romanos.

Mahanaim

David obtuvo la victoria en el campo de batalla, pero tuvo muchos problemas en su casa. Su hijo, Absalón, inició una rebelión y se coronó a sí mismo rey en Hebrón. David y sus hombres huyeron a Mahanaim. Por un mal consejo, Absalón movilizó a sus ejército para pelear contra David (13:1-17:29).

Bosque de Efraín

Los ejércitos de Absalón y de David pelearon en el bosque de Efraín. El cabello de absalón se enredó en un árbol y Joab, general de David lo encontró y lo mató. Con la muerte de Absalón, la rebelión murió también, y david fue bienvenido al regresar a Jerusalén (18:1-19:43).

Abel-bet-maaca

Un hombre llamado Seba también incitó una rebelión en contra de David. Huyó a Abel-bet-maaca, pero Joab y una pequeña tropa sitiaron la ciudad. Los ciudadanos de Abel-bet-maaca mataron a Seba ellos mismos (20:1-26). Las victorias de David establecieron el fundamento para el reino pacífico de su hijo Salomón.