Joel
Joel
יזאל
"Dios anuncia su día"
MÉTODO HISTÓRICO
1) ¿CUÁL ES EL TRASFONDO HISTÓRICO DEL LIBRO? El libro de Joel está dividido en dos partes; (1) una gran calamidad causada por una invasión de langostas, y (2) la respuesta de Dios a las oraciones del pueblo. El libro contiene una profecía que se encuentra con frecuencia en los escritos de los profetas: que los judíos irían a establecer una gran nación en Palestina en el futuro.
Se divide en 2 partes: La primera es histórica y relata una gran calamidad causada por una invasión de langostas, la necesidad de arrepentirse y la restauración; la segunda parte es escatológica y describe la respuesta de Dios a las oraciones del pueblo, el derramamiento de su Espíritu, el juicio de las naciones y la bendición de su pueblo. El libro incluye una profecía que con frecuencia encontramos en los escritos de los profetas: en el futuro, los judíos se establecerían como una gran nación en Palestina.
MÉTODO LITERARIO
1) ¿QUE GENERO DE LITERATURA ES EL LIBRO? Profecía (Telescópica: a su tiempo y al nuestro)
MÉTODO PANORÁMICO
1) ¿CUÁL ES LA IDEA PRINCIPAL DEL LIBRO? Se enfoca a su época por un lado, y a nosotros, el habla en su tiempo y al futuro; enfatizando la misericordia de Dios, y su perdón que siempre está al alcance.
2) ¿CUÁL FUE LA RAZÓN PRINCIPAL POR LA CUAL SE ESCRIBIÓ ESTE LIBRO? El último Juicio de Dios, y el cumplimiento de la gracia de Dios para el día de Pentecostés.
2) ¿CUÁL FUE LA RAZÓN PRINCIPAL POR LA CUAL SE ESCRIBIÓ ESTE LIBRO? Advertir a Judá del inminente juicio de Dios por causa de sus pecados y pedirles que vuelvan a Dios.
PALABRAS CLAVE DE JOEL (RV1960): oruga (saltón, revoltón, langosta), Sion, día de Jehová (en aquel tiempo, aquellos días), convertirse, volver, hacer recaer), nunca más, ahora, naciones (nación o pueblo y sus pronombres).
ÉNFASIS: El inminente día de Jehová, un día de juicio y salvación; Jehová castiga a los que ama, y su castigo llama a su pueblo al arrepentimiento; el Dios de Israel guarda el pacto al mostrar misericordia a su pueblo; Jehová es soberano sobre todas las naciones y juzgará a los que no han mostrado misericordia a su pueblo.
CÓMO LEER JOEL
En medio de un momento oscuro en la historia de Israel, Joel fue la voz del deseo intenso de intimidad que tiene Dios para con su pueblo. La maldad de la idolatría garantiza juicio, pero Joel va más allá de advertencias acerca del fin, entregando apasionadas promesas de restauración, que culminarían en el derramamiento del Espíritu de Dios sobre todas las personas. Mujeres, hombres, jóvenes y ancianos. Todos por igual (Joe 2:28-29) tendrían comunión íntima con Dios y ministrarían en su poder.
Presta atención al llamado de Dios para ti mientras lees las páginas de este libro. Joel te recuerda que Dios quiere que le des tu corazón, quiere tu amor y tu vida. Él toma en serio tu caminar con Él. No hay lugar para el pecado, pero no temas. El mensaje, en aquel entonces y ahora, es claro: «Regresen al Señor su Dios, porque él es misericordioso y compasivo, lento para enojarse y lleno de amor inagotable.» (Joe 2:13).
TÍTULO: Las versiones de la Septuaginta griega (LXX) y la Vulgata latina (Vg.) siguen el texto masorético hebreo (MT), titulando este libro de acuerdo con el nombre de Joel el profeta, el destinatario del mensaje de Dios (1:1). El nombre quiere decir "Jehová es Dios" y se refiere por lo menos a una docena de hombres en el AT. En el NT se hace referencia a Joel únicamente una vez (Hch 2:16-21).
TEMAS:
Juicio. Las descripciones de Joel del día venidero del juicio sobre Judá presagiaban un día futuro del juicio meyor. El día en que habría que ponerse a cuentas estaría cerca, y sería contra el pueblo de Dios, mientras que para el juicio posterior y mayor, el objetivo serían sus enemigos. Joel describe el juicio contra el propio pueblo de Dios como “el día del Señor, día grande y terrible” (2:31) “día de tinieblas y oscuridad, día de nubes y densos nubarrones” (2:2). El juicio futuro mayor se refiere a l día en que las naciones serían llamadas a dar cuentas por maltratar al pueblo de Dios (3:2-16, 19), quien sería protegido y bendito (3:16-18:20-21).
El arrepentimiento y la salvación. Joel hizo un llamado a todo el mundo al arrepentimiento: jóvenes y viejos (1:2-3; 2:16), borrachos (1:5), ladrones (1:11) y sacerdotes (1:13; 2:17). La evidencia externa de cambio es insuficiente (2:12); Dios requiere un arrepentimiento sincero. En respuesta a un arrepentimiento sincero y a confiar en su gracia, amor y compasión (2:13), Dios perdona y restaura (2:18-32). Lo más extraordinario en este libro es su promesa del derramamiento del Espíritu Santo sobre todas las personas: jóvenes, y viejos, hombre y mujeres (2:28-29) y la promesa de salvación para “todo el que invoque el nombre del Señor” (2:32)
Estructura de Joel
Título: “El genuino arrepentimiento traerá fruto”
Versículo Clave: 2:13 “Rasgad vuestro corazón, y no vuestros vestidos, y convertíos a Jehová vuestro Dios; porque misericordioso es y clemente, tardo para la ira y grande en misericordia, y que se duele del castigo”
Autor y fecha
El autor se identificó a sí mismo sólo como "Joel, hijo de Petuel" (1:1). La profecía provee poco acerca del hombre. Aun el nombre de su padre no es mencionado en algún otro lugar en el AT. Aunque él desplegó un profundo celo por los sacrificios del templo (1:9; 2:13-16), su familiaridad con la vida pastoral y agrícola y su separación de los sacerdotes (1:13, 14; 2:17) sugiere que no era un levita. La tradición extrabíblica registra que él era de la tribu de Rubén, de la aldea Bet-om o Bet-haram, situada al NE del Mar Muerto entre la frontera de Rubén y Gad. No obstante, el contexto de la profecía da lugar a pensar que era oriundo de Judea cerca d Jerusalén, debido a que falta el tono propio de un extraño.
La fecha del libro, se apoya únicamente en la posición canónica, referencias históricas y elementos lingüísticos. Debido a:
La falta de alguna mención de poderes mundiales que vinieron a la escena más tarde en la historia (Asiria, Babilonia o Persa).
El hecho de que el estilo de Joel es como el de Oseas y Amós en lugar de los profetas postexílicos.
Los paralelos verbales con otros profetas antiguos (Jl 3:16 con Amós 1:2, Jl 3:18 con Am 9:13), una fecha de la última parte del siglo novenos a.C., durante el reinado de Joás (835-796 a.C.), parece ser la más conveniente.
No obstante, mientras que la fecha del libro no se puede conocer con exactitud, el efecto en su interpretación es mínimo. El mensaje de Joel no está afectado por el tiempo, formando una doctrina que puede ser repetida y aplicada en cualquier época.
Contexto Histórico de Joel
Tiro, Sidón y Filistea habían llevado a cabo incursiones militares frecuentemente a Israel (3:2 en adelante). Una sequía de envergadura y una invasión masiva de langostas habían destruido toda cosa verde de la tierra y habían traído una severa devastación económica (1:7-20), dejando al reino del sur débil. Este desastre físico le da a Joel la ilustración para el juicio de Dios. Tal como las langostas fueron un juicio sobre el pecado, los juicios futuros de Dios durante el día del Señor los excederán por mucho. En ese día, Dios juzgará a sus enemigos y bendecirá a los fieles. Ninguna mención es hecha de pecados específicos, ni Judá es reprendida por la idolatría. Sin embargo, posiblemente debido a una indiferencia cauterizada, el profeta los llama a un arrepentimiento bona fide, amonestándolos a: "Rasgad vuestro corazón, y no vuestros vestidos" (2:13).
El Tiempo de Joel
Promesas en el Libro de Joel
Joel 2:13 “Rasgad vuestro corazón, y no vuestros vestidos, y convertíos a Jehová vuestro Dios; porque misericordioso es y clemente, tardo para la ir y grande en misericordia, y que se duele del castigo.”
Joel 2:21 “Tierra, no temas; alégrate y gózate, porque Jehová hará grandes cosas.”
Joel 2:22 “Animales del campo, no temáis; porque los pastos del desierto reverdecerán, porque los árboles llevarán su fruto, la higuera y la vid darán sus frutos.”
Joel 22:23 “Vosotros también, hijos de Sion, alegraos y gozaos en Jehová Dios; porque os ha dado la primera lluvia a su tiempo, y hará descender sobre vosotros lluvia temprana y tardía como al principio.”
Joel 2:24 “Las eras se llenarán de trigo, y las lagares rebosarán de vino y de aceite.
Joel 2: 25 “Y os restituiré los años que comió la oruga, el saltón, el revoltón y la langosta, mí gran ejército que envié contra vosotros.”
Joel 2:26 “Comeréis hasta saciaros, y alabaréis el nombre de Jehová vuestro Dios, el cual hizo maravillas con vosotros; y nunca jamás será mi pueblo avergonzado.”
Joel 2:27 “Y conoceréis que en medio de Israel estoy yo, que yo soy Jehová vuestro Dios, y no hay otro; y mi pueblo nunca jamás será avergonzado.”
Joel 2:28 “Y después de esto derramaré mi Espíritu sobre toda carne, y profetizarán vuestros hijos y vuestras hijas; vuestros ancianos soñarán sueños, y vuestros jóvenes verán visiones.”
Joel 2:29 “Y también sobre los siervos y sobre las siervas derramaré mi Espíritu en aquellos días.”
Joel 2:30 “Y daré prodigios en el cielo y en la tierra, sangre, y fuego, y columnas de humo.”
Joel 2:31 “El sol se convertirá en tinieblas, y la luna en sangre, antes que venga el día grande y espantoso de Jehová.”
Joel 2:32 “Y todo aquel que invocare el nombre de Jehová será salvo; porque en el monte de Sion y en Jerusalén habrá salvación, como ha dicho Jehová, y entre el remanente al cual él habrá llamado.”
Joel 3:1 “Porque he aquí que en aquellos días, y en aquel tiempo en que haré volver la cautividad de Judá y de Jerusalén.”
Joel 3:2 “Reuniré a todas las naciones, y las haré descender al valle de Josafat, y allí entraré en juicio con ellas a causa de mi pueblo, y de Israel mi heredad, a quien ellas esparcieron entre las naciones, y repartieron mi tierra;”
(Condición en rojo)
Retos de Interpretación
Es preferible ver el cap. 1 como si estuviera describiendo una invasión real de langostas que destrozó la tierra. En el cap. 2, un nuevo nivel de descripción enfrenta al intérprete. Aquí el profeta está proyectando algo que está más allá de la plaga de langostas del cap. 1, elevando el nivel de descripción a nuevas latitudes, con intensidad incrementada que está enfocada en la plaga y la necesidad inmediata de arrepentimiento genuino. El uso por parte del profeta de símiles “como aspecto de caballos” (2:4) y “como hombres de guerra” (2:7), sugiere que él aún está usando las langostas reales para ilustrar una invasión que sólo puede ser el ataque masivo del día final del Señor.
Un segundo asunto que confronta al intérprete es la cita de Pedro de Joel 2:28-32 en Hechos 2:16-21. Algunos han visto los fenómenos de Hechos 2 y la destrucción de Jerusalén en el 70 d.C. como el cumplimiento del pasaje de Joel, mientras que otros han reservado su cumplimiento al día final del Señor, pero está claro que Joel se está refiriendo al día final y terrible del Señor. El derramamiento del Espíritu Santo en Pentecostés no fue un cumplimiento, sino una muestra del poder y obra del Espíritu al ser dado en totalidad y finalmente en el reino del Mesías después del día del Señor.
Temas históricos y teológicos
El tema de Joel es el día del Señor. Este tema aparece por todas partes en el mensaje de Joel, haciéndolo el tratado más concentrado de todo el AT (1:15; 2:1; 2:11; 2:31; 3:14). La frase es empleada 19 veces por 8 diferentes autores del AT (Is. 2:12; 13:6, 9; Ez 13:5; 30:3; Joel 1:15; 2:1, 11, 31; 3:14; Am 5:18 [2x], 20; Abd 15; Sof 1:7, 14[2x]; Zac 14:1; Mal 4:5). La frase no tiene referencia a un período de tiempo cronológico, sino a un período de ira y juicio que pertenece de manera única al Señor. Es exclusivamente el día que revela su persona, poderoso, fuerte y santo, de esta manera aterra a sus enemigos. El día del Señor no siempre se refiere a un acontecimiento escatológico; en algunas ocasiones tiene un cumplimiento histórico cercano, como se ve en Ezequiel 13:5, donde habla de la conquista babilónica y la destrucción de Jerusalén. Así como es común en profecía, el cumplimiento cercano es un acontecimiento histórico cobre el cual se incluye el cumplimiento más distante, escatológico.
El día del Señor frecuentemente es asociado con turbaciones sísmicas (2:1-11; 2:31; 3:16), problemas climatológicos (Ez 13:5 en adelante), nubes y oscuridad espesa (2:2; Sof 1:7 en adelante), turbulencia cósmica (2:3, 30), y como un día grande "muy terrible" (2:11) que "vendrá como destrucción del Todopoderoso" (1:15). La última mitad de Joel muestra el tiempo después del día del Señor en términos de promesa y esperanza. Habrá un derramamiento del Espíritu Santo sobre toda carne, acompañado por palabras proféticas, sueños, visiones (2:28, 29)como también la venida de Elías, una epifanía trayendo restauración y esperanza (Mal 4:5,6). Como resultado del día del Señor habrá bendiciones físicas, tiempos fructíferos y prosperidad (2:21 en adelante; 3:16-21). Es un día en el que el juicio es derramado sobre pecadores que más tarde lleva a bendición sobre el penitente y reafirmación del pacto de Dios con su pueblo.
Vista Panorámica de Joel
Joel presenta una descripción tenebrosa de la plaga de langostas (1:1–15) y de una sequía (1:16–20) de proporción catastrófica. Las langostas que Joel vio invadiendo la tierra para devorar la vegetación, le proporciona la plataforma para sus mensajes con respecto al juicio de Dios y la necesidad de arrepentimiento, de oración y ayuno. La frase el Día del Señor (1:15; 2:1, 11, 31; 3:14), mencionada 19 veces por ocho escritores del Antiguo Testamento, no se refiere a un período específico de tiempo sino a la venida del juicio del Señor, ya sea de inmediato (Ez 13:5) o en un futuro lejano (2:30–32).
El nombre de Joel significa “el Señor es Dios” (1:1; Hch 2:16–21). Joel era hijo de Petuel y probablemente nació en Jerusalén. Joel estaba bien relacionado con el templo y a menudo hizo referencia a él. Su estilo es gráfico, suave y fluido. Él escribe a los habitantes de la tierra de Judá (1:2; 3:1, 16–17, 21), con instrucciones especiales para los ancianos (1:2), los labradores, los viñadores (1:11) y los sacerdotes (1:13).
La profecía le fue revelada durante el reinado de Joás en Judá, cuando el rey era un niño y el sacerdote Joiada era su regente, cerca del año 830 a.C. Los enemigos mencionados son Tiro y Sidón al norte (3:4), Filistea al oeste (3:4) y Edom y Egipto al sur (3:19). Ciertas porciones de los escritos de otros profetas anteriores muestran similitud con algunos de sus escritos. Amós 1:2 y 9:13 son semejantes a Joel 3:16 y 18 e Isaías 13:6 es muy parecido a Joel 1:15.
Pues todo lo que el hombre siembre, eso también segará (Gá. 6:7) es un principio espiritual eterno. Joel, un libro que habla de desastre y liberación, ilustra esta verdad. Lo que el futuro tenga para una persona depende de su relación con el Señor. El tiempo malgastado sembrando para la carne y segando corrupción, puede ser redimido sembrando para el Espíritu y cosechando para la vida eterna (2:25–26; Gá 6:8). Cuando alguien confía en Jesucristo como Salvador, la gracia de Dios lo liberta de la condenación y juicio (Jn 5:24; Ro 8:1–2).
La súplica que Joel hizo en su tiempo es un llamado a la actual generación a que responda al Señor. Aun ahora, declara el Señor, volved a mí de todo corazón, con ayuno, llanto y lamento. Rasgad vuestro corazón y no vuestros vestidos; volved ahora al Señor vuestro Dios, porque El es compasivo y clemente, lento para la ira, abundante en misericordia, y se arrepiente de infligir el mal (2:12–13).
Referencias Proféticas
Siempre que en el Antiguo Testamento se habla del juicio por el pecado, ya sea un pecado individual o nacional, se profetiza el advenimiento de Jesucristo. Los profetas del Antiguo Testamento, advierten continuamente a Israel que se arrepienta, pero aún cuando ellos lo hicieron, su arrepentimiento estaba limitado a la observancia de la ley y a las obras. Los sacrificios de su templo eran solo una sombra del último sacrificio, ofrecido una vez y para siempre, el cual vendría a la cruz (Hebreos 10:10). Joel nos dice que el último juicio de Dios, el cual sucederá en el Día del Señor, será “grande es el día de Jehová, y muy terrible; ¿quién podrá soportarlo?” (Joel 2:11). La respuesta es que nosotros, por nosotros mismos, nunca podremos soportar tal suceso. Pero si hemos puesto nuestra fe en Cristo para la expiación de nuestros pecados, no tenemos nada que temer del Día del Juicio.
Importancia en la Biblia
El libro de Joel es importante porque muestra que un mensaje de Dios muchas veces puede venir empaquetado en la forma de un desastre natural. La verdad del libro tiene sus raíces en la desastrosa plaga de langostas que Joel describe con vívido lenguaje.
El profeta nos enseña que el Señor puede valerse de un desastre natural para llevar a su pueblo a una renovada percepción de su voluntad. Cualquier desastre natural (inundación, fuego, huracanes, terremotos) puede llevar a la persona sensible a prestar de nuevo atención a las palabras del Señor.
El Carácter de Dios en Joel
Dios es accesible: 2:12
Dios es paciente: 2:13
Dios es misericordioso: 2:13
Dios se aíra: 2:12-14
Cristo en Joel
La profecía de Joel describe a Dios derramando su Espíritu sobre el pueblo de manera que un día "profetizarán vuestros hijos y vuestras hijas; vuestros ancianos soñarán sueños, y vuestros jóvenes verán visiones" (2:28-32). Pedro cita este pasaje de joel como una profecía prefigurada y una muestra del Día de Pentecostés (Hch 2:16-21). El cumplimiento definitivo de la profecía de Joel llegará en el reino milenial de Cristo, cuando Dios derrame su Espíritu sobre toda la creación.
Los 10 motivos de oración en Joel
Petición por un avivamiento espiritual: Oremos por un avivamiento espiritual en nuestras vidas y en nuestras comunidades, tomando inspiración de las promesas de derramamiento del Espíritu Santo en Joel 2:28-29.
Confesión de pecados personales y nacionales: Confesemos nuestros pecados personales y busquemos la misericordia de Dios para el perdón, reflexionando sobre las llamadas al arrepentimiento en Joel 2:12-13.
Petición por la restauración de lo que ha sido destruido: Oremos por la restauración de lo que ha sido destruido en nuestras vidas y en nuestras comunidades, tomando inspiración de las promesas de restauración en Joel 2:25-26.
Confesión de cualquier forma de apatía espiritual y petición por un corazón sensible: Confesemos cualquier forma de apatía espiritual y pidamos a Dios un corazón sensible a Su voz, basándonos en las exhortaciones a lamentarse y llorar en Joel 2:12-14.
Petición por la liberación de las cadenas del pecado: Oremos por la liberación de las cadenas del pecado en nuestras vidas y en la sociedad, tomando inspiración de la invitación a "rasgar el corazón y no las vestiduras" en Joel 2:13.
Confesión de falta de dependencia en Dios y petición por confianza: Confesemos cualquier falta de dependencia en Dios y pidamos un aumento en nuestra confianza en Él, basándonos en la llamada a confiar en el Señor en Joel 2:22.
Petición por la provisión divina en medio de la escasez: Oremos por la provisión divina en medio de la escasez y las dificultades, tomando inspiración de las promesas de abundancia en Joel 2:26-27.
Confesión de cualquier falta de agradecimiento y petición por gratitud: Confesemos cualquier falta de agradecimiento en nuestras vidas y agradezcamos a Dios por Sus bondades, basándonos en las exhortaciones a dar gracias en Joel 2:21.
Petición por la protección divina contra las adversidades: Oremos por la protección divina contra las adversidades y peligros, tomando inspiración de las promesas de protección en Joel 2:32.
Agradecimiento por la promesa de la presencia continua de Dios: Agradezcamos a Dios por la promesa de Su presencia continua en medio de nuestras vidas, basándonos en la afirmación de que "el Señor está en medio de nosotros" en Joel 2:27.
Documentos
Además de profetizar del gran derramamiento del Espíritu de Dios, el libro de Joel se ocupa especialmente de los grandes temas de la historia bíblica: el juicio de Dios sobre el pecado humano, la necesidad del arrepentimiento y la gracia misericordiosa de Dios, de modo que todos los que invoquen su nombre sean salvos.