1. El apóstol Pedro, cuyo nombre fue Simón antes de ser un discípulo de Cristo.
2. El vivió en Capernaum y su profesión fue pescador (Mt. 8:5, 14).
3. El nombre “Pedro” significa: “Piedra”, pero no una piedra grande como lo indica la palabra PETRA.
4. Jesús nombre a Simón – Pedro cuando su hermano Andrés se lo presentó (Jn. 1:40-42).
5. La tradición dice que Pedro fue crucificado con la cabeza hacia abajo en un lugar no muy distante de Roma en el año 67 o 68 d.C.
6. Pedro experimentó en carne propia muchas de las formas de sufrimiento acerca de las cuales escribió.
1. Aproximadamente en el 64 d.C.
2. Si la tradición está en lo cierto, Pedro murió tres o cuatro años después de haber escrito esta epístola.
1. El tema central de 1 Pedro es el sufrimiento que el cristiano experimenta.
2. Pudiéramos presentar el tema central de la siguiente manera: “Si alguno sufre como cristiano, no se avergüence, sino glorifique a Dios en este nombre” (4:16).
1. Esta epístola fue dirigida a la dispersión (los expatriados) de los cristianos en este mundo hostil. Se señalan sitios específicos de Asia Menor (1:1).
2. Las provincias que Pedro menciona en el verso 1 forman parte Norte de la Asia Menor.
3. Estas Iglesias estaban compuestas de Judíos (1:1-2) y Gentiles (2:9-10; 4:3).
4. Eran extranjeros y advenedizos (1:1, 17; 2:11), que eran perseguidos (3:17; 4:12- 19), y que tales persecuciones vinieron no de los judíos sino de los paganos (4:3-4).
5. 1 Pedro nos recuerda un tanto el libro de Hebreos, porque la gente a quien se remite sufría gran persecución.
6. 1 Pedro trata con la actitud o disposición de espíritu del cristiano en medio del sufrimiento.
7. El propósito de 1 de Pedro es animar a los cristianos a no darse por vencido en medio de la aflicción.
8. Esta epístola probablemente fue escrita desde Roma (1 P. 5:13).
9. Los siguientes “Padres Apostólicos” sugirieron que esta epístola fue escrita desde la ciudad de Roma:
a. Clemente de Alejandría.
b. Clemente de Roma.
c. Papías
d. Tertuliano
e. Y el historiador Eusebio.
10. Pedro usa muchas citas del A.T. para probar su mensaje:
a. “Sed santos, porque Yo soy Santo” (1 P. 1:15-16; Lev. 11:44).
b. “Extranjeros, peregrinos” (1:17; Lev. 25:23; Sal. 39:12).
c. “Real sacerdocio” (2:5; Is. 61:6; 66:21).
d. “La piedra escogida” (2:6; Is. 28:16).
e. “Sara llamó Abraham señor” (3:6; Gen. 18:12).
El capítulo 1 — Este capítulo nos habla acerca de la necesidad de ser santos, porque hemos sido comprados con la sangre preciosa de Cristo.
1. 1:3-4
2. 1:23-25
3. 3:15
4. 4:11
5. 4:16
1. “Sed santos porque Yo soy santo” (1:15-16).
2. “nos ha hecho nacer de Nuevo a una esperanza viva, mediante la resurrección de Jesucristo de entre los muertos” (1:3).
3. “Mas la palabra del Señor permanece para siempre” (1:25).
4. “Os llamó de las tinieblas a su luz admirable” (2:9).
5. “Estando siempre preparados…” (3:15).
6. “El bautismo nos salva…” (3:21).
7. “Hable conforme a las palabras de Dios” (4:11).
8. “A El sea el dominio por los siglos de los siglos. Amen” (5:11).
Sufrimiento aparece 21 veces en esta epístola.
1. Salutación 1:1-2
2. Sufrimiento y salvación 1:3-12
3. Sufrimiento y vida santa 1:13-3:22
4. Regocijarse en el sufrimiento 4
5. Exhortaciones a los ancianos y a otros miembros de la Iglesia 5:1-11
6. Observaciones personales y bendición 5:12-14
1. Capítulo 1: Salvación.
2. Capítulo 2: Crecimiento Espiritual y comportamiento.
3. Capítulo 3: Honrando a Cristo.
4. Capítulo 4: Sufriendo por Cristo.
5. Capítulo 5: La verdadera gracia de Dios.
1. Capítulo 1: Cristo, nuestra fuente de esperanza y redención (3, 18-20).
2. Capítulo 2: Cristo, la Piedra angular, nuestro ejemplo y el que carga con nuestros pecados (6, 21, 24).
3. Capítulo 3: Cristo, nuestro Señor (15, 22)
4. Capítulo 4: Cristo, nuestro sufrido (1, 13).
5. Capítulo 5: Cristo, nuestro Príncipe de los pastores.
1. Hemos nacido de nuevo para una esperanza viva (1:3-4, 23; Tito 1:2).
2. No necesitamos imágenes para amar a Dios (1:8-9; a.C. 17:29; Sal. 115:1-8; Ex. 20:1-4).
3. Necesitamos ser santos como Dios es Santo (1 P. 1:15-16; 1 P. 2:11; He. 12:14).
4. No hay que conformarnos a los deseos que antes teníamos (1:14; 2:11).
5. Hemos sido redimidos con un alto precio (1:18-20).
6. La Palabra de Dios permanece para siempre (1:23-25).
7. Hay que desechar el pecado y desear la Palabra de Dios (2:1-2).
8. Hay que recordar lo que somos (2:9-11)
9. Hay que obedecer a nuestros amos terrenales (2:18)
10. Cristo es nuestro mejor ejemplo (2:21).
11. Responsabilidades conyugales (3:1-7).
12. Hay que estar siempre preparados para presentar respuesta (3:15).
13. No hay que sorprendernos cuando sufrimos por Cristo (4:12; Fil. 1:29; 2 Ti. 3:12).
14. Si sufrimos como cristianos no debemos de avergonzarnos (4:16; Mr. 8:38; 2 Ti. 1:8).
15. Hay que echar toda nuestra ansiedad sobre Dios (5:7).
16. El diablo quiere destruirnos (1 P. 5:8).
17. Usted no es el único que sufre (5:9).