Comentario

1 Timoteo

Comentario de 1 Timoteo

Las Epístolas Pastorales

    1 y 2 Timoteo y Tito comúnmente se denominan las "Epístolas Pastorales."  Prevalece la opinión de que fueron escritas entre los dos encarcelamientos de Pablo, del 64 al 67 d.C. Algunos críticos racionalistas modernos han propuesto la teoría de que son obra de algún autor desconocido que 30 a 50 años después de la muerte de Pablo, escribió en nombre suyo para promover ciertas doctrinas. Para esta teoría no hay base histórica alguna. Desde el principio mismo, estas epístolas han sido vistas como escritos legítimos de Pablo. Además, la teoría es absurda. Suponiéndose que yo escribiera ahora una carta, la fechara cincuenta años atrás, la firmará con el nombre de D.L. Moody y la dirigiera a algún amigo contemporáneo de él. ¿Podría yo lograr que alguien creyera que Moody había escrito aquello?  Además, aun cuando los críticos insisten a voz en cuello que nada había falto de ética en semejante práctica, para la mente común no sería sino una vulgar falsificación. Si estas epístolas no son obra legítima de Pablo, ¿cómo puede un hombre alguno que tenga sentido de honradez, refutarlas  como parte de la Palabra de Dios?      

Timoteo

    Era nativo de Listra (Hch 16:1), de madre judía y de padre griego.  Su madre se llamaba Eunice y su abuela Loida (2 Tim 1:5). Fue convertido por Pablo (1 Tim 1:2).  Se unió a Pablo en su segundo viaje misionero (Hech 16:3), alrededor del año 51 d.C. Su nombramiento provino de Dios (1 Tim 1:18). Fue apartado para la obra por Pablo y los ancianos (1 Tim 4:14; 2 Tim 1:6).   Acompañó a Pablo hasta Troas, Filipos, Tesalónica y Berea. Quedó en Berea hasta que Pablo lo mandó llamar desde Atenas (Hech 17:14-15). Luego Pablo lo envió nuevamente a Tesalónica (1Tes 1:1; 2Tes 1:1). Más tarde le envió de Efeso a Corinto (1Cor 4:17). Pablo se le unió en Macedonia, y tuvo él parte en la escritura de 2 Corintios (Hech 19:22; 2Cor 1:1). Acompañó a Pablo en parte del viaje a Jerusalén (Hech 20:4). Si le acompañó en todo el camino a Jerusalén y a Roma no se nos dice, pero después aparece con Pablo en Roma (Fil 1:1; 2:19-22; Col 1:1; Filem 1). Más tarde se le halla en Efeso, en donde se le dirige esta Epístola. Se le urge que venga a Roma (2Tim 4:9). Que haya llegado a Roma antes de la muerte de Pablo o no, no lo sabemos. Se le nombra en Heb 13:23, como recién salido de la cárcel. Era de temperamento tímido y retraído, no tan apto como Tito para entenderse con los perturbadores de las iglesias. No gozaba de muy buena salud (1Tim5:23). El y Lucas fueron los dos compañeros más constantes de Pablo, quien le amaba entrañablemente y se sentía solo sin él. Dice la tradición que después de la muerte de Pablo su trabajo fue el cuidado de la iglesia de Efeso, y que padeció el martirio bajo Nerva o Domiciano. Esto le haría colaborador del apóstol Juan.   

Éfeso

    Era el lugar en donde Pablo había hecho su obra más grande, cerca del 54-57 d.C. (Hech 19). Unos cuatro años después de haberse ido de Efeso, desde su prisión en Roma, había escrito la Epístola a la iglesia de Efeso, cerca del 62 d.C. Ahora, un poco más tarde, probablemente cerca del 65 a.C., dirige a Timoteo esta epístola acerca de la obra en Éfeso. Tiempo después, Éfeso fue residencia del apóstol Juan, quien escribió allí su Evangelio, sus Epístolas y el Apocalipsis.   

Motivo de la Epístola

    Cuando Pablo se despidió de los ancianos de Efeso les dijo que no verían más su rostro (Hech 20:25). Pero parece que su largo encarcelamiento hizo cambiar sus planes, y unos seis o siete años después, visitó Éfeso de nuevo. Siguiendo adelante hasta Macedonia, dejó a Timoteo en Efeso de nuevo él mismo esperaba volver pronto (1 Tim 1:3; 3:14). Al verse demorado en Macedonia más de lo que se había propuesto (3:15), escribió esta carta de instrucciones acerca de la obra que Timoteo debía hacer.  

La Iglesia de Éfeso

    Del relato de Hechos 19 parece que Pablo había hecho una gran multitud de convertidos. En los años transcurridos, el número de éstos había seguido creciendo. Dentro de los siguientes 50 años, los cristianos de Asia Menor eran tan numerosos que los templos paganos quedaban casi desiertos.  Dentro de la generación apostólica, Éfeso llegó a ser el centro tanto numérico como geográfico del cristianismo, y la región en donde éste había conquistado más pronto sus laureles.  

Condición de las Iglesias

    No había edificios para iglesias. No se comenzó a construir edificios para el culto cristiano sino hasta 200 años después de los días de Pablo, y no se generalizó su uso sino después de que Constantino pusiera fin a la persecución de los cristianos.  Así, pues, las veintenas de miles de cristianos en Efeso y sus alrededores se reunían, no en una sola gran congregación no en pocas, sino en centenares de grupos pequeños en diferentes hogares, cada congregación bajo su propia dirección pastoral.  

Pastores

    Probablemente había centenares de ellos. En Hechos 20:17 se les llama "ancianos". En esta Epístola se les llama "obispos" .  En los tiempo modernos, estos nombres han llegado a representar diferentes oficios.  Pero en los días novotestamentarios, eran solamente diferentes nombres del mismos oficio, que correspondían a lo que nosotros llamamos "pastores". 

    La obra de Timoteo era primeramente entre estos pastores, o dirigentes de congregaciones. No había seminarios que proveyeran a Pablo pastores entrenados. Tenía que hacer pastores de su convertidos. A veces conseguía hombres brillantes; pero probablemente la mayoría de sus pastores venían de los rangos comunes de la vida. Tenían que hacer lo mejor que podía con lo que había a la mano. Sin seminarios, sin edificios para iglesias y a pesar de las persecuciones, la iglesia progresó más rápidamente que en cualquier época posterior, por cuanto tuvo que concentrarse en lo esencial, más bien que en lo superficial del cristianismo.

Capítulo 1.  Los falsos maestros

    Falsos Maestros (3-11). Pablo había predicho, al salir de Efeso siete años antes, que lobos rapaces asolarían la iglesia de Efeso (Hechos 20:29-30). Ahora habían aparecido en toda su fuerza, y  constituían el problema principal de Timoteo. Parecen haber sido de la misma ralea que los de Creta contra los cuales tenía que luchar Tito, y basaban sus extrañas enseñanzas sobre leyendas apócrifas judaicas relacionadas con las genealogías del A.T.  

    La Pecaminosidad de Pablo (12-17). Era el hombre que quizás había hecho más para Cristo que todos los demás juntos, y no obstante le embargaba hasta lo más profundo el sentido de su propia indignidad. En cuanto más cercano se anda con Cristo, tanto mayor es el sentido de humildad. El contemplaba su propia conversión como propuesta por Dios como ejemplo eterno de Su longanimidad hacia los hombres errabundos.   

    Himeneo y Alejandro (19-20); dos caudillos de los falsos maestros, a los cuales Pablo, en ejercicio de su autoridad apostólica, había privado de la membresía de la iglesia ("entregado a Satanás", 20). Probablemente sea este mismo Alejandro (2 Timoteo 4:14) quien poco después fue a Roma para declarar en contra de Pablo, y posiblemente sea el mismo que antes había sido amigo íntimo de él (Hechos 19:33). 

Capítulo 2.  La Oración. La mujer en la iglesia

    La Oración por los Gobernantes (1-8). Gobernaba el Imperio Romano Nerón, bajo el cual Pablo había sido encarcelado y pronto había de ser ejecutado. Esto demuestra que deben hacerse oraciones y peticiones tanto a favor de los gobernadores malos, como por los buenos. 

    El Lugar de la Mujer en la Iglesia (9-15). (Véase bajo 1 Corintios 11:5-15; 14:34-35). Aquí se amonesta contra la excesiva ostentación en el vestir, especialmente en el culto cristiano;y también contra el asemejarse demasiado la mujer al hombre. En el cielo no existirá el sexo (Mat 22:30); pero en este mundo hay entre los sexos una diferencia natural que no conviene pasar por alto. "Engendrando hijos" (15; puede también traducirse "por el nacimiento del niño") probablemente se refiere al nacimiento de Jesús, quien nació de una mujer sin concurso de hombre. Aun cuando el pecado vino el mundo por medio de la mujer (14), también así vino el Salvador. 

Capítulo 3.  Los Obispos y Diáconos

    Sus Requisitos (1-16). Probablemente esto sea propuesto como ideal, y no como pronunciamiento legal.

Capítulo 4.  La Apostasía venidera. La obra del ministro   

 La Apostasía (1-5) Parece afirmar este pasaje que aun cuando la Iglesia es columna de la verdad, se levantarán dentro de ella sistemas crasos de error de origen demoníaco, los cuales enseñarán la abstinencia de comer carne y de las relaciones matrimoniales. Esta fue una de las normas del gnosticismo, que aun entonces comenzaba a presentarse y más tarde alcanzó proporciones gigantescas; herejía ahora casi extinta, salvo los restos de ella que se advierten en el pretendido celibato del sacerdocio romanista y sus periódicos ayunos de la carne.  

    El Buen Ministro (6-16). La mejor manera de combatir el error incipiente o prevaleciente, es la repetición incesante de la sencilla verdad del Evangelio. "Leer, exhortar, enseñar" (13). La biblia misma hará la obra, con tal que se le dé la oportunidad. Estúdiala en privado, léela y explícala en público. Si tan solamente atendieran los ministros hoy día el consejo de Pablo, la Iglesia tendría nueva vida y crecería a grandes saltos.  ¿Por qué, por qué, por qué no puede comprender los ministros que la sencilla exposición de la Palabra de Dios es más anhelada por el pueblo, y muchísimo más poderosa,  que todas las frases artificiales de sus más laboriosamente preparados sermones?     

Capítulo 5. Las viudas. Los ancianos

    Las Viudas (1-16). La iglesia de Efeso ya tenía unos diez años de vida, y su obra de beneficencia estaba muy bien desarrollada y cuidadosamente administrada. Un cristiano que no cuidara de sus propios familiares, era peor que un incrédulo (8). La iglesia de Efeso necesitaba tener sume preocupación, en cuanto a sus obreras, pues las del templo de Diana eran prostitutas. 

    Los Ancianos (17-25).  En el capítulo 3:1-7 se les llama "obispos." Allí se trata de sus requisitos; aquí, del trato de ellos. Entonces, así como ahora, había entremetidos y chismosos que cuchicheaban contra los dirigentes de la iglesia (19). "Un poco de vino" (23) ;  nótese que era "un poco," y que era solamente para fines medicinales.  

Capítulo 6. Los esclavos. Las riquezas

    Los Esclavos (1-2). Compárese 1 Corintios 7:20-24. No importa que seas esclavo o libre. Sé libre si puedes, pero si no, sé un buen esclavo. Así se les exhorta a menudo a los esclavos (Ef 6:5-9; Col 3:22-25; Tito 2:9-10). El cristianismo abolió la esclavitud, no denunciándola sino enseñando la doctrina de la fraternidad humana. 

    El Anhelo de las Riquezas (3-21), era el motivo causante de muchas de las falsas enseñanzas (5). A través de las edades, las doctrinas de la iglesia han sido corrompidas para proveer ingresos para los cofres de las iglesias. "Raíz de toda clase de males" es mejor traducción que "la raíz de todos los males". "Hombre de Dios, huye la avaricia" (11); apártate de las contradicciones de la falsamente llamada ciencia (20)