Miqueas
Miqueas
מיכה
"Dios es incomparable"
Miqueas en varias versiones:
Tiempo de Lectura= 0:20 / Contiene: 7 capítulos, 105 versículos y 3.153 palabras.
MÉTODO CRÍTICO
1) ¿QUIÉN ESCRIBIÓ EL LIBRO? Miqueas, un profeta de Moreset de Judá, un pueblo como a 40 kilómetros al suroeste de Jerusalén.
2) ¿CUÁNDO FUE ESCRITO? 749 a 634 a.C.
3) ¿A QUIÉN FUE ESCRITO? Israel
4) ¿DE DÓNDE FUE ESCRITO? ?
MÉTODO HISTÓRICO
1) ¿CUÁL ES EL TRASFONDO HISTÓRICO DEL LIBRO? Miqueas vivió durante el tiempo de Isaías. Al igual que Isaías, él predicó contra los pecados de su tiempo y especialmente contra la opresión de los ricos hacia los pobres. Él profetizó tanto la destrucción de Israel como la de Judá poco tiempo antes de que el juicio cayera sobre Israel.
Miqueas significa: “Quién es como Jehová”, él era de Moreset, 30 kilómetros al suroeste de Jerusalén, era una zona pastoral. Cerca de Gad desarrolla su ministerio tanto en el norte como en el sur. Época de Acaz, Jotan y Ezequías, una época turbulenta, reyes cayendo y levantándose. Profetiza la destrucción de Samaria, y la presenció; 722 cae Samaria, Miqueas lo profetizó, 732 caída de Damasco.
MÉTODO LITERARIO
1) ¿QUÉ GÉNERO DE LITERATURA ES EL LIBRO? Profético panorámico (Telescópico)
MÉTODO PANORÁMICO
1) ¿CUÁL ES LA IDEA PRINCIPAL DEL LIBRO? Este es un hermoso ejemplo de la clásica poesía hebrea. Consta de tres partes, cada una comienza con: "Oíd pueblos" u "Oíd ahora" (1:2; 3:1; 6:1), y cierra con una promesa.
2) ¿CUÁL FUE LA RAZÓN PRINCIPAL POR LA CUAL SE ESCRIBIÓ ESTE LIBRO? Advertir al pueblo de Dios que el juicio se acerca y ofrecer el perdón a todos los que se arrepientan.
PALABRAS CLAVE EN MIQUEAS: (RV1960)Samaria, Jerusalén, Jacob, Israel, Judá, Sion, asirio, destruir, asolamiento, remanente (resto), en aquel día ( en los postreros tiempos), mi (tu, su), pueblo
ÉNFASIS: La amenaza de juicio divino por romper el pacto con Jehová; Jehová como un Dios de justicia y misericordia que defiende la causa de los pobres y requiere que su pueblo haga los mismo; luego del juicio Jehová restaurará a Jerusalén mediante el rey davídico prometido; Jehová como Dios de todas las naciones.
CÓMO LEER MIQUEAS
La claridad predictiva de Miqueas, junto con su vívida percepción de los caminos de Dios, hace que la lectura de este libro sea muy convincente. Situado en un umbral de eventos cruciales en la historia de Israel, Miqueas vio el futuro y profetizó hitos históricos con precisión milimétrica, incluyendo:
La caída de Israel en el año 722 a. C.
El sitio y liberación de Jerusalén en el año 701 a. C.
La caída de Jerusalén en los años 605/597/586 a. C.
La restauración inicial de los exiliados retornados a Jerusalén en los años 536/516 a. C.
La restauración final de los propósitos de Dios a través de la venida del Mesías.
A través de una apasionada poesía y vívidas figuras retóricas, Miqueas crea un retrato impresionante del carácter de Dios. El mensaje alterna palabras de juicio y esperanza; Dios promulgando justicia y mostrando misericordia. Miqueas advierte a su generación de la venida del juicio de Dios debido a que lo habían rechazado a Él y a su ley. Pero también anima a los justos diciendo que el juicio no será definitivo. Su confianza en un futuro de esperanza descansa en el carácter de Dios. Miqueas concluye con la siguiente pregunta: «¿Dónde hay otro Dios como tú, que perdona la culpa del remanente y pasa por alto los pecados de su preciado pueblo? No seguirás enojado con tu pueblo para siempre, porque tú te deleitas en mostrar tu amor inagotable.» (Miq 7:18).
TÍTULO: El nombre del libro es derivado del profeta quien, habiendo recibido la palabra del Señor, fue comisionado a proclamarla. Miqueas , cuyo nombre es compartido por otros en el AT (Jue 17:1; 2Cr 13:2; Jer 36:11), es una forma acortada de Micaías y quiere decir: "¿Quién es como Jehová?". En el 7:18, Miqueas usa un juego de palabras con su propio nombre, diciendo: "¿Quién es un Dios como tú?".
TEMAS:
Juicio contra los opresores. Miqueas predijo que Dios juzgaría “los pecados del pueblo de Israel” (1:5). Los terratenientes y los líderes religiosos y públicos habían abusado de su poder y habían conspirado por hacer el mal (2:1; 7:3), codiciaban las propiedades de los demás y los estafan (2:2; 6:10), robaban y saqueaban (2:8), odiaban el bien y amaban el mal (3:2), oprimían a los pobres (3:3), despreciaban la justicia y distorsionaban la verdad (3:9), aceptaban sobornos (3:11; 7:3), usaban sus posiciones religiosas para su beneficio (3:11), se involucraban en práctica comerciales deshonestas (6:11), actuaban con violencia y engaño (6:12) y asesinaban a su propia gente (7:2). Dios traería desastre sobre Samaría (1:6-7), Jerusalén (1:12; 3:12; 4:10), los terratenientes codiciosos (2:3-5) los líderes corruptos (3:4) y los falsos profetas (3:5-7).
La restauración. Miqueas declaró que después del juicio Dios perdonaría y restauraría a su pueblo, misericordiosamente (7:9), los haría volver de su exilio en Babilonia (4:10) y restauraría el liderazgo de Jerusalén (4:8-13).
La justicia. Miqueas responde a preguntas del pueblo (vv. 6-7). La respuesta: “Practicar la justicia, amar misericordia, y humillarte ante tu Dios” (6:8). Israel no había podido cumplir con esta expectativa divina, y la nación sufriría las terribles consecuencias.
Estructura de Miqueas
Título: “Juicios de Dios en misericordia”
Versículo Clave 7:18,19
“¿Qué Dios como tú, que perdona la maldad, y olvida el pecado del remanente de su heredad?
No retuvo para siempre su enojo, porque se deleita en misericordia.
Él volverá a tener misericordia de nosotros: sepultará nuestras iniquidades,
y echará en lo profundo del mar todos nuestros pecados”
Autor y fecha
El primer versículo establece a Miqueas como el autor. Más allá de eso, poco se sabe de él. No se dice nada de sus padres, pero su nombre puede indicar un legado piadoso. Él rastrea a sus al pueblo de Moreset (1:1, 14), localizado en las faldas de los montes de Judá, aproximadamente 40 km SO de Jerusalén, en la frontera de Judá y Filistea, cerca de Gat. De un área productivamente agrícola, él era como Amós, un residente del campo lejos de la política nacional y la religión, pero escogido por Dios (3:8) para entregar un mensaje de juicio a los príncipes y pueblos de Jerusalén.
Miqueas coloca su profecía durante los reinados de Jotam (750-731 a.C.), Acaz (731-715 a.C.) y Ezequías (715-686 a.C.). Su condena a las injusticias sociales y corrupción religiosa renueva el tema de Amós (mitad del siglo octavo a.C.) y sus contemporáneos, Oseas en el N (755-710 a.C.) y en el S, Isaías (739-690 a.C.). Esto encaja con lo que se conoce de la identidad de Acaz (2 R 16:10-18) y su hijo Ezequías antes de sus amplias reformas espirituales (2 Cr 29; 29:1). Sus referencias a la caída inminente de Samaria (1:6) claramente lo colocan antes del 722 a.C., aproximadamente en el 735-710 a.C.
Contexto Histórico de Miqueas
Debido a que el reino del norte estaba a punto de caer ante Asiria durante el ministerio de Miqueas en el 722 a.C., Miqueas fecha su mensaje con la mención de reyes de Judá únicamente. Mientras que Israel era un destinatario ocasional de sus palabras (1:5-7), su atención primordial fue dirigida hacia el reino del sur en el que él vivió. La prosperidad económica y la ausencia de crisis internacionales que marcaban los días de Jeroboam II (793-753 a.C.), durante los cuales las fronteras de Judá e Israel fueron rivales de las de David y Salomón (2 r 14:23-27), estaban deslizándose. Siria e Israel invadieron Judá, tomando el impío Acaz, temporalmente cautivo (2 Cr 28:5-16; Is 7:1, 2). Después que Asiria había derrotado a Siria e Israel, el buen rey Ezequías retiró su lealtad a Asiria, haciendo que Senaquerib sitiara a Jerusalén en el 701 a.C. (2 R 18, 19; 2 Cr 32). El Señor entonces envió a su Ángel para librar a Judá (2 Cr 32:21). Ezequías fue usado por Dios para guiar a Judá de regreso a la verdadera adoración.
Después del reinado próspero de Uzías, quien murió en el 739 a.C., su hijo Jotam continuó con las mismas políticas, pero no quitó los centros de idolatría. La prosperidad extrema solo era una fachada que disfrazaba la corrupción social desenfrenada y el sincretismo religioso. La adoración del dios cananeo de la fertilidad Baal estaba integrándose más y más e¿con el sistema de sacrificios del AT, alcanzando proporciones epidémicas bajo el reinado de Acaz (2 Cr 28:1-4). Cuando Samaria cayó miles de refugiados llegaron a Judá, trayendo su sincretismo religioso con ellos. Pero mientras que Miqueas (al igual que Oseas) se dirigió a este asunto, fue la desintegración de valores personales y sociales en contra de los cuales él dirigió sus reprensiones más incisivas y advertencias fuertes (7:5, 6). Asiria era la potencia dominante y una amenaza constante para Judá, y entonces la predicación de Miqueas de que Babilonia, en ese entonces bajo dominio Asirio, conquistaría a Judá (4:10) parecía remota. De esta manera. así como fue Amós a Israel, Miqueas lo fue a Judá
Detalles de Miqueas
La Caída Inminente de Israel y de Judá
Nacimiento del Mesías en Belén
Miqueas profetizó en los reinados de Jotam (749-734 a.C.), Acaz (741-726) y Ezequías (26-697). Jotam y Ezequías fueron buenos reyes, pero Acaz fue malo en extremo, de manera que Miqueas presenció la apostasía del gobierno y su reforma. Su hogar fue en Moreset, sobre la frontera filistea y cerca de Gat, cerca de 50 Km. al suroeste de Jerusalén. Fue contemporáneo de Isaías y de Oseas, y predicaba en el oeste de Judea lo que predicaba Isaías en Jerusalén y Oseas en el reino del norte.
El mensaje de Miqueas fue para ambos pueblos, Israel y Judá, y se dirigía principalmente a sus capitales respectivas, Samaria y Jerusalén. Sus tres ideas principales fueron: sus pecados, su destrucción y su restauración. Estos conceptos se hallan entremezclados en el libro con alternaciones abruptas entre el asolamiento presente y la gloria futura. Muchas frases parecen inconexas. Los mismos pensamientos reaparecen a menudo, en cuadros variados y con nuevos detalles.
Época de Miqueas
Retos de Interpretación
La semejanza verbal entre Miqueas 4:1-3 e Isaías 2:2-4 da lugar a la pregunta de quién citó a quién. Los intérpretes están divididos, sin respuestas claras en ninguno de los dos casos. Debido a que los dos profetas vivieron en proximidad cercana el uno del otro, profetizando durante el mismo período, estas semejanzas es comprensible. Dios dio el mismo mensaje a través de los predicadores. La frase de introducción, "en los postreros días" (4:1), aleja estos versículos de cualquier cumplimiento postexílico y requiere un marco de tiempo escatológico cercano al segundo advenimiento de Cristo y el principio del milenio.
Aparte de Isaías 2:2-4, otros tres pasajes de Miqueas son citados en otras partes en las Escrituras. Miqueas 3:12 es citado en Jer. 26:18, donde salva la vida de Jeremías de la sentencia de muerte del rey Joaquín. Miqueas 5:2 es citado por los principales sacerdotes y los escribas (Mt. 2:6) en respuesta a la pregunta de Herodes del lugar de nacimiento del Mesías. Miqueas 7:6 es empleado por Jesús en Mateo 10:35, 36 cuando comisionó a sus discípulos.
Temas históricos y teológicos
Primordialmente, Miqueas proclamó un mensaje de juicio a un pueblo que con persistencia buscaba a mal. De manera semejante a otros profetas (Os 4:1; Am 3:1), Miqueas presentó su mensaje en terminología de demanda / corte (1:2; 6:1, 2). La profecía está ordenada en tres oráculos o ciclos, cada uno de ellos comenzando con la amonestación a "oír" (1:2; 3:1; 6:1). Dentro de cada oráculo, él pasa de la condenación a la esperanza. Condenación porque han quebrado la ley de Dios dad en Sinaí; esperanza por el pacto incambiable de Dios con sus ancestros (7:20). Un tercio del libro se enfoca en los pecados de su pueblo; otro tercio se enfoca en el castigo de Dios por venir y otro tercio promete esperanza para los fieles después del juicio. De esta manera, el tema de lo inevitable del juicio divino por el pecado se une al compromiso inmutable por parte de Dios con sus promesas de pacto. La combinación de 1) la coherencia absoluta de Dios al juzgar el pecado y 2) el compromiso inflexible a su pacto a través del remanente de su pueblo, provee a los oyentes una clara revelación de la persona del Soberano del universo. A través de intervención divina, Él traerá tanto juicio sobre los pecadores como bendición sobre aquellos que se arrepienten.
Vista Panorámica de Miqueas
En el tiempo de Miqueas las personas eran egoístas y oportunistas. La justicia raramente era bien administrada. La avaricia y la crueldad abundaban. Los pobres eran oprimidos. A una nación en tal situación moral Miqueas le declaró, Yo, en cambio, estoy lleno de poder, del Espíritu del Señor, y de juicio y de valor, para dar a conocer a Jacob su rebelión, y a Israel su pecado (3:8).
Miqueas, cuyo nombre significa “¿Quién es como el Señor?” nació en Moreset, una tranquila aldea en las lomas de Judá cerca de 30 km al suroeste de Jerusalén. Era un campesino agricultor que llegó a ser un gran predicador acerca de la fe personal y la ética social; también era un patriota que trató de disuadir a sus compatriotas del curso de inmoralidad en que ellos se encontraban.
Miqueas profetizó en Judá durante los días de Jotam, Acaz y Ezequías. El fue contemporáneo, aunque de menor edad, de Isaías en Judá y de Amós y Oseas en Israel, lo que significa que él profetizó, tanto antes como después, de la caída de Israel el año 722 a.C. Este fue un tiempo en el que los pobres llevaron la carga de sostener las frivolidades económicas requeridas por el estilo de vida de los ricos. Judá se encontraba en guerra, y los pobres tenían que soportar el peso de los impuestos requeridos para ello. El tributo que se le pagaba a Asiria provenía principalmente de los pobres. El reinado de Ezequías también fue un tiempo de extrema dificultad económica para los pobres. En los tribunales “la justicia” estaba disponible para los ricos, porque ellos podían comprarla sobornando a los jueces; los pobres a menudo eran víctimas de ello. Los falsos profetas sólo predicaban cosas que a los ricos les agradaran, y nadie levantaba la voz a favor de los pobres y oprimidos. Los sacerdotes mercenarios cobraban por sus servicios, por lo que con frecuencia los pobres quedaban sin dirección espiritual. En lugar de proteger a los pobres, los nobles se aprovechaban de ellos. Pero Dios llamó a Miqueas a ser un valiente defensor del pobre contra los ricos opresores, los jueces injustos, los profetas asalariados y los sacerdotes corruptos.
Dios usó a Miqueas para predecir varios acontecimientos extraordinarios de los que algunos ya se han cumplido, como la destrucción de Samaria (1:6, 7) y de Jerusalén y el templo (3:12), el cautiverio babilónico (4:10) y el retorno del mismo (7:11) y el nacimiento del Mesías en Belén (5:2). Otros eventos todavía no se han cumplido, como el retorno de Israel de los cuatro extremos de la tierra (4:6–8), la batalla de Armagedón (4:11–13) y la paz mundial, que el Mesías establecerá (4:1–5:15).
Miqueas, Isaías, Amós y Oseas fueron los cuatro grandes profetas del siglo octavo a.C. Miqueas era el menos conocido de ellos, pero tuvo el privilegio de escribir el más importante versículo ético de todo el Antiguo Testamento, donde se resume la enseñanza de los otros tres: El te ha declarado, oh hombre, lo que es bueno. ¿Y qué es lo demanda el Señor de ti, sino sólo practicar la justicia [Amós], amar la misericordia [Oseas], y andar humildemente con tu Dios [Isaías]?(6:8).
Jeremías menciona el notable impacto de la vida de Miqueas y su mensaje (3:12; Jer. 26:17–19). En cada generación Dios usa a testigos fieles para cambiar vidas para su gloria (Stg 5:19–20).
Referencias Proféticas
Miqueas 5:2 es una profecía Mesiánica citada por los magos que estaban buscando al rey nacido en Belén (Mateo 2:6). Por estar familiarizados estos reyes del oriente con las Escritura hebreas, ellos sabían que de la pequeña aldea de Belén saldría el Príncipe de Paz, la Luz del mundo. El mensaje de Miqueas del pecado, arrepentimiento y restauración, encuentra su último cumplimiento en Jesucristo, quien es la propiciación por nuestros pecados (Romanos 3:24-25) y el único camino a Dios (Juan 14:6).
Importancia en la Biblia
En Miqueas solo se acentúan atributos divinos que constituyen el fundamento de su predicación profética: la grandeza de Dios, su santidad, su ira y su gran misericordia. Miqueas, como los otros profetas, abunda en grandes enseñanzas morales. Solo concede valor a la religión en cuanto ella es capaz de producir la justicia en el individuo y en la sociedad. En 6.8 resume admirablemente todo el contenido de la predicación de sus predecesores o contemporáneos: «practicar la justicia [Amós], amar la misericordia [Oseas] y caminar humildemente con tu Dios [Isaías]».
Carácter de Dios en Miqueas
Dios es paciente: 7:1
Dios es misericordioso: 7:18, 20
Dios provee: 5:2
Dios es justo y recto: 6:4, 5; 7:9
Dios es verdadero: 7:20
Dios es uno: 7:18
Dios se aíra: 7:9, 11
Cristo en Miqueas
Miqueas nos brinda una de las profecías más significativas de la Biblia en cuanto al lugar de nacimiento de Jesús y su eternidad: "Pero tú, Belén Efrata, pequeña para estar entre las familias de Judá, de ti me saldrá el que será Señor en Israel; y sus salidas son desde el principio, desde los días de la eternidad" (5:2). Este pasaje lo utilizaron los escribas y sumos sacerdotes para responder a Herodes cuando quiso saber dónde había nacido Jesús (Mt 2:6). Jesús también usó Miqueas 7:6 para explicar la naturaleza de su venida (Mt 10:35, 36).
Los 10 motivos de oración e Miqueas
Petición por una búsqueda activa de la justicia: Oremos por una búsqueda activa de la justicia en nuestras vidas y en la sociedad, tomando inspiración de la llamada de Miqueas a hacer justicia en Miqueas 6:8.
Confesión de cualquier forma de opresión y búsqueda del arrepentimiento: Confesemos cualquier forma de opresión en nuestras vidas y busquemos el arrepentimiento, basándonos en las críticas de Miqueas a la opresión en Miqueas 2:1-2.
Petición por humildad y reconocimiento de nuestra necesidad de Dios: Oremos por humildad y reconocimiento de nuestra necesidad de Dios, tomando inspiración de la enseñanza de Miqueas sobre la humildad en Miqueas 6:8.
Confesión de idolatría y búsqueda de adoración genuina: Confesemos cualquier forma de idolatría en nuestras vidas y busquemos la adoración genuina, basándonos en las advertencias de Miqueas sobre la idolatría en Miqueas 1:7.
Petición por compasión y misericordia hacia los necesitados: Oremos por compasión y misericordia hacia los necesitados en nuestras comunidades, tomando inspiración de las exhortaciones de Miqueas a la compasión en Miqueas 6:8 y 7:18.
Confesión de codicia y búsqueda de contentamiento: Confesemos cualquier forma de codicia en nuestras vidas y busquemos el contentamiento en Dios, basándonos en las advertencias de Miqueas sobre la codicia en Miqueas 2:2.
Petición por la restauración de las relaciones fracturadas: Oremos por la restauración de las relaciones fracturadas en nuestras vidas y en la sociedad, tomando inspiración de las promesas de restauración en Miqueas 7:18-20.
Confesión de cualquier falta de fidelidad y búsqueda de la lealtad: Confesemos cualquier falta de fidelidad en nuestras vidas y busquemos la lealtad, basándonos en las exhortaciones de Miqueas a la fidelidad en Miqueas 7:2.
Petición por discernimiento espiritual en medio de la corrupción: Oremos por discernimiento espiritual en medio de la corrupción y la decadencia moral, tomando inspiración de las advertencias de Miqueas sobre la corrupción en Miqueas 3:9-11.
Agradecimiento por la promesa de la redención y el perdón: Agradezcamos a Dios por la promesa de redención y perdón, basándonos en las afirmaciones de Miqueas sobre el carácter misericordioso de Dios en Miqueas 7:18-20.
Documentos
El libro de Miqueas es una representación profética maravillosa de la historia bíblica, tanto en su expresión del Antiguo Testamento como en su anticipación del Nuevo, con el Mesías prometido y la restauración de su pueblo.