Comentario

Isaías

Comentario de Isaías

EL Profeta Mesiánico

    Llamado el Profeta Mesiánico por cuanto estaba profundamente compenetrado de la idea de que su pueblo había de ser una nación mesiánica ante el mundo; es decir, una nación por cuyo medio había de venir de Dios una grande y admirable bendición a todos los pueblos.  Siempre soñaba con el tiempo en que se haría esa grande y maravillosa obra entre las naciones. 

    Dice el N.T. que Isaías "vio la gloria de Cristo, y habló de Él" (Juan 12:41)

El Hombre Isaías

    Era profeta del reino del sur, Judá, en la época en que el reino del norte, Israel, fue destruido por los asirios. 

    Isaías vivió durante los reinados de Uzías, Jotam, Acaz y Ezequías. Su llamamiento fue en el año de la muerte de Uzías; pero puede haber recibido algunas de sus visiones antes (Isaías 6:1) Según la tradición judía, fue muerto por Manasés. Provisionalmente, podemos estimar su ministerio activo en los años 745-695 a.C., abarcando así un período de 50 años o más.   

    Según la tradición rabínica. Amoz el padre de Isaías (no Amós el profeta) era hermano del rey Amasías. Según esto; Isaías sería primo del rey Uzías, y nieto del rey Joás,  siendo, pues, de sangre real y hombre del palacio.

    

    Su obra literaria. Escribió otros libros, que no se han conservado hasta nuestros días; una biografía de Uzías (2 Cr 26:22), y un libro de los reyes de Israel y Judá (2 Cr 32:32). Se le cita más en el N.T. que cualquier otro profeta. !Qué mente la suya! En algunas de sus rapsodias alcanza cumbres no igualadas ni aun por Shakespeare, Milton u Homero.

    

    Su Martirio. Una tradición talmúdica, aceptada como verídica por muchos de los primeros padres de la Iglesia, dice que Isaías se opuso a los decretos idólatras de Manasés, y que fue apresado, sujetado entre dos tablones, y aserrado en dos partes, padeciendo así una muerte dolorosa y horrenda. Se cree que a este alude Heb 11:37.   

Ambiente Asirio del Ministerio de Isaías

    Desde 150 años antes de los días de Isaías, el imperio asirio había estado extendiéndose y absorbiendo a naciones vecinas. Aun en el 840 A.C., bajo Jehú, Israel había comenzado a pagar tributo a Asiria. Siendo Isaías todavía joven en 734 a.C., Asiria llevó cautiva a la parte de Israel. 13 años después cayó Samaria, y fue llevado cautivo el resto de Israel. Pocos años después, los asirios penetraron en Judá, destruyeron 46 ciudades amuralladas y se llevaron 200.000 cautivos. Por fin, en el 701 a.C., siendo Isaías ya anciano, los asirios fueron detenidos ante los muros de Jerusalén, cuando su ejército fue derrotado por un ángel de Dios. Así pues, la vida entera de Isaías transcurrió bajo la sombra amenazante del poderío asirio, y él mismo presenció la ruina a manos de ellos de su nación entera, excepto de Jerusalén.  

 NOTA ARQUEOLÓGICA: EL Rollo de Isaías

    Hasta donde se sabe, todos los autógrafos de la Biblia se han perdido. Las Biblia nuestras son hechas de copias, de otras copias. Hasta que se inventó la imprenta, en 1454 d.C., estas copias se hacían a mano.

    

Los libros del A.T. se escribieron en hebreo, y los del N.T en griego. Los manuscritos más antiguos que se conocen, de la Biblia entera, datan de los siglos 4 y 5 d.C. Están escritos en griego, y en el A.T. contienen la Septuaginta, la traducción griega hecha en el siglo 2 a.C.

    

    En hebreo, los manuscritos más antiguos que se conocían de libros del A.T. eran como del año 900 a.C. En éstos se basa el llamado Texto Masorético del A.T. hebreo, del cual han sido hechas las traducciones nuestras de los libros del A.T.  El Texto Masorético proviene de una comparación  de todos los manuscritos entonces conocidos, copiados de otras copias anteriores por muchos escribas diferentes. En estos manuscritos hay tan poca variación que los eruditos hebraístas están en común acuerdo en que salvo variantes de poca monta, nuestro texto actual es esencialmente el mismo de los libros originales. 

    Y ahora en 1947, en Ain Fashkha, unos 11 km. al sur de Jericó y 2 km. al oeste del Mar Muerto, unos contrabandistas beduinos, que llevaban mercaderías del valle del Jordán hacia Belén, mientras buscaban en una quebrada seca que desemboca en el Mar Muerto una cabra que se les había extraviado, descubrieron una cueva semiderruida en la cual hallaron una cantidad de restos de jarros de cuyas bocas salían rollos de pergamino. Los árabes recogieron y se llevaron los rollos, que entregaron al Convento Ortodoxo Sirio de San Marcos en Jerusalén, que a su vez los dio a la Escuela Norteamericana de Investigaciones Orientales para su examen.  Después se han hechos otros hallazgos similares. 

    Uno de estos rollos fue identificado como un ejemplar del Libro de Isaías, hechos hace 2.000 años; 1.000 años más antiguo que cualquier otro manuscrito conocido  del A.T. Era un hallazgo sorprendente.

    Es un rollo de pergamino ordinario, de unos 7.30 m. de largo, formado de pliegos de unos 25 X 38 cms. y cosidos uno a otro, en letras hebreas antiguas, con indicaciones de haberse hechos en el siglo segundo a.C. 

Este y los demás rollos habían sido envueltos en lino, recubiertos de cera negra, y cuidadosamente sellados en tinajas de barro. Evidentemente formaban parte de una biblioteca judía, que había sido escondida en esta cueva tal vez en algún tiempo de peligro, quizás en los días de la conquista romana de Judea. 

    Es esencialmente idéntico con el Libro de Isaías en nuestras Biblia modernas ; una voz de entre el polvo de hace 2.000 años, preservada por la admirable providencia de Dios para confirmar la integridad de nuestra Biblia. W.F. Albright lo llama "el hallazgo más grande, en materia de manuscritos, de nuestros días" Véanse las ediciones de 1948 y 1949 de los Boletines de la Escuela Norteamericana de Investigaciones Orientales y del "Arqueólogo 

 Bíblico".

La Hazaña Máxima de la Vida de Isaías 

    Fue el rescate de Jerusalén de mano de los asirios. Fue mediante sus oraciones y sus consejos al rey Ezequías, y por la intervención directa de Dios, que el temible asirio fue desbaratado delante de los muros de Jerusalén. Fue Isaías quien salvo a la ciudad cuando su destrucción parecía inevitable (véase capítulos 36, 37). Aunque Senaquerib el rey de Asiria vivió otros 20 años después de esto,jamás volvió a atacar a Jerusalén.   

Reyes Contemporáneos de Judá

Reyes Contemporáneos de Israel 

    

  NOTA ARQUEOLÓGICA:  

Sargón.  En Isaías 20:1 se dice que Sargón rey de Asiria envió contra Asdod a Tartán, y la tomó.

    En toda la literatura antigua existente, esta es la única mención  del nombre de Sargón. Decían los críticos que citar por su nombre a un rey cuya existencia misma se ignoraba, era uno de los errores de la Biblia.

    Pero para su sorpresa, en 1842 Botta halló las ruinas del palacio de Sargón, en Khorsabad, en el lindero norte de Nínive, con tesoros e inscripciones que le identificaban como uno de los reyes más grandes de Asiria. Sin embargo, su nombre había desaparecido de la historia, salvo esta referencia única de Isaías, hasta que vino el descubrimiento arqueológico moderno de Botta. 

    En años recientes las ruinas del palacio de Sargón han sido excavadas por el Instituto Oriental. De las inscripciones se desprende que Salmanasar murió mientras sitiaba Samaria, siendo su sucesor Sargón, que completó la toma de la ciudad. Además, en confirmación del pasaje arriba citado de Isaías, una inscripción de Sargón dice: "Azuri, rey de Asdod, propuso en su corazón no pagar tributo. En mi ira marché contra Asdod con mi guardia acostumbrada. Tomé Asdod y Gat. Tomé sus tesoros y su gente. Puse en ellas gentes  de las tierras del este. Recibí tributo de Filistia, Judá Edom y Moab".      

1. La maldad espantosa de Israel  

    Esta acusación tremenda contra el pueblo parece corresponder a mediados del reino de Exequias, después de la caída del reino del norte, cuando ya los asirios habían invadido a Judá y habían llevado cautiva gran parte de la población, quedando solamente Jerusalén (7-9). Ezequías era un buen rey pero sus reformas apenas habían afectado de la manera más superficial la podredumbre de la vida nacional. El temido torbellino asirio se acercaba más y más; pero sin efecto alguno. La nación corrompida, en lugar de reformarse, se entregó aún más meticulosamente al camuflaje de las ceremonias externas del culto. La denunciación vehemente de Isaías, de su hipócrita religiosidad (10-17) nos recuerda la condenación inmisericorde de Jesús, de los escribas y fariseos (Mat 23). Esto no debe entenderse como menosprecio del deber de asistir fielmente a los servicios de la casa de Dios, pues Dios mismo ordenó tales servicios; más bien, que de nada le aprovecha a semejante "Sodoma" (10)  su alarde de religiosidad. Solamente al arrepentimiento y la obediencia verdadera (16-23). les podrían salvar. Más adelante Isaías deja aquel cuadro repugnante, para contemplar el día glorioso de la purificación y la redención de Sión, en que los malos serán relegados a su propio fuego eterno (24-31).       

2-4. Visión de la era cristiana

    Estos tres capítulos parecen ser una ampliación del pensamiento final del capítulo 1: la gloria futura de Sión, en contraste con el juicio sobre los malos. La alusión (2:6-9) a la prevalencia de ídolos y de prácticas extranjeras, quizás sitúe esta visión en el reino de Acaz. 

    Sión ha de ser centro de la civilización mundial, en una era de paz universal y perpetua (2:2-4). Este pasaje de optimismo magnífico se escribió en una época en que Jerusalén era una verdadera cloaca de inmundicia y de depravación. Cualquiera, cuando quiera y donde quiera que sea esa edad  feliz, será la herencia del pueblo de Dios, con exclusión de los malos. (Véase además bajo 11:6-9).

    El juicio se acerca sobre los ídolos y sus adoradores (2:5-22). Sufrimientos y cautiverio esperan, por su pecado, a Judá (3:1-15), inclusive a las mujeres elegantes y sin corazón de Jerusalén (3:16-26) semejante a las demás lujosas de Samaria (Amós 4:1-3) . "Siete mujeres por cada hombre" (4:1), porque los varones habrán sido muertos en guerra. 

    El "Renuevo venidero" (4:2-6). Aquí menciona Isaías por primera vez al futuro Mesías. Era el "Renuevo" que había de revivir del tronco del caído árbol de la familia de David (11:1; 53:2; Jer 23:5; 33:15; Zac 3:8; 6:12). Este era el que había de purgar la iniquidad de Sión, y hacer de ella una bendición para el mundo.  

5. El canto de la viña

    Es una especie de lamento fúnebre. Después de siglos del cuidado más minucioso de la viña de Dios. Su nación sin fruto ni esperanzas, había de ser cortada y hecha desierta. La parábola de Jesús (Mat 21:22-45) acerca de la viña parece ser eco y ampliación de esta otra. Los pecados que aquí se denuncian de manera especial son la avaricia, la injusticia y la embriaguez. Las grandes haciendas de los ricos, acumuladas mediante el robo a los pobres, pronto habían de ser asoladas. El "bato" (10) era 34 litros; el homer era 10 efas. Es decir, cosecharían mucho menos de los sembraban. "Fue llevado" (13); así como en el cap. 53, lo futuro es tan seguro que se le nombra como ta consumado. Además, en aquel momento una buena parte de la nación ya estaba en el cautiverio. "Traen ... el pecado con coyundas de carreta" (18); excusaban su depravación con razonamientos sofísticos burlándose del pensamiento de que Dios les había de castigar. "Gentes de lejos" (25-30); asirios en los días de Isaías mismo,babilonio 100 años después, y romanos que en el año 70 d.C. dieron el golpe final a la existencia nacional judía.     

6. Llamamiento de Isaías

    Hay diferencia de opinión entre los eruditos bíblicos acerca de si esta capitulo es anterior o no a las visiones de los caps. 1-5. Las fechas que el menciona (6:1; 7:1; 14:28; 20:1; 36:1) se hallan en orden cronológico. Esto indicaría que el libro mismo sigue un orden cronológico por lo general, aunque no necesariamente en todos sus detalles. Es probable que en su vida avanzada Isaías haya dado nuevo ordenamiento a las visiones que había escrito en las diferentes etapas de su largo ministerio, guiándose en parte por el hilo de los pensamientos, de manera que es posible que algunos capítulos hayan ocurrido antes de otros que numéricamente les preceden. 

    Hay también diferencias de opinión acerca de si este fue el llamamiento original de Isaías al oficio profético, o un llamamiento a una obra especial. Se dice en Isaías 1:1 que parte de su ministerio fue en los días de Uzías; y que este llamamiento haya sido en el año de su muerte, quizás implique que ya antes había predicado algo, pero que este llamamiento era una autorización divina de sus declaraciones.   

    Superficialmente la tarea especial a que era llamado hubiera parecido como provocar el endurecimiento final de la nación, para asegurar su destrucción (9-10). Pero, desde luego, el propósito de Dios no era endurecer a la nación en su pecado sino más bien traerla al arrepentimiento para salvarla de la destrucción. El ministerio entero de Isaías, que culminó con uno de los milagros más estupendos de todos los tiempos, era, por decirlo así, como sí Dios agitarse delante de la nación una bandera de peligro que la detuviese en su carrera loca al abismo. Pero cuando una nación se opone a Dios, aun Sus más admirables misericordias solamente dan por resultado un mayor endurecimiento.  

    "¿Hasta cuándo?" (11). ¿Hasta cuándo sería este proceso de endurecimiento? La contestación: hasta que el país estuviese desierto y sin habitantes (11-12). "Una décima parte" (13); había de quedar un remanente, que a su vez  sería destruido, quedando solamente un tronco, del que aún nacería un retoño. Esto se dijo en el 735 A.C. Menos de un año después, el norte de Israel fue llevado cautivo por los asirios. Catorce años más tarde había caído todo el resto del reino norteño (721 A.C.) y solamente quedaba Judá, una tribu de las doce, más o menos "una décima parte." Pero 100 años después quedó destruida Judá. 

7. El niño "Enmanuel"

    La ocasión de esta profecía fue la invasión de Judá por los reyes confederados de Siria e Israel.  Atacaron a Judá separadamente (2 Cr 28:5-6)y luego conjuntamente (2 Reyes 16:5).  Su objetivo era reemplazar a Acab por otro rey. Pero Acab pidió ayuda al rey de Asiria (2 Reyes 16:7). Este respondió invadiendo Siria y el norte de Israel, y llevando cautivos a ambos pueblos (2 Reyes 15:29; 16:9). Este fue el cautiverio de Galilea, 734 A.C. 

    Fue en la primera etapa de este ataque siro-israelita contra Jerusalén cuando Isaías predijo a Acaz que el ataque fracasaría, y que Israel sería destruida y Judá se salvaría. Se cree que lo 65 años del versículo 8 abarquen el período desde la primera deportación de Israel, 74 A.C., hasta la colonización de la tierra con extranjeros por Esarhaddon, más o menos 670 A.C. (2 Reyes 17:24; Ez 4:2). 

    La "virgen" y su hijo "Emmanuel" (10-16). Esto se cita como "señal" para asegurar al escéptico Acaz su pronto alivio. Puede haber significado que en el plazo en que una joven entonces virgen, podría casarse, tener un hijo, y criarlo hasta la edad del discernimiento moral, las dos naciones invasoras serían destruidas. Pero ¿cómo sería "señal" esto? Una "señal" es un milagro, que se efectúa para fines evidenciales. No se le nombra a la "virgen" pero se hace referencia a algo muy fuera de lo común que había de suceder inmediatamente en la familia de David o sea en la propia casa de Acaz. Es un caso de la fusión de vistas de un horizonte cercano y otro lejano, tan común en los profetas. El carácter  real del niño se indica en el capítulo 8:8, y el contexto le identifica con el Niño Admirable del 9:6-7, que no puede ser otro sino el Mesías futuro. En este sentido se cita en Mat. 1:23. Así pues, mientras Isaías habla a Acaz de señales en su propia familia, la Casa de David proyecta ante su mente una imagen de una de las señales más grandiosas que aún había de presentarse en la familia davídica: el nacimiento virginal del Hijo Mayor de David. 

    Judá sería asolada por Asiria (17-25); la misma Asiria que ahora ayudaba a Judá contra Israel y Siria. Esto sucedió en vida de Isaías, quedando intacta solamente Jerusalén.    

8. "Maher-Salal-Has-Baz" 

    En relación con la invasión siro-israelita de Judá se menciona a tres niños: uno en la familia de David, "Emanuel" (7:13-14), y dos en la familia de Isaías, "Sear-jasub" (7:3) y Maher-salal-has-baz" (8:1-4). 

    "Sear-jasub" significa "Un remanente volverá". Cien años antes de que sucediera, Isaías da como hecho consumado el cautiverio babilónico, habla de un remanente que regresará, y con tal pensamiento en la mente nombra a su hijo. Aquel remanente, y su futuro glorioso, es rl tema principal del libro de Isaías. 

    "Maher-selal-has-baz" significa "El despojo se apresura, el botín  da prisa" es decir, Siria e Israel pronto serán saqueados. Nombrar así a su hijo para conmemorar la idea de un pronto rescate fue un recurso de Isaías para subrayar y dar énfasis a lo que ya había predicho en 7: 4, 7, 16. Sucedió en breve, tal como Isaías había afirmado. Los asirios victoriosos siguieron adelante hasta invadir Judá (conforme lo había predicho, cap 8), y solamente pudo detenerles la intervención directa de Dios (37:36).

    Así pues, los nombres de los hijos de Isaías incorporaban las ideas que diariamente predicaba: liberación presente, cautiverio venidero, y gloria futura. 

    Angustia y tinieblas del cautiverio (9-22). Se le manda a Isaías que escriba su profecía, y la conserve para el día de su cumplimiento (16). 

9. El niño admirable

     El telón de fondo de esta sublime visión del Mesías fue la caída de Israel, que Isaías acababa de predecir (caps 7 y 8). Zabulón y Neftalí (1), la región de Galilea, fue la primera en caer ante los asirios (2 Reyes 15:29). Pero esa misma región algún día tendría el honor y el orgullo de dar al mundo el Redentor de la humanidad, el Rey de los siglos. En 2:2-4 Isaías había dado una mirada al futuro reino universal de Sión; en 4:2-6, al Rey mismo (Juan 12:41); en 7:14 predice Su nacimiento virginal; y ahora en 9:6-7, con palabras majestuosas y bien meditadas presenta Su deidad y la eternidad de Su trono. Véase además los caps. 8 y 12. 

    La persistente impenitencia de Samaria (9:8-10:4). De acuerdo con su costumbre de alternar frecuentemente e inesperadamente entre sus propios tiempos y los futuros, Isaías vuelve de pronto sus ojos hacía Samaria. La mayor arte de Israel fue llevado cautivo en el 734 A.C., para Samaria se sostuvo hasta el 721 A.C. Estos versículos parecen corresponder a los 13 años de intermedio, durante los cuales el pueblo que restaba, en vez de enmendarse ante su espantoso desastre nacional , aún perseveraba en desafiar tanto a Dios como a los asirios. Es un poema de cuatro estrofas, terminándose cada una con el mismo refrán, para amonestar a Samaria de lo que le espera.   

10:5-34. El avance Asirio

    Esto fue escrito después de la caída de Samaria (11), en desafío de los orgullosos asirios que marchaban sobre Judá y hasta las puertas mismas de Jerusalén. Las ciudades de los vers. 28-32 estaban apenas al norte de Jerusalén. Dios había usado a los asirios para castigar a Israel, pero aquí les amonesta a que no sobreestimen su poderío (15)  y les promete una derrota humillante (26) como la de los madianitas a manos de Gedeón (Jueces 7:19-25) y la de los egipcios en el Mar Rojo (Ex 14). Ambos fueron milagros estupendos. Un año después de haber destruido Samaria, Sargón se volvió al sur, invadió Judá, 720 A.C., tomó algunas ciudades  filisteas, y derrotó al ejército egipcio. Nuevamente en 713 A.C. el ejército de Sargón (dirigió, según se cree, por Senaquerib su hijo) invadió Judá, Filistea, Edom y Moab. Y otra vez en 701 A.C. Senaquerib, a la cabeza de un vasto ejército, invadió al país. En esta ocasión Dios cumplió SU promesa, y dio a los asirios un golpe tan inesperado y tan violento que no volvieron más contra Jerusalén (37:36).      

11, 12. El "Renuevo" y su reino

    Una ampliación de 2:2-4; 4:2-6; 7:14 y 9:1-7. Después de predecir la derrota del ejército asirio, Isaías vuelve sus ojos repentinamente al futuro, y nos ofrece uno de los cuadros más gloriosos del mundo venidero que se halla en toda la Escritura entera. Un mundo sin guerras, bajo el reinado de un rey justo y benévolo de descendencia davídica, formado por los redimidos de todas las naciones juntamente con el remanente restablecido de Judá, en un día de triunfo en el cual haya sido depuesto todo elemento discordante, representado bajo la figura de los vecino enemigos de Judá. Si esto sucederá alguna vez en nuestro mundo de carne y sangre, o si será más allá del velo, no lo sabemos;pero que así ha de ser, es tan seguro como la salida del sol. El tema se continúa en 25:6. El cap. 12 es un canto de alabanza por aquel día de alegre triunfo, que Dios puso en boca de Isaías; uno de los cantos en el himnario del cielo, que todos cantaremos cuando lleguemos allá.  

13, 14:1-27. La caída de Babilonia

    En los días de Isaías, Asiria era la potencia dominante del mundo. Babilonia era una dependencia de Asiria. Babilonia se hizo potencia mundial en el 606 .C., y cayó en el 536 .C. Así pues, Isaías cantó la caída de Babilonia cien años antes de que surgiera. Por esto los críticos modernos opinan que estas palabras no pueden ser de Isaías sino de algún otro profeta posterior. Sin embargo, se dice específicamente que son palabras de Isaías (13:1).

    El esplendor que alcanzó Babilonia cien años después de los días de Isaías, como ciudad reina del mundo pre-cristiano, "hermosa de reinos" (13:19) y "ciudad de oro" (14:4) se describe aquí tal como si Isaías hubiese estado presente. Es un iluminación sorprendente de la mente de Isaías por el Espíritu de Dios. Pero el tema de la profecía es la caída de Babilonia, que se dibuja con minuciosidad pasmosa, que impresiona e influye temor reverencial. Como destructores de Babilonia cita a los medas (13:17-19), que en los días de Isaías eran un pueblo casi desconocido. 

    Lo esencial de la profecía: Babilonia desplazará a Asiria (14:25); Media desplazará a Babilonia (13:17); y Babilonia desaparecerá para siempre (13:19-22; 14:22-23). Para el cumplimiento de esta sorprendente profecía , véase bajo " Reyes 25.       

    El punto de interés especial para los judíos hermanos de Isaías era que la caída de Babilonia significaría la liberación de los cautivos (14:1-4). Un año después de la caída de Babilonia, Ciro el rey medo-persa dio un decreto para autorizar el regreso de los judíos a su propia patria (Esd 1:1). 

    Cien años después de Isaías, cuando Babilonia estaba en todo su poder, había deshecho al imperio asirio, y estaba destruyendo Jerusalén. Jeremías renueva la súplica de venganza de Isaías (Jer 50, 51). 

    Babilonia, opresora de judíos, fue contraparte y sombra de una potencia novotestamentaria que había de esclavizar a la Iglesia (Apoc. 17 al 19).

14:28-32. Filistea

    Del nombre de esta tierra de los filisteos se deriva el de Palestina. La "Culebra" (29) probablemente alude a Tiglat-pileser, que había tomado ciertas ciudades filisteas, y había muerto solamente un año antes de Acaz (28). El "basilisco" aún más venenoso y su fruto probablemente eran Sargón y Senaquerib, que completaron el asolamiento de Filistea. Los "mensajeros" (32) probablemente hayan sido embajadores filisteos que pedían la ayuda de Jerusalén contra los asirios. Otras denuncias contra los filisteos se hallan en Jer. 47, Amós 1:6-8, Sof 2:4-7 y Zac 9:5-7.

15, 16. Moab

    Moab era una meseta ondulada de fértiles tierras de pastoreo el este del Mar Muerto. Los moabitas eran descendientes de Lot (Gén 19:37), y por lo tanto nación emparentada con Israel. Esta era una profecías anterior de Isaías, pero que ahora se repite con un límite de tiempo de tres años (16:14). Las ciudades aquí enumeradas fueron saqueadas por Tiglat-pileser. 734 A.C., por Sargón, 713 a.C., y por Senaquerib, 701 a.C. No se  nos indica a cuál de éstos se refiere Isaías. Sin embargo, les advierte que sería para su bien renovar su lealtad a la casa de David (16:1-5), al mencionar lo cual aparece dentro de su visión la imagen del Mesías futuro (5). Los moabitas, en la persona de Rut, habían tenido parte en la fundación de la casa de David. Para otras referencias acerca de Moab véase Jer 48, Amós 2:1-3 y Sof 2:8-11. 

17. Damasco

    Una continuación del pensamiento del cap. 7, probablemente escrita más o menos al mismo tiempo, durante el ataque siro-israelita contra Judá 734 a.C., y cumplida poco después en las invasiones de Tiglat-pileser y de Sargón. Se dirige contra Israel también (3-4) por cuanto estaba aliada con Damasco. "Mirar a su Hacedor" (7); de 2 Crónicas 34:9 parece que el remanente del reino norteño volvió a Jehová. Termina con una visión de la destrucción de los asirios, después de su victoria sobre Siria a Israel (12-14. especialmente el 14, que parece una referencia directa a 37:36).          

18 Etiopía

    Etiopía era el Egipto meridional, cuyo poderoso rey de aquel tiempo reinaba sobre Egipto entero. Esta no es una profecía de destrucción, sino que más bien parece  referirse a la excitación y al llamamiento a las armas entre los etíopes con motivo del avance del ejército se Senaquerib sobre Judá, cuya caída dejaría abiertas las puertas para una marcha siria contra Egipto (1-3); al recate milagroso de Jerusalén (4-6; 37:36); y al mensaje de gratitud de Etiopía por la destrucción del ejército asirio (7; 2 Cr 32:23).

19. Egipto

    Un período de anarquía y de lucha interna (1-4). Esto comenzó durante la 25a dinastía, cerca del tiempo de la muerte de Isaías. "Señor duro" (4); poco después de la muerte de Isaías, Esar-hadon subyugó a Egipto, y lo repartió entre diferentes gobiernos títeres, cuyo papel principal era el de "matar, robar y saquear" a sus súbditos.    

    Profecía de la decadencia y desintegración de Egipto (5-17). Todo esto se cumplió. Véase Jer 46 y Ez 29.

    Penetración de la Religión de Judá en Egipto y Asiria (18-25). Después del cautiverio muchos judíos se quedaron en el valle del Eufrates, ya gran número de ellos emigraron a Egipto. Alejandría, segunda ciudad del mundo en tiempos de Jesús, era predominantemente ciudad judía. Allí se hizo la traducción Septuaginta del A.T. En Heliópolis (Ciudad del Sol, v. 18 Torres Amat) se levantó en 149 A.C. un templo. conforme al modelo del de Jerusalén, como centro de culto para los judíos egipcios; se cree que esto haya sido el "altar" del v. 19. Al tiempo de la venida de Cristo la nación hebrea estaba formada por tres divisiones principales; la palestina, la egipcia y la mesopotamia, unidas por carreteras (23), de manera que Israel era una especie de nación triple (24). Estas regiones fueron además de entre las primeras en aceptar el cristianismo. Así pues, este capítulo ofrece un esquema anticipado bastante exacto de cierta fase de la historia de Israel durante los siguientes 600 años.      

20. Egipto y Etiopía 

    Isaías anuncia su derrota y cautiverio, para prevenir a Judá que no espere ayuda de egipcia contra asiria. "Andar desnudo" (2-3); probablemente no del todo, sino vestido como cautivo; y probablemente no de manera continua sino a intervalos durante un plazo de tres años. Esto fue en el 713 A.C. La profecía se cumplió 12 años después. Los anales de Senaquerib para 701 a.C. dicen: "Peleé contra los reyes de Egipto, logre su derrota, y tomé vivos gente de los carros e hijos del rey." Esar-hadon asoló aún más a Egipto (véase bajo 19:1-4). "Tartán" (1) no es nombre de persona sino título oficial, equivalente a "comandante en jefe". "Sargón" (1) es la única mención conocida de su nombre, hasta que excavaciones arqueológicas del siglo pasado le revelaron como uno de los más grandes monarcas asirios.  

21. Babilonia, Edon, Arabia 

    Babilonia (1-10), rodeada de un vasto sistema de diques y de canales, era como ciudad en al mar. Esta es una predicción gráfica de su caída. La mención de Persia y Media (2) señalan su toma por Ciro, 536 a.C. Véase además bajo los caps. 13 y 14. 

    Duma (11-12) era el nombre de un distrito al sur de Edom, y se usa aquí en representación de Edom, cuyo distrito central era Seir. La pregunta parece ser, ¿llegarán hasta Edom las devastadoras invasiones asirias? La contestación del profeta parece ser intencionalmente ambigua. Véase además 34:5-17. 

    Arabia (13-17) era el distrito entre Edom y Babilonia. Dedanim, Tema y Cedar eran prominentes tribus árabes. Se predice que sufrirán un golpe aplastante dentro de un año. Sargón invadió Arabia en el 716 a.C.   

22. Jerusalén

    "Valle de la visión." Las colinas en que levanta Jerusalén están rodeadas de valles, con montes más altos a distancias. Era además el lugar en donde se revelaba Dios. Aquí se le redarguye por haberse entregado a excesos temerarios mientras estaba sitiada por el ejército asirio. Sus preparaciones para la defensa (9-11; 2 Cr 32:3-5) lo incluían todo, menos el volverse hacia Dios.  

    Degradación de Sebna (15-25). Como alto oficial de la casa de David, quizás haya sido cabecilla en la conducta frívola de la ciudad en presencia del gran peligro. En la elevación de Eliaquim al oficio, pueden verse alusiones vagas de aspecto mesiánico (22-25).  

23. Tiro

    Tiro había sido desde hacía siglos el centro marítimo del comercio del mundo. Había fundado colonias suyas en todas las costas del Mediterráneo. El grano de Egipto era uno de los principales artículos con que comerciaba. Padeció espantosamente a manos de los asirios, que recientemente habían extendido su poderío sobre Babilonia (13). Aquí se predice su destrucción, asolamiento durante 70 años, y restauración. Se cree que esto se refiera a su subyuga miento por Nabucodonosor. Véase además bajo Ezequiel 26 al 28.  

24 al 27. Destrucción final de la tierra

    En los capítulos 13 al 23 se pronunciaron juicios contra determinadas naciones. Aquí se trata del juicio final contra el mundo entero.  

24. Convulsiones mundiales

    Esta visión parece relacionarse con el mismo período de que habló Jesús en Mateo 24. Dibuja las terribles calamidades bajo las cuales la tierra, con todas sus castas, vocaciones, y distinciones sociales, desvanecerá; provocadas, así como el Diluvio, por la maldad del hombre. Tal como dice Jeremías de Babilonia, que "será anegada y no se levantará" (Jer 51:64(, así dice aquí Isaías de la tierra (20). Más adelante, mira más allá hacia "nuevos cielos y nueva tierra" (65:17-66:24).

25. Abolición de la muerte

    Aquí Isaías se transporta más allá del estrépito de los mundos, hasta la edad de los nuevos cielos y nueva tierra, y pone en boca de los redimidos un canto de alabanza a Dios por sus maravillosas obras. Lo más admirable de todo es la destrucción de la muerte (8), "en el monte" (6) de Jerusalén. Esto no puede referirse sino a la resurrección de Jesús de entre los muertos, única y sola cosa que ha anulado la muerte y ha traído a la humanidad la garantía de vida eterna; el "convite de engordados" para todos los pueblos (6), el evento que "enjugará toda lágrima de todos los rostros". La mención de Moab en relación con esto (10) es ejemplo de la costumbre mental de Isaías, de alternaciones abruptas entre la gloria futura y las circunstancias presentes y locales. Puede ser que aquí emplea la suerte de Moab, rival eterno de Israel y a menudo su enemigo, como típica de la suerte de los enemigos de Sión en general.     

26. Un canto de confianza y triunfo

    Una continuación del canto del capítulo anterior. "Fuerte ciudad" (1); metrópoli central del pueblo de Dios. "Ciudad exaltada" (5); fortaleza tipificada de los malos. El v. 3 es magnífico; el mejor de todo el capítulo es el 19; la resurrección. En el 25:8 se habla de la resurrección de Cristo; aquí, de la resurrección general del pueblo de Dios. "Descubrirá sus sangres" (21); en el día del juicio, en el cual el largo reino de los hombres, de maldad y de derramamiento de sangre, será sacado a la luz y vengado. 

27. Restauración de la viña de Dios

    El 5:1-7 Isaías cantó la endecha fúnebre de la viña de Dios. Aquí entona un canto de gozo porque esa viña vuelve a la vida. !Hermosa figura del cristianismo que florece del remanente de Judá asolada y extiende su benigna influencia por toda la tierra entera! "Leviatán" "serpiente" y "dragón" de v. 1 quizás signifiquen Asiria, Babilonia y Egipto; o nombres simbólicos de los poderes del mal. Castigos correctivos contra Judá (7-11). Acogimiento final de Israel en la iglesia triunfante (12-13). 

    "En aquel día", vs. 1, 2, 12, 13. Nótese cuán a menudo Isaías usa la frase: 4:2; 7:20, 23; 11:10, 11; 12:1; 14:3; 17:4, 7, 9; 19:16, 18, 19, 23, 24; 22:12; 26:1; 28:5; 29:18; 30:23 etc. Casi podríamos llamar "aquel día" el tema del libro, con divisiones y frases acerca de "aquel día" y el de Isaías entremezcladas. 

28. Denuncias contra Samaria y Jerusalén

    Dejando las visiones de "aquel día", Isaías advierte severamente a su propio pueblo, entregado a excesos sensuales, de calamidades que se avecinan, tal como en el cap. 22. Evidentemente esto era antes de la caída de Samaria (721 a.C.). "Hermosura de su gloria" (1): Samaria, capital del reino del norte, estaba situada sobre una colina redondeada, en un valle rico y hermoso, coronada de lujosos palacios y huertos". "Un fuerte" (2); el poder asirio, que tomó Samaria después de un sitio de tres años, pero fue devuelta desde "la puerta" (6) de Jerusalén. Los ebrios escarnecedores llamaban infantes las advertencias de Isaías (9-10); éste contesta (11-13) que hallarán el cautiverio asirio tan monótono como las amonestaciones de él. "Varones burladores" (14-22); Ezequías era un buen rey, pero muchos nobles poderosos de su gobierno despreciaban tanto a Isaías como a Jehová, y confiaban en sus propias fuerzas y las de Egipto. "Concierto con la muerte" (15); su alarde despreciativo. "Piedra de cimiento" (16); la promesa de Dios a David, en la que debían de haber fiado. "Obra extraña" (21); Dios castiga a Su propio pueblo con la espada de los extraños. Consuelos para los fieles (23-29); el significado de estas palabras parece ser que el pueblo de Dios necesita de un trato variado y acorde con su estado.    

29. El sitio inminente de Jerusalén

    "Ariel" (1); nombre de Jerusalén, que significa "el león de Dios", que desafía y mantiene a raya al ejército asirio. La ciudad debía padecer las privaciones de un prolongado sitio (2-4). El ejército sitiador, compuesto de soldados de muchas naciones, sería destruido de repente (5-8); lo que pronto se cumplió (37:36). Ceguera de Sión hacia su Dios, aun mientras Le honra de labios (9-16) a la vez que sustituye la Palabra de Dios con mandamientos de hombres. Jesús citó esto aplicándolo a los fariseos de Sus días. Es todavía cierto de muchos religionarios . "Prodigio grande" (14); el recate milagroso de Jerusalén (37:36). El campo y el bosque cambian de lugar (17-24); quizás este lenguaje difícil sea una alusión al día en el cual los gentiles habían de ser injertados en el pueblo de Dios (Rom. 11).

30. Confianza de Judá en Egipto

    Caravanas cargadas de ricos presentes atraviesan los desiertos poblados de fieras del sur, para buscar la ayuda de Egipto (6-7). La cautividad de Judá (8-17). Egipto de nada había de valerse; Judá sería quebrantada. Esto debía escribirse en un libro, para que generaciones venideras pudieran saber que fue predicho. Así sucedió cien años después, a manos de Babilonia. Restauración de Judá luego de un período de castigo (18-26). La destrucción de Asiria (27-33). El ejército asirio fue derrotado en breve  (37:36); y cien años después fue destruido su imperio. 

31.  La promesa de restauración

    Una y otra vez Isaías afirma su confianza en el éxito triunfante de la crisis asiria de Sión (37:36), cuyo evento que se avecinaba parece formar el telón de fondo de casi cada versículo de este capítulo.    

32. Reinado del Mesías

    Mientras Isaías medita en la secuela gozosa de la liberación de Sión del ejército asirio, y el prestigio grandemente aumentado de que gozará el reino de Ezequías, entra en la perspectiva lejana de su visión un cuadro del Rey futuro davídico, hacia el cual toda la profecía del A.T. señalaba, y toda la historia del A.T. convergía, bajo cuyo reino justo y bienaventurado las personas y las cosas se verán y serán llamados como realmente son. Es difícil ver el eslabón entre esto y el discurso digresivo a las "mujeres indolentes" o descuidadas (9-15). Parece que había en la corte un grupo influyente de mujeres irreligiosas que se oponían a todo cuando Isaías personificaba (3:12, 16-26). Su significado aquí parece ser que entre la derrota del ejercito asirio y el reino del Mesías había intermediar un período  de asolamiento. Los "Montes" y la "ciudad" (19); el ejército asirio, y la ciudad de Nínive, o las fuerzas centralizadas del mal en lo últimos tiempos. "Sembrar junto a todas las aguas" (20); la época feliz de la prosperidad restablecida; o la fidelidad paciente en la senda del deber diario, como expresión de confianza en Dios, en espera de esa época.        

33. En víspera de batallas

    Los capítulos 28-33 pertenecen a los días sombríos del sitio asirio de Jerusalén, tal como se relatan en los capítulos 36-37. El ejército de Senaquerib estaba saqueando las ciudades y devastando los campos (8-9).

    Los negociaciones de paz habían fracasado (7). Senaquerib había recibido un fuerte pago de dinero, pero había violado alevosamente su convenio (8) y avanzaba sobre Jerusalén. El pueblo estaba lleno de pánico (13-14) excepto aquellos que confiaban en Dios (2, 15.16). En medio de todos ellos Isaías con toda calma asegura al pueblo que Dios herirá de espanto al enemigo, y que huirá dejando gran botín (3-4); Dios mismo protegerá a Jerusalén, como ancho río circundante sobre el cual los barcos del enemigo se desintegran y se hunden (21-23) Véase capítulos 36, 37.   

34. Ira de Dios sobre las naciones

    Así como el capítulo 24, este parece ser una visión de los tiempos finales, siendo Edom muestra representativa de la ira de Dios. En un tiempo populoso y fértil, es ahora una de las regiones más desoladas de la tierra, habitada principalmente por animales, aves y reptiles nocivos (10-15). Véase bajo Abdías. Nótese el reto de Isaías a las generaciones futuras, para que comparen sus palabras con lo que habrá sucedido en Edom (16-17).

35. El día de la Iglesia triunfante

    Uno de los capítulos más selectos de toda la Biblia; un poema de belleza excepcional y sobresaliente. Un cuadro de los últimos tiempos,  cuando la Iglesia, después de la larga aflicción, brilla por fin en todo el fulgor de su gloria celestial. Los versículos 5-6 parecen ser una previsión de los milagros de sanidad de Cristo. El cuadro de los cautivos que regresan en el camino (8-10) es una representación exquisita de los redimidos que vuelven al hogar celeste con Dios. 

37. Derrota del ejército Asirio

    Esto se relata tres veces: aquí, 2 Reyes 18-19, y 2 Cr 32. Es uno de los milagros más estupendos del A.T.; en una noche el ejército asirio es destruido por un golpe directo del cielo (37:36). Era el gran clímax que Isaías repetidamente había predicho (10:24-34; 17:12-14: 29:5-8, 14; 30:27-33; 31:4-9; 33:3-4, 21-23; 38:6). Estos capítulos parecen ser un relato combinado de dos invasiones. Senaquerib, como generalísimo de los ejércitos de su padre Sargón, invadió Judá en 713 a.C. y tomó muchas ciudades de Judá. Ezequías le pagó tributo, 2 Reyes 18:14-16. Vino otra ve, 701 a.C., en cuya ocasión le hirió el ángel de Dios. Véase 2 Reyes 17.    

38, 39.Enfermedad de Ezequías. Los embajadores Babilónicos

    Estos dos capítulos pertenecen cronológicamente antes del capítulo 37, pero se colocan después, probablemente para que sirvan de introducción (39:6) a los capítulos del cautiverio babilónico que les siguen. La enfermedad de Ezequías fue 15 años antes de su muerte (38:5)  o sea en el 712 a.C. Su restauración milagrosa había despertado interés en Babilonia (2 Cr 32:31; Isa 37:7-8). Sin duda la embajada babilónica a Jerusalén parecía sospechosa en Senaquerib, y puede haber apresurado su segunda invasión.   

40-66. Rapsodias magníficas del futuro

    Durante la mayor parte de su vida Isaías había vivido bajo la amenaza del temido imperio asirio. Asiria había destruido la parte norte de Israel, 734 A.C.; el resto del reino norteño, 721 A.C.; había invadido Judá,  713 A.C.; y en 701 a.C. había tomado todo Judá excepto Jerusalén. Durante todos estos años Isaías había predicho  constantemente que Jerusalén se sostendría. Así había sucedido. Esto fue la gran hazaña de la vida de Isaías. Había salvado su ciudad cuando la destrucción parecía inevitable. Pero ya pasada la crisis asiria, habiendo Isaías predicho que Jerusalén caería más adelante bajo Babilonia (39:6-7), da por hecho el cautiverio babilónico, y mentalmente toma lugar entre los cautivos. Tan vívidas era algunas de sus visiones que habla del futuro como ya pasado. 

¿Dos Isaías?

    En ninguna parte del libro, de la Biblia, ni de la tradición hebrea no cristiana, hay mención, ni siquiera vislumbre, de dos o más autores. Un "segundo Isaías" es un mito de la escuela crítica moderna. El libro de Isaías, en nuestra Biblia, y en los días de Jesús, es y era un libro, y no dos. No es obra de retazos; de principio a fin se le caracteriza una unidad de pensamiento, expuesto en lenguaje de lo más sublime, que lo hace una de las obras más grandiosas que jamás se hayan escrito. Si como sostiene la escuela crítica, la última mitad fue escrita por un "profeta desconocido" del cautiverio, !lastima que no se conozca el autor de la obra más sublime de toda la literatura! No creemos en tal cosa como un "déutero Isaías". 

40. Voces de consuelo

    Algunas de las frases parecen ser palabras de ángeles que claman a Isaías, o unos a otros, en exaltación sobre las maravillas guardadas para el pueblo de Dios cuando la larga noche de aflicción haya terminado. El tema de versículos 1-11 es la venida de Cristo. Todos los cuatro Evangelios citan 3-5 como referencias de Su venida a la tierra (Mat 3:3; Mar 1:3; Luc 3:4-6; Juan 1:23). La mención de la permanencia eterna de la Palabra de Dios, en relación con esto, significa que las promesas proféticas de Dios no pueden faltar; Cristo y el cielo son seguros. El poder infinito de Dios, y la eterna juventud de los que confían en El, son el tema de los versículos 12-31. Es un capítulo magnífico.              

41. Surgimiento de Ciro

    A Ciro no se le nombra aquí, pero sí en 44:28 y 45:1. Es sin duda alguna el "del oriente" (2) y "del norte" (25; todo ejército del oriente penetraba en Palestina desde el norte). Isaías murió 150 años antes de los días de Ciro, y sin embargo aquí nos presenta una visión de su rápida conquista del mundo, que se atribuye a la providencia de Dios (4). Aterrados ante el rápido avance de los ejércitos de Ciro, las naciones se entregan febrilmente a la fabricación de sus dioses (5-7) cuya protección esperan. Jehová promete proteger a Israel (8-20), y luego reta a los dioses de las naciones a que demuestren su capacidad de predecir el porvenir (21-29). Véase además bajo cal capitulo 44 .     

42. El siervo de Jehová

    Otra visión del Mesías venidero y SU obra entre las naciones (1-17).  Como tal se le cita en Mat. 12:17-21. Pero en los vs. 18-25 el siervo de Jehová es la nación de Israel, que hubo de ser castigada una y  otra vez por su ceguedad y perversidad. 

43. Cuidado divino de Israel

    Dios había formado para Sí mismo la nación, cuya desobediencia había sido incesante. Con todo, era la nación de Él, y a través de sus pecados y sus padecimientos El obraría para mostrar al mundo entero que Él,y Él solamente, es Dios. 

44, 45. Ciro

    Estos dos capítulos predicen el regreso de Israel del cautiverio, bajo Ciro, con énfasis especial en el poder único de Jehová de predecir el porvenir. Ciro, rey de Persia, reinó 538-529 a.C. Permitió el regreso de los judíos a Jerusalén, y dio un decreto que autorizaba al construcción del Templo (2 Cr 36:22-34; Esd 1:1-4). Isaías profetizó en 745-695 a.C., más de 150 años antes de los días de Ciro. Sin embargo le llama por nombre, y predice que reconstruirá el Templo, que en los días de Isaías aún no había caído.    

    El argumento principal de estos dos capítulos es que el poder de Jehová para predecir lo futuro demuestra Su superioridad sobre los ídolos, idea que aparece a menudo en los capítulos 40 al 48 (41:21-24; 42:8-9; 43:9-13; 44:6-8; 45:20-21; 46:9-11; 48:3-7). El llamar a Ciro por nombre mucho antes de haber éste nacido se da como muestra del poder de Jehová para "hacer entender lo que ha de venir" (45:4-6). SI esto no es una predicción, ni siquiera hace sentido, en el contexto en que se usa. Los críticos que relegan estos capítulos a alguna fecha postexílica tienen ideas un tanto extrañas de la unidad contextual.     

    El que la profecía de lo por venir es una evidencia de la Deidad, era una de las principales tesis de Isaías. Gustaba mucho de ridiculizar a ídolos e idólatras, diciendo, "Estos dioses que adoran las naciones no pueden ni aun hacer lo que hacen los hombres; no ven, ni hablan, ni oyen. Pero nuestros Dios a Quien adoramos en nuestra nación hebrea, El no solamente hace lo que puede el hombre; hace lo que el hombre no puede; predice lo que ha de venir". Luego Isaías invita una conferencia de naciones a una comparación de dioses, y pregunta si hay nación alguna que tenga en su literatura profecías antiguas de cosas que después se hayan cumplido. Nosotros, dice, tenemos en nuestros anales nacionales una corriente continua de profecías de cosas que luego continuamente se han cumplido. El autor de este libro desearía hacer la misma pregunta ahora, que hizo Isaías hace 2600 años: Fuera de nuestra Biblia, ¿hay en la literatura del mundo entero, religioso, político, filosófico o poético, predicciones desde tiempo antiguos del panorama entero de la historia religiosa del hombre? ¿No es una de las evidencias de que el antiguo Libros es obra de una mente más grande que la del hombre?

46-48. La caída de Babilonia

    Una continuación de capítulos 13-14. Advierte a Judá que no se deje influir por los dioses lujosos de Babilonia (46:4-7) ni titubee en creer las predicciones de Dios (46:8-13). La multitud de ídolos, de hechiceros y agoreros de Babilonia de nada servirían con los ejércitos de Ciro (47:12-15). Más bien las imágenes de oro de sus ponderados dioses, incapaces de salvar a la ciudad y ni aun a sí mismas, serían cargadas sobre bestias y carros como presa (46:1-2). Reafirma el poder único y exclusivo de Dios, de predecir y controlar el curso de la historia; reprende a Israel por su renuencia a confiar en Él un en Sus predicciones, y su propensión a la idolatría. Es otra profecía solemne de la caída de Babilonia a manos de Ciro, y el rescate de los judíos. "Jehová lo amó" (48:14) ; a Ciro, monarca de singular nobleza y rectitud.     

49, 50. El siervo de Jehová

    En los capítulos anteriores 40-48 vimos el pensamiento prominente de las profecías de Jehová acerca del futuro, como evidencia de Su deidad. 

    En los capítulos 49-55 el pensamiento gira alrededor del Siervo de Jehová. En algunos pasajes el Siervo parece ser Israel como nación: en otros, el Mesías, Aquel en quien Israel se había de personificar, y en quien las promesas dadas a Israel hallarían su cumplimiento. Los pasajes están íntimamente entrelazados; el contexto indica a cuál de los dos se refiere.  

    Es un resumen de pensamiento que han venido acumulándose (41:8; 42:1, 19; 43:10; 44:1, 2, 21; 49:3-6; 52:13; 53:11).

    Estos capítulos parecen ser una especie de soliloquio del Siervo, entremezclado con algunas contestaciones de Dios, y tratando principalmente de su obra de traer a Dios todas las naciones del mundo. 

51, 51. Redención y restauración de Sión

    La liberación de Israel de los padecimientos del cautiverio es tan segura como las admirables obras de Dios en el pasado. Es parte del plan eterno de Dios a través de los siglos, comenzando con una sola pareja (51:2) y culminando en un mundo redimido y de eterna gloria (51:6). El capítulo 52 es un canto del día del triunfo de Sión. 

53. EL siervo de Jehová, varón de dolores

    Uno de los capítulos más amados de toda ,a Biblia. Un cuadro del Salvador doliente, que comienza desde 52:13. Tan vívidos son los detalles, que casi creeriamos que Isaías se hallaba al pie de la cruz. Tan claro está en su muerte, que habla en tiempo pasado, como si ya hubiera sucedido. No es posible, aplicarlo a otra persona alguna en toda la historia; sin embargo, fue escrito siete siglos antes del Calvario.

54, 55. La vasta expansión de Sión

    En virtud de sus padecimientos, el Siervo de Jehová había de rejuvenecer a Sión y conducirla adelante y hacia arriba, hasta alturas vertiginosas de expansión sin límites y de gloria sin fin. El capítulo 55 es la invitación del Siervo al mundo entero, a que entre en Su reino y comparta Sus bendiciones.     

56-59. Pecados de los tiempos de Isaías

    Profanación del sábado; glotonería de los caudillos de Israel; predominio de la idolatría  y de sus viles costumbres; minuciosidad en el ayunar, a la par de la injusticia más descarada. todo había de ser vengado severamente. 

60-62. El redentor de Sión

    Un canto de la era mesiánica, comenzando desde 59:20 y presentando una época de evangelización mundial que luego se entremezcla con la gloria eterna celestial. El capítulo 60, que continúa el pensamiento del 59 y representa a reyes y naciones que desde todo el mundo convergen en Sión para traer su homenaje al Rey de Sión, es uno de los más grandiosos de la Biblia. Jesús citó el 61:1-3 aplicándolo a Sí mismo (Luc 4:18). El "nuevo nombre" de Sión (62:2); en 65:15 se repite que los siervos de Dios recibirán "otro nombre". Hasta la venida de Cristo, el pueblo de Dios era llamado "judíos" o "hebreos".Después, fueron llamados "cristianos" . "Corona de gloria" (62:3): loes la Iglesia para Dios. Aun cuando la iglesia visible ha sido corrompida por los hombres y ha sido cualquier cosa menos una "corona de gloria", sin embargo esto es cierto del cuerpo de los santos fieles de Dios. Por toda la eternidad serán Su deleite y gozo (3-5). 

63, 64. Oración de los exiliados

    Es un poco difícil ver el por qué de la mención de Edom en estos versículos 1-6 (cap. 63). Excepto estos seis primeros versículos, los dos capítulos son una oración a Dios, pidiendo la liberación de la nación cautiva. Los idumeos, enemigos seculares de Israel, es habían unido a los babilonios en la destrucción de Jerusalén (véase bajo Abdías) y quizás aquí se usan para simbolizar a todos los enemigos del pueblo de Dios. El Guerrero "salpicado de sangre" que " huella" a Edom en su furor, "grande para salvar" a Sión, es idéntico con el Redentor de Sión de los tres capítulos anteriores. El lenguaje se usa como base para la descripción de la venida del Señor en Apoc. 19:11-16. 

65, 66. Nuevos cielos y tierra nueva

    Estos dos capítulos son la respuesta divina a la oración de los exiliados en los dos capítulos anteriores. La oración será contestada. El remanente fiel será restaurado (65:8-10). Los desobedientes serán del todo destruidos (65:2-7, 11-12). Otras naciones serán traídas al redil  (65:1; 66:8). Todos serán llamados por un nombre nuevo (65:15). Heredarán nuevos cielos y nueva tierra (65:17; 66:22). No hará falta en esa nueva orden templo ni sacrificio (66:1-4). Los fieles y los desobedientes serán separados para siempre, con bienaventuranza eterna para los unos y castigo eterno para los otros (66:22-24).  Jesús mismo ratifico estas palabras (Mar 9:48). El último mensaje de Pedro a los cristianos fue, que tuvieran la vista fija en los nuevos cielos y la nueva tierra (2 Ped 3:10-14). La Biblia alcanza su clímax final en una visión magnífica de estos nuevos cielos y nueva tierra (Apoc. 21, 22) que forma un ensanchamiento de Isaías 66.         

 

Resumen de las profecías de Isaías

Cumplidas en sus Propios Días:

Cumplidas Después de los Días de Isaías:

Acerca del Mesías:

    En parte cumplidos; en parte por cumplirse

(Compendio Manual de la Biblia. Halley p.254)