Comentario 

Números

Comentario de Números

Los Cuarenta Años en el Desierto

Viaje de Israel a la Tierra Prometida

Bosquejo y Cronología del Viaje

    

Capítulo 1. El Censo

    Este censo, tomado en el monte Sinaí, dio por resultado 603.550 varones mayores de 20 años, fuera de los levitas (45-47). Otro censo 38 años después; a orillas del Jordán, dio 601.780 (véase bajo capítulo 26).

Capítulos 2-4 Organización del Campamento

    Cada detalle se dispuso con precisión militar, como era necesario para manejar a tan grande multitud. La disposición de las tribus era como sigue: 

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    Cuando se levantaba el campamento; Judá y las tribus del este encabezaban la marcha. En el centro, el Tabernáculo era escoltado por las tribus del sur y oeste; y las del norte formaban la retaguardia. 

Capítulos 5, 6. Un Grupo de Leyes

    Sobre los leprosos; la restitución; sospechas de adulterio; votos; y hermosa bendición de 6:24-26. 

Capítulos 7-9. Preparación para el Viaje

    Ofrendas de los Príncipes. Dedicación del Tabernáculo. Consagración de los Levitas. Celebración de la Pascua. La Nube, 9:15-26; véase bajo Ex 13:21.

Capítulos 10-11. En Marcha hacia la Tierra Prometida

    Habían estado en el Monte Sinaí un año. Se levantó la nube, y se tocaron las trompetas de plata. Judá encabezó la marcha, y ya estaban en camino.

    Pasados tres días, en Tabera, comenzaron a murmurar (10:33; 11:1-3). Era su especialidad; sabían quejarse de todo. Dios les mandó codornices, pero también les envió una plaga. Véase bajo Ex 16.

Capítulo 12. Sedición de María y Aarón

    Antes de terminarse el asunto la pobre María deseaba no haberlo comenzado nunca. Moisés era "muy manso" (3) !Característica admirable en uno de los hombre más grandes de todos los tiempos! Jesús, con toda la potestad del cielo en Su mano, era "manso", y dijo: "Bienaventurados los mansos" (Mat 5:5; 11:29).

Capítulos 13, 14. Envío de Doce Espías

    Moisés se disponía a ir directamente desde Sinaí a Canaán. Marchó en línea recta a Cades, 240 km. al norte del Sinaí y 80 al sur de Beerseba, punto de entrada al sur de Canaán, pensando penetrar de una vez.

    Pero los espías trajeron un informe desalentador, y el pueblo tuvo temor. Se negaron a seguir adelante, y habrían apedreado a Moisés si no fuera por la intervención milagrosa de Dios. Este fue el punto decisivo del viaje. Con la Tierra Prometida a la vista, se devolvieron. Para ellos, la oportunidad jamás volvió. Caleb y Josué, los dos espías que querían seguir adelante, fueron los únicos de los 600.000 mayores de 20 años que vivieron hasta entrar en Canaán. 

Capítulos 15, 18, 19. Reglamentos sobre Ofrendas, Sacerdotes y Levitas

    Más adelante sobre Lv 1-9, entremezclados con incidentes en el desierto.   

Capítulos 16, 17. La Rebelión de Coré

    Celoso de Moisés, Coré trató de usurpar la jefatura. Moisés recurrió directamente a Dios, como lo hacía siempre y en todo. Y Dios puso fin al asunto al momento. Se abrió la tierra, y tragó a los rebeldes. 

Las Dificultades de Moisés

    Por cierto que fueron muchas. Comenzaron éstas apenas salió de Egipto. Los amalecitas atacaron inmediatamente, y también un año después en Cades; quizás hubo muchas otras luchas con ellos en aquellos 40 años. Edomitas, moabitas, amonitas y madianitas, todos se unieron para cerrar el paso de Israel hacia Canaán.  

    Su propio pueblo, libertado de Egipto y sustentado por tan grandes milagros, murmuraba y murmuraba, se quejaba y quejaba, y se revelaba y revelaba. Comenzó a quejarse en Egipto. Luego frente al Mar Rojo. Luego en Mara; en el desierto de Sin; en Refidim; en Tabera; Hazerot, y Meriba; y ahora en Cades, a la vista de la tierra prometida, se negaba a seguir adelante. Casi quebrantó el corazón de Moisés aquel pueblo rebelde. 

    Además, tuvo dificultades sin fin con los propios jefes de su confianza. Aarón hizo el becerro de oro en el Sinaí. Aarón y María trataron de usurpar su autoridad (cap.12). 1o de los 12 espías encabezaron al pueblo que se negaba a entrar en Canaán. Tan grande fue su amargura, que estaban dispuestos a apedrear a Moisés (14:10; Ex 17:4).

    Y para colmo de todo, no se le permitió a Moisés entrar en la Tierra Prometida, sueño de su corazón durante toda su vida.

    Si no fuera por la maravillosa gracias de Dios, no vemos cómo puedo haber soportado tanta prueba. Pero cuando, a orillas del Jordán, Dios le llevó a Canaán sino a la patria superior, entonces entendió todo.  

Capítulo 20. La Salida Final hacia Canaán

    Parece haber entre los capítulos 19 y 20 una laguna de 38 años, que abarca el intervalo entre la primera llegada a Cades (13:26) y la salida final desde Cades a Canaán. En el capítulo 33 hay una lista de campamentos, 40 en total, desde Egipto hasta las llanuras de Moab. De éstos, 18 estuvieron entre Ritma y Cades. Se cree que Ritma haya sido otro nombre de Cades.  

    Juzgamos pues, de la expresión "en Cades por muchos días" (Dt 1:46) y la mención de estos 18 campamentos entre la primera llegada a Cades y la segunda, que posiblemente Cades haya sido una especie de cuartel general con estos otros campamentos más al sur hacia el Sinaí, conforme Dios les dirigía. No viajarían todo el tiempo; estarían una temporada en cada sitio, con sus rebaños y ganado sobre las colinas y en los valles vecinos, y luego seguirían adelante por indicación de la columna de nube.  

    El pecado de Moisés que le costó la entrada a la Tierra Prometida, parece haber sido el no dar a Dios la gloria por el milagro del agua de la peña (20:10, 12).

    María, Aarón y Moisés todos murieron, terminada su obra, en un mismo años; María en Cades (1), Aarón en el Monte Hor (28) y Moisés en el Monte Nebo (Dt 32:50; 34:1, 5). María era de unos 130 años, Aarón de 123, y Moisés de 120. 

    "Reunido a su pueblo" (24) es una hermosa expresión del A.T. que habla de reunión con seres amados más allá de la tumba. 

NOTA ARQUEOLÓGICA

    Cades. Cades-barnea (20:1; Dt 1:19) generalmente se identifica con Ain Kadees, oasis "extraña belleza" alimentada por dos fuentes de agua pura que fluyen del pie de una peña de roca. A un lado hay una fuente seca. Cobern cree que Moisés golpeó la peña arriba de la fuente seca; golpeó "dos veces" (20:11) y brotaron estas dos fuentes nuevas, que aún fluyen. 

Capítulo 21. De Cades al Jordán

    Quizás la coalición de amalecitas y cananeos inmediatamente al norte de Cades haya parecido demasiado fuerte para que Israel intentara la ruta directa hacia Hebrón. De todas maneras, Dios tenía otros planes.

    Salió Israel hacia el este, para subir por la costa este del Mar Muerto, atravesando el territorio de Edom; pero éste negó su permiso.

    Entonces Moisés volvió al sur, a lo largo del valle desolado del Akaba, que se extiende desde el Mar Rojo hasta el Mar Muerto, "desierto grande y terrible", en un jira larga, indirecta y peligrosa para pasar al este de Edom y Moab y luego al norte por las fronteras de Arabia, probablemente siguiendo la ruta del actual ferrocarril de La Meca, hasta Basán al este del mar de Galilea, y de allí al suroeste hasta las llanuras de Moab, frente a Jericó. Dios mandó a los israelitas que no atacaran a  los edomitas, moabitas ni a los amonitas, aun cuando estos trataran de estorbarles el camino. 

    Serpientes Ardientes, 6-9. Un cuadro profético del Evangelio. Así como los mordidos por las serpientes venenosas debían mirar a la serpiente de bronce para ser sanados, nosotros, mordidos por aquella serpiente antigua, el diablo, miramos a Jesús y vivimos (Juan 3:14). 

    Más tarde, los israelitas hicieron de la serpiente de bronce un ídolo y quemaron incienso delante de ella, hasta que a los 700 años Ezequías la destruyó, dándole el título despectivo de "pedazo de bronce" (Nehustan, 2 Reyes 18:4). Era un mal uso de esa figura, pero es evidencia de la verdad histórica del incidente.   

    Conquista de Galaad y Basán, 21-35. Los amorreos, que habían cruzado al este del Jordán desplazando a los amonitas, atacaron a Israel. Moisés se había abstenido escrupulosamente de atacar a las naciones por cuyo territorio había pasado; pero ahora que los amorreos le atacaban, contra-atacó y tomó su territorio. Entonces le atacó Basán, a quien también derrotó, y así el territorio al este del Jordán era suyo.  

NOTA ARQUEOLÓGICA

    La Ruta de Israel. Excavaciones recientes han descubierto las ruinas de centenares de ciudades fortificadas que antes cubrían las colinas de Moab, Amón y Galaad, y que indican una densa población de pueblos poderosos en los días de Moisés.  

Capítulos 22-25. Balaam

    Sus profecías son una predicción admirable del lugar influyente de Israel en la historia por medio de una "Estrella" (un gobernante notable) que se levantaría de Jacob (24:17). Aun cuando Dios se sirvió de él para dar una profecía verídica, por dinero Balaam instigo el pecado vergonzoso de Israel con mujeres moabitas y madianitas, a causa de lo cual Balaam fue muerto y perecieron 24.000 israelitas (31:8, 16; 25:9). El nombre de Balaam llegó a ser sinónimo de falso maestro (2 P 2:15; Jud 11; Ap 2:14).

Capítulo 26. El Segundo Censo

    La vida en el desierto debe de haber sido dura, pues de 600.000 mayores de 20 años en el primer censo, solamente dos llegaron a los 60 años. La nueva generación, acostumbrada al desierto y robustecidos por él, era en temple y en resistencia muy diferente a lo que habían sido sus padre, esclavos recién libertados de las ollas de carne de Egipto.

    De estos dos censos tomo el libro de Números su nombre.   

Capítulos 27-36 Varios Reglamento y Sucesos

    Leyes de herencia, 27. Fiestas u ofrendas, 28, 29. Votos, 30. Matanza de los madianitas, 30; un castigo judicial retributivo por su pecado de 25:16, 17. Dos tribus y media se radican el este del Jordán, 32. Diario resumido de los 40 años, 33; ciertamente su lectura se parece más al diario de un testigo ocular, que a una "colección de tradiciones no escritas durante muchos siglos". Instrucciones sobre la división de la tierra, 34; véase bajo Josué 13. Ciudades levíticas, 35; véase bajo Josué 21. Hijas herederas, 36; véase también 27 del mismo libro.   

Calendario Judaico

    Había el año sagrado, y también el año civil. El año sagrado comenzaba en la primavera, y el civil en el otoño. El séptimo mes sagrado era el primero del año civil. El año se dividía en 12 meses lunares, con un mes decimotercero en siete de cada 19 años.

    El día natural era de la salida a la puesta del sol, y la noche desde la puesta hasta la salida. El día civil era de una puesta del sol a otra.

    Las horas se contaban desde las 6 de la mañana y 6 de la noche. La primera vela era 6 a 9, la segunda de 9 a 12; la tercera o de canto del gallo, de 12 a 3, y la cuarta de 3 a 6. 

    La fiesta de Purim fue instituida en días de Ester, y la de Dedicación aún más tarde, en tiempo de los macabeos.

¿Cómo Sostuvo el Desierto a 3.000.000 durante 40 años?

    Algunos interpretan el lenguaje de manera que signifique un número mucho menor. Otros lo llaman leyenda. La contestación bíblica es sencillamente que fue por intervención directa y milagrosa de Dios. Los milagros eran tan continuos y tan estupendos, que es evidente la intención del relato de hacer ver que no pudo haberse hecho sino por la mano de Dios. A los que hallan difícil creer estas cosas contestamos, que para algunos de nosotros es más fácil creerlas exactamente tal como se cuentan, que creer las teorías extrañas y fantásticas que de inventan para desacreditarlas. Estén de acuerdo con el relato entero de la Biblia.

    Podemos pensar que el propósito de los milagros del desierto haya sido:

    Aparte de los demás milagros incidentales, trasplantar a una nación entera de un país a otro, y mientras tanto, mantenerla 40 años en un desierto, fue en sí mismo uno de los milagros más estupendos de todos los tiempos. En cierto sentido, el judío es todavía un milagro. 

Los Milagros.

    La Biblia es la Palabra de Dios. Los milagros son parte íntegra del relato bíblico, con el propósito específico de demostrar que es palabra de Dios. Si no fuera por los milagros, ¿cómo podríamos saber que es una revelación sobrenatural de Dios? Sin milagros no hay evidencia de la Deidad.  

    Aunque los milagros son un aspecto muy conspicuo de la Biblia, no abundan por igual en todas partes de ella. Los milagros bíblicos, aparte de las profecías y su cumplimiento, se notan especialmente en cuatro grandes períodos, separados por siglos entre uno y otro:

    Solamente unas pocas veces en la historia ha variado Dios Su manera normal de hacer las cosas, y solamente en tiempo de crisis. 

     

Los Milagros de Moisés

    Fuera de Jesús, nadie ha sido medio de tantas y grandes manifestaciones del poder divino:

    Sería imposible que Moisés sacara a Israel de Egipto o sustentara a la nación 40 años en el desierto, sin la ayuda directa y milagrosa de Dios. Así como el caso de Pablo, al alto privilegio espiritual fue acompañado de sufrimientos casi increíbles.