Interpretación de la Profecía

Interpretación de la Profecía

Interpretación de la Profecía

Características de la profecía del Antiguo Testamento:



Observaciones básicas de las profecías del Antiguo Testamento: 



El elemento tiempo en la profecía:

Debe observarse que el elemento tiempo tiene un lugar relativamente pequeño en la profecía. 

En relación con el lenguaje de la profecía, especialmente en su determinación del futuro, deben tomarse en cuenta los siguientes puntos: 



La ley del doble cumplimiento. 

Pocas leyes son más importantes, en la interpretación de las Escrituras proféticas, que la ley del doble cumplimiento. Dos eventos, considerablemente separados en cuanto al tiempo de cumplimiento, pueden juntarse en la esfera de una profecía. Esto se hizo por cuanto el profeta tenía un mensaje para su propio día y también para algún tiempo futuro. Al introducir dos eventos considerablemente separados en la esfera de una profecía, ambos propósitos podían cumplirse.  


Las profecías tienen frecuentemente un significado doble, y se refieren a eventos diferentes, uno cercano y otro remoto; uno temporal, el otro espiritual o quizá eterno. Teniendo de esa manera los profetas, varios eventos en perspectiva, sus expresiones pueden ser aplicadas parcialmente a uno, y particularmente a otro, y no es siempre fácil hacer las transiciones. Lo que no se ha cumplido en el primero, debemos aplicarlo al segundo; y lo que ya se ha cumplido en el primero, frecuentemente puede considerarse como típico de lo que falta por cumplirse.   


Fue propósito de Dios dar una vislumbre de lo cercano y de lo lejano para que el cumplimiento de lo uno fuese la certeza del cumplimiento de lo otro. 


Sin embargo, otra provisión fue hecha para confirmar la fe de los hombres en las declaraciones que tenían relación con el futuro lejano. Frecuentemente sucedía que los profetas que tenían que hablar de tales cosas eran también comisionados para predecir otras cosas que en breve llegarían a cumplirse; y la verificación de estas últimas predicciones en su propio día y en su propia generación justificaba la fe de los hombres en las otras declaraciones que señalaban eventos para un tiempo más distante. La una era prácticamente una señal de la otra, y si una demostraba ser verdadera se podía confiar en la otra. Así el nacimiento de Isaac bajo las más raras circunstancias ayudaría a Abraham a creer que en su simiente serían benditas todas las familias de la tierra. 



Profecías condicionales. 

Una condición puede estar envuelta en un mandamiento o promesa sin que sea declarada específicamente. Esto se ilustra por medio de la carrera de Jonás. En base al mensaje de Jonás se deduce frecuentemente que hay condiciones escondidas, relacionadas con cada profecía, que puede ser la base para el retiro de su cumplimiento. 


Las predicciones que anuncian juicios venideros, no declaran por sí mismas el futuro absoluto del evento, sino que solo declaran lo que deben esperar las personas a quienes fueron hechas, y lo que ciertamente acontecerá, a menos que Dios mediante su misericordia se interponga entre la advertencia y el evento.   


Entre los puntos que tienen que ver con la naturaleza y el cumplimiento de la profecía, pocos exigen una mayor y especial atención que éste de que algunas predicciones son condicionales, mientras que otras son absolutas. Muchas de las declaraciones de las Escrituras (por ejemplo, Levítico 26) presentan perspectivas  eternas.


Pero la naturaleza condicional de una predicción no siempre se expresa con claridad en la Escritura. Así, se dice que Jonás predijo que dentro de cuarenta días Nínive sería destruida; la gente se arrepintió a su predicación, y Nínive no fue destruida; sin embargo, hasta donde sabemos, a la gente no se le dijo que si se arrepentir el juicio no caería sobre ellos. 


Las predicciones de esta clase son tan numerosas que llegamos a la conclusión de que debe haber habido una condición fundamental no expresada, en todos aquellos casos que justificaron el retiro del cumplimiento de la declaración profética por parte de Dios. Se puede inferir cuál es esa condición en capítulos como Jeremías 18 y Ezequiel 33. Después que Jeremías había visto al alfarero en su trabajo y había aprendido la gran lección de la soberanías de Dios, le fue presentado un mensaje adicional: En un instante hablaré contra gentes y contra reinos, para arrancar y derribar y destruir. Pero si esos pueblos se convirtieren de su maldad contra la cual hablé, yo me arrepentiré del mal que había pensado hacerles. Y en un instante hablaré de la gente y del reino, para edificar y para plantar; pero si hiciere lo malo delante de mis ojos, no oyendo mi voz, me arrepentiré del bien que había determinado hacerle (Jeremías 18:7-10). Actuando sobre este principio, Jeremías habló de esta manera a los príncipes, cuando los sacerdotes y los profetas querían que fuese asesinado: “Y habló Jeremías a todos los príncipes  y a todo el pueblo, diciendo: Jehová me envió a profetizar contra esta casa y contra esta ciudad, todas las palabras que habéis oído. Mejorad vuestros caminos y vuestras obras, y oíd la voz de Jehová vuestro Dios, y se arrepentirá Jehová del mal que ha hablado, contra vosotros” (Jeremías 26:12-13). Si el pueblo se arrepentía, en un sentido, el Señor se arrepentiría, en otro sentido. ¿Sobre qué base? Sobre la base de los atributos originales, esenciales y eternos de la naturaleza divina, y sobre la base de las antiguas promesas y pactos que Dios había hecho a los patriarcas como resultado de sus atributos. 


¿Podría decirse que todas las declaraciones proféticas son condicionales? 

De ninguna manera. Hay algunas cosas tocantes a las cuales “Juró Jehová, y no se arrepentirá” (Salmo 110:4). Estas promesas irreversibles no dependen de la bondad del hombre, sino de la bondad de Dios. Son absolutas en su cumplimiento, aún cuando puedan ser condicionales en cuanto a tiempo y lugar. 

Los tiempos y las sazones pueden ser modificados, los días pueden ser acortados, los eventos pueden ser apresurados o demorarse, los individuos y las naciones pueden entrar en el campo de las promesas o pueden mantenerse fuera; pero los eventos mismos son ordenados y seguros, sellados con el juramento de Dios, y garantizados por su vida misma. 


La relación entre los aspectos condicionales e incondicionales.            

Las profecías relacionadas con el establecimiento del Reino de Dios son tanto condicionales como absolutas. 

En esta paradoja simplemente se quiere decir que son condicionadas en su cumplimiento al antecedente que es la reunión de los elegidos, y por tanto susceptible de aplazamiento … y que son absolutas en lo referente a su cumplimiento final , el cual no pueden desviar ni la conducta ni la acción del hombre… El reino mismo pertenece al propósito divino, es el tema de los pactos sagrados, es confirmado con juramento solemne, será el resultado o fin determinado en el proceso redentor, y por lo tanto, no puede ni podrá fallar. Los herederos del reino, sin embargo, están condicionados - cierto número de personas que sólo Dios conoce - y el reino mismo, aunque predeterminado … depende … en cuanto a su manifestación, de que ese número sea completado. 

Se puede entonces concluir diciendo que aunque una profecía que depende de la acción humana, puede ser condicional, sin embargo, aquella que depende de Dios no puede ser condicional, a menos que las condiciones están claramente expresadas. Las profecías basadas en pactos inmutables no pueden admitir que se les agregue ninguna condición. Por lo tanto, no hay ninguna justificación para suponer condiciones algunas para el cumplimiento de tales profecías.  

    Desde el Génesis hasta el Apocalipsis, la Biblia está llena de profecías. Si quiere tratar con precisión la profecía en la Palabra de Dios, las pautas que a continuación se ofrecen le servirán de importantes parámetros.

     La palabra griega profeteia, "profecía", está compuesta de la preposición pro, "adelante", y feteia, "hablar". Su sentido es el de "proclamar", o expresar, la mente y el consejo de Dios. Según esta definición, toda la Escritura es, de alguna manera, profecía.

     La profecía que predice apunta hacia un cumplimiento futuro, y es de origen divino. En su libro Understanding and Applying the Bible (Compresión y aplicación de la Biblia", el doctor Robertson MacQuilkin dice: "La profecía que predice tiene dos propósitos. Uno de ellos, el principal, es el de afectar la conducta de quienes la escuchan. El otro se realiza sólo cuando se cumple la profecía. Tal propósito es el de crear y afirmar la confianza en el Dios que milagrosamente anuncia los acontecimientos por venir (Jn 13:19; 14:29; 16:4)."

    Algunos eruditos dividen la profecía en dos categorías: la que proclama y la que predice. Las profecías que proclaman contienen mensajes inmediatos, para el momento actual. (Con frecuencia son exhortaciones a llevar una vida santa a la luz de alguna profecía que aún está por cumplirse.) Las profecías que predicen contienen un mensaje acerca de lo que Dios hará en el futuro. 

    Cuando un profeta hablaba de parte de Dios, la profecía podía estar relacionada con lo siguiente: 

    Al leer las profecías de la Biblia, tenga presente las siguientes pautas, y así podrá discernir si la profecía tiene que ver con:

Los puntos proféticos de la historia

    Haga un análisis detenido  de la historia y de la cultura reflejadas en el texto. Antes de pretender interpretar el texto, identifique todos los acontecimientos históricos, los nombres propios y los lugares geográficos.

    Sin embargo muchas profecías se van aclarando mediante:

 


Profecía detalles

1) La profecía puede ser encontrada en las escrituras desde Génesis hasta Apocalipsis. 

El hecho de que las escrituras contengan tanto material profético muestra la importancia que Dios da a la profecía.

2) Existen dos tipos de profecía: 

A. PREDICTIVA - Predice el futuro

B. DIDÁCTICA - Trata con verdades morales y éticas 

Algunas profecías tienen ambos tipos juntamente. En Zacarías 1:1-15, es didáctica, pero en la siguiente visión es predictiva 1:16-21. La mayor parte de Zacarías 7 es didáctica, pero las secciones precedentes y las siguientes son predictivas. Sin embargo, la mayoría de profecía es predictiva.

3) Aquí tenemos algunas pautas para tratar con profecías predictivas: 

A. LENGUAJE LITERAL. Tome al pasaje en su significado más simple, directo y ordinario, a menos que haya razones convincentes de hacer lo contrario. Pasajes predictivos deben ser tomados como literales, a menos que haya razones fuertes para entenderlos en algún sentido figurado. Siempre empiece por ver el significado sencillo y directo - lo que dice es lo que significa. 

B. LENGUAJE FIGURATIVO. Aprenda a identificar pasajes figurativos, pero siga las reglas comunes del lenguaje cuando haga distinción entre lo literal y lo no literal. 

1. Algunos lenguajes deben ser obviamente tomados por figurativos. Hacer lo contrario sería absurdo. Por ejemplo, Joel 2:31 – la luna se convierte en sangre; Isaías 11:1 – una rama que sale de un ser humano: Zacarías 4:7 – una montaña que es removida.. 

2. Llamamos a éstas ilustraciones "lenguaje de panorama" como lo vemos es Daniel: un león con alas, un leopardo con cuatro alas, etc. 

3. La meta es discernir a qué nos apunta la figura, porque el objeto que está siendo representado figurativamente va a tener un cumplimiento literal en la historia

Ejemplos: Daniel 7:17 – las cuatro grandes bestias representaban a cuatro reyes que se levantarían de la tierra. Juan 2:19 – la predicción de Cristo del templo. "destruir este templo y en tres días yo lo levantaré" , es explicado como Cristo al referirse al templo de su cuerpo. 

4) Una palabra de advertencia: 

Determinar el tipo de profecía en algunos pasajes es difícil. 

Ejemplo: Amós 9:13-15. Hay indicación para que este pasaje sea tomado figurativamente. Pero, debemos empezar asumiendo que una predicción debe ser entendida literalmente. Sin embargo, una gran cantidad de profecía es en verdad figurativa y debemos aprender a distinguir entre escritos literales y figurativos. 

5) La profecía incluye el pasado, presente y futuro. Con frecuencia la profecía no sigue un patrón secuencial (sucesivo). El pasaje puede saltar de una idea a otra, o de un periodo de tiempo a otro.

Documentos sobre los Profetas