Hageo
Hageo
תבי
"Dios restaura el culto"
MÉTODO HISTÓRICO
1) ¿CUÁL ES EL TRASFONDO HISTÓRICO DEL LIBRO? El libro de Hageo contiene cuatro profecías, todas ellas relacionadas con la reedificación del templo bajo Zorobabel. Dios levanta a Hageo y a Zacarías para animar al pueblo a reedificar su casa. A fin de tener un cuadro de las condiciones de ese periodo, vea los primeros capítulos de Esdras.
Dios levantó a hageo y Zacarías para animar al pueblo a reedificar la casa de Dios. Los primeros capítulos de Esdras dan el contexto en el que actuó este profeta. El libro contiene cuatro profecías relacionadas con la reedificación del templo de Zorobabel. En el primer discurso Hageo exhorta al pueblo a proseguir con la reconstrucción del templo; en el segundo, consuela a los que habían visto la gloria y la magnificencia del templo de Salomón; en el tercero; anuncia la futura bendición de Dios y la gloria del templo; y en el cuarto se dirige a Zorobabel, hijo de David, y le menciona la promesa del futuro reino mesiánico.
MÉTODO LITERARIO
1) ¿QUÉ GÉNERO DE LITERATURA ES EL LIBRO? Profético.
MÉTODO PANORÁMICO
1) ¿CUÁL ES LA IDEA PRINCIPAL DEL LIBRO? Hageo fue el primero de los profetas del post cautiverio. Los otros dos fueron Zacarías y Malaquías. El estilo literario de este libro es simple y directo.
2) ¿CUÁL FUE LA RAZÓN PRINCIPAL POR LA CUAL SE ESCRIBIÓ ESTE LIBRO? Hacer un llamado al pueblo a finalizar la reconstrucción del templo.
PALABRAS CLAVE DE HAGEO (RV 1960): día del mes, vino palabra de Jehová, casa (templo), pueblo (y pronombres), meditad, temblar.
ÉNFASIS: La necesidad del pueblo de Dios de reconstruir el templo como el lugar de la presencia de Dios y de su adoración; las dificultades actuales surgen del fracaso en este asunto; un futuro glorioso espera al pueblo de Dios y a Zorobabel (y así a la línea real de David).
CARACTERÍSTICAS PARTICULARES: Hageo fue el primero de los profetas del post cautiverio. Los otros dos fueron Zacarías y Malaquías. El estilo literario de este libro es simple y directo.
CÓMO LEER HAGEO
¡Vamos, abre los ojos y avanza! ¿Alguna vez te dijiste eso a ti mismo, o a algún ser querido, en un intento de salir de un pozo sin esperanza ni energía? Este libro es así. Es un golpe de agua fría en la cara, sacudiendo las tristezas de frente con un llamado revitalizante a la acción.
Aunque el pueblo de Israel había visto la bendición de Dios sobre ellos al regresar del exilio en Babilonia, los israelitas se desanimaron cuando vieron la cantidad de trabajo necesario para reconstruir Jerusalén después de décadas de desolación. Parecía una tarea demasiado grande, pero las personas del pueblo fueron «muy animados por la predicación de los profetas Hageo y Zacarías» (Esd 6:14), quienes ministraron para incentivar a los israelitas a completar la obra de reconstrucción del templo. Su mensaje sacudió a su audiencia fuera de la complacencia y los encarriló de nuevo, provocándolos a abrazar nuevamente las prioridades de Dios con un compromiso de todo corazón.
¿Por qué entonces le salieron mal las cosas a los israelitas? Porque estaban enfocados en construir sus propias casas en lugar de construir la casa de Dios (Hag 1:9). Por eso, Hageo los urgió a considerar el desafío del Señor: «¡Miren lo que les está pasando!» (Hag 1:5). Hacer esto ahora es tan importante como lo fue en aquel entonces. Toma tiempo para evaluar tus prioridades y reflexiona en los cambios que deberías hacer en las metas de tu vida. ¿Estás alineando tus prioridades con las de Dios? ¿Es el reino de Dios la prioridad principal en tu vida o hay metas egoístas que están desplazando el destino de Dios para tu vida? ¿Qué te está diciendo Él a través de este libro?
TÍTULO: La profecía lleva el nombre de su autor. Debido a que su nombre quiere decir "el festivo", se cree que Hageo nació en un día festivo. Hageo es el segundo libro más corto en el AT (Abdías es más corto) y es citado por el NT una vez (He 12:26).
TEMAS:
Las prioridades. El pueblo se había negado a reconstruir el templo de Dios mientras se enfocaba en sus esfuerzos por construir casas hermosas para ellos mismos (1:2-4:9). Hageo les informó que el templo y la obra de Dios debían ser su principal prioridad. Debían “reflexionar sobre su proceder” (1:5, 7; 2:15. 18), porque agradar a Dios y honrarlo debían ser sus metas principales (1:8).
La obediencia. Hay consecuencias por desobedecer a Dios (1:6, 11; 2:16-17). Pero cuando el pueblo de Dios sigue al Señor (1:12), bondadosamente, él les da el entusiasmo (1:14), la fuerza (2:4-5) y los recursos (2:8) para hacer su voluntad. Dios le prometió a la comunidad postexílica que, como recompensa por su obediencia, los bendeciría con su presencia (2:9), paz (2:9) y prosperidad (2:19).
Salvación
Hageo 2:6,7
"Porque así dice Jehová de los ejércitos: De aquí a poco yo haré temblar los cielos y la tierra, el mar y la tierra seca; 7y haré temblar a todas las naciones, y vendrá el Deseado de todas las naciones; y llenaré de gloria esta casa, ha dicho Jehová de los ejércitos."
Juicio
Hageo 2:21, 22
"Habla a Zorobabel gobernador de Judá, diciendo: Yo haré temblar los cielos y la tierra; 22y trastornaré el trono de los reinos, y destruiré la fuerza de los reinos de las naciones; trastornaré los carros y los que en ellos suben, y vendrán abajo los caballos y sus jinetes, cada cual por la espada de su hermano.
Estructura de Hageo
Título: “Meditando para edificar el templo de Jehová”
Versículo Clave: 1:8 “Subid al monte, y traed madera, y reedificad la casa; y pondré en ella mi voluntad, y seré glorificado, ha dicho Jehová”
Gobernantes y Profetas de la Época de Hageo
Autor y fecha
Poco se sabe de Hageo fuera de su corta profecía. Él es mencionado brevemente en Esdras 5:1 y 6:14, en ambas ocasiones en conjunción con el profeta Zacarías. Las listas de refugiados en Esdras no mencionan nada de Hageo, no hay indicaciones de su parentela o linaje tribal. Tampoco la historia proporciona registro alguno de su ocupación. Él es la única persona en el AT con este nombre, aunque nombres similares aparecen (Gn 46:16; Nm 26:15; 2 S 3:4; 1 Cr 6:30). Además, Hageo 2:3 puede sugerir que él también había visto la gloria del templo de Salomón antes que fuera destruido, haciéndolo por lo menos de setenta años de edad cuando escribió la profecía.
No hay ambigüedad o controversia acerca de la fecha de la profecía. La ocasión de cada una de sus cuatro profecías se especifica con claridad (1:1; 2:1; 2:10; 2:20), ocurriendo dentro de un lapso de tiempo de cuatro meses en el segundo año (520 a.C.) del rey persa Darío Hystaspes (521-486 a.C.). Es muy probable que Hageo haya regresado a Jerusalén de Babilonia con Zorobabel 18 años antes en el 538 a.C.
Contexto Histórico de Hageo
En el 538 a.C., como resultado de la proclamación de Ciro el Persa (Esd 1:1-4), se le permitió a Israel regresar de Babilonia a su tierra bajo el liderazgo civil de Zorobabel y la guía espiritual de Josué el sumo sacerdote (Esd 3:2) Alrededor de 50.000 judíos regresaron. En el 536 a.C. comenzaron a reconstruir el templo (Esd 3:1-4:5) pero la oposición de los vecinos y la indiferencia de los judíos causó que la obra fuera abandonada (Esd 4:1-24). Dieciséis años más tarde, Hageo y Zacarías fueron comisionados por el Señor para alentar al pueblo a:
no solo reconstruir el templo, sino también a
reordenar sus prioridades (Esd 5:1-6:22).
Como resultado de esto, el templo fue terminado cuatro años más tarde (516 a.C.; Esd 6:15)
Hageo en varias versiones
¿Cuantos oráculos o profecías hay en Hageo?
Los teólogos no se ponen de acuerdo en esto, por las veces que se repite la expresión: vino palabra de Jehová por medio del profeta Hageo se repite cinco veces en el libro, y esto es lo que se discute si son 5 o 4 (1:1, 3; 2:1, 10, 20) los oráculos en Hageo.
Entre los Judíos, se habla de que son 4 los oráculos por causa de que cuatro solamente dan referencias a la fecha del oráculo con la frase: días mes. De esta manera, en 1:3 no da referencia a fecha, dando a entender que se está refiriendo al primer oráculo, el 1:1.
Podríamos concluir que los oráculos en Hageo son 4 y no 5
Retos de Interpretación
La ambigüedad de interpretación más importante dentro de la profecía es la frase: "el Deseado de todas la naciones" (2:7). Aunque existen muchas traducciones, hay en esencial solo dos interpretaciones. Apuntando a "Mías es la plata, y mío es el oro" (2:8), como también a Isaías 60:5 y Zacarías 14:14, algunos entienden que se refiere a Jerusalén, a donde la riqueza de otras naciones será traída durante el milenio (Is. 60:11; 61:6). No obstante, parece preferible ver aquí una referencia al Mesías, un Libertador quien todas las naciones anhelarán. No solo es esta interpretación apoyada por los rabinos de l antigüedad y la iglesia primitiva, sino que la mención de "gloria" en la última parte del versículo sugiere un referencia personal al Mesías (Is. 40:5; 60:1; Lc 2:32)
Temas históricos y teológicos
El tema primordial es la reedificación del templo de Dios, el cual había estado en ruinas desde su destrucción por Nabucodonosor en el 586 a.C. Por medio de 5 mensajes del Señor, Hageo exhortó al pueblo a renovar sus esfuerzos por construir la casa del Señor. Hageo motivó a la nación a notar que la sequía y la falta de cultivo eran causadas por no tener las prioridades espirituales en el lugar correcto (1:9-11).
Sin embargo, para Hageo la reconstrucción del templo no era un fin en sí misma. El templo representaba la morada de Dios, su presencia manifiesta con su pueblo escogido. A la destrucción del templo por parte de Nabucodonosor siguió la partida de la gloria de Dios que moraba allí (Ez 8-11). Para el profeta, la reconstrucción del templo invitaba el regreso de la presencia de Dios en medio de ellos. Usando la situación histórica como trampolín, Hageo se gozo en la gloria suprema del templo mesiánico definitivo que estaba por venir (2:7), alentándolos con la promesa de una paz aún mayor (2:9), prosperidad (2:19), dominio divino (2:21, 22) y bendición nacional (2:23) durante el milenio.
Vista Panorámica de Hageo
Prioridades erróneas en las vidas de los hijos de Dios conducen al fracaso. Hay veces en que aun la actividad febril no produce los resultados deseados. Si Dios no ocupa el primer lugar en la vida, nunca se obtendrá la verdadera victoria. Hageo fue llamado a predicarle a un pueblo cuyas prioridades no eran justas. Al igual que Zacarías y Malaquías, él ministró a Judá, después del exilio. Los sacerdotes gobernaban en su patria y Medo-Persia era el imperio dominante (1:1). Hageo y Zacarías alentaron mucho al pueblo mientras reconstruían el templo (Esd 5:1; 6:14).
Debido a su pecado, Judá estuvo cautiva en Babilonia por muchos años. Después que Medo-Persia derrotó al imperio de Babilonia, a los judíos se les permitió volver a su tierra en el año 538 a.C. Cuando el primer contingente de cautivos liberados llegó, bajo el liderato de Zorobabel el gobernador y de Josué el sumo sacerdote, con mucho entusiasmo ellos colocaron el cimiento para el nuevo templo, pero dos cosas les estorbaron. Primero, confrontaron gran oposición por parte de unas personas que vivían en la tierra. Segundo, dedicaron mucho tiempo y esfuerzo en construir sus propias casas, lo que hizo que el templo quedará incompleto y sin uso. Ellos “plantaron generosamente, pero su labor sólo resultó en una fracasada cosecha a causa de sequía.” Este fue un tiempo de confusión y miseria.
En el 520 a.C., el pueblo moraba en hogares ya terminados y cómodos, pero estaban experimentando depresión financiera. El día 19 de agosto Hageo irrumpió en escena con un análisis de sus problemas y los reprendió comparando el estado finalizado de sus propias casas con la casa de Dios, que por años había estado en ruinas. Les lanzó el desafío de reedificar el templo. Los líderes y el pueblo reaccionaron con entusiasmo e inmediatamente comenzaron a construir.
El 17 de octubre, estando la obra muy avanzada, algunos de los judíos de mayor edad desanimaron a los trabajadores comparando el templo que ellos construían con el templo de Salomón. En su segundo sermón, Hageo explica que la gloria del templo de Zorobabel sería mayor que la gloria del templo de Salomón. El 18 de diciembre, el pueblo se preguntaba por qué ellos no experimentaban victoria a pesar de que estaban cumpliendo con la voluntad de Dios. Hageo les respondió que necesitaban tener pureza moral; la inmundicia es contagiosa, pero la limpieza no. Lo limpio del templo no hace limpios a los trabajadores; pero su propia falta de limpieza en realidad amenazaba la limpieza del templo. En ese mismo día, Hageo predicó un sermón de estímulo para Zorobabel asegurándole que él había sido designado por Dios para la tarea en mano, y la finalizaría. Hageo, cuyo nombre significa “mi festival,” era un laico que amaba el templo y respondió al llamado de Dios (1:3, 12–13; 2:1, 10, 13–14, 20). Tal vez él haya tenido edad suficiente como para haber visto el templo de Salomón; de modo que él era un hombre ya mayor cuando predicó sus cuatro sermones, que fueron dichos de una manera sincera y sin ninguna pretensión. El hombre mira la apariencia exterior, pero el Señor mira el corazón (1 S 16:7; 2 Co 10:7a).
Referencias Proféticas
Como con la mayoría de los libros de los profetas menores, Hageo termina con promesas de restauración y bendiciones. En el último verso, Hageo 2:23, Dios utiliza un título distintivamente mesiánico en referencia a Zorobabel, “Siervo mío” (Comparar 2 Samuel 3:18; 1 Reyes 11:34; Isaías 42: 1-9; Ezequiel 37:24,25). A través de Hageo, Dios promete hacerlo como un anillo de sellar, lo cual era un símbolo de honor, autoridad, y poder, algo como un cetro de rey, utilizado para sellar cartas y decretos. Zorobabel, como el anillo de sellar de Dios, representa la casa de David y la reanudación de la línea mesiánica interrumpida por el Exilio. Zorobabel restableció el linaje davídico de los reyes que culminará con el reinado milenial de Cristo. Zorobabel aparece en el linaje de Cristo tanto por parte de José (Mateo 1:12), como por el lado de María (Lucas 3:27).
Importancia en la Biblia
Hageo apremió al pueblo a considerar la reconstrucción del templo como asunto de suma importancia. Con eso estaba enseñando que la adoración verdadera es una cuestión de primer orden. El templo de Jerusalén, una vez reconstruido, volvería ser de cimera importancia como lugar de adoración y sacrificios. Siglos más tarde, al morir Jesús, el velo del templo se rasgó en dos (Lc 23.45), lo que marcaba el hecho de que Cristo se había entregado como sacrificio eterno a nuestro favor.
Carácter de Dios en Hageo
Dios es glorioso: 2:1-9
Cristo en Hageo
El libro de Hageo revela el significativo lugar de Zorobabel en la línea mesiánica de David. Su posición, ilustrada por un anillo de sello (2:23) continúa la línea real de David de la que vendría Cristo. El nombre de Zorobabel aparece entre los ancestros de María (Lc 3:27) y José (Mt 1:12), lo cual demuestra su importancia como medio de injerto de ambas ramas del linaje de Cristo en una misma línea.
Los 10 motivos de oración en Hageo
Petición por una renovación espiritual personal y nacional: Oremos por una renovación espiritual tanto a nivel personal como nacional, tomando inspiración de las exhortaciones de Hageo al arrepentimiento en Hageo 1:5-6.
Confesión de prioridades equivocadas y búsqueda del reino de Dios: Confesemos cualquier desviación de nuestras prioridades hacia cosas temporales y busquemos el reino de Dios en primer lugar, basándonos en las advertencias de Hageo sobre buscar nuestro propio bien en Hageo 1:9.
Petición por la provisión divina en todas las áreas de la vida: Oremos por la provisión divina en nuestras vidas, tanto material como espiritual, tomando inspiración de las promesas de prosperidad en Hageo 2:19.
Confesión de desánimo y búsqueda de fortaleza en Dios: Confesemos cualquier desánimo en nuestras vidas y busquemos fortaleza en Dios, basándonos en las palabras de Hageo para no temer y confiar en la presencia divina en Hageo 2:4.
Petición por un corazón generoso y desprendido: Oremos por un corazón generoso y desprendido en nuestras vidas, tomando inspiración de las exhortaciones de Hageo a la generosidad en Hageo 1:8.
Confesión de falta de pureza espiritual y búsqueda de limpieza: Confesemos cualquier falta de pureza espiritual en nuestras vidas y busquemos la limpieza que proviene de Dios, basándonos en la enseñanza de Hageo sobre la santidad en Hageo 2:13-14.
Petición por sabiduría en la toma de decisiones: Oremos por sabiduría en la toma de decisiones en nuestras vidas, tomando inspiración de las palabras de Hageo sobre la importancia de buscar la dirección divina en Hageo 2:19.
Confesión de complacencia espiritual y búsqueda de un fervor renovado: Confesemos cualquier complacencia espiritual en nuestras vidas y busquemos un fervor renovado por la obra de Dios, basándonos en las exhortaciones de Hageo a considerar nuestros caminos en Hageo 1:7.
Petición por unidad y colaboración en la obra de Dios: Oremos por unidad y colaboración en la obra de Dios en nuestras comunidades, tomando inspiración de las palabras de Hageo sobre trabajar juntos en Hageo 1:14.
Agradecimiento por la promesa de la presencia divina: Agradezcamos a Dios por la promesa de Su presencia en medio de nosotros, basándonos en las palabras de Hageo sobre la presencia divina en Hageo 2:5.
Apuntes de Hageo
Hageo nos recuerda que el pueblo de Dios debe ser identificado como un pueblo de la presencia de Dios (el papel del templo), finalmente cumplido en la venida de Jesucristo y del Espíritu.