Arqueología
2 Crónicas
Arqueología de 2 Crónicas
TEXTOS Y ARTEFACTOS ANTIGUOS
2 Crónicas 4. “La granada de Jerusalén”
Un pedazo de marfil del tamaño de un dedo pulgar, con la forma de una granada puede ser el único hallazgo arqueológico recuperado del templo de Salomón.' Esta elegante flor de seis pétalos está gravada con las palabras «Perteneciente al templo del Señor, sagrado para los sacerdotes». Basándonos en la forma de las letras hebreas de la inscripción, inicialmente el artefacto fue datado al siglo VIII a.C., aunque esa fecha se discute ahora. Investigadores del Israel Antiquities Authority han vuelto a examinar el artefacto y concluyeron que aunque el objeto mismo data de alrededor de 1400 a.C. (considerablemente más antiguo que la época de Salomón), la inscripción es una falsificación reciente. El cuerpo de la granada tiene un agujero por la parte de abajo en el cual una vara puede haber sido insertada para formar un bastón.
Dos bastones de marfil que datan del siglo XIII a.C. han sido excavados en un templo cananeo en Laquis («Mapa 4»), cada uno con una granada en miniatura en la parte superior. Esto implica que la granada era un objeto ritual usado regularmente por los sacerdotes en el Antiguo Cercano Oriente, aunque su uso específico por los sacerdotes en el templo de Jerusalén está ahora abierto al debate. El arte antiguo hizo gran uso de la granada como motivo decorativo. En el ámbito religioso, esta fruta fue usada por los israelitas como señal de la fertilidad de la tierra prometida bajo la bendición de Dios (Nm 13:23; Dt 8:8). Cadenas de granadas embellecían los capiteles de las columnas gemelas de bronce que adornaban la entrada del templo de Israel (2Cr 4:13). También adornaban el ruedo de las vestiduras sacerdotales como un bordado de flores azules, púrpura y escarlata alternadas con campanillas de oro (Éx 28:33).
SITIOS ARQUEOLÓGICOS
1 Crónicas 8. “Ezión Guéber”
Las menciones bíblicas de Ezión Guéber («Mapa 5») se limitan al tiempo del andar errantes por el desierto de Israel (Nm 33:35-36; Dt 2:8),' al periodo salomónico (1R 9:26-28; 2Cr 8:17-18) y al periodo del rey Josafat de Judá (1R 22:47-49; 2Cr 20:35-37). Ezión Guéber estaba localizada cerca de Elat en el Mar Rojo (i.e. el golfo de Acaba) en la tierra de Edom. Salomón, en colaboración con el rey Hiram de Tiro, la hizo desarrollarse como un puerto principal donde mantenía una flotilla e importaba mercadería de lujo de África e India. Posteriormente, Josafat intentó copiar la aventura de Salomón sin ningún éxito. Tell el-KheIeifeh. en e! extremo norte del golfo de Acaba, fue una vez ampliamente identificado con Ezión Guéber, con base en que restos arqueológicos sugirieron que había sido un puerto marítimo y un lugar para fundir minerales. Estas conclusiones han sido deficientes, y esta conexión ahora se considera como poco probable.
Sí Tell el-Kheleifeh no es Ezión Guéber, el único sitio de anclaje adecuado en el golfo del norte está localizado en una isla llamada Jezirat Faraun («isla del faraón»; también llamada isla Coral), aproximadamente 12 km al sur de la moderna Eilat. Un puerto natural fue mejorado en la antigüedad al agregar un rompeolas, un muelle de amarre y torres de defensa. La estructura del puerto es típica de los perfeccionados muelles fenicios, y la alfarería de la Edad de Hierro I hallada en ese lugar, confirma que el lugar estuvo habitado durante el periodo salomónico.
NOTAS CULTURALES E HISTÓRICAS
2 Crónicas 12. La campaña de Sisac”
El faraón Sheshonk I, que gobernó Egipto alrededor de 945-924 a.C. (931-910 a.C. en una cronología alternativa), es probablemente el Sisac de la Biblia. Primera Reyes 11:40 declara que Sisac proveyó refugio a Jeroboán cuando este estaba huyendo de Salomón. Cinco años más tarde de la división de la monarquía unida, Sisac invadió Judá (2Cr 12:1-9)
En Karnak, Egipto, cerca de Tebes, en el gran templo de Amun, hay una gran entrada conocida como el portal Bubastite. Esta imponente entrada probablemente fue construida o renovada por Shes-honk I (el complejo del templo había existido por cientos de años antes de Sheshonk y había sido construido por numerosos faraones). En uno de los muros del portal Bubastite se muestra un relieve conmemorativo de la expedición de Sheshonk dentro de la región ahora conocida como Palestina. Aunque ahora está muy dañado, los restos son suficientes para indicar que este faraón no solo atacó a Judá, como lo registra la Biblia, sino que también hizo campaña contra el reino del norte. Sheshonk, representado a mano derecha de la escena, a punto de reunir a un grupo de extranjeros. Al lado izquierdo está representado el dios egipcio Amun que lleva ciudades cautivas con cuerdas. Cada ciudad está representada por un cartucho ovalado que contiene el nombre de la ciudad, con un prisionero atado en la parte superior. La lista principalmente contiene nombres de lugares en el reino norte de Israel.
Meguido es uno de los pueblos enumerados en el portal Bubastite. La alegación de Sheshonk de haber saqueado e Meguido parece confirmarse por una porción de una estela conmemorativa encontrada allí en 1926. El nombre de Sheshonk puede leerse claramente y la estela es probablemente de su campaña. Mu chas otras capas de destrucción halladas en sitios palestinos de este periodo son atribuidas también a Sheshonk. Cuando su hijo Osorkon I tomó el trono, él donó grandes cantidades de oro y plata a los templos en Egipto, gran parte de esos donativos provinieron muy probablemente de saqueos en los asaltos de Sheshonk a Israel y Judá.
La similitud de Sisac con Sheshonk tiene sus problemas. Lo más destacado es el hecho de que la invasión de Sheshonk involucró ataques directos en las ciudades del reino del norte de Israel bajo Jeroboán I, aun cuando] Reyes 11:40 sugiere que Sisac fue el protector de Je-roboán. También, Jerusalén está ausente de la lista de ciudades avasalladas por Sheshonk, aunque tanto 1 Reyes 14 como 2 Crónicas 12, registran el saqueo del templo y el palacio por parte de Sisac. Sin embargo, es muy probable que las relaciones entre Joroboán 1 y Sheshonk / Sisac se hubiesen deteriorado después de que Jeroboán había tomado el control del norte de Israel. La Biblia no nos provee de una historia política detallada de esta época. Además, solo cerca del 15 por ciento de la escritura en el portal Bubastite es legible, y la ausencia de Jerusa-lén de los nombres (legibles) no es prueba de que nunca estuvo allí.
Es posible que la inscripción también mencione las «montañas de David» en su referencia a Israel. De ser así, es la referencia a David más antigua que existe y como tal proporciona una fuerte evidencia de que él fue de hecho el gran rey como la Biblia lo describe. Sin embargo, la interpretación de la línea pertinente de este texto, es cuestionada.
TEXTOS Y ARTEFACTOS ANTIGUOS
2 Crónicas 15. “Devoción a Aserá en la inscripción Khirbet El-Qom”
El sincretismo religioso (adoración simultánea a varios dioses) estaba generalizado en el antiguo Israel. Desde el tiempo de los jueces, muchos israelitas incluían a los dioses cananeos en su adoración. Debido a que al dios El se le consideraba en cierto sentido, análogo con el Señor, también muchos adoptaron la adoración a Aserá, cónyuge de Ei, asumiendo que ella era compañera también de Yahveh. Con frecuencia, objetos de culto hechos de madera que representaban a Aserá eran erigidos en lugares sagrados. Gedeón destruyó tales objetos (Jue 6:25-28), como lo hizo Asá (2Cr 15:16), Ezequías (31:1) y Josías (34:3-7).
Una inscripción de Khirbet el-Qom, aproximadamente 13 km al oeste de Hebrón' («Mapa 6») demuestra porqué era necesario para Ezequías y Josías continuar demoliendo las imágenes de Asará incluso después de las reformas religiosas de Asá. Esta inscripción que data de finales del siglo VIII a.C. menos 100 años después de Asá), apareció originalmente en una columna de una cámara de sepulcro para Uriyahu, un hombre del todo desconocido de no ser por este hecho.
Su apología alega que el Señor lo había bendecido y liberado a él de sus enemigos «mediante su Aserá». Inscripciones similares de Kuntillet Ajrud en el norte de Sinaí sugieren que muchos israelitas continuaron con su devoción a la diosa Aserá, adorándola como la esposa del Señor.' Es este tipo de sincretismo religioso e idolatría que Asá atacó en 2 Crónicas 15:8-17.
SITIOS ARQUEOLÓGICOS
2 Crónicas 20. “Engadi”
Engadi está ubicada en el lado oeste del Mar Muerto. El lugar estuvo habitado tan antiguamente como el IV milenio a.C., de cuyo periodo han sido descubiertos los restos de un templo. Una cueva, a varios kilómetros al sur de Engadi ha producido esculturas de marfil y otros objetos que fueron probablemente artículos del templo escondidos por los habitantes antes de una campaña egipcia en la zona. Al norte de este lugar, se han descubierto niveles de ocupación que datan del siglo VII a.C. al siglo V d.C. Actualmente, un kibbutz,(una granja comunitaria o asentamiento israelita) y un parque natural están localizados en Engadi.
Mientras estuvo bajo la ocupación israelita, la ciudad pertenecía al territorio de Judá (Jos 15:62). David buscó refugio, por Saúl, en Engadi (1S 23:29) y se escondió en una cueva muy cerca del rey. (Aún hoy numerosas cuevas salpican las laderas más arriba de la catarata que hay allí). En 2 Crónicas 20:2, al sitio se le da el nombre de Jazezón Tamar, que en hebreo sugiere un palmeral, y Cantares 1:14 nos dice que habían maravillosos viñedos allí. Fue de este lugar que los moabitas, amorreos y edomitas intentaron invadir a Judá (2Cr 20), posiblemente porque el terreno era tan difícil que un ataque desde esta dirección sería inesperado. No obstante, Josafat fue advertido del plan de ellos, y el Señor contestó su oración po-niendo a los ejércitos invasores uno en contra del otro, de manera que el ejército de Judá encontró solo cuerpos muertos y saqueos (vv. 5-26).
Engadi fue destruida por Nabucodonosor en 582 a.C., como secuela su destrucción de Jerusalén» Cuando los israelitas regresaron del cautiverio, reconstruyeron el lugar que más tarde fue ocupado por los asmoneos. Herodes el Grande'- destruyó este pueblo y luego lo reconstruyó y fortificó, sin embargo, este asentamiento también fue destruido durante la guerra judía. En las cuevas cercanas se encontraron varias cartas que habían sido escritas por Bar Kokhba, líder de la sublevación judía que fue derrotado en 135 d.C., las cuales indicaban que Bar Kokhba y sus hombres habían usado a Engadi como una guarida.
NOTAS CULTURALES E HISTÓRICAS
2 Crónicas 24. “Los levitas y los sacerdotes”
Los descendientes de Simeón y Leví parecen haber perdido su derecho a una herencia separada debido a su traición en Siguen (Gn 34:30; 49:5-7; véase «Mapa 7»).1 Los simeonitas, sumergidos dentro de Judá, casi desaparecieron de la historia, sin embargo Leví emergió como tribu sacerdotal. Los levitas no recibieron una asignación de la tierra prometida, pero se les prometió que recibirían al Señor como su herencia (Dt 18:1-2).
La elevación de Leví a la posición de tribu sacerdotal se explica generalmente con el incidente del becerro de oro. Dios había establecido que todo recién nacido en Israel sirviera como sacerdote (Éx 12:29-30). Sin embargo, como consecuencia del episodio del becerro de oro la fidelidad de los levitas y el celo por la pureza del sacerdocio guiaron la elección divina a que estos sirvieran en lugar de los recién nacidos de Israel (Ex 32:26-29; Nm 3:11-13,41).
Sin embargo, 1 Samuel 2:27-28 indica que los levitas ya habían jugado un papel sacerdotal en Egipto. Esta premisa parece estar apoyada por otros textos:
En Éxodo 4:14, Aarón es llamado «el levita», una designación más oficial que el típico «hijo de Leví».
Éxodo 28-29, describe las vestiduras sacerdotales y la consagración de Aarón y sus hijos sin ninguna explicación de porqué ellos tomaban este cargo, lo que sugiere que todos ya conocían a Aarón como sacerdote.
Al comienzo del episodio del becerro de oro (Éx 32:1-3) el pueblo buscó a Aarón para que hiciera un acto sacerdotal: la fundición y consagración de una imagen.
En la rebelión contra la autoridad de Moisés y Aarón dirigida por Coré (un levita), Datán y Abirán, ambas partes reconocieron que las prerrogativas del santuario pertenecían a los levitas (Nm 16-17).
La Biblia distingue entre sacerdotes y levitas en términos de su función. Los deberes de los levitas eran teóricamente adjudicados de acuerdo a los descendientes de los tres hijos de Leví (Nm 3:15-17):
Los guersonitas fueron encargados de las cortinas del santuario, el toldo y las cuerdas (Nm 3:21-26).
Los coatitas estaban a cargo del cuidado de los utensilios del santuario, incluyendo el arca, la mesa, el candelabro y los altares una vez que estos habían sido preparados por los sacerdotes (Nm 3:27-32).
Los meraritas eran responsables por las estructuras externas del recinto del santuario (Nm 3:33-37).
Los levitas en general, fueron entonces encargados del cuidado, el transporte y la protección del santuario. Se les ordenó específicamente que acamparan alrededor del santuario, que lo resguardaran de la contaminación ritual y lo defendieran de aquellos que pudieran acercarse al recinto sagrado mientras estuvieran ritualmente impuros (Nm 1:50-53)
Los deberes sacerdotales de los descendientes de Aarón consistían en el desempeño concreto de la liturgia del templo:
Solo los hijos de Aarón podrían ministrar en el altar del Señor, ofreciendo incienso y sacrificios allí (Dt 33:10).
Los sacerdotes representaban a Israel ante el Señor (Lv 1:1-9) y eran los únicos con suficiente poder para bendecir al pueblo (Nm 6:23-27).
Los sacerdotes acompañaban al pueblo durante la guerra, sonando las trompetas y llevando utensilios sagrados (Nm 10:9; 31:6).
Los sacerdotes estaban encargados de la enseñanza e interpretación de las leyes dadas por Moisés (Lv 10:11; cf. Mal 2:7).
Una distinción adicional de santidad fue hecha con respecto al sumo sacerdote. Solo él podía entrar al Lugar Santísimo a hacer expiación por la nación una vez por año, simbólicamente llevando los pecados de Israel (Lv 16)
Deuteronomio, al usar el término «los sacerdotes, que son levitas» (lit., «los sacerdotes levitas» p.ej. Dt 17:9,18), parece considerar a todos los levitas como sacerdotes. Por otro lado, en gran parte de Éxodo-Números, únicamente los aaronitas son llamados sacerdotes, con otros levitas vistos como clero secundario. La solución más convincente es que Éxodo-Números están preocupados principalmente por el santuario central. Por el contrario, Deuteronomio preveía la dispersión de los levitas en santuarios dispersos a través de Israel, donde todos servirían como sacerdotes. Solamente cuando los levitas llegarán al santuario central, prestarían servicio de manera subordinada.
PUEBLOS, TERRITORIOS Y GOBERNANTES ANTIGUOS
2 Crónicas 26. “Uzías, rey de Judá y Jeroboán II, rey de Israel”
Uzías, llamado Azarías en 2 Reyes 14:21 y 15:1-7, gobernó a Judá durante 52 años, desde aproximadamente 792 hasta 740 a.C.' Él «hizo lo que agrada al Señor» (2R 15:3), y Dios lo bendijo tanto militar como económicamente. El nombre de Uzías aparece en dos sellos de origen desconocido y en una inscripción posterior. Los sellos dicen, respectivamente, «Pertene-ciente a Abías, siervo de Uzías» y «Perteneciente a Sebanías, siervo de Uzías». La inscripción, también de origen desconocido, declara, «Aquí fueron traídos los huesos de Uzías, rey de Judá, ;no lo abra!»
Jeroboán II fue un contemporáneo de Uzías, gobernó el reino del norte durante cerca de 41 años, desde alrededor de 793 hasta 753 a.C.2 Su carrera se resume en tan solo siete versículos, en 2 Reyes 14:23-29. Se conoce una sola referencia a Jeroboán II fuera de la Biblia, el famoso «sello Shema» hallado en excavaciones en Meguido en 1904. Fue enviado al sultán turco en Estambul y desafortunadamente se perdió. Antes de ser enviado, sin embargo, se hizo un molde de bronce. Actualmente, en exhibición en el museo Rockefeller en Jerusalén, este representa un león rugiendo junto al nombre del dueño, «Perteneciente a Shema» y como título «Siervo de Jeroboán». El estilo de inscripción da-ta al sello a los inicios del siglo VIII a.C. Este es el sello más antiguo entre la cantidad de sellos y marca de sellos que llevan los nombres de personajes bíblicos.
TEXTOS Y ARTEFACTOS ANTIGUOS
2 Crónicas 27. “Las listas de reyes asirios”
Varias copias de las listas de los reyes asirios del primer milenio han sido descubiertas en las antiguas capitales asirias de Cala, Nínive' y Asur . A pesar de ligeras diferencias entre las listas, estas ayudan a los eruditos a reconstruir una cronología general, aunque incompleta, de los gobernantes asirios. Los textos comienzan nombrando 17 jefes tribales nómadas, seguidos de 10 antecesores de un tal Aminu, cuyos descendientes gobernaron Asur. La duración del reinado de los primeros seis descendientes de Aminu se desconoce; sin embargo, más allá de eso los textos especifican el nombre de cada rey, su padre y el número de años que gobernó (cf. la práctica bíblica lo explica en detalle en 2Cr 27:1,8-9). Ocasionalmente también se menciona un logro del rey o los medios por los que ganó control del trono.
Algunos reyes asirios incluidos en las listas son también conocidos en la Biblia, entre ellos Tiglat-Piléser III (quien era conocido como Pul; 2R 15:19,29; 16:7-10; 1Cr 5:26)2 y Salmanasar V, que puso asedio a Samaria y deportó a Israel a Asiria (2R 17:1-18:12)) Las listas son gran importancia en la reconstrucción de la historia del mundo del Antiguo Testamento.
NOTAS CULTURALES E HISTÓRICAS
2 Crónicas 30. “La Pascua”
El cumplimiento de la Pascua está vinculado con la liberación del pueblo de Dios de la plaga sobre los primogénitos egipcios y el subsiguiente éxodo israelita de Egipto. La fiesta debía celebrarse en el día catorce del primer mes (llamado Aviv y posteriormente Nisán, que abarcaba desde finales de marzo hasta principios de abril; Éx 12:2; 13:4) y era combinada con la Fiesta de los panes sin levadura guardada desde el día catorce al veintiuno (Ex 12:18). Una fecha alternativa, un mes más tarde, fue provista para cualquiera que había estado impuro o de lo contrario, no disponible para celebrar en la fecha principal (Nm 9:11).
La Pascua fue una de las tres fiestas de peregrinación anuales que requerían asistencia al santuario central (Dt 16:5-6).' Cada varón circuncidado debía observar la fiesta, incluyendo a los residentes extranjeros y esclavos comprados; sin embargo, se excluía a los foráneos, residentes temporales y siervos contratados. Los sacrificios nacionales eran ofrecidos el día catorce y veintiuno del mes y ningún trabajo podría realizarse en esos dos días.
Los celebrantes originales, aún en Egipto, debían vestirse para viajar, con zapatos en sus pies y bastón en sus manos, con lo que demostraban que estaban listos para salir de la tierra de su esclavitud. Un cordero de un año, escogido en el décimo día, debía ser protegido por cada familia hasta su sacrificio al anochecer del décimo cuarto día. Su sangre debía ser rociada sobre el marco de la puerta con una rama de hisopo, señalándole al «destructor» que debía «pasar por alto» esa casa.' El cordero era comido asado (no crudo ni hervido) en una casa de familia, en una sola noche; las sobras se quemaban a la mañana siguiente. La cena incluía hierbas amargas y pan sin levadura, que simbolizaban aflicción y prisa.
El cumplimiento de la Pascua se registra sólo unas pocas veces en la Biblia: en los días de Moisés, Josué, Ezequías, Josías y Zorobabel. Esto no implica que la fiesta no fuera celebrada en otros momentos, aunque la conmemoración parece haber sido descuidada durante períodos de apatía y apostasía, especialmente durante el periodo pre exílico. La Pascua se menciona en los papiros Elefantinos (siglo V a.C.) y en el Rollo del templo de Qumrán.
TEXTOS Y ARTEFACTOS ANTIGUOS
2 Crçónicas 32. “El prisma de Senaquerib”
Con su ascenso al trono asirio, Senaquerib (705-681 a.C.) tuvo que sofocar varias revueltas a través de sus do-minios. El Prisma de Senaquerib, un monumental texto registrado en acadio, relata su campaña en la región ahora conocida como Palestina en 701 a.C. El comparar los relatos bíblicos (2R 18:13-19:37; 2Cr 32:1-22; Is 36-37) con los anales asirios y otros datos arqueológicos nos ayuda a darle sentido a la secuencia de los acontecimientos:
Segunda de Crónicas registra una invasión enorme contra las ciudades en Judá (32:1,9), y Senaquerib„ en su prisma, reclama haber puesto en sitio a 46 ciudades fortificadas y amuralladas de Ezequías y pueblos circundantes.
La información arqueológica apoya estos relatos, con evidencia de extensa destrucción a través de Judá (p.ej. en Berseba) y en Laquis.
El prisma describe, en términos generales, el avance de Senaquerib a través de las ciudades costeras de Fenicia y Filistea hacia Jerusalén. Este fiero asalto, en el que él «asesinó... nobles quienes habían provocado la rebelión y colgó sus cuerpos en las torres de vigilancia», vívidamente ilustraba las amenazas hechas por los mensajeros asirios (vv. 13-19). Aún así, Senaquerib nunca alegó haber capturado a Jerusalén, sino haber «hecho callar a Ezequías en Jerusalén corno a un pájaro en jaula». Este alarde tácitamente admite su fracaso en capturar a Jerusalén y concuerda con el relato bíblico.
PUEBLOS, TERRITORIOS Y GOBERNANTES ANTIGUOS
2 Crónicas 35. “Josías, Zacarías y Necao II”
Cuando Josías, rey de Judá (aprox. 640-609 a.C.) hizo preparativos para celebrar la Pascua, él y sus administradores donaron grandes cantidades de animales para ser sacrificados (2Cr 35:7-9). Uno de los admi-nistradores era Zacarías, un oficial del templo (v. 8). Un ostracon (un pedazo de cerámica quebrada con escritura en él) comprado en un mercado de antigüedades y ahora protegido en una colección privada, incluye los nombres de ambos: Josías y Zacarías. Aparentemente una orden para una ofrenda real del templo dice, «Ashyahu, el rey, le ha ordenado poner en la mano de Zakaryahu plata de Tarsis para la casa de Yahveh: tres siclos». El nombre Josías es el equivalente de Ashyahu en la inscripción, y Zacarías es el equivalente de Zakaryahu.
En 609 a.C. cuando Josías estaba en el año treinta y uno de su reinado y era aún un joven de treinta y nueve años (2R 22:1), el ejército egipcio bajo el faraón Necao II (reinó 610-595 a.C.) marchó hacia el norte para ayudar a los asirios en su intento de rechazar a los babilonios. Necao 1!, conocido de los registros tanto egipcios como babilonios, estaba entre los más fuertes de los últimos gobernantes del antiguo Egipto. Los asirios estaban esperando en Carquemis («Mapa 8a»), una prominente ciudad junto al río Éufrates (2Cr 35:20). Josías, en un esfuerzo por socavar esta fuerza, que dominaba la región, trató de interceptar a Necao en Meguido. Trágicamente, el ejército de Judá fue derrotado y Josías perdió su vida (vv. 21-24).
Judá entonces se convirtió en súbdito de Necao hasta 605 a.C., cuando los babilonios derrotaron a los egipcios en Carquemis (Jer 46:2). Después de la muerte de Josías, su hijo Joacaz fue proclamado rey. Luego de tres meses Necao lo quitó del trono e impuso un considerable tributo a Judá (2Cr 36:1-3). El rey egipcio puso en el trono a Joacim, el hijo mayor de Josías y desterró a Joacaz a Egipto, donde vivió el resto de sus días (36:4).
TEXTOS Y ARTEFACTOS ANTIGUOS
2 Crónicas 36. “El cilindro Sippar de Nabonido”
La conclusión de Crónicas describe la destrucción de Jerusalén y el exilio de los habitantes de Judá bajo el rey babilonio Nabucodonosor en 586 a.C. Los exiliados sirvieron a Nabucodonosor y a sus sucesores «hasta el establecimiento del reino persa» (2Cr 36:20), momento en el que Ciro conquistó Babilonia y posteriormente declaró que los exiliados judíos podrían regresar a su tierra natal y reconstruir el templo (vv. 22-23).2
Una inscripción descubierta en el templo Ebabbar en Sippar (una ciudad babilonia) brevemente menciona el levantamiento del imperio persa y su rey Ciro. Esta inscripción consiste en varias copias en cilindros de arcilla, que celebran la reconstrucción de tres templos por Nabonido (reinó 556-539a.C.), el último rey del imperio neo-babilónico. En el relato, Nabonido recibe un sueño de los dioses Sin y Marduc, pidiéndole que reconstruya el templo de Sin en la ciudad de Jarán. Cuando Nabonido protesta que Jarán está aún bajo el control de los poderosos medos y por lo tanto fuera de su alcance, las deidades le aseguran que el imperio medo caerá como subordinado ante un rey llamado Ciro. Éste procede a derrotar al gran ejército medo y toma cautivo a su rey. De esta manera, Nabonido logra completar su proyecto de reconstrucción mediante la intervención divina, pues sus dioses utilizan a Ciro para quitar el obstáculo medo.
Aunque el cilindro de Sippar no relata otra cosa más que la reconstrucción de los tres tem- ti plos durante la última parte del reinado de Nabonido, otros registros históricos completan el panorama. La crónica babilónica declara que el ejército de Ciro tomó control de Babilonia misma en 539 a.C., de ese modo finaliza el reinado de Nabonido y la ascendencia del imperio neo-babilónico. Más tarde, fuentes persas atribuyen la caída de Nabonido a su descuido de la deidad suprema babilónica, Marduc, en favor del dios extranjero Sin.