Palabras clave

Eclesiastés

Palabras clave de Eclesiastés 

Dios - vanidad - debajo del sol (debajo del cielo) - sabio (sabiduría) - justo (justicia) - impío (impiedad) - malo (mal, maldad) - necio (insensato) - trabajo (trabajar, afanarse) - riquezas (bienes).  (RV1960)


Dios

Eclesiastés 1:13: Y di mi corazón a inquirir y a buscar con sabiduría sobre todo lo que se hace debajo del cielo; este penoso trabajo dio DIOS a los hijos de los hombres, para que se ocupen en él.  

Eclesiastés 2:24: No hay cosa mejor para el hombre sino que coma y beba, y que su alma se alegre en su trabajo. También he visto que esto es de la mano de DIOS.  

Eclesiastés 2:26: Porque al hombre que le agrada, DIOS le da sabiduría, ciencia y gozo; mas al pecador da el trabajo de recoger y amontonar, para darlo al que agrada a DIOS. También esto es vanidad y aflicción de espíritu.  

Eclesiastés 3:10: Yo he visto el trabajo que DIOS ha dado a los hijos de los hombres para que se ocupen en él.  

Eclesiastés 3:11: Todo lo hizo hermoso en su tiempo; y ha puesto eternidad en el corazón de ellos, sin que alcance el hombre a entender la obra que ha hecho DIOS desde el principio hasta el fin. 

Eclesiastés 3:13: y también que es don de DIOS que todo hombre coma y beba, y goce el bien de toda su labor.  

Eclesiastés 3:14: He entendido que todo lo que DIOS hace será perpetuo; sobre aquello no se añadirá, ni de ello se disminuirá; y lo hace DIOS, para que delante de él teman los hombres.  

Eclesiastés 3:15: Aquello que fue, ya es; y lo que ha de ser, fue ya; y DIOS restaura lo que pasó.  

Eclesiastés 3:17: Y dije yo en mi corazón: Al justo y al impío juzgará DIOS; porque allí hay un tiempo para todo lo que se quiere y para todo lo que se hace.  

Eclesiastés 3:18: Dije en mi corazón: Es así, por causa de los hijos de los hombres, para que DIOS los pruebe, y para que vean que ellos mismos son semejantes a las bestias.  

Eclesiastés 5:1: Cuando fueres a la casa de DIOS, guarda tu pie; y acércate más para oír que para ofrecer el sacrificio de los necios; porque no saben que hacen mal.  

Eclesiastés 5:2: No te des prisa con tu boca, ni tu corazón se apresure a proferir palabra delante de DIOS; porque DIOS está en el cielo, y tú sobre la tierra; por tanto, sean pocas tus palabras.  

Eclesiastés 5:4: Cuando a DIOS haces promesa, no tardes en cumplirla; porque él no se complace en los insensatos. Cumple lo que prometes.

Eclesiastés 5:6: No dejes que tu boca te haga pecar, ni digas delante del ángel, que fue ignorancia. ¿Por qué harás que DIOS se enoje a causa de tu voz, y que destruya la obra de tus manos?  

Eclesiastés 5:7: Donde abundan los sueños, también abundan las vanidades y las muchas palabras; mas tú, teme a DIOS.  

Eclesiastés 5:18: He aquí, pues, el bien que yo he visto: que lo bueno es comer y beber, y gozar uno del bien de todo su trabajo con que se fatiga debajo del sol, todos los días de su vida que DIOS le ha dado; porque esta es su parte.  

Eclesiastés 5:19: Asimismo, a todo hombre a quien DIOS da riquezas y bienes, y le da también facultad para que coma de ellas, y tome su parte, y goce de su trabajo, esto es don de DIOS

Eclesiastés 5:20: Porque no se acordará mucho de los días de su vida; pues DIOS le llenará de alegría el corazón.  

Eclesiastés 6:2: El del hombre a quien DIOS da riquezas y bienes y honra, y nada le falta de todo lo que su alma desea; pero DIOS no le da facultad de disfrutar de ello, sino que lo disfrutan los extraños. Esto es vanidad, y mal doloroso.  

Eclesiastés 7:13: Mira la obra de DIOS; porque ¿quién podrá enderezar lo que él torció?  

Eclesiastés 7:14: En el día del bien goza del bien; y en el día de la adversidad considera. DIOS hizo tanto lo uno como lo otro, a fin de que el hombre nada halle después de él.  

Eclesiastés 7:18: Bueno es que tomes esto, y también de aquello no apartes tu mano; porque aquel que a DIOS teme, saldrá bien en todo.  

Eclesiastés 7:26: Y he hallado más amarga que la muerte a la mujer cuyo corazón es lazos y redes, y sus manos ligaduras. El que agrada a DIOS escapará de ella; mas el pecador quedará en ella preso.  

Eclesiastés 7:29: He aquí, solamente esto he hallado: que DIOS hizo al hombre recto, pero ellos buscaron muchas perversiones.

Eclesiastés 8:2: Te aconsejo que guardes el mandamiento del rey y la palabra del juramento de DIOS.  

Eclesiastés 8:12: Aunque el pecador haga mal cien veces, y prolongue sus días, con todo yo también sé que les irá bien a los que a DIOS temen, los que temen ante su presencia;  

Eclesiastés 8:13: y que no le irá bien al impío, ni le serán prolongados los días, que son como sombra; por cuanto no teme delante de la presencia de DIOS.  

Eclesiastés 8:15: Por tanto, alabé yo la alegría; que no tiene el hombre bien debajo del sol, sino que coma y beba y se alegre; y que esto le quede de su trabajo los días de su vida que DIOS le concede debajo del sol.  

Eclesiastés 8:17: y he visto todas las obras de DIOS, que el hombre no puede alcanzar la obra que debajo del sol se hace; por mucho que trabaje el hombre buscándola, no la hallará; aunque diga el sabio que la conoce, no por eso podrá alcanzarla.  

Eclesiastés 9:1: Ciertamente he dado mi corazón a todas estas cosas, para declarar todo esto: que los justos y los sabios, y sus obras, están en la mano de DIOS; que sea amor o que sea odio, no lo saben los hombres; todo está delante de ellos. 

Eclesiastés 9:7: Anda, y come tu pan con gozo, y bebe tu vino con alegre corazón; porque tus obras ya son agradables a DIOS. 

Eclesiastés 11:5: Como tú no sabes cuál es el camino del viento, o cómo crecen los huesos en el vientre de la mujer encinta, así ignoras la obra de DIOS, el cual hace todas las cosas.  

Eclesiastés 11:9: Alégrate, joven, en tu juventud, y tome placer tu corazón en los días de tu adolescencia; y anda en los caminos de tu corazón y en la vista de tus ojos; pero sabe, que sobre todas estas cosas te juzgará DIOS.  

Eclesiastés 12:7: y el polvo vuelva a la tierra, como era, y el espíritu vuelva a DIOS que lo dio. 

Eclesiastés 12:13: El fin de todo el discurso oído es este: Teme a DIOS, y guarda sus mandamientos; porque esto es el todo del hombre.  

Eclesiastés 12:14: Porque DIOS traerá toda obra a juicio, juntamente con toda cosa encubierta, sea buena o sea mala.  

  


Vanidad

Eclesiastés 1:2: VANIDAD de VANIDADes, dijo el Predicador; VANIDAD de VANIDADES, todo es VANIDAD.  

Eclesiastés 1:14: Miré todas las obras que se hacen debajo del sol; y he aquí, todo ello es VANIDAD y aflicción de espíritu.  

Eclesiastés 2:1: Dije yo en mi corazón: Ven ahora, te probaré con alegría, y gozarás de bienes. Mas he aquí esto también era VANIDAD. 

Eclesiastés 2:11: Miré yo luego todas las obras que habían hecho mis manos, y el trabajo que tomé para hacerlas; y he aquí, todo era VANIDAD y aflicción de espíritu, y sin provecho debajo del sol.  

Eclesiastés 2:15: Entonces dije yo en mi corazón: Como sucederá al necio, me sucederá también a mí. ¿Para qué, pues, he trabajado hasta ahora por hacerme más sabio? Y dije en mi corazón, que también esto era VANIDAD.  

Eclesiastés 2:17: Aborrecí, por tanto, la vida, porque la obra que se hace debajo del sol me era fastidiosa; por cuanto todo es VANIDAD y aflicción de espíritu. 

Eclesiastés 2:19: Y ¿quién sabe si será sabio o necio el que se enseñoreará de todo mi trabajo en que yo me afané y en que ocupé debajo del sol mi sabiduría? Esto también es VANIDAD.  

Eclesiastés 2:21: ¡Que el hombre trabaje con sabiduría, y con ciencia y con rectitud, y que haya de dar su hacienda a hombre que nunca trabajó en ello! También es esto VANIDAD y mal grande.  

Eclesiastés 2:23: Porque todos sus días no son sino dolores, y sus trabajos molestias; aun de noche su corazón no reposa. Esto también es VANIDAD.  

Eclesiastés 2:26: Porque al hombre que le agrada, Dios le da sabiduría, ciencia y gozo; mas al pecador da el trabajo de recoger y amontonar, para darlo al que agrada a Dios. También esto es VANIDAD y aflicción de espíritu.  

Eclesiastés 3:19: Porque lo que sucede a los hijos de los hombres, y lo que sucede a las bestias, un mismo suceso es: como mueren los unos, así mueren los otros, y una misma respiración tienen todos; ni tiene más el hombre que la bestia; porque todo es VANIDAD. 

Eclesiastés 4:4: He visto asimismo que todo trabajo y toda excelencia de obras despierta la envidia del hombre contra su prójimo. También esto es VANIDAD y aflicción de espíritu.  

Eclesiastés 4:7: Yo me volví otra vez, y vi VANIDAD debajo del sol. 

Eclesiastés 4:8: Está un hombre solo y sin sucesor, que no tiene hijo ni hermano; pero nunca cesa de trabajar, ni sus ojos se sacian de sus riquezas, ni se pregunta: ¿Para quién trabajo yo, y defraudo mi alma del bien? También esto es VANIDAD, y duro trabajo.  

Eclesiastés 4:16: No tenía fin la muchedumbre del pueblo que le seguía; sin embargo, los que vengan después tampoco estarán contentos de él. Y esto es también VANIDAD y aflicción de espíritu. 

Eclesiastés 5:7: Donde abundan los sueños, también abundan las VANIDADes y las muchas palabras; mas tú, teme a Dios.  

Eclesiastés 5:10: El que ama el dinero, no se saciará de dinero; y el que ama el mucho tener, no sacará fruto. También esto es VANIDAD.  

Eclesiastés 6:2: El del hombre a quien Dios da riquezas y bienes y honra, y nada le falta de todo lo que su alma desea; pero Dios no le da facultad de disfrutar de ello, sino que lo disfrutan los extraños. Esto es VANIDAD, y mal doloroso.  

Eclesiastés 6:9: Más vale vista de ojos que deseo que pasa. Y también esto es VANIDAD y aflicción de espíritu.  

Eclesiastés 6:11: Ciertamente las muchas palabras multiplican la VANIDAD. ¿Qué más tiene el hombre?  

Eclesiastés 6:12: Porque ¿quién sabe cuál es el bien del hombre en la vida, todos los días de la vida de su VANIDAD, los cuales él pasa como sombra? Porque ¿quién enseñará al hombre qué será después de él debajo del sol?  

Eclesiastés 7:6: Porque la risa del necio es como el estrépito de los espinos debajo de la olla. Y también esto es VANIDAD.  

Eclesiastés 7:15: Todo esto he visto en los días de mi VANIDAD. Justo hay que perece por su justicia, y hay impío que por su maldad alarga sus días.  

Eclesiastés 8:10: Asimismo he visto a los inicuos sepultados con honra; mas los que frecuentaban el lugar santo fueron luego puestos en olvido en la ciudad donde habían actuado con rectitud. Esto también es VANIDAD.  

Eclesiastés 8:14: Hay VANIDAD que se hace sobre la tierra: que hay justos a quienes sucede como si hicieran obras de impíos, y hay impíos a quienes acontece como si hicieran obras de justos. Digo que esto también es VANIDAD.  

Eclesiastés 9:9: Goza de la vida con la mujer que amas, todos los días de la vida de tu VANIDAD que te son dados debajo del sol, todos los días de tu VANIDAD; porque esta es tu parte en la vida, y en tu trabajo con que te afanas debajo del sol.  

Eclesiastés 11:8: pero aunque un hombre viva muchos años, y en todos ellos tenga gozo, acuérdese sin embargo que los días de las tinieblas serán muchos. Todo cuanto viene es VANIDAD.  

Eclesiastés 11:10: Quita, pues, de tu corazón el enojo, y aparta de tu carne el mal; porque la adolescencia y la juventud son VANIDAD.  

Eclesiastés 12:8: VANIDAD de VANIDADes, dijo el Predicador, todo es VANIDAD.  



Debajo del sol (debajo del cielo)  

Eclesiastés 1:3: ¿Qué provecho tiene el hombre de todo su trabajo con que se afana DEBAJO DEL SOL?  

Eclesiastés 1:9: ¿Qué es lo que fue? Lo mismo que será. ¿Qué es lo que ha sido hecho? Lo mismo que se hará; y nada hay nuevo DEBAJO DEL SOL.  

Eclesiastés 1:13: Y di mi corazón a inquirir y a buscar con sabiduría sobre todo lo que se hace DEBAJO DEL CIELO; este penoso trabajo dio Dios a los hijos de los hombres, para que se ocupen en él.   

Eclesiastés 1:14: Miré todas las obras que se hacen DEBAJO DEL SOL; y he aquí, todo ello es vanidad y aflicción de espíritu. 

Eclesiastés 2:3: Propuse en mi corazón agasajar mi carne con vino, y que anduviese mi corazón en sabiduría, con retención de la necedad, hasta ver cuál fuese el bien de los hijos de los hombres, en el cual se ocuparan DEBAJO DEL CIELO todos los días de su vida.   

Eclesiastés 2:11: Miré yo luego todas las obras que habían hecho mis manos, y el trabajo que tomé para hacerlas; y he aquí, todo era vanidad y aflicción de espíritu, y sin provecho DEBAJO DEL SOL.  

Eclesiastés 2:17: Aborrecí, por tanto, la vida, porque la obra que se hace DEBAJO DEL SOL me era fastidiosa; por cuanto todo es vanidad y aflicción de espíritu.  

Eclesiastés 2:18: Asimismo aborrecí todo mi trabajo que había hecho DEBAJO DEL SOL, el cual tendré que dejar a otro que vendrá después de mí.  

Eclesiastés 2:19: Y ¿quién sabe si será sabio o necio el que se enseñoreará de todo mi trabajo en que yo me afané y en que ocupé DEBAJO DEL SOL mi sabiduría? Esto también es vanidad.  

Eclesiastés 2:20: Volvió, por tanto, a desesperanzarse mi corazón acerca de todo el trabajo en que me afané, y en que había ocupado DEBAJO DEL SOL mi sabiduría.  

Eclesiastés 2:22: Porque ¿qué tiene el hombre de todo su trabajo, y de la fatiga de su corazón, con que se afana DEBAJO DEL SOL?  

Eclesiastés 3:1: Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere DEBAJO DEL CIELO tiene su hora.   

Eclesiastés 3:16: Vi más DEBAJO DEL SOL: en lugar del juicio, allí impiedad; y en lugar de la justicia, allí iniquidad.  

Eclesiastés 4:1: Me volví y vi todas las violencias que se hacen DEBAJO DEL SOL; y he aquí las lágrimas de los oprimidos, sin tener quien los consuele; y la fuerza estaba en la mano de sus opresores, y para ellos no había consolador.  

Eclesiastés 4:3: Y tuve por más feliz que unos y otros al que no ha sido aún, que no ha visto las malas obras que DEBAJO DEL SOL se hacen 

Eclesiastés 4:7: Yo me volví otra vez, y vi vanidad DEBAJO DEL SOL.  

Eclesiastés 4:15: Vi a todos los que viven DEBAJO DEL SOL caminando con el muchacho sucesor, que estará en lugar de aquél.  

Eclesiastés 5:13: Hay un mal doloroso que he visto DEBAJO DEL SOL: las riquezas guardadas por sus dueños para su mal;  

Eclesiastés 5:18: He aquí, pues, el bien que yo he visto: que lo bueno es comer y beber, y gozar uno del bien de todo su trabajo con que se fatiga DEBAJO DEL SOL, todos los días de su vida que Dios le ha dado; porque esta es su parte.  

Eclesiastés 6:1: Hay un mal que he visto DEBAJO DEL CIELO, y muy común entre los hombres: 

Eclesiastés 6:12: Porque ¿quién sabe cuál es el bien del hombre en la vida, todos los días de la vida de su vanidad, los cuales él pasa como sombra? Porque ¿quién enseñará al hombre qué será después de él DEBAJO DEL SOL?  

Eclesiastés 8:9: Todo esto he visto, y he puesto mi corazón en todo lo que DEBAJO DEL SOL se hace; hay tiempo en que el hombre se enseñorea del hombre para mal suyo.  

Eclesiastés 8:15: Por tanto, alabé yo la alegría; que no tiene el hombre bien DEBAJO DEL SOL, sino que coma y beba y se alegre; y que esto le quede de su trabajo los días de su vida que Dios le concede DEBAJO DEL SOL.  

Eclesiastés 8:17: y he visto todas las obras de Dios, que el hombre no puede alcanzar la obra que DEBAJO DEL SOL se hace; por mucho que trabaje el hombre buscándola, no la hallará; aunque diga el sabio que la conoce, no por eso podrá alcanzarla.  

Eclesiastés 9:3: Este mal hay entre todo lo que se hace DEBAJO DEL SOL, que un mismo suceso acontece a todos, y también que el corazón de los hijos de los hombres está lleno de mal y de insensatez en su corazón durante su vida; y después de esto se van a los muertos.  

Eclesiastés 9:6: También su amor y su odio y su envidia fenecieron ya; y nunca más tendrán parte en todo lo que se hace DEBAJO DEL SOL.  

Eclesiastés 9:9: Goza de la vida con la mujer que amas, todos los días de la vida de tu vanidad que te son dados DEBAJO DEL SOL, todos los días de tu vanidad; porque esta es tu parte en la vida, y en tu trabajo con que te afanas DEBAJO DEL SOL.  

Eclesiastés 9:11: Me volví y vi DEBAJO DEL SOL, que ni es de los ligeros la carrera, ni la guerra de los fuertes, ni aun de los sabios el pan, ni de los prudentes las riquezas, ni de los elocuentes el favor; sino que tiempo y ocasión acontecen a todos.  

Eclesiastés 9:13: También vi esta sabiduría DEBAJO DEL SOL, la cual me parece grande:  

Eclesiastés 10:5: Hay un mal que he visto DEBAJO DEL SOL, a manera de error emanado del príncipe:  

 


Sabio (sabiduría)   

Eclesiastés 1:13: Y di mi corazón a inquirir y a buscar con SABIDURÍA sobre todo lo que se hace debajo del cielo; este penoso trabajo dio Dios a los hijos de los hombres, para que se ocupen en él.   

Eclesiastés 1:16: Hablé yo en mi corazón, diciendo: He aquí yo me he engrandecido, y he crecido en SABIDURÍA sobre todos los que fueron antes de mí en Jerusalén; y mi corazón ha percibido mucha SABIDURÍA y ciencia.   

Eclesiastés 1:18: Porque en la mucha SABIDURÍA hay mucha molestia; y quien añade ciencia, añade dolor.   

Eclesiastés 2:12: Después volví yo a mirar para ver la SABIDURÍA y los desvaríos y la necedad; porque ¿qué podrá hacer el hombre que venga después del rey? Nada, sino lo que ya ha sido hecho.   

Eclesiastés 2:13: Y he visto que la SABIDURÍA sobrepasa a la necedad, como la luz a las tinieblas.  

Eclesiastés 2:14: El SABIO tiene sus ojos en su cabeza, mas el necio anda en tinieblas; pero también entendí yo que un mismo suceso acontecerá al uno como al otro.  

Eclesiastés 2:15: Entonces dije yo en mi corazón: Como sucederá al necio, me sucederá también a mí. ¿Para qué, pues, he trabajado hasta ahora por hacerme más SABIO? Y dije en mi corazón, que también esto era vanidad.  

Eclesiastés 2:16: Porque ni del SABIO ni del necio habrá memoria para siempre; pues en los días venideros ya todo será olvidado, y también morirá el SABIO como el necio.  

Eclesiastés 2:19: Y ¿quién sabe si será SABIO o necio el que se enseñoreará de todo mi trabajo en que yo me afané y en que ocupé debajo del sol mi sabiduría? Esto también es vanidad 

Eclesiastés 4:13: Mejor es el muchacho pobre y SABIO, que el rey viejo y necio que no admite consejos;  

Eclesiastés 6:8: Porque ¿qué más tiene el SABIO que el necio? ¿Qué más tiene el pobre que supo caminar entre los vivos?  

Eclesiastés 7:4: El corazón de los SABIOs está en la casa del luto; mas el corazón de los insensatos, en la casa en que hay alegría.  

Eclesiastés 7:5: Mejor es oír la reprensión del SABIO que la canción de los necios. 

Eclesiastés 7:7: Ciertamente la opresión hace entontecer al SABIO, y las dádivas corrompen el corazón. 

Eclesiastés 7:12: Porque escudo es la ciencia, y escudo es el dinero; mas la SABIDURÍA excede, en que da vida a sus poseedores.  

Eclesiastés 7:16: No seas demasiado justo, ni seas SABIO con exceso; ¿por qué habrás de destruirte?  

Eclesiastés 7:19: La sabiduría fortalece al SABIO más que diez poderosos que haya en una ciudad.  

Eclesiastés 7:23: Todas estas cosas probé con sabiduría, diciendo: Seré SABIO; pero la sabiduría se alejó de mí.  

Eclesiastés 7:25: Me volví y fijé mi corazón para saber y examinar e inquirir la SABIDURÍA y la razón, y para conocer la maldad de la insensatez y el desvarío del error.  

Eclesiastés 8:1: ¿Quién como el SABIO? ¿y quién como el que sabe la declaración de las cosas? La sabiduría del hombre ilumina su rostro, y la tosquedad de su semblante se mudará 

Eclesiastés 8:5: El que guarda el mandamiento no experimentará mal; y el corazón del SABIO discierne el tiempo y el juicio.  

Eclesiastés 8:17: y he visto todas las obras de Dios, que el hombre no puede alcanzar la obra que debajo del sol se hace; por mucho que trabaje el hombre buscándola, no la hallará; aunque diga el SABIO que la conoce, no por eso podrá alcanzarla.  

Eclesiastés 9:1: Ciertamente he dado mi corazón a todas estas cosas, para declarar todo esto: que los justos y los SABIOs, y sus obras, están en la mano de Dios; que sea amor o que sea odio, no lo saben los hombres; todo está delante de ellos.  

Eclesiastés 9:11: Me volví y vi debajo del sol, que ni es de los ligeros la carrera, ni la guerra de los fuertes, ni aun de los SABIOs el pan, ni de los prudentes las riquezas, ni de los elocuentes el favor; sino que tiempo y ocasión acontecen a todos.  

Eclesiastés 9:13: También vi esta SABIDURÍA debajo del sol, la cual me parece grande:   

Eclesiastés 9:15: y se halla en ella un hombre pobre, SABIO, el cual libra a la ciudad con su sabiduría; y nadie se acordaba de aquel hombre pobre.  

Eclesiastés 9:16: Entonces dije yo: Mejor es la SABIDURÍA que la fuerza, aunque la ciencia del pobre sea menospreciada, y no sean escuchadas sus palabras.   

Eclesiastés 9:17: Las palabras del SABIO escuchadas en quietud, son mejores que el clamor del señor entre los necios. 

Eclesiastés 9:18: Mejor es la SABIDURÍA que las armas de guerra; pero un pecador destruye mucho bien. 

Eclesiastés 10:1: Las moscas muertas hacen heder y dar mal olor al perfume del perfumista; así una pequeña locura, al que es estimado como SABIO y honorable.  

Eclesiastés 10:2: El corazón del SABIO está a su mano derecha, mas el corazón del necio a su mano izquierda.  

Eclesiastés 10:10: Si se embotare el hierro, y su filo no fuere amolado, hay que añadir entonces más fuerza; pero la SABIDURÍA es provechosa para dirigir.  

Eclesiastés 10:12: Las palabras de la boca del SABIO son llenas de gracia, mas los labios del necio causan su propia ruina.  

Eclesiastés 12:9: Y cuanto más SABIO fue el Predicador, tanto más enseñó sabiduría al pueblo; e hizo escuchar, e hizo escudriñar, y compuso muchos proverbios.  

Eclesiastés 12:11: Las palabras de los SABIOS son como aguijones; y como clavos hincados son las de los maestros de las congregaciones, dadas por un Pastor.  

  

 

Justo (justicia) 

Eclesiastés 3:16: Vi más debajo del sol: en lugar del juicio, allí impiedad; y en lugar de la JUSTICIA, allí iniquidad.  

Eclesiastés 3:17: Y dije yo en mi corazón: Al JUSTO y al impío juzgará Dios; porque allí hay un tiempo para todo lo que se quiere y para todo lo que se hace.  

Eclesiastés 5:8: Si opresión de pobres y perversión de derecho y de JUSTICIA vieres en la provincia, no te maravilles de ello; porque sobre el alto vigila otro más alto, y uno más alto está sobre ellos.  

Eclesiastés 7:15: Todo esto he visto en los días de mi vanidad. JUSTO hay que perece por su justicia, y hay impío que por su maldad alarga sus días.  

Eclesiastés 7:16: No seas demasiado JUSTO, ni seas sabio con exceso; ¿por qué habrás de destruirte? 

Eclesiastés 7:20: Ciertamente no hay hombre JUSTO en la tierra, que haga el bien y nunca peque. 

Eclesiastés 8:14: Hay vanidad que se hace sobre la tierra: que hay JUSTOS a quienes sucede como si hicieran obras de impíos, y hay impíos a quienes acontece como si hicieran obras de JUSTOS. Digo que esto también es vanidad.  

Eclesiastés 9:1: Ciertamente he dado mi corazón a todas estas cosas, para declarar todo esto: que los JUSTOS y los sabios, y sus obras, están en la mano de Dios; que sea amor o que sea odio, no lo saben los hombres; todo está delante de ellos.  

Eclesiastés 9:2: Todo acontece de la misma manera a todos; un mismo suceso ocurre al JUSTO y al impío; al bueno, al limpio y al no limpio; al que sacrifica, y al que no sacrifica; como al bueno, así al que peca; al que jura, como al que teme el juramento. 


 

Impío (impiedad)  

Eclesiastés 3:16: Vi más debajo del sol: en lugar del juicio, allí IMPIEDAD; y en lugar de la justicia, allí iniquidad.  

Eclesiastés 3:17: Y dije yo en mi corazón: Al justo y al IMPÍO juzgará Dios; porque allí hay un tiempo para todo lo que se quiere y para todo lo que se hace.  

Eclesiastés 7:15: Todo esto he visto en los días de mi vanidad. Justo hay que perece por su justicia, y hay IMPÍO que por su maldad alarga sus días.  

Eclesiastés 8:8: No hay hombre que tenga potestad sobre el espíritu para retener el espíritu, ni potestad sobre el día de la muerte; y no valen armas en tal guerra, ni la IMPIEDAD librará al que la posee.  

Eclesiastés 8:13: y que no le irá bien al IMPÍO, ni le serán prolongados los días, que son como sombra; por cuanto no teme delante de la presencia de Dios.  

Eclesiastés 8:14: Hay vanidad que se hace sobre la tierra: que hay justos a quienes sucede como si hicieran obras de impíos, y hay IMPÍOS a quienes acontece como si hicieran obras de justos. Digo que esto también es vanidad.  

 


Malo (mal, maldad)  

Eclesiastés 2:21: ¡Que el hombre trabaje con sabiduría, y con ciencia y con rectitud, y que haya de dar su hacienda a hombre que nunca trabajó en ello! También es esto vanidad y MAL grande.  

Eclesiastés 4:3: Y tuve por más feliz que unos y otros al que no ha sido aún, que no ha visto las MALAS obras que debajo del sol se hacen.  

Eclesiastés 5:1: Cuando fueres a la casa de Dios, guarda tu pie; y acércate más para oír que para ofrecer el sacrificio de los necios; porque no saben que hacen MAL.  

Eclesiastés 5:14: las cuales se pierden en MALAS ocupaciones, y a los hijos que engendraron, nada les queda en la mano. 

Eclesiastés 5:13: Hay un MAL doloroso que he visto debajo del sol: las riquezas guardadas por sus dueños para su MAL; 

Eclesiastés 5:16: Este también es un gran MAL, que como vino, así haya de volver. ¿Y de qué le aprovechó trabajar en vano? 

Eclesiastés 6:1: Hay un MAL que he visto debajo del cielo, y muy común entre los hombres:  

Eclesiastés 6:2: El del hombre a quien Dios da riquezas y bienes y honra, y nada le falta de todo lo que su alma desea; pero Dios no le da facultad de disfrutar de ello, sino que lo disfrutan los extraños. Esto es vanidad, y MAL doloroso.  

Eclesiastés 7:15: Todo esto he visto en los días de mi vanidad. Justo hay que perece por su justicia, y hay impío que por su MALDAD alarga sus días.  

Eclesiastés 7:17: No hagas mucho MAL, ni seas insensato; ¿por qué habrás de morir antes de tu tiempo?  

Eclesiastés 7:21: Tampoco apliques tu corazón a todas las cosas que se hablan, para que no oigas a tu siervo cuando dice MAL de ti;  

Eclesiastés 7:22: porque tu corazón sabe que tú también dijiste MAL de otros muchas veces. 

Eclesiastés 7:25: Me volví y fijé mi corazón para saber y examinar e inquirir la sabiduría y la razón, y para conocer la MALDAD de la insensatez y el desvarío del error. 

Eclesiastés 8:3: No te apresures a irte de su presencia, ni en cosa MALa persistas; porque él hará todo lo que quiere.  

Eclesiastés 8:5: El que guarda el mandamiento no experimentará MAL; y el corazón del sabio discierne el tiempo y el juicio.  

Eclesiastés 8:6: Porque para todo lo que quisieres hay tiempo y juicio; porque el MAL del hombre es grande sobre él;  

Eclesiastés 8:9: Todo esto he visto, y he puesto mi corazón en todo lo que debajo del sol se hace; hay tiempo en que el hombre se enseñorea del hombre para MAL suyo.  

Eclesiastés 8:11: Por cuanto no se ejecuta luego sentencia sobre la MALA obra, el corazón de los hijos de los hombres está en ellos dispuesto para hacer el MAL.  

Eclesiastés 8:12: Aunque el pecador haga MAL cien veces, y prolongue sus días, con todo yo también sé que les irá bien a los que a Dios temen, los que temen ante su presencia;  

Eclesiastés 9:3: Este MAL hay entre todo lo que se hace debajo del sol, que un mismo suceso acontece a todos, y también que el corazón de los hijos de los hombres está lleno de MAL y de insensatez en su corazón durante su vida; y después de esto se van a los muertos. 

Eclesiastés 9:12: Porque el hombre tampoco conoce su tiempo; como los peces que son presos en la mala red, y como las aves que se enredan en lazo, así son enlazados los hijos de los hombres en el tiempo MALO, cuando cae de repente sobre ellos.  

Eclesiastés 10:1: Las moscas muertas hacen heder y dar MAL olor al perfume del perfumista; así una pequeña locura, al que es estimado como sabio y honorable.  

Eclesiastés 10:5: Hay un MAL que he visto debajo del sol, a manera de error emanado del príncipe: 

Eclesiastés 10:20: Ni aun en tu pensamiento digas MAL del rey, ni en lo secreto de tu cámara digas MAL del rico; porque las aves del cielo llevarán la voz, y las que tienen alas harán saber la palabra.  

Eclesiastés 11:2: Reparte a siete, y aun a ocho; porque no sabes el MAL que vendrá sobre la tierra. 

Eclesiastés 11:10: Quita, pues, de tu corazón el enojo, y aparta de tu carne elMAL; porque la adolescencia y la juventud son vanidad. 

Eclesiastés 12:1: Acuérdate de tu Creador en los días de tu juventud, antes que vengan los días MALOS, y lleguen los años de los cuales digas: No tengo en ellos contentamiento;  

Eclesiastés 12:14: Porque Dios traerá toda obra a juicio, juntamente con toda cosa encubierta, sea buena o sea MALA.  

 


Necio (insensato)  

Eclesiastés 2:14: El sabio tiene sus ojos en su cabeza, mas el NECIO anda en tinieblas; pero también entendí yo que un mismo suceso acontecerá al uno como al otro.  

Eclesiastés 2:15: Entonces dije yo en mi corazón: Como sucederá al NECIO, me sucederá también a mí. ¿Para qué, pues, he trabajado hasta ahora por hacerme más sabio? Y dije en mi corazón, que también esto era vanidad. 

Eclesiastés 2:16: Porque ni del sabio ni del NECIO habrá memoria para siempre; pues en los días venideros ya todo será olvidado, y también morirá el sabio como el NECIO.  

Eclesiastés 2:19: Y ¿quién sabe si será sabio o NECIO el que se enseñoreará de todo mi trabajo en que yo me afané y en que ocupé debajo del sol mi sabiduría? Esto también es vanidad.  

Eclesiastés 4:5: El NECIO cruza sus manos y come su misma carne. 

Eclesiastés 4:13: Mejor es el muchacho pobre y sabio, que el rey viejo y NECIO que no admite consejos; 

Eclesiastés 5:1: Cuando fueres a la casa de Dios, guarda tu pie; y acércate más para oír que para ofrecer el sacrificio de los NECIOS; porque no saben que hacen mal.  

Eclesiastés 5:4: Cuando a Dios haces promesa, no tardes en cumplirla; porque él no se complace en los INSENSATOS. Cumple lo que prometes.  

Eclesiastés 5:3: Porque de la mucha ocupación viene el sueño, y de la multitud de las palabras la voz del NECIO. 

Eclesiastés 6:8: Porque ¿qué más tiene el sabio que el NECIO? ¿Qué más tiene el pobre que supo caminar entre los vivos? 

Eclesiastés 7:4: El corazón de los sabios está en la casa del luto; mas el corazón de los INSENSATOS, en la casa en que hay alegría.  

Eclesiastés 7:5: Mejor es oír la reprensión del sabio que la canción de los NECIOS. 

Eclesiastés 7:6: Porque la risa del NECIO es como el estrépito de los espinos debajo de la olla. Y también esto es vanidad. 

Eclesiastés 7:9: No te apresures en tu espíritu a enojarte; porque el enojo reposa en el seno de los NECIOS.  

Eclesiastés 7:17: No hagas mucho mal, ni seas INSENSATO; ¿por qué habrás de morir antes de tu tiempo?   

Eclesiastés 9:17: Las palabras del sabio escuchadas en quietud, son mejores que el clamor del señor entre los NECIOS.  

Eclesiastés 10:2: El corazón del sabio está a su mano derecha, mas el corazón del NECIO a su mano izquierda.  

Eclesiastés 10:3: Y aun mientras va el NECIO por el camino, le falta cordura, y va diciendo a todos que es NECIO.  

Eclesiastés 10:12: Las palabras de la boca del sabio son llenas de gracia, mas los labios del NECIO causan su propia ruina. 

Eclesiastés 10:14: El NECIO multiplica palabras, aunque no sabe nadie lo que ha de ser; ¿y quién le hará saber lo que después de él será? 

Eclesiastés 10:15: El trabajo de los NECIOS los fatiga; porque no saben por dónde ir a la ciudad.  



Trabajo (trabajar, afanarse)  

Eclesiastés 1:3: ¿Qué provecho tiene el hombre de todo su TRABAJO con que se afana debajo del sol?  

Eclesiastés 1:13: Y di mi corazón a inquirir y a buscar con sabiduría sobre todo lo que se hace debajo del cielo; este penoso TRABAJO dio Dios a los hijos de los hombres, para que se ocupen en él.  

Eclesiastés 2:10: No negué a mis ojos ninguna cosa que desearan, ni aparté mi corazón de placer alguno, porque mi corazón gozó de todo mi TRABAJO; y esta fue mi parte de toda mi faena.  

Eclesiastés 2:11: Miré yo luego todas las obras que habían hecho mis manos, y el TRABAJO que tomé para hacerlas; y he aquí, todo era vanidad y aflicción de espíritu, y sin provecho debajo del sol.  

Eclesiastés 2:18: Asimismo aborrecí todo mi TRABAJO que había hecho debajo del sol, el cual tendré que dejar a otro que vendrá después de mí. 

Eclesiastés 2:19: Y ¿quién sabe si será sabio o necio el que se enseñoreará de todo mi TRABAJO en que yo me afané y en que ocupé debajo del sol mi sabiduría? Esto también es vanidad. 

Eclesiastés 2:20: Volvió, por tanto, a desesperanzarse mi corazón acerca de todo el TRABAJO en que me afané, y en que había ocupado debajo del sol mi sabiduría.  

Eclesiastés 2:21: ¡Que el hombre trabaje con sabiduría, y con ciencia y con rectitud, y que haya de dar su hacienda a hombre que nunca trabajó en ello! También es esto vanidad y mal grande.  

Eclesiastés 2:22: Porque ¿qué tiene el hombre de todo su TRABAJO, y de la fatiga de su corazón, con que se afana debajo del sol?  

Eclesiastés 2:23: Porque todos sus días no son sino dolores, y sus TRABAJOS molestias; aun de noche su corazón no reposa. Esto también es vanidad.  

Eclesiastés 2:24: No hay cosa mejor para el hombre sino que coma y beba, y que su alma se alegre en su TRABAJO. También he visto que esto es de la mano de Dios.  

Eclesiastés 2:26: Porque al hombre que le agrada, Dios le da sabiduría, ciencia y gozo; mas al pecador da el TRABAJO de recoger y amontonar, para darlo al que agrada a Dios. También esto es vanidad y aflicción de espíritu.  

Eclesiastés 3:9: ¿Qué provecho tiene el que trabaja, de aquello en que se AFANA?   

Eclesiastés 3:10: Yo he visto el TRABAJO que Dios ha dado a los hijos de los hombres para que se ocupen en él.  

Eclesiastés 3:22: Así, pues, he visto que no hay cosa mejor para el hombre que alegrarse en su TRABAJO, porque esta es su parte; porque ¿quién lo llevará para que vea lo que ha de ser después de él?  

Eclesiastés 4:4: He visto asimismo que todo TRABAJO y toda excelencia de obras despierta la envidia del hombre contra su prójimo. También esto es vanidad y aflicción de espíritu.  

Eclesiastés 4:6: Más vale un puño lleno con descanso, que ambos puños llenos con TRABAJO y aflicción de espíritu. 

Eclesiastés 4:8: Está un hombre solo y sin sucesor, que no tiene hijo ni hermano; pero nunca cesa de trabajar, ni sus ojos se sacian de sus riquezas, ni se pregunta: ¿Para quién TRABAJO yo, y defraudo mi alma del bien? También esto es vanidad, y duro TRABAJO.  

Eclesiastés 4:9: Mejores son dos que uno; porque tienen mejor paga de su TRABAJO.  

Eclesiastés 5:15: Como salió del vientre de su madre, desnudo, así vuelve, yéndose tal como vino; y nada tiene de su TRABAJO para llevar en su mano.  

Eclesiastés 5:16: Este también es un gran mal, que como vino, así haya de volver. ¿Y de qué le aprovechó TRABAJAR en vano?   

Eclesiastés 5:17: Además de esto, todos los días de su vida comerá en tinieblas, con mucho afán y dolor y miseria.   

Eclesiastés 5:18: He aquí, pues, el bien que yo he visto: que lo bueno es comer y beber, y gozar uno del bien de todo su TRABAJO con que se fatiga debajo del sol, todos los días de su vida que Dios le ha dado; porque esta es su parte.  

Eclesiastés 5:19: Asimismo, a todo hombre a quien Dios da riquezas y bienes, y le da también facultad para que coma de ellas, y tome su parte, y goce de su TRABAJO, esto es don de Dios.  

Eclesiastés 6:7: Todo el TRABAJO del hombre es para su boca, y con todo eso su deseo no se sacia. 

Eclesiastés 8:15: Por tanto, alabé yo la alegría; que no tiene el hombre bien debajo del sol, sino que coma y beba y se alegre; y que esto le quede de su TRABAJO los días de su vida que Dios le concede debajo del sol.  

Eclesiastés 9:9: Goza de la vida con la mujer que amas, todos los días de la vida de tu vanidad que te son dados debajo del sol, todos los días de tu vanidad; porque esta es tu parte en la vida, y en tu TRABAJO con que te afanas debajo del sol.  

Eclesiastés 9:10: Todo lo que te viniere a la mano para hacer, hazlo según tus fuerzas; porque en el Seol, adonde vas, no hay obra, ni TRABAJO, ni ciencia, ni sabiduría.  

Eclesiastés 10:15: El TRABAJO de los necios los fatiga; porque no saben por dónde ir a la ciudad.  

 


Riquezas (bienes)

Eclesiastés 2:1: Dije yo en mi corazón: Ven ahora, te probaré con alegría, y gozarás de BIENES. Mas he aquí esto también era vanidad.  

Eclesiastés 4:8: Está un hombre solo y sin sucesor, que no tiene hijo ni hermano; pero nunca cesa de trabajar, ni sus ojos se sacian de sus RIQUEZAS, ni se pregunta: ¿Para quién trabajo yo, y defraudo mi alma del bien? También esto es vanidad, y duro trabajo.  

Eclesiastés 5:11: Cuando aumentan los BIENES, también aumentan los que los consumen. ¿Qué bien, pues, tendrá su dueño, sino verlos con sus ojos?   

Eclesiastés 5:13: Hay un mal doloroso que he visto debajo del sol: las RIQUEZAS guardadas por sus dueños para su mal;  

Eclesiastés 5:19: Asimismo, a todo hombre a quien Dios da RIQUEZAS y bienes, y le da también facultad para que coma de ellas, y tome su parte, y goce de su trabajo, esto es don de Dios.  

Eclesiastés 6:2: El del hombre a quien Dios da RIQUEZAS y bienes y honra, y nada le falta de todo lo que su alma desea; pero Dios no le da facultad de disfrutar de ello, sino que lo disfrutan los extraños. Esto es vanidad, y mal doloroso.  

Eclesiastés 9:11: Me volví y vi debajo del sol, que ni es de los ligeros la carrera, ni la guerra de los fuertes, ni aun de los sabios el pan, ni de los prudentes las RIQUEZAS, ni de los elocuentes el favor; sino que tiempo y ocasión acontecen a todos.