Arqueología

Zacarías

Arqueología de Zacarías

NOTAS CULTURALES E HISTÓRICAS

Zacarías 1. “Ángeles y espíritus guardianes en la Biblia y en el antiguo Cercano Oriente”

Tanto las palabras hebreas como las griegas traducidas al español como “ángel» también significan «mensajero». Esto refleja el hecho de que un ángel es un mensajero de Dios. En ocasiones era determinar si los mensajeros de Dios durante los tiempos bíblicos eran seres humanos o seres celestiales (Jue 132-22), debido a que los ángeles a menudo se percibían como de apariencia humana y evidentemente parecían ser tanto del género masculino como del femenino (Zac 5:9).

La situación también es confusa en el caso del «ángel del SEÑOR», debido a que este ser en ocasiones parece haber sido un simple ángel, pero otras veces Dios mismo.

Los mensajeros humanos en el antiguo Cercano Oriente se desempeñaban como heraldos, enviados y embajadores, y llevaban la autoridad de quien los enviaba. De modo semejante, los ángeles en la Biblia funcionaban como representantes de Dios. El «mensaje» que un ángel llevaba podía ser verbal, pero también puede haber sido una acción indicativa de un juicio (2S 24:15-17), un ministerio para los creyentes (1R 19:5-8) o un servido como guardián del pueblo de Dios (Sal 91:11).

En la mitología de los pueblos vecinos de Israel también aparecen seres parecidos a los ángeles:

En ocasiones, los mitos presentan a estos pequeños dioses como un tipo de campesinos celestiales que realizaban un trabajo servil para los dioses poderosos, pero que si se les presionaba demasiado, tendían a rebelarse contra sus señores celestiales.

Los querubines y los serafines de la Biblia son similares a estos sobrenaturales guardianes de las puertas, del antiguo Cercano Oriente. Un querubín vigilaba la entrada al Edén después de la expulsión del hombre y la mujer (Gn 3:24), y figuras de querubines alados también guardaban simbólicamente el arca del pacto y la tienda de reunión (Éx 25:18-22; 26:1). En la visión de Isaías, los serafines se desempeñaban como servidores en la habitación del trono celestial (Is 6). En ocasiones, a los querubines se les describe en términos que nos recuerdan a las criaturas híbridas del arte del antiguo Cercano Oriente (Ex 37:9; Ez 10:1-11), y algunos intérpretes creen que el serafín era serpentino. Ambos, querubines y serafines, están estrechamente relacionados con la santidad, la soberanía y la pureza de Dios.

LA VERACIDAD DE LA BIBLIA

Zacarías 4. “Autoría de Zacarìas”

Antes del siglo XVI d.C. la autoría de Zacarías no fue objetada. Se creía que el libro completo lo había escrito el profeta Zacarías el hijo de Berequías y nieto de Idó (1:1). Zacarías empezó su ministerio en 520 a.C., apenas dos meses después de que Hageo comenzará el suyo.

Durante el siglo XVII d.C., en base a Mateo 27:9 (el cual cita Zac 11:12-13, pero se lo atribuye al profeta Jeremías), se sugirió que la última mitad de Zacarías (caps. 9-14) fue en realidad escrita por Jeremías. Desde entonces muchos críticos eruditos han cuestionado la unidad de Zacarías. Algunos sostienen que la obra completa fue escrita antes de la época de Zacarías, mientras que otros están convencidos de que el libro fue escrito mucho tiempo después de su época. Los diversos argumentos incluyen:

Hay una ligera inconsistencia en que los capítulos 9-14 son diferentes de 1-8 o que las dos secciones fueron escritas en épocas diferentes. No obstante, esto no imposibilita la presunción de que realmente Zacarías escribiera el libro completo.

La primera sección relata los acontecimientos de 520 al 518 a.C., y se enfoca en individuos específicos y en periodos de tiempo. Este propósito específico requiere un escenario histórico más concreto.

La segunda sección es, en su mayor parte, escatológica (se enfoca en los tiempos finales) y se orienta hacia un futuro distante.

La primera sección fue probablemente escrita antes de la segunda. Zacarías era un hombre joven en 520 a.C. (2:4) pero puede haber escrito los capítulos 9-14 décadas después.

Para el año 520 a.C., los griegos eran una gran molestia para el imperio persa, y dentro de unas décadas los persas agruparían uno de los ejércitos más grandes de la historia antigua para luchar con ellos, y sufrir una derrota catastrófica. De hecho, los persas pueden haber experimentado una derrota importante en Grecia para la época en que se escribió Zacarías 9-14 y, con todo, esos capítulos pueden haber sido creación del propio Zacarías (la batalla de Maratón se peleó en 429 a.C.).

Se han ofrecido varias soluciones para la referencia en Mateo de Jeremías. Algunos han argumentado que debido a que el Talmud ubica a Jeremías a la cabeza de la colección de los libros proféticos, cualquier cita profética puede considerarse como parte de la colección literaria de Jeremías. Otros sugieren que Mateo originalmente le atribuyó el pasaje a Zacarías pero que el nombre Jeremías fue introducido por medio de un error de escriba. Mateo puede haber citado a Zacarías, pero refirió al lectora la profecía encontrada en Jeremías 19:1-13 y 32:6-8, la cual se repitió y expandió en la obra de Zacarías.

Además de los argumentos presentados anteriormente, la obra muestra signos internos de unidad. Ambas secciones, la primera y la segunda tienen que ver con la protección divina de Jerusalén, el juicio contra los enemigos de Israel, el Mesías (Zac 3:8; 9:9) y el derramamiento del Espíritu (4:6; 12:10).

SITIOS ARQUEOLÓGICOS

Zacarías 9. “Sidón”

Sidón se localizaba en un puerto natural en la costa del Líbano, en la antigua Fenicia, entre Tiro y Beirut. De hecho, fue de las ciudades más antiguas e importantes en la región.

La prominencia de Sidón se refleja en el hecho de que se menciona en registros hititas, ugaríticos, egipcios y asirios. Los sidonios se involucraron durante toda su larga historia en pesca, marinería, comercio y en la manufactura del tinte púrpura. En el Sidón moderno todavía existe un gran cúmulo de caparazones de caracol, de los cuales se extraía esta espectacular tintura, Asimismo, a sus habitantes se les conocía por su artesanía fina; producían hermosos trabajos en materiales como el marfil y la plata? Referencias a «la gran ciudad de Sidón» en Josué 11:8 y 19:28 reflejan un conocimiento preciso del nombre de la ciudad.

El registro asirio de la campaña de Senaquerib en 701 a.C. declara que este capturó tanto a «la gran Sidón» como a la «pequeña Sidón».

Cuando Josué dividió la tierra prometida, Sidón fue asignada a la tribu de Aser, pero esta tribu no fue capaz de expulsar a los sidonios (Jue 1:31; 3:1-3), Posteriormente, durante el periodo de la monarquía dividida, Acab se casó con Jezabel, la hija de Et Baal, rey de Sidón, y esta unión originó la introducción de la adoración pagana en el reino del norte (1R 16:31-33). Los profetas Jeremías (Jer 25:22; 27:3-6; 47:4), Ezequiel (Ez 28:20-24), Joel (Joel 3:4-8) y Zacarías (Zac 9:1-2) pronun-ciaron juicio contra Sidón. Esta ciudad se encontraba entre las ciudades que Dios le había entregado a Nabucodonosor' de Babilonia (Jer 27:6), y un texto excavado en Babilonia menciona al rey de Sidón entre los cautivos de Nabucodonosor. Sidón fue también un centro de la flota persa durante el reinado de Jerjes.

Las excavaciones en la antigua Sidón se han limitado debido a recientes hostilidades militares, así como al desarrollo urbano. Recientemente, ha habido indicios de la posibilidad de excavar los restos de la antigua Sidón bajo el mar (los historiadores griegos indican que en el 146 a.C. la ciudad fue golpeada por un terremoto, lo que provocó que una gran parte de ella se hundiera en el océano).

SITIOS ARQUEOLÓGICOS

Zacarías 12. “Meguido”

La ciudad de Meguido controlaba el paso entre el valle de Jezrel y la planicie de Sarón. Las rutas que conducían al noroeste, a la costa fenicia y al este, a Damasco también eran controladas por esta ciudad. Muchas batallas críticas sucedieron en Meguido, una de las ciudades más estratégicas en la región actualmente llamada Palestina.

Una excavación arqueológica de Tell ell-Mutesellim durante la primera década del siglo XX localizó la ciudad, que incluía numerosos estratos de ocupación. Meguido primero estuvo habitada durante la Era Neolitica. La Meguido de la Edad de Bronce I poseía el templo más grande conocido en el Levante (Siria-Palestina) durante ese periodo de tiempo. Las excavaciones revelan numerosos niveles de ocupación a través de la Edad de Bronce Media la Edad de Bronce Tardía, algunos niveles indican períodos en que la ciudad era próspera y otros en que estaba empobrecida. Durante la primera parte de la Edad de Bronce Tardía Meguido se encontraba bajo el dominio egipcio, al haber sido capturada por el faraón Thutmose III en aproximadamente 1479 a.C. Varias de las cartas de Amarna' del gobernante de Meguido profesan lealtad a Egipto.

Durante la conquista de la tierra prometida, Meguido fue asignada a la tribu de Manasés (Jos 17:11). El rey de Meguido se menciona entre los que fueron derrotados por Josué (Jos 12:21), pero Manasés no pudo tomar la ciudad (Jue 1:27). Parece que Meguido fue subsecuentemente una ciudad cananea con la presencia de filisteos. Aparentemente David la conquistó para Israel.

Un nivel de ocupación del siglo X a.C., de la oca de Salomón, indica que la ciudad se usó como un centro administrativo gubernamental para Israel. Este nivel evidencia el mismo tipo de puertas multicámaras, de paredes dobles (llamadas paredes casamata) encontradas en Jazor y Guézer Jurante el mismo periodo de tiempo. En base a 1 Reyes 9:15 podemos concluir que el estilo de construcción empleado en estas ciudades fue un tipo preferido por los ingenieros de Salomón. El faraón Sisac (r. aprox. 945-924 a.C.) parece haber destruido Meguido durante una campaña que incluyó un ataque en Judá en Jerusalén.

Meguido fue reconstruida y usada nuevamente como un centro militar o administrativo durante los siglos IX y VIII a.C. Sin embargo, la ciudad cayó nuevamente bajo un poder extranjero, cuando Tiglat Piléser III, rey de Asiria, la conquistó por el año 733 a.C. después de lo cual se usó como un centro administrativo asirio. Con la caída del imperio asirio, Meguido pasó al control del Judá. Fue el sitio de confrontación entre el rey Josías y el faraón Necao, lo cual produjo la muerte de Josías. En Zacarías 12:11 “...habrá una gran lamentación en Jerusalén, como la de Hadad Rimón en la llanura de Meguido» probablemente se refiere al luto por esta calamidad. Durante la era persa la ciudad fue abandonada.

De Meguido ha surgido una cantidad extraordinaria de descubrimientos arqueológicos:

        Estos hallazgos, de diferentes épocas y a largo del antiguo Cercano Oriente, dan testimonio de la significancia perdurable de Meguido.

SITIOS ARQUEOLÓGICOS

Zacarías 14. “El Monte de los Olivos”

El monte de los Olivos es un cerro que se extiende de norte a sur por unos tres kilómetros, justo al otro lado del valle de Cedrón al este de Jerusalén. Zacarías 14:4 habla de una gran división en este monte que lo atravesará de este a oeste en los tiempos escatológicos (tiempos futuros). Este cañón ofrecerá un camino de escape, tal como nos lo dice el texto, cuando Jerusalén se encuentre bajo un terrible asedio (v. 2).

El monte de los Olivos se menciona explícitamente en el Antiguo Testamento solo aquí y en 2 Samuel 15:30; sin embargo «una montaña al este de Jerusalén» donde Salomón construyó altares a los dioses paganos (1 R 11:7-8; cf. 2R 23:13) fue probablemente el mismo sitio. En estas referencias del Antiguo Testamento parece haber una asociación del monte de los Olivos con la crisis y el judío. Esta tendencia continúa en el Nuevo Testamento, donde el monte de los Olivos es prominente en e! ministerio de Jesús:

(Biblia de Estudia Arqueológica. Vida p. 1564)