Sugerencias para 

Interpretación

Sugerencias para la Interpretación





El punto inicial de la exégesis deberá ser la intención de una unidad de las Escrituras en relación con su situación histórica en particular. Si, por ejemplo, el libro de Apocalipsis fuese interpretado desde este punto de vista, podríamos llegar a comprender el verdadero significado que en él se encierra.     










 



 




Por ejemplo, la exposición adecuada de los milagros requiere diferenciar entre milagros providenciales y milagros absolutos. Milagros providenciales son aquellos cuyas cualidades milagrosas comprenden no solamente el preciso momento en que ocurrieron sino también el hecho de ser el cumplimiento de planes y promesas anteriores. Las plagas y el cruce del mar Rojo en el Éxodo pueden ser catalogados dentro de esta clase. Milagros absolutos son aquello otros totalmente diferentes del proceso normal de la naturaleza, como devolver la vida a un cadáver. Aún más, existe todavía otra división entre milagros divinos y milagros satánicos.       


También debe existir una distinción interpretativa entre lo que en las Escrituras se representa como la meta ideal de la vida espiritual y lo que en realidad es factible. Si los relatos bíblicos que exponen este ideal inalcanzable se explican como si pudieran ser logrados es obvio que ello dará como resultado muchos problemas. Pongamos por caso Mateo 5:48.





Existen varias formas para desarrollar el conocimiento vertical de las Escrituras. Una es adquirir una amplia familiaridad con el pensamiento filosófico y teológico. Al ponernos en contacto con mentes desarrolladas, como las de Platón, Orígenes, y Agustín, podremos conocer el profundo significado de las grandes ideas encerradas en las Escrituras. Aún desde un punto de vista negativo, el conocimiento de diversas posiciones filosóficas y teológicas realza nuestra percepción interior acerca del hondo significado de la verdad bíblica. Digamos, por ejemplo, que cuando uno compara el punto de vista expresado en Génesis 1 con el ateísmo, politeísmo, ,materialismo, panteísmo, deísmo,fatalismo, gnosticismo, humanismo, racionalismo, existencialismo, etc., comienza uno a comprender las profundas implicaciones de este primer capítulo del Génesis. Es más, es muy provechoso tener conocimientos básicos de otras áreas de estudio como psicología y sociología para poder comprender el significado de lo expresado en la Biblia en estas áreas. por esta razón, un amplio conocimiento del pensamiento y estudios teológicos, filosóficos, psicológicos, y sociológico prepara nuestra mente para captar estas hondas verdades de las escrituras y, como consecuencia, alcanzar un conocimiento vertical de las mismas. Uno no puede acercarse a la Biblia con una mente aletargada y esperar poder beber de sus profundos manantiales.


Sin embargo, tenemos otro medio fundamental que hay que tener en cuenta. Uno debe usar mucho tiempo meditando en oración si desea lograr penetrar en las profundidades de la Biblia. Por tanto, el intérprete debe someterse a una disciplina que le permita emplear una hora o más meditando sobre un pasaje o verdad determinada. Durante estos períodos de meditación es a menudo muy ventajoso anotar por escrito los pensamientos que acudan a nuestra mente referente a ese pasaje. Cuando se practica esta clase de concentración en nuestra meditaciones, comienza a advertirse el significado que yace debajo de la verdad de las Escrituras. También comenzará uno a ver las relaciones e interrelaciones existentes entre las verdades y, por ende, llega a descubrir la unidad de la verdad.



Resumen de la Interpretación

La función del intérprete es identificarse con los autores y figuras bíblicas de tal modo que pueda recrear sus experiencias. Esto se obtiene mediante el uso de la imaginación, a través de la cual ocurre un traslado mental y espiritual que nos permite recrear las situaciones presentadas en la Biblia.

Este hecho de poder recrear va más allá del simple descubrimiento del significado básico de expresiones bíblicas, ya que los autores y personajes bíblicos tuvieron sus razones propias para expresar sus palabras, incluyendo las motivaciones que los indujeron a presentarlas en una forma literaria determinada dentro de un contexto histórico. Las declaraciones de las Escrituras abarcan hechos no expresados, algunos de los cuales se desprenden de ellas y otros suponen del contexto. Por consiguiente, si la interpretación ha de ser verdaderamente una reconstrucción, un volver a vivirlas, entonces ha de envolver elementos racionales e inferidos, así como el de la definición propiamente dicha.

El proceso específico por el cual se logra esta interpretación recreativa consta de tres grandes partes: primero, interrogaciones interpretativas, basadas en nuestras propias observaciones y que expresan en forma de preguntas las fases comprendidas en la exposición recreativa; segundo, respuestas a estas interrogaciones, principalmente determinadas por las necesidades y naturaleza misma de las Escrituras; y tercero, la integración y resumen de estas respuestas, para poder descubrir el mensaje esencial de la unidad de pensamiento.

En todo lo que hemos expuesto el expositor capacitado habrá de ser analítico, selectivo, minucioso, metódico, y sincero, puesto que su labor, responsable y solemne, es interpretar para los hombres la revelación divina, sobre la que descansa nuestro destino eterno.