Amós
Amós
עמזס
"Dios muestra su disgusto"
MÉTODO HISTÓRICO
1) ¿CUÁL ES EL TRASFONDO HISTÓRICO DEL LIBRO? Amós es uno de los primeros libros proféticos. El autor profetiza que Dios ama la misericordia y no solamente los sacrificios formales. Amós nació a unas 12 millas al sur de Jerusalén, pero sus profecías fueron dirigidas al reino del norte (Israel). Él enseñó que la futura grandeza de Israel no se aseguraría por medio del poder y la riqueza, sino por la justicia y el juicio.
Es uno de los primeros escritos proféticos. El autor anuncia que Dios ama la misericordia y no sólo los sacrificios formales. Amós nació cerca del sur de Jerusalén, pero dirigió sus profecías al reino del norte (Israel). El libro incluye : epígrafe; oráculos contra Judá, Israel y países vecinos; juicios contra Israel; cinco visiones simbólicas; y promesa final de restauración y visión de bendición mesiánica. Su enseñanza destaca que la futura grandeza de Israel no se aseguraría por medio del poder ni de la riqueza sino por la justicia y el juicio.
MÉTODO LITERARIO
1) ¿QUE GENERO DE LITERATURA ES EL LIBRO? Profético.
MÉTODO PANORÁMICO
1) ¿CUÁL ES LA IDEA PRINCIPAL DEL LIBRO? Amós utiliza metáforas sorprendentes a partir de su experiencia como pastor y agricultor, un carro lleno (2:13), un león rugiente (3:8), una ove despedazada (3:12), unas vacas consentidas (4:1), y un canastillo de frutas (8:1, 2).
2) ¿CUÁL FUE LA RAZÓN PRINCIPAL POR LA CUAL SE ESCRIBIÓ ESTE LIBRO? Pronunciar el juicio de Dios sobre Israel (reino del norte) debido a la displicencia, la idolatría y la opresión contra los pobres.
PALABRAS CLAVE DE AMOS (RV1960): Así ha dicho Jehová (Por tres pecados, y por el cuarto), oíd esta palabra, Israel, Dios, pero (más, con todo), buscar, el día de Jehová, Así me ha mostrado Jehová el Señor.
ÉNFASIS: Jehová es Dios sobre todas la naciones y sobre todo el universo. Jehová traerá ruina absoluta a Israel por su deslealtad al pacto; la religión sincretista es anatema a Jehová, quien requiere justicia para el inocente y misericordia para los pobres; el observar los rituales religiosos no es un substituto de hacer el bien y mostrar misericordia
CARACTERÍSTICAS PARTICULARES: Amós utiliza metáforas sorprendentes a partir de su experiencia como pastor y agricultor, un carro lleno (2:13), u león rugiente (3:8), una oveja despedazada (3:12), unas vacas consentidas (4:1), y un canastillo de frutas (8:1, 2).
CÓMO LEER AMÓS
¿Alguna vez te has sentido indefenso frente a una injusticia abrumadora? A menudo nos sentimos incompetentes. Después de todo, ¿quién nos escucharía si habláramos? ¿Podemos realmente hacer una diferencia cuando la injusticia ya se ha extendido? Esta es la historia de un hombre tan descalificado como cualquiera de nosotros; Amós era un simple pastor que enfrentó las poderosas estructuras de sus días y trajo la perspectiva de Dios a una sociedad complaciente. Así que permite que su historia mueva tu corazón a actuar y tener fe. Si Dios lo pudo usar a él para impactar a su generación, por supuesto que puede usarte a ti para moldear la tuya.
Amós y Oseas se destacan por ser dos libros proféticos dirigidos primeramente al reino del norte de Israel. Mientras Oseas se enfoca en la idolatría de Israel, Amós arroja una mirada severa sobre la injusticia en aumento en la sociedad de Israel. Estos dos libros se complementan puesto que tratan los dos pecados mencionados con mayor frecuencia en la tradición profética. Los profetas reprendían a las personas cuando no amaban a Dios de todo corazón —idolatría—, o cuando no amaban a su prójimo como a sí mismos —injusticia—.
Con un lenguaje poético sencillo, Amós habló apasionadamente al pueblo acerca de cómo se siente Dios cuando el rico y el poderoso explotan al pobre y al indefenso. Aunque estas palabras fueron dirigidas a las autoridades impías de Israel, su mensaje todavía resuena en el mundo de hoy. Observa las semejanzas entre el tiempo de Amós y el nuestro. Cuando él habla de los pobres, piensa en los indigentes, las minorías étnicas, los padres y madres solteras, los ancianos y otras personas que viven al margen de nuestra sociedad. ¿Qué nos pediría Amós hacer a nosotros?
El libro de Amós se divide en tres secciones principales. Los primeros dos capítulos contienen una serie de mensajes contra seis naciones cercanas —Damasco, Gaza, Tiro, Edom, Amnón y Moab—, además contra el reino sur de Judá y el reino norte de Israel. Los siguientes cuatro capítulos contienen mensajes de Dios contra «toda la familia que rescaté de Egipto» (Amo 3:1). Los últimos tres capítulos registran las cinco visiones de destrucción que predicen la caída de Israel ante Asiria en el año 722 a. C.
Visión 1: Amo 7:1-3
Visión 2: Amo 7:4-6
Visión 3: Amo 7:7-17
Visión 4: Amo 8:1-14
Visión 5: Amo 9:1-15
A pesar del fuerte énfasis de juicio, Amós concluye su libro con una hermosa promesa de esperanza.
TÍTULO: Como con cada uno de los profetas menores, el título proviene del nombre del profeta a quien Dios dio su mensaje (1:1). El nombre de Amós quiere decir "carga" o "llevador de carga". Él no debe ser confundido con Amoz ("valeroso, fuerte"), el padre de Isaías (1:1).
TEMAS:
La justicia social. Amós demostró que los periodos de prosperidad inusual pueden llevar a una complacencia espiritual y a una flojedad ética (6:1-6). La opresión al pobre (2:6-7a; 5:12; 8:4, 6) la injusticia en las cortes (2:7a; 5:7; 12; 6;12), la inmoralidad sexual (2:7b), los abusos religiosos (2:8), la violencia (3:10), la idolatría (5:26), las prácticas corruptas en los negocios (8:5) , todas cuentan la historia: “Porque estos tiempos son malos” (5:13). Amós enseña que la verdadera fe se expresa a través de las acciones, particularmente aquellas que tienen que ver con la justicia social.
El juicio. La injusticia y la explotación a los pobres serían castigadas (2:13-16: 6:8, 14; 8:9-9:10), y aquellos que vivían opulentamente a expensas de los demás perderán todo lo que tenían (3:15-4:3; 5:16-17; 6:4-7). Dios expondría la hipocresía de la falsa piedad de su pueblo (4:4-5: 5:21-23), pero primero los llamaría a volverse a él (5:4-6) y a “vivir” (5:6). Después del juicio Dios restauraría a su pueblo (9:11-15)
Estructura de Amós
Titulo: “Juicios Justos de Dios a Israel”
Versículo Clave: 3:2 “A vosotros solamente he conocido de todas las familias de la tierra; por tanto, os castigaré por todas vuestras maldades”
Autor y fecha
Amós era de Tacoa, una pequeña villa a 16 km al S de Jerusalén. Él fue el único profeta que dio su ocupación antes de declarar su comisión divina. Él no era de descendencia sacerdotal o noble, sino que trabajaba como uno "de los pastores" (1:1; cp. 2 R 3:4) y un recolector de "higos silvestres" (7:14). Era un contemporáneo de Jonás (2 R 14:25), Oseas (Os 1:1) e Isaías (Is 1:1). La fecha de escritura es a mediados del siglo octavo a.C., durante los reinados de Uzías, rey de Judá (790-739 a.C.) y Jeroboam II, rey de Israel (793-753 a.C.), dos años antes de un terremoto memorable (1:1; cp Zac 14:5; 760 a.C.).
Contexto Histórico de Amós
Amós fue un profeta de Judea llamado a entregar un mensaje primordialmente a las tribus del norte de Israel (7:15). Políticamente era un tiempo de prosperidad bajo el reinado largo y seguro de Jeroboam II quien siguiendo el ejemplo de su padre Joás (2 R 13:15), de manera significativa "restauró los límites de Israel" (2 R 14:25). También fue un tiempo de paz tanto con Judá (5:5) como con sus vecinos más distantes; la la amenaza que estaba continuamente presente de Asiria fue subyugada tiempo atrás en ese siglo debido al arrepentimiento de Nínive ante la predicación de Jonás (Jon 3:10). No obstante, espiritualmente, fue un tiempo de corrupción desenfrenada y decadencia moral (4:1; 5:10-13; 2 R 14:24).
Detalles de Amós
Apostasía y Maldad de Israel
Su destrucción inevitable
Su restauración
Gloria futura del Reino Davídico
Esta profecía parece haber sido hecha en una sola visita a Bet-el (7:10-14), usó 30 años antes de la caída de Israel.
Amós era profeta de Judá, el reino del Sur, con un mensaje para Israel el reino del norte, en el reino de Uzías rey de Judá (787-749 a.C) y de Jeroboam II de Israel (790-749 a.C). Josefo dice que el “terremoto” (1:1) sucedió cuando Uzías fue herido de lepra (2 Crónicas 26:16-21). Esto dio origen a la co-regencia de Jotam, cerca del 749 a.C., según lo cual la profecía de Amós se habrá dado cerca del 715 a.C.
El reinado de Jeroboam había sido de grandes éxitos. El reino se había extendido (2 Reyes 14:23-29). Israel estaba en el apogeo de la prosperidad, pero era descarada en su idolatría, y apestada de podredumbre en lo moral; una tierra de blasfemias, robos, injusticias, opresión, adulterio y asesinatos.
Haría unos 200 años desde que las diez tribus se habían separado del reino de David (933 a.C.) y habían establecido el reino independiente norteño con su culto oficial del becerro de oro (2 Reyes 12:25-33). Durante parte de este tiempo se había adoptado además el culto a Baal, y todavía imperaban muchas de las prácticas abominables de la idolatría cananita. Mientras tanto, Dios había enviado a Elías, a Eliseo, y luego a Jonás; pero sin resultado alguno. Israel, endurecida en su idolatría y su maldad, se precipitaba velozmente a su ruina final, cuando Dios envió a Amós y a Oseas en un esfuerzo final para detener a la nación en su carrera loca hacia la muerte.
Los Contemporáneos de Amós
Es probable que en su niñez Amós haya conocido a Jonás, y puede haberlo oído contar de su visita a Nínive. Posiblemente, también haya conocido a Eliseo y haya oído a éste hablar de sus relaciones con Elías. Jonás y Elías pasaban del escenario cuando Amós debutaba en el. Joel puede también haber sido su contemporáneo o su antecesor cercano. Quizás la plaga de langostas a que Amós alude sea la de Joel (4:9). Oseas fue colaborador de Amós, y puede haber estado en Bet-el al tiempo de la visita de Amós. Sin duda se conocían bien, y pueden haber cambiado impresiones a menudo acerca de los mensajes que Dios les había dado. Oseas era el menor, y continúo su obra después de su muerte de Amós. Luego cuando Amós ya terminaba su ministerio, Isaías y Miqueas comenzaban los suyos. Ambos pueden haber oído a Amós en su juventud. ¡Que constelación de luces proféticas la que Dios levantó para tratar de evitar, y para interpretar, la caída de Israel!
Gobernadores y profetas de la época de Amós
Retos de Interpretación
En el 9:11, el Señor prometió: “yo levantaré el tabernáculo caído de David”. En el Concilio de Jerusalén, convocado para discutir si los gentiles debían permitirse en la iglesia sin que se les requiriera circuncisión, Jacobo cita este pasaje (Hch. 15:15, 16) para apoyar el informe de Pedro de cómo “Dios visitó por primera vez a los gentiles, para tomar de ellos pueblo para su nombre” (Hch. 15:14). Algunos entonces han concluido que el pasaje se cumplió en Jesús, el mayor Hijo de David, a través de quien la dinastía de David fue reestablecida. No obstante, la referencia de Hechos es mejor vista como una ilustración de las palabras de Amós y no el cumplimiento. Las referencias temporales a un tiempo futuro (“En aquel día”, 9:11), cuando Israel posea “el resto de Edom, y a todas las naciones” (9:12), cuando el Señor los plante “sobre su tierra, y nunca más serán arrancados de su tierra que yo les di” (9:15), dejan en claro que el profeta está hablando del regreso del Mesías en el segundo advenimiento para sentarse sobre el trono de David (Is. 9:7), no del establecimiento de la iglesia por los apóstoles.
Temas históricos y teológicos
Amós se dirige a dos pecados primordiales de Israel:
Una ausencia de adoración verdadera
Una falta de justicia
En medio de su desempeño ritualista de adoración, no estaban buscando al Señor con el corazón (4:4, 5; 5:4-6) ni siguiendo su norma de justicia con sus vecinos (5:10-13; 6:12). Esta apostasía, evidenciada por el rechazo continuo y deliberado del mensaje profético de Amós, es juicio divino prometido. No obstante, debido a su pecado, el Señor no abandonará a Israel en su totalidad, sino que traerá restauración futura al remanente justo (9:7-15).
Vista Panorámica de Amós
El mensaje de la justicia de Dios era necesario para una nación que parecía estar diplomáticamente estable y económicamente saludable; sin embargo, estaba a punto de caer. Para una sociedad que practica mucha religión exterior con muy poco resultado, la renovación sólo puede llegarle cuando las instrucciones de Dios se ponen en práctica. Amós hizo un llamado a que se aplicara la justicia de Dios bajo éstas condiciones, en su día.
Amós era nativo de Tecoa, localizado a dieciocho km al sur de Jerusalén en la orilla del desierto de Judea. El estaba muy enterado de las condiciones del mundo. Al evaluar los pecados de las naciones que rodeaban a Judá e Israel, identificó exactamente la culpabilidad de cada una de ellas. Amós rehusó ser clasificado con los “profetas” profesionales porque se habían vuelto infieles a su tarea. El era un boyero y cultivador de sicómoros (7:14), pero Dios lo sacó de esas actividades para que proclamara su verdad (7:15) en Betel, localizado a dieciséis km al norte de Jerusalén sobre la ruta principal a lo largo de un terreno montañoso. Como un centro de idolatría e inmoralidad, Betel necesitaba una proclamación genuina del mensaje de Dios (3:14; 5:5–6).
Amós comienza predicando contra los pecados que ha cometido su audiencia y contra las naciones enemigas de Israel (1:3–10). Luego continúa contra las naciones más cercanas a Israel (1:11–2:3), después con Judá (2:4–5) y finalmente contra Israel mismo (2:6–8). Antes de confrontarlos con sus pecados específicos, él establece un grado de confianza con sus oyentes.
Amós examina la vida religiosa de Betel con cuidadoso escrutinio. La gente está satisfecha; sus observancias y ceremonias son exitosas desde una perspectiva exterior (4:4–5). Pero aun sus cultos y prácticas religiosas son totalmente aborrecibles a Dios (5:21–23). Dios nunca se complace con la adoración insincera, no importa cómo se realice ésta.
Se supone que los eventos del libro de Amós ocurrieron cuando Uzías gobernaba en Judá y Jeroboam II era rey en Israel. En este tiempo Israel se encontraba en la cima del éxito; pero dentro de una generación fueron llevados al cautiverio. Aunque este fue un tiempo de prosperidad material y de poderío militar, los ricos oprimían a los pobres y el pueblo estaba desmoralizado. Un contemporáneo de Amós fue Oseas en Israel; los ministerios de Isaías y Miqueas en Judá, fueron simultáneos con el suyo.
El libro de Amós está escrito en un lenguaje claro, fuerte y dramático. El fue el profeta de la justicia de Dios. Sus palabras, Pero corra el juicio como las aguas y la justicia como una corriente inagotable (5:24), aún resuenan con autoridad y verdad. Cuán desesperadamente se necesita que esas palabras sean proclamadas en cada generación.
Referencias Proféticas
El libro de Amós termina con una gloriosa promesa para el futuro. “Pues los plantaré sobre su tierra, y nunca más serán arrancados de su tierra que yo les di, ha dicho Jehová Dios tuyo” (9:15) El cumplimiento definitivo de la promesa de la tierra de Dios a Abraham (Génesis 12:7; 15:7; 17:8) ocurrirá durante el reinado milenial de Cristo sobre la tierra (ver Joel 2:26,27). Apocalipsis 20 describe los mil años de reinado de Cristo sobre la tierra, un tiempo de paz y gozo bajo el perfecto gobierno del Salvador Mismo. En ese tiempo, el creyente Israel y los gentiles cristianos serán reunidos con la Iglesia y vivirán y reinarán con Cristo.
Carácter de Dios en Amós
Dios es santo: 4:2
dios provee: 3:6
Cristo en Amós
Las referencias a Cristo en el libro de Amós apuntan a la permanente restauración de Israel. El Señor habla a través de Amós y declara: "Pues los plantaré sobre su tierra, y nunca más serán arrancados de su tierra que yo les di" (9:15). La completa restauración de Israel y la recuperación de la tierra solo se cumplirán en la segunda venida de Cristo el Mesías.
Los 10 motivos de oración de Amós
Petición por justicia y equidad en nuestras comunidades: Oremos por justicia y equidad en nuestras comunidades, tomando inspiración de las exhortaciones de Amós contra la injusticia en Amós 5:24.
Confesión de la búsqueda de riquezas a expensas de los demás: Confesemos cualquier búsqueda de riquezas a expensas de los demás en nuestras vidas y pidamos a Dios un corazón generoso, basándonos en las advertencias de Amós sobre la explotación en Amós 8:4-6.
Petición por un corazón compasivo hacia los necesitados: Oremos por un corazón compasivo hacia los necesitados, tomando inspiración de las exhortaciones de Amós a cuidar de los pobres y oprimidos en Amós 4:1 y 5:11.
Confesión de cualquier forma de adoración vacía y petición por adoración genuina: Confesemos cualquier forma de adoración vacía en nuestras vidas y pidamos a Dios que nos guíe hacia una adoración genuina, basándonos en las críticas de Amós a la adoración hipócrita en Amós 5:21-24.
Petición por un espíritu de arrepentimiento personal y nacional: Oremos por un espíritu de arrepentimiento personal y nacional, tomando inspiración de las llamadas de Amós al arrepentimiento en Amós 5:14-15.
Confesión de cualquier falta de gratitud y petición por un corazón agradecido: Confesemos cualquier falta de gratitud en nuestras vidas y pidamos a Dios que desarrolle en nosotros un corazón agradecido, basándonos en las críticas de Amós a la ingratitud en Amós 2:9-11.
Petición por la restauración de la relación con Dios: Oremos por la restauración de nuestra relación con Dios, tomando inspiración de las promesas de restauración en Amós 9:11-15.
Confesión de falta de compasión y petición por un corazón compasivo: Confesemos cualquier falta de compasión en nuestras vidas y pidamos a Dios un corazón compasivo hacia los necesitados, basándonos en las críticas de Amós a la crueldad en Amós 1:3 y 2:6.
Petición por discernimiento espiritual en medio de la apostasía: Oremos por discernimiento espiritual en medio de la apostasía y la desviación espiritual, tomando inspiración de las advertencias de Amós sobre la apostasía en Amós 8:11-12.
Agradecimiento por la paciencia y misericordia de Dios: Agradezcamos a Dios por Su paciencia y misericordia, basándonos en las afirmaciones de Amós sobre la persistencia del amor de Dios a pesar de la rebeldía del pueblo en Amós 2:11-12.
Documentos
El libro de Amós declara una dimensión importante de la historia bíblica en alto relieve: la religión verdadera y la justicia social deben ir mano a mano, o se está rompiendo el pacto de Dios.