Comentario 

Éxodo

Comentario de Éxodo

Los 400 Años en Egipto

La Salida de Egipto

Los Diez Mandamientos

El Tabernáculo 

    Moisés había escrito el Génesis con la ayuda de documentos ya existentes. El Éxodo comienza la historia de Moisés mismo. Su propia vida y obras constituyen la materia del Éxodo, Levíticos, Números y Deuteronomio. libros que escribió él mismo. La historia de Moisés constituye como una séptima parte de la Biblia entera y ocupa un espacio igual a dos tercios del Nuevo Testamento. 

 Israel en Egipto

    Del Génesis a Éxodo transcurren casi 300 años, desde la muerte de José hasta el nacimiento de Moisés, y un total de 430 años desde la llegada de Jacob a Egipto al éxodo de la nación (12:40, 41). En este período los israelitas se habían multiplicado grandemente (1:7). Después de la muerte de José, un cambió de dinastía les convirtió en raza de esclavos, siendo su trabajo de gran provecho para los faraones. Cuando salieron de Egipto ya eran 600.000 hombres mayores de 20 años, además de mujeres y niños (Núm 1:46). Esto significaría un total de cerca de 3.000.000. Para que 70 personas alcanzaran esta cifra en 430 años, sería necesario que su duplicaran cada 25 años, lo cual fácilmente sería posible. El crecimiento de la población norteamericana en 400 años, desde nada hasta más de 100.000.000 y no solamente por medio de la inmigración, nos hace creíble el dato acerca del crecimiento de los israelitas.      

    Los anales familiares de Abraham, Isaac y Jacob sin duda habían sido llevados a Egipto, y allí llegaron a formar parte de los anales de la nación; y a través de los largos años de servidumbre se abrigó firmemente la promesa de que algún día Canaán sería su hogar nacional.  

Capítulo 1. Israel en Egipto

    Del Génesis al Éxodo transcurren casi 300 años, desde la muerte de José hasta el nacimiento de Moisés,  y un total de 430 años desde la llegada de Jacob a Egipto al éxodo de la nación (12:40, 41). En este período los israelitas se habían multiplicado grandemente (1:7).

    Después de la muerte de José, un cambio de dinastía les convirtió en raza de esclavos, siendo su trabajo de gran provecho para los faraones. Cuando salieron de Egipto ya eran 600.000 hombres mayores de 20 años, además de mujeres y niños (Nm 1:46). Esto significaría un total de cerca de 3.000.000. Para que 70 personas alcanzaran esta cifra en 430 años, sería necesario que se duplicarán cada 25 años, lo cual fácilmente sería posible. El crecimiento de la población norteamericana en 400 años, desde nada hasta más de 100.000.000 y no solamente por medio de la inmigración, nos hace creíble el dato acerca del crecimiento de los israelitas. 

    Los anales familiares de Abraham, Isaac y Jacob sin duda habían sido llevados a Egipto, y allí llegaron a formar parte de los anales de la nación; y a través de los largos años de servidumbre se abrigó firmemente la promesa de que algún día Canaán sería su hogar nacional.        

Egipto y la Biblia 

    Egipto fue colonizado primeramente por los descendientes de Cam.  Abraham pasó algún tiempo en Egipto, lo mismo que Jacob. José fue gobernador de Egipto, La nación hebrea pasó 400 años de su niñez en Egipto. Moisés era hijo adoptivo de una reina de Egipto, y en preparación para ser el legislador de Israel fue enseñado en toda la sabiduría y ciencia de los egipcios. Salomón se casó con la hija de un faraón egipcio. La religión egipcia, la adoración de un becerro, llegó a ser religión del reino norteño de Israel. Jeremías murió en Egipto. Desde la cautividad babilónica hasta los tiempos de Cristo había una numerosa población judía en Egipto. La traducción Septuaginta del Antiguo Testamento se hizo en Egipto. Jesús pasó parte de Su niñez en Egipto, y Egipto llegó a ser centro importante de los comienzos del cristianismo. 

Egipto

    Es un valle de 3 hasta 50 km. de ancho con un promedio como de 15 km., y 1200 km. de largo, abierto por el Nilo a través del extremo oriental del desierto de Sahara, desde Asuán hasta el Mediterráneo; con una altiplanicie desierta como de 300 m. de elevación a cada lado.

    Cubre el suelo del valle un depósito negro aluvial de sedimento de las alturas abisinias, de fertilidad nunca igualada, y renovada constantemente por la inundación anual del Nilo.   

    Ha sido irrigado desde el amanecer de la historia, con un sistema vasto y complicado de canales y estanques. La represa de Asuán, recientemente construida por los británicos, ahora controla la inundación del Nilo y el hambre es cosa del pasado. 

    "Rodeado, aislado y protegido por el desierto, aquí se desarrolló el primer gran imperio de la historia ; y en ninguna otra parte han sido tan bien conservadas las evidencias de la civilización antigua".

    La población es ahora de unos 16.000.000; en los tiempos romanos, de 7.000.000; probablemente esto mismo o algo menos durante la estadía de Israel. 

    El Delta o triángulo formado por las desembocaduras del Nilo, tiene unos 160 km. de norte a sur y 240 de este a oeste, desde Puerto Said hasta Alejandría Es la parte más fértil de Egipto. La tierra de Gosén, centro principal de la población israelita, era la parte oriental del Delta. 

La Religión de Egipto

    Dice el célebre arqueólogo egiptólogo Sir Flinders Petrie que la religión primitiva de Egipto era monoteísta. Pero ya antes del comienzo del período histórico, se había desarrollado una religión en la cual cada tribu tenía su propio dios, representado por un animal.    

    Había muchos otros dioses. Se les deificaba a los faraones. El Nilo era sagrado.

Capítulo 1. Israel en Egipto (2)

  

  Historia Contemporánea Egipcia  

    Durante le estadía israelita en Egipto, éste llegó a ser un imperio mundial. Con la salida de Israel, Egipto decayó hasta llegar a ser, y siguió siendo una potencia de segundo orden. Para la historia egipcia primitiva. Las dinastías desde los días de José hasta después del Éxodo fueron: 

Dinastía 18a. 13 reyes; Dinastía 19a, 8 reyes    

    Estos hicieron de Egipto un imperio mundial. Sus nombres son: 

Capítulo 1. Israel en Egipto (3)

   

¿Quién fue el Faraón del Éxodo?

    Hay dos opiniones principales: Amenhotep II, 1450-1420 A.C., o Merneptah, 1235-1220 A.C.

    Si el éxodo fue bajo Amenhotep II, luego Totmes III fue el gran opresor de Israel y su hermana la reina Hatshepsut fue la que crió a Moisés. Los hechos del reinado de ella concuerdan maravillosamente con el relato bíblico. Se interesaba en las minas del Sinaí y restableció el templo de Serabit, obra que Moisés aun pudo haber dirigido, teniendo así la oportunidad de familiarizarse con la región del Sinaí. También, cuando Moisés nació, Totmes III sería apenas un niño y Hatshepsut la regente; a la muerte de ella la opresión de Israel se hizo más severa y Moisés huyó. Se explicaría también, en parte, el prestigio de Moisés en Egipto.

    Si el éxodo fue bajo Merneptah, entonces Rameses II fue el gran opresor de Israel y una hija suya la que crió a Moisés.

    Así pues, Moisés creció o bajo Totmes II o bajo Rameses II, ambos de entre los más famosos reyes de Egipto, y sacó a Israel de Egipto bajo Amenhotep II o bajo Merneptah. 

    Sea cual sea, las momias de todos los cuatro han sido halladas, de manera que hoy día podemos ver el rostro mismo del Faraón de los días de Moisés, con el cual ésta tuvo tratos tan íntimos. 

  

Descubrimiento de las Momias

    En 1871 cierto árabe descubrió, en una peña rocosa inaccesible detrás de Tebas una tumba llena de los tesoros y los ataúdes de 40 momias de reyes y reina de Egipto. Guardó el secreto durante 10 años, vendiendo los tesoros a turistas. Comenzaron a circular cartelas y escarabajos sagrados de los reyes de la antigüedad. Las autoridades del museo del Cairo fueron a Tabes para investigar. Dieron con el árabe y mediante soborno, amenazas y tortura le hicieron revelar el escondite. Las momias no estaban en sus tumbas primitivas. Habían sido llevadas siglos antes a un escondite secreto, debido a las actividades de primitivos ladrones de tumbas. Estas momias fueron llevadas al Cairo. 

Totmes III

La Reina Hatshepsut

Rameses II

Merneptah

Capítulo 1. Israel en Egipto (4)

El Faraón del Éxodo: ¿Amenhotep II o Merneptah?

    Evidencias de que fuera Amenhotep II.  1. Las Cartas a Amarna, escritas a Amenhotep III y Amenhotep IV y clamando por ayuda del Faraón, indican que en aquel tiempo Palestina se perdía a manos de los "Habiri". Estos son algunos extractos: "Los Habiri capturaron nuestra fortaleza, toman nuestras ciudades y destruyen a nuestros gobernantes. Saquean todo el territorio del rey. Envié el rey soldados pronto. Si no vienen tropas esta año perderá el rey todo el país". Muchos eruditos creen que estos "Habiri" son "hebreos", y que por lo tanto estas cartas contienen una descripción canaanita de la conquista de Canaán por Josué. Los que abogan por una fecha posterior del Éxodo creen que los "Habiri" representan una invasión o emigración anterior (1 Cr 4:21-22; 7:21). 

    2. La evidencia arqueológica de que Jericó cayó alrededor del 1400 A.C. El Dr John Garstang, quien hizo excavaciones minuciosas en Jericó, se siente muy seguro en este punto.

    Evidencias de que fuera Merneptah. 1. La tablilla "Israel" de Merneptah. En 1906 Sir Flinders Petrie halló una laja de sienita negra con un relato de los triunfos de Merneptah, hecha en el quinto año de su reinado. Tiene 3 m. de alto y 150 m. de ancho; ahora se halla en el museo del Cairo. A mediados del penúltimo renglón contiene la palabra "Israel". Dice: "Saqueado está Canaán; Israel está asolado; su simiente ya no es. Palestina está enviudada a causa de Egipto". Esto parecería una referencia al Éxodo.  "Su simiente ya no es" pudiera referirse a la muerte de los niños varones (Ex 1:22). Ya que los reyes de la antigüedad nunca registraban sino sus triunfos, puede ser que aunque hizo todo cuanto pudo para evitar que Israel saliera de Egipto, sin embargo haya registrado su salida como triunfo sobre ellos. Los que favorecen una fecha anterior del éxodo, creen que esto se refiere a alguna incursión de Merneptah en Palestina unos 200 años después de la ocupación del país por Israel.   

La Tablilla "Israel" de Merneptah

    2. La afirmación de Rameses II de que construyó Pitom y Ramsés con mano de obra israelita.

    Naville identificó en 1883  el sitio de Pitom. Sobre la puerta halló una inscripción de Rameses II, "Edifiqué Pitom a la entrada del Este".

    Halló un edificio largo y rectangular con muros especialmente gruesos, cuyos ladrillos estaban estampados con el nombre de Rameses II. La única entrada era el rejado. Era una cámara de depósito de granos hacha por los israelitas. 

    En 1905 Petrie identificó el sitio de Ramsés. Fisher, del Museo de la Universidad de Pennsylvania, halló en 1922, en Bet-sán de Palestina, una estela de Rameses II, 2.40 m. de alto y 0.75 m. de ancho, en la cual dice que "edificó Ramsés con esclavos semitas asiáticos (hebreos)".

    De esta manera, estas dos inscripciones señalan a Rameses II como el Faraón para el cual fueron levantadas estas dos ciudades y por lo tanto a su sucesor Merneptah como el Faraón del éxodo. Sin embargo,  se hace que Rameses II era un gran plagiario, tomando para sí algunas hazañas de sus antecesores y haciendo grabar su nombre sobre los monumentos de ellos. Los eruditos que sostienen la fecha anterior al éxodo y que Totmes III fuera constructor de estas ciudades, creen que estas inscripciones no indican sino que Rameses II las reedificó o reparó con el trabajo de hebreos que no salieron con Moisés. 

    Resumiendo todo, creemos que es más conclusiva la evidencia a  favor de Amenhotep II como el Faraón del éxodo.   

Capítulo 1. Israel en Egipto (5)

    

Las ruinas de Tebas 

    Las ruinas de Tebas, ciudad en donde trabajaron los Israelitas, se cuentan entre las más grandiosas del mundo. Tebas se hallaba a ambos lados del Nilo, en una llanura como de anfiteatro entre peñascos al este. Ninguna ciudad tenía tantos templos, palacios y monumentos de piedra inscritos en los colores más ricos y brillantes, y resplandecientes de oro. Llegó a ser una ciudad bajo la 12a dinastía en los días de Abraham, 2000 A.C. Estaba en su apogeo de 1600 a 1300 A.C., la época de la estadía de Israel en Egipto, y sin duda muchos de sus magníficos monumentos representan el trabajo, el sudor y la sangre de incontables miles de esclavos israelitas. Fue destruida por los asirios en 661 A.C., reconstruida y destruida por los persas en 525 A.C. La asoló un terremoto en 27 A.C., desde cuya fecha ha ha quedado en ruinas. 

Ruinas del Templo de Amón

El Gran Templo de Amón

    En Karnak, en la parte este de Tebas, estaba uno de los edificios más grandes que jamás se hayan erigidos. Su cuerpo central era el Salón Columnar, un modelo del cual, tal como se cree que haya sido en su apogeo, se halla en el Museo Metropolitano. Sobre la entrada principal hay una sola piedra de 12 m. de largo, la cual pesa 150 toneladas.  Hay 134 columnas gigantes, siendo las doce centrales de 28 m. de alto y 3.50 m. de diámetro. En lo alto de una de estas columnas podrían pararse 100 hombres. 

    Dos obeliscos de la reina Hatshepsut, uno de ellos todavía en pie de 29.50 m. de alto y de 150 toneladas de peso, llevan la leyenda de que fueron remolcados sobre un pontón compuesto de 30 galeras, con 960 remeros, desde canteras a 240 km. de distancia. 

Obelisco de la reina Hatshepsut

Capítulo 2. Moisés

    Sus críticos se levantan y caen, pero Moisés permanece como el hombre más prominente del mundo pre-cristiano. Tomó a una raza de esclavos y bajo circunstancias indeciblemente difíciles, hizo de ellos una nación poderosa que ha cambiado todo el curso de la historia.

    Era levita (2:1). La hermana que ideó su salvación fue María (15:20). Su padre se llamaba Amram; su madre, Jocabed (6:20). Pero !qué madre! Le infundió de tal manera, en su niñez, las tradiciones de su pueblo, que todos los atractivos del palacio pagano jamás pudieron borrar aquellas primeras impresiones. Tuvo la educación más acabada que Egipto pudiera darle, pero esto ni le trastornó el juicio ni le hizo perder la fe sencilla de su niñez. Moisés y Pablo fueron dos ejemplo de lo que Dios puede hacer cuando usa para Su obra lo mejor del talento humano. 

Sus 40 Años en el Palacio.

    Generalmente se cree que la "hija de Faraón" que adoptó a Moisés fue la célebre reina Hatshepsut. Esto aún puede  haberle hecho un posible heredero del trono, de tal manera que si hubiese renunciado a las enseñanzas de su madre pudiera haber sido rey sobre el trono más orgulloso de la tierra. Sus compañeros de estudio y de juego serían príncipes de palacio. 

    Se cree que al llegar a la edad varonil, Moisés hay sido llamado a algún alto puesto, civil o militar, en el gobierno egipcio. Josefo dice que comandó un ejército en el sur. Debe de haber alcanzado considerable poder y fama; de otra manera, difícilmente se hubiera hecho cargo de una tarea tan gigantesca como el rescate de Israel, lo cual según se dice en Hechos 7:25, tenía en mente al intervenir en aquella reyerta. Pero aunque era consciente de su poder y lleno de confianza en sí mismo, fracasó , porque el pueblo aún no estaba listo para recibirle como caudillo. 

Sus 40 años en el Desierto.

    Esto, en la providencia de Dios, fue parte de la preparación de Moisés. La soledad y las asperezas del desierto desarrollaban cualidades apenas posibles en la comodidad del palacio. También se familiarizó con la región por donde debía conducir a Israel durante otros 40 años. 

    MEDIAN (2:15). El centro del territorio madianita, en donde estuvo Moisés, fue la costa este del Golfo de Akaba, aunque vagaban muy lejos al norte y al oeste. En los días de Moisés dominaban ellos los ricos pastos alrededor del Sinaí. Sin duda los 40 años pastoreo de Moisés le llevó a reconocer la región entera.

    Moisés de casó con una madianita llamada Séfora (v.21), hija de Ragüel, también llamado Jetro (3:1). Jetro, como sacerdote de Madián, debe de haber sido un caudillo. Los madianitas descendían de Abraham y de Cetura (Gn 25:2) y deben de haber retenido tradiciones del Dios de Abraham. Moisés tuvo dos hijos, Gersón y Eliezer (18:3, 4). Según algunas tradiciones, Moisés escribió el libro de Job durante estos 40 años en Madián.   

Capítulos 3, 4. La Zarza Ardiente

    Después de toda una vida dedicada a meditar sobre los sufrimientos de su pueblo y las promesas seculares de Dios, por fin, cuando tenía 80 años, vino el llamamiento directo de Dios, de libertar a Israel.  Pero Moisés ya no confiaba en sí mismo como en aquellos años pasados. Se resistía a ir y puso toda clase de excusas. Por fin, con la promesa de la ayuda divina y armado de poder para obrar milagros, él fue.

Capítulo 5. Primera Demanda de Moisés a Faraón

     Faraón contestó con altivez, y mandó que los capataces cargaran aún más a los Israelitas, obligándoles a hacer la misma cantidad de ladrillos y además recoger ellos mismos la paja (10-19).

NOTA ARQUEOLÓGICA Los Ladrillos de Pitom

    Naville en 1883 y Kyle en 1908 encontraron en Pitom las hileras inferiores de ladrillo hecho con buena paja picada; las de en medio con menos paja, y aun ésta de rastrojo arrancados de raíz, y las hileras superiores de barro sin mezcla de paja alguna. !Qué confirmación tan admirable del relato del Éxodo"  

Capítulo 6. Genealogía de Moisés

    Esta debe de ser una genealogía abreviada que menciona solamente a los antepasados más prominentes. Presenta a Moisés como nieto de Coat y sin embargo en sus días ya había 8.600 coatitas (Nu 3:28).

Capítulo 7. La Primera de las Diez Plagas

    Las aguas del Nilo convertidas en sangre. Los magos egipcios imitaron el milagro, en pequeña escala. Sus nombres eran Jannes y Jambres (2 Ti 3:8).

    Sea cual fuere la naturaleza del milagro, los peces murieron y la gente no podía beber el agua.

    El Nilo era un dios. Las diez plagas iban dirigidas directamente contra los dioses de Egipto y eran calculadas para dar prueba convincente de la superioridad del Dios de Israel sobre los dioses de Egipto. Una y otra vez se repite que por medio de estos milagros tanto Israel como los egipcios habrían de "saber que Jehová es Dios" (6:7; 7:5, 17; 8:22; 10:2; 14:4, 18). Los mismo habían de probar más tarde maná y las codornices (16:6-12).

La Religión de Egipto

    Anteriormente se nombraron a algunos de los principales dioses de animales. En los diferentes templos numerosas órdenes de sacerdotes alimentaban y cuidaban a los animales sagrados de la manera más lujosa. De todos los animales, el más sagrado era el toro. Cuando moría, el animal era embalsamado y sepultado en un sarcófago magnífico con pompa y ceremonias dignas de un rey. También recibía altos honores el cocodrilo, que era atendido en su templo de Tanis por 50 más sacerdotes.    

    Tal era la religión del pueblo entre el cual la nación hebrea se desarrolló durante 400 años. 

Capítulo 8. Las Plagas de Ranas, Piojos y Moscas

    La rana era uno de los dioses de Egipto. A la palabra de Moisés, subían del Nilo ranas que llenaban casas, dormitorios y cocinas. Otra vez los magos imitaron el milagro; pero Faraón estaba convencido y prometió dejar ir a Israel. Sin embargo, luego cambió de propósito. 

    Piojos. Moisés hirió el polvo y se convirtió en piojo, tanto en los hombre como en los animales. Los magos intentaron imitar este milagro y fracasaron y estaban convencidos de que era de Dios. Abandonaron sus intentos de resistir a Moisés y aconsejaron a Faraón que cediera.  

    Moscas. Enjambres de moscas de toda clase cubrían el cielo y la gente y llenaban las casas de los egipcios. Pero no había ni una entre los israelitas.

    Endurecimiento del corazón de Faraón (15, 32). Aquí se dice que Faraón endureció su corazón; en otros lugares, que Dios lo endureció (10:20). Ambos son ciertos. El propósito de Dios era que Faraón se arrepintiera; pero cuando un hombre se opone a Dios, aun las misericordias de El no traen sino un mayor endurecimiento.

Capítulo 9. Paste en el Ganado. Ulceras y Granizo

    La peste entre el ganado era un golpe terrible contra los dioses egipcios. El toro era su dios principal. Nuevamente se hacía diferencia entre egipcios e israelitas; el ganado egipcio moría en grandes cantidades, pero ni un animal de los israelitas. El "todo" del v. 6 no se ha de tomar literalmente; algo de ganado quedada (19-21).

    Tumores o úlceras. Esta plaga, que brotó de cenizas que Moisés arrojó al aire, efecto por igual a hombres y animales y aun a los magos.

    Granizo. Antes de caer éste, se les dios a los egipcios creyentes una advertencia de misericordia para que pusieran su ganado a cubierto. Nuevamente hubo la distinción entre egipcios e israelitas; no cayó granizo en Gosén.   

    El pueblo egipcio ya estaba convencido (10:7). Aceptaba la aparición y desaparición repentina de las plagas, en tan vasta escala, a la palabra de Moisés, como milagros evidentes de Dios. Pero Faraón titubeaba por no perder tan gran fuente de trabajo de esclavos. El trabajo forzado israelita había contribuido grandemente al auge del poderío egipcio, y con el éxodo israelita comenzó Egipto a decaer.

    No se sabe cuánto tiempo duraron las diez plagas. Algunos creen que casi un año. Sin duda, Faraón habría matado a Moisés, si se hubiera atrevido. Pero conforme transcurrían las plagas aumentaba más y más el prestigio de Moisés (11:3). Podría haber sido peligroso para Faraón intentar hacerle daño.

Capítulo 10. Las Plagas de Langosta y de Tinieblas

    La langosta era una de las peores. Llegaban en vastas nubes y se comían todo cuando había nacido después del granizo. De noche cubrían el suelo hasta varios centímetros de espesor; aplastadas, el hedor era insoportable. La sola amenaza de tal plaga hizo que los oficiales de Faraón le rogaran que cediera (v.7) 

    Tinieblas. Este golpe iba directamente contra Ra, dios egipcio del sol. Hubo tinieblas como de media noche sobre Egipto durante tres días, pero había luz donde vivían los israelitas. Faraón cedió otra vez, pero nuevamente cambió de propósito.

Capítulos 11, 12. Muerte de los Primogénitos Egipcios

    Había pasado casi un años. Por fin se acercaba la crisis. El golpe cayó con efecto tan aplastante que Faraón cedió e Israel salió libre. Si no fuera por las diez plagas, Israel jamás se hubiera libertado y no habría nación hebrea.

    El despojo de los Egipcios (12:35, 36). Estos no eran préstamos sino dones; un pago de la deuda de generaciones de trabajos forzados que habían labrado la grandeza de Egipto. Dios mismo había mandado al pueblo que exigiera estos dones (3:21, 22; 11:2, 3). Los egipcios los dieron de buena voluntad, pues temían al Dios de Moisés (12:33). De esta manera gran parte de las riquezas de Egipto pasó a manos de Israel. Una parte se empleó en la construcción del Tabernáculo. 

    NOTA ARQUEOLÓGICA

    Muerte del Primogénito de Faraón, 12:29. Han sido halladas inscripciones que indican que Totmes IV, sucesor de Amenhotep II, no era primogénito ni heredero legal suyo.

    Y también, que el primogénito de Merneptah murió en circunstancias singulares  y que el sucesor no fue primogénito ni heredero legal suyo.

    De manera que sea cuál haya sido el Faraón de entonces, queda confirmado el relato bíblico.

Institución de la Pascua

    El cordero, la muerte del primogénito, el rescate de en medio de un país hostil y la perpetuación de esta fiesta a través de la historia de Israel, todo parece haber sido propuesto por Dios como un gran cuadro histórico de Cristo, el Cordero Pascual, y nuestro rescate de un mundo hostil por medio de Su sangre.

Capítulo 13. El Pan Sin Levadura. Consagración de los Primogénitos

    El pan sin levadura debía comerse en la fiesta pascual como recuerdo perpetuo de la urgencia y precipitación de la noche del rescate (12:34).

    Los primogénitos debían consagrarse a Dios a perpetuidad en recuerdo de su rescate mediante la muerte de los primogénitos egipcios. 

    El camino de Canaán (13:17). La ruta directa a lo largo de la costa y a través del territorio filisteo estaba defendida por guarniciones egipcias. Además, en aquel tiempo había un gran muro desde el Mar Muerto hasta el Mediterráneo. La vía más práctica era el rodeo por el desierto. Esto era providencial, porque Israel había sido una nación de esclavos y necesitaba disciplinarse en el desierto para la tarea de conquistar a Canaán. 

    La columna de nube de día y de fuego de noche (21,22). Al salir de Egipto para viajar por tierras hostiles, Dios tomó a la nación bajo Su propio cuidado, con esta señal visible de Su dirección y protección. La columna nunca faltó, hasta su llegada a la Tierra Prometida 40 años más tarde (14:19, 24; 33:9, 10; 40:34-38; Nm 9:15, 23; 10:11).

Capítulo 14. La Travesía del Mar Rojo

    Se creé que el lugar haya sido cerca del moderno Suez. Dios se sirvió de un "recio viento oriental" (21) para secar el mar. El amontonamiento de las aguas por el viento es un suceso común. Pero en este caso las aguas "se pararon" "como muro" a cada lado (15:8; 14:22). Esto y el reflujo del agua en el momento justo para salvar a los israelitas y destruir a los egipcios, solamente pudo hacerse por acto directo y milagroso de Dios. Infundió temor a las naciones vecinas (15:14-16)  

      

Capítulo 15. Cántico de Moisés

    Este rescate de Egipto es tan similar a lo que será el rescate de la Iglesia de entre el mundo en los últimos días, que uno de los cantos triunfales de los redimidos se denomina "el cántico de Moisés y del Cordero" (Ap 15:3). No parece sino que las grandes obras por las cuales se dan gracias a Dios aquí prefiguran las obras aún más grandiosas por las cuales los redimidos cantarán a Dios en las edades sin fin de la eternidad. 

Capítulo 16. El Maná y las Codornices

    Después de un mes de camino, las fatigas del desierto comenzaron a afectar el ánimo del pueblo. Comenzaron a quejarse, y así siguieron, con los ojos puestos más bien en las ollas de carne de Egipto que en la Tierra Prometida (2, 3).

    El maná era una sustancia menuda y redonda, que se usaba para hacer pan; con un sabor, se decía, como de hojuelas hechas con miel (31). Habrá sido o de creación directa, o un producto natural multiplicado milagrosamente. Caía cada noche juntamente con el rocío, y tenía aspecto de semillas de culantro. Se molía en molinos o en morteros, y se cocía en ollas, para hacer tortas. Las ración diaria era de un gomer (3.4 litros) por persona. Al sexto día caía lo suficiente para el gasto del sábado. Comenzó a caer un mes después de haber salido Israel de Egipto, y cayó diariamente durante 40 años. Tan pronto como cruzaron el Jordán, cesó de caer ten repentinamente como había comenzado (Nm 11:6-9; Josué 5:12). Jesús consideraba el maná como una sombra de Sí mismo (Juan 6:31-58).

    Las codornices (13) no les fueron enviadas de manera continua como el maná. Se las menciona solamente dos veces; ahorra, y un año después, cuando Israel ya había salido del monte Sinaí (Nm 11:31-34). Volaban a poca altura, en nubes incontables. El pueblo tenía grandes hatos de ganado (12:38), pero debí ser parco en destrozarlos para comer. La "carne" de Egipto que añoraban era principalmente de pescado. 

El Monte Sinaí

    También llamado Horeb. La península de Sinaí es de forma triangular, situada entre los dos brazos del Mar Rojo. La costa oeste mide unos 290 km. de largo, y la del este unos 210; la frontera norte es como de 240 km. La parte norte de la península es desierta; el extremo sur es "una gran masa caótica del escarpadas montañas"   

    Probablemente se le dio a la región el nombre del dios babilónico de la luna, Sin. Desde antiguo eran conocidas sus minas de cobre, hierro, ocre y piedras preciosas. Mucho antes de los días de Abraham, los reyes de oriente habían hecho un camino alrededor de la orilla norte y oeste del desierto arábigo hasta la región del Sinaí.

    El pico conocido especialmente como el Monte Sinaí, en donde se cree que Israel haya recibido la Ley, queda hacia el extremo sur de la península. Es "una masa aislada de roca, que se levanta abruptamente de la llanura con majestad imponente" Del lado noroeste hay una llanura de 3 km. de largo y 1 km. de ancho, en donde Israel pudo haber acampado.

    65 km. al noreste del monte Sinaí, en el Valle de las Cavernas y sobre una roca lisa a 120 m. más arriba de las minas, hay una escultura que el rey Semerkhet mandó hacer de sí mismo dando muerte al rey de Sinaí. Hay 250 inscripciones de reyes posteriores. A 15 km. al sur de las cavernas se halla Serabit-el-Khadem, con su Templo de Hathor diosa de Egipto, en donde Sir Flinders  Petrie encontró el escrito alfabético más antiguo que se conoce.       

Capítulo 17. Agua de la Peña

    Poco antes de esto, Moisés había vuelto dulces las aguas amargas de Mara (15:25). Ahora, en Refidim, sacó agua de una peña. Más adelante había de hacer un milagro similar en Meriba (Nm 20:1-13). 

    La batalla con Amalec (8-15). Este fue el primer intento, fuera de Egipto, de estorbar la marcha de Israel hacia Canaán. Como resultado, Dios ordenó el exterminio de los amalecitas (v. 14; Dt 25:17-19).

Capítulo 17. El Consejo de Jetro

    Mediante el consejo de este amistoso príncipe medianita y suegro de Moisés, éste, aun cuando era inspirado en un grado que pocos hombres lo han sido, fue guiado a formar una organización más eficiente del pueblo.

     

Capítulo 19. La Voz de Dios sobre Sinaí

    Israel estuvo en el Sinaí unos once meses (v.1; Nm 10:11). De en medio de una tremenda tempestad, acompañada de terremotos y de sonido sobrenatural de trompetas, con la montaña entera envuelta en humo y coronada de llamas aterradoras, Dios habló las palabras de los Diez Mandamientos y dio a Moisés la Ley.

    Quinientos años más tarde y en el mismo monte, se le intimó a Elías que la obra de Dios en la tierra se haría, no por métodos de fuego y terremoto sin por la voz apacible de un Profeta posterior (1 R 19).

Capítulo 20. Los Diez Mandamientos

     Estos mandamientos fueron dichos desde el monte, en medio de truenos, terremotos y sonido de trompetas, directamente por por boca de Dios mismo y después fueron grabados en ambas caras de dos tablas de piedra, " escritas con el dedo de Dios". "Las tablas eran obra de Dios, y la escritura era escritura de Dios" (31:18; 32:15, 16). Fueron guardadas dentro del Arca durante siglos. Se cree que posiblemente hayan sido destruidas durante la cautividad babilónica. ¿Qué acontecería si algún día fueran halladas de nuevo?.

    Los Diez Mandamientos eran la base de la ley hebrea. Cuatro tienen que ver con nuestra actitud hacia Dios; seis, con nuestra actitud hacia nuestro prójimo. Jesús los condensó en dos: Amarás al Señor tu Dios de todo corazón, alma, fuerza y mente; y a tu prójimo como a ti mismo".

    La reverencia hacia Dios es la base misma de los Diez Mandamientos. Jesús indicó que él la consideraba la cualidad básica del acercamiento del hombre a Dios y la hizo la primera petición del Padre Nuestro: "Santificado sea Tu nombre". Es sorprendente cuántas personas, en su conversación corriente, blasfeman de continuo el hombre de Dios y lo usan de manera liviana y trivial. 

    La idolatría queda absolutamente prohibida. Nos preguntamos cómo cuadra con este mandamiento el culto a la Virgen María, la idolatría más notoria del cristianismo. 

Capítulos 21-24. "El Libro del Pacto"

    Después de los Diez Mandamientos, esta fue la primera entrega de las leyes sobre las cuales fue erigida la nación hebrea. Fueron escritas en un libro y luego el pacto de obedecerlas fue selladas con sangre (24:4, 7, 8).

    Estas leyes tratan de: Esclavitud; Pena de Muerte para el asesinato, el secuestro y el maldecir al padre o a la madre; La "Ley del Talión". Robo. Daños a las Cosechas. Restitución. Rapto. Hechicería. Bestialidad. Idolatría. Bondad hacia viudas y huérfanos. Préstamos. Prendas. Respecto a las autoridades. Primicias de cosechas y de animales. Falsos rumores. Turbas. Justicia. Protección de Animales. Soborno. Extranjeros. Días y años sabáticos. La Pascua. Fiestas de Primicias. Fiestas de las Cosechas. Destrucción total de los Canaanitas. Premio de la Obediencia.        

Capítulos 25-31. Especificaciones del Tabernáculo

    Dios mismo dio las especificaciones en detalle (25:9). Se dan dos veces: aquí, "así se hará", y en capítulos 35-40, en donde se repiten los detalles palabra por palabra, "así se hizo".

    El Tabernáculo era una "semejanza" de algo, un "bosquejo y sombra" de cosas celestiales (Heb 8:5).

    El Tabernáculo y el Templo que más adelante se hizo según el modelo del mismo, fueron el centro de la vida nacional judaica. De origen directamente divino, era una representación de valor inmensurable de ciertas ideas que Dios quiso grabar en la mente de la humanidad y un anuncio previo de muchas de las enseñanzas de la fe cristiana.

Capítulos 32, 33. El Becerro de Oro

    El toro era el principal dios de Egipto. Más tarde fue hecho dios de las diez tribus (1 R 12:28). Esta crasa idolatría, tan luego de haber Dios proclamado desde el monte, "No tendrás otros dioses delante de Mí" y de los milagros maravillosos de Egipto, indica hasta dónde los israelitas se habían hundido en la idolatría egipcia. Era una crisis que requería disciplina inmediata y el castigo fue inmediato y severo. Desde aquel día en adelante "se despojaron de sus atavíos" (33:4-6).

    La disposición de Moisés, de querer ser "borrado del libro" de Dios (32:31, 32) a favor del pueblo, demuestra la grandeza de su carácter. 

Capítulo 34. Moisés de Nuevo en el Monte

    Había estado en el monte 40 días y 4o noches la primera vez (24:18). Ahora volvía por otros 40 días y noches (34:2, 28). La primera vez había recibido las dos tablas de la Ley y la descripción del tabernáculo. Ahora las tablas se escribieron de nuevo y se renueva el pacto.

    "Su rostro resplandecía" (29-35). Dios estaba en él. Así el rostro de Cristo "resplandeció como el sol" cuando se transfiguró (Mt 17:2).

Capítulos 35-40. Construcción del Tabernáculo

    Ahora se hace el tabernáculo y todo su mobiliario, exactamente conforme a las especificaciones ya dadas en los capítulos 25-31.   

El Tabernáculo

    Era de 13.8 m. de largo, 4.6 de ancho y 4.6 de alto, de tablas verticales cubiertas de cortinas, y miraba hacia el este.

    Las tabla , 20 al norte, 20 al sur y 6 al oeste, y dos esquineras, de 4.6 m. de largo y 69 cms. de ancho, era de acacia, madera dura y de veta cerrada, recubierta de oro. Cada tabla tenía a un extremo dos espigas, que asentaban en dos bases de plata. Se unían mediante cinco barras que atravesaban una serie de anillos fijados sobre las tablas.

    Había diez cortinas, cada una de 12.88 m. de largo y 1.84 m. de ancho, hechas del lino más fino, de azul, púrpura y escarlata y bordadas con figuras de querubines. Mediante broches de oro y lazos de azul se unían para formar una sola cortina, de 18.40 m. de este a oeste y 12.88 m. de norte a sur. La parte sobrante cubría el extremo oeste. Esta cortina se extendía sobre el rectángulo formado por las tablas doradas y formaba el tabernáculo propiamente dicho.

    Se estima en unos $1.250.000 el oro y la plata empleados en la construcción del Tabernáculo. Esta suma provenía de los tesoros recibidos de los egipcios (12:35).

La Tienda

    Cubría el Tabernáculo una carpa o tienda de tela de pelo de cabras; 11 cortinas, cada una de 13.80 m. de largo y 1.84 m. de ancho, unidas con broches de bronce para formar una sola pieza de 20.24 m. de este a oeste y 13.80 m. de norte a sur. Sobre esto había otra cubierta de pieles de carnero teñidos de rojo, y por encima de todo otra de pieles de tejones (según algunas traducciones, focas, o marsopas; ambas abundaban en el Mar Rojo).

    Probablemente esta tienda triple sería sostenida por un caballete, con costados inclinados. El tabernáculo mismo probablemente era de techo plano.

El Lugar Santísimo

    Era el extremo oeste del Tabernáculo; un cubo de 4.60 m. por costado. Representaba la morada de Dios y contenía solamente el Arca. Solamente podía entrar el sumo sacerdote, una vez al año. Era "una figura" del cielo (Heb 9:24).    

El Arca

    El cofre de 1.15 x 0.70 x 0.70 m., de madera de acacia recubierta de oro. Contenía las dos tablas de los Diez Mandamientos, una vasija de maná y la vara de Aarón.

    El Propiciatorio era la cubierta del arca, una plancha de oro macizo. A cada extremo había un querubín, con las alas extendidas, mirando mirando hacia abajo sobre el propiciatorio. Este, debajo del cual estaban las tablas de la Ley, representaba el lugar de reunión de la ley y de la misericordia, siendo así una "sombra" de Cristo. Los querubines presentaban un cuadro muy gráfico del interés de los seres celestiales en la redención humana. Quizás Pedro haya tenido esto en mente cuando habló de "cosas en las cuales desean mirar los ángeles" (1 P 1:12).

    Probablemente el arca se haya perdido en la cautividad babilónica. En Ap 11:19 Juan vio el arca "en el templo". Pero esto fue en una visión y seguramente no querrá decir que el arca material estaba allí, porque en el cielo no habrá templo (Ap 21:22).     

El Lugar Santo

        El extremo oriental del tabernáculo; 9.20 x 4.60 m. Contenía al lado norte la mesa del pan de la proposición, el candelero al lado sur, y el altar del incienso delante del velo. Quizás una "sombra" de la iglesia.  

El Velo

    Hecho del lino más fino, de azul, púrpura y escarlata, exquisitamente bordado con figuras de querubines. Separaba el Lugar Santo del Lugar Santísimo; o por decirlo así, la sala de espera humana y el salón de Dios. El velo se rasgó cuando murió Cristo (Mt 27:51), en señal de que en aquel momento se abría a todos la puerta de entrada a la presencia de Dios.

     Había otro velo o mampara a la entrada, al extremo oriental del Tabernáculo (Ex 27:16), también de lino de azul, púrpura y escarlata.

El Candelero

    Hecho de oro puro; una columna central, con tres brazos a cada lado. Se cree que haya sido como de 1.50 m. de alto y 1.05 m. de ancho en la parte superior. Quemaba aceite puro de olivas, y se despabilaba y se encendía cada día (30:7, 8).

    Los candeleros del templo de Salomón, hechos conforme al del tabernáculo, que quizás se incluía entre ellos, estaban sin duda  entre los tesoros llevados a Babilonia y después devueltos (Ez 1:17).

    El del templo de Herodes en días de Jesús bien puede haber sido uno de estos. Fue llevado en el año 70 D.C. a Roma, en donde se halla grabado sobre el Arco de Triunfo de Tito. Fue depositado en el Templo de la Paz; llevado a Cartago por Gensérico, 445 D.C.; recobrado por Belisario, y llevado a Constantinopla; luego d"respetuosamente depositado en la iglesia cristiana de Jerusalén" 533 D.C. No se sabe más de él. El grabado en el Arco de Tito puede ser una reproducción fiel del original.  

    El candelero puede haber sido una "sombra" de la Palabra de Dios en la iglesia, aunque en Ap 1:12, 20 los candeleros representan a las iglesias mismas. 

La Mesa de los Panes

    95 cm. de largo, 46 de ancho y 69 de alto, de madera de acacia, recubierta de oro. En ella debían exponerse perpetuamente doce panes, que se renovaban cada sábado. Se ponía al lado norte del Lugar Santo. Un símbolo de gratitud hacia Dios por el pan de cada día (Lc 11:3)

El Altar del Incienso

    95 cm. de alto y 46 de cada costado, de madera de acacia, recubierta de oro. Debía quemarse incienso en él perpetuamente, cada mañana y noche (30:7,8). Un símbolo de la oración perpetua (Ap 8:53-5).

Al Altar del Holocausto 

    El altar mayor para el sacrificio de animales. De 2.30 m. cada costado y 1.38 m. de alto; de tablas de acacias recubiertas de bronce; vació, para ser rellenado con tierra. Estaba fuera del tabernáculo, al lado este, cerca de la entrada del atrio. El fuego sobre él fue encendido milagrosamente, y no debía apagarse nunca (Lv 9:24; 6:9). Símbolo de que el hombre no puede acercarse a Dios sino como pecador redimido por la sangre. Una "sombra" de la muerte de Cristo.

El Lavacro

    Una gran fuente de bronce, para contener agua, en donde debían los sacerdotes lavar las manos y los pies antes de oficiar en el altar o en el tabernáculo. Simbolizaba la limpieza, tanto literal como del pecado. Una "sombra" de la limpieza del pecado en la sangre de Cristo, y quizás del bautismo cristiano.  

El Atrio

    La cerca alrededor del tabernáculo. 46 m. de largo y 23 de ancho, en la entrada al oriente. Era de cortinas de lino fino retorcido, de 2.3 m. de alto y colgadas a unas columnas de 2.3 m. entre sí, con molduras y ganchos de plata, asentadas sobre bases de bronce. La puerta, al extremo este, de 9.20 m. de ancho, era de lino azul, púrpura y escarlata.