Zacarías

Zacarías

Zacarías en varias versiones:  

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Tiempo de Lectura: 0:35 / Contiene: 14 capítulos, 211 versículos y 6.444 palabras.


MÉTODO CRÍTICO

1) ¿QUIÉN ESCRIBIÓ EL  LIBRO? Zacarías

2) ¿CUÁNDO FUE ESCRITO? 520 a 480 a.C.

3) ¿A QUIÉN FUE ESCRITO? Los cautivos Judíos que regresaban

4) ¿DE DÓNDE FUE ESCRITO? Jerusalén

MÉTODO  HISTÓRICO

1) ¿CUÁL ES EL TRASFONDO  HISTÓRICO DEL LIBRO? 

    Fue contemporáneo de Hageo y su ministerio se desarrolla desde el año 520 a.C. El libro tiene una fuerte connotación mesiánica y por eso se lo considera apocalíptico y escatológico. El mensaje de Zacarías se divide en dos partes: La primera (caps. 1-8) anuncia la restauración del templo; y la última parte (caps. 9-14) anuncia el futuro de las naciones y de Israel, el advenimiento del Mesías y el reino de Cristo.  

MÉTODO LITERARIO                                                                                                                                                                 

1) ¿QUÉ GÉNERO DE LITERATURA ES EL LIBRO?  Apocalíptica.

MÉTODO PANORÁMICO                                                                  

1) ¿CUÁL ES LA IDEA PRINCIPAL DEL LIBRO? Este libro es la más apocalíptico y mesiánico de todos los profetas menores. 

2) ¿CUÁL  FUE LA RAZÓN PRINCIPAL POR LA CUAL SE ESCRIBIÓ ESTE LIBRO? Dar esperanza al pueblo de Dios al revelar a divina liberación futura a través del Mesías. 

PALABRAS CLAVE EN ZACARÍAS (RV1960)  Capítulos 1-8: vino palabra de Jehová (vino, pues, a mi palabra de Jehová de los ejércitos), escuchar tapar sus oídos para no oír), volver (s), aún, todavía, de nuevo, al contrario, templo (casa, casa de Jehová), naciones, Judá, Jerusalén, moraré en medio de ti (para gloria estaré en medio de ella, toda referencia a la casa del Señor), setenta años.    

ÉNFASIS: Dios está con la comunidad remanente del pueblo que ha regresado del exilio; Dios prosperará a sus líderes; el futuro de Jerusalén  y de Judá es brillante, lleno de paz y gloria; el Rey de Israel regresará a Jerusalén en triunfo, sin embargo, será asesinado por los pecados del pueblo; Dios castigará a los enemigos de su pueblo, pero muchas de las naciones llegarán a conocer al Señor. 

CARACTERÍSTICAS PARTICULARES: Este libro es el más apocalíptico y mesiánico de todos los profetas menores. 

CÓMO LEER ZACARÍAS

    El contexto hace la diferencia. Lee este libro en conjunto con Esdras y Hageo, quienes fueron contemporáneos de Zacarías y sus colegas. Ellos fueron testigos de la reconstrucción del templo de Jerusalén después del largo exilio en Babilonia. Los líderes y el pueblo estaban desanimados; regresar a casa no era tan maravilloso como se lo habían imaginado. Había mucho trabajo y gran oposición. ¿Valía la pena tanto esfuerzo? Zacarías respondió sin reservas: «¡Sí!». Sus profecías estaban cargadas de palabras de ánimo: «¡Sean fuertes y terminen la tarea!» (Zac 8:9).

    El libro comienza con un llamado al arrepentimiento hecho por Zacarías en noviembre del año 520 a. C. Después, entre el 15 de febrero del año 519 a. C., (Zac 1:7) y el 7 de diciembre del año 518 a. C., (Zac 7:1), Zacarías tuvo nueve increíbles visiones (Zac 1:8-6:15), que describen el reinado poderoso de Dios, y sus hechos vivificantes y redentores.

    Si entender estas visiones te presenta un desafío, no te preocupes. Después de ellas continúan una serie de mensajes en los cuales la visión de Dios para Jerusalén y su pueblo redimido es sumamente clara. Él dice: «mi amor por el monte Sión es intenso y ferviente, ¡me consume la pasión por Jerusalén! (Zac 8:2) ... regresaré al monte Sión y viviré en Jerusalén (Zac 8:3) ... nuevamente los ancianos y las ancianas caminarán por las calles de Jerusalén apoyados en sus bastones (Zac 8:4) ... las calles de la ciudad se llenarán de niños y niñas que juegan (Zac 8:5) ... Yo los haré regresar a casa para que vivan seguros en Jerusalén (Zac 8:8) ... estoy decidido a bendecir a Jerusalén y al pueblo de Judá.» (Zac 8:15). Con esto en mente, Dios recuerda a los oyentes de Zacarías que, «Entre las demás naciones, Judá e Israel se convirtieron en símbolo de una nación maldita. ¡Pues ya no lo serán más! Ahora los rescataré y los haré símbolo y fuente de bendición. Así que no tengan miedo. ¡Sean fuertes y sigan con la reconstrucción del templo!» (Zac 8:13).

    Escondido en medio de estos mensajes finales se encuentran increíbles joyas proféticas que contienen detalles precisos acerca del futuro Mesías que sería el restaurador final del templo de Dios:

TÍTULO: La tradición universal tanto de Judíos como de cristianos apoya al profeta Zacarías como autor. Su nombre, común en más de veintinueve hombres del AT, quiere decir "Jehová recuerda". Este libro es el segundo únicamente después de Isaías en la amplitud de los escritos proféticos acerca del Mesías. 


TEMAS:

Estructura de Zacarías

Título:  “Anunciando el reinado justo de Jesús”

Versículo Clave: 6:12, 13  “Y le hablarás diciendo: Así ha hablado Jehová de los ejércitos, diciendo: he aquí, el varón cuyo nombre es el renuevo, el cual brotará de sus raíces, y edificará el templo de Jehová. Él edificará el templo de Jehová, y él llevará gloria, y se sentará y dormirá en su trono, y habrá sacerdote a su lado; y consejo de paz habrá entre ambos”

Época de Zacarías

 Autor y fecha

    Al igual que Jeremías y Ezequiel, Zacarías era también un sacerdote (Neh 12:12-16). De acuerdo con la tradición, él era un miembro de la Gran Sinagoga, un concilio de ciento veinte originado por Nehemías y presidido por Esdras. Este concilio más tarde se desarrolló en los ancianos gobernantes de la nación, llamado el sanedrín. Él nació en Babilonia y se unió a su abuelo, Ido, en el grupo de exiliados que regresaron por primera vez a Jerusalén bajo el liderazgo de Zorobabel y Josué el sumo sacerdote (Neh 12:4). Debido a que ocasionalmente es mencionado como el hijo de su abuelo (Esd 5:1; 6:14; Neh 12:16), se piensa que su padre, Berequías, murió a una edad temprana antes que pudiera suceder a su padre en el sacerdocio. 

    Las palabras de apertura de Zacarías son fechadas desde el 520 a.C., el segundo año de Darío I (1:1). El emperador persa Ciro había muerto y fue sucedido por Cambises (530-521 a.C:) quien conquistó Egipto. Él no tenía hijo, se suicidó, Y Darío emergió al trono al subyugar una revolución. Era un contemporáneo de Hageo y comenzó a profetizar dos meses después de él. Es llamado un joven en el 2:4, sugiriendo que Zacarías era más joven que Hageo. El tiempo que duró su ministerio es incierto; la última profecía fechada (7:1) vino aproximadamente dos años después de la primera, haciéndolas idénticas en tiempo que la profecía de Hageo (520-518 a.C.). Generalmente se piensa que los capítulos 9-14 vinieron de un período que se llevó a cabo más tarde en su ministerio. Diferencias en estilo y referencias a Grecia indican una fecha de 480-470 a.C:, después de Darío I (521-486 a.C.) y durante el reinado de Jerjes (486-464 a.C.), el rey que hizo de Ester reina de Persia. De acuerdo a Mateo 23:35, él fue asesinado entre el templo y el altar, un destino semejante a un Zacarías que vino antes (2 Cr 24:20, 21), quien había sido apedreado hasta la muerte.         

 

Contexto Histórico de Zacarías

    El contexto histórico de Zacarías es el mismo del de su contemporáneo, Hageo. En el 538 a.C., Ciro el persa liberó a los cautivos de Israel para restablecer su tierra (Esd 1:1-4) y alrededor de cincuenta mil regresaron de Babilonia. Ellos inmediatamente comenzaron a reedificar el templo (Esd 3:1-4:5), pero la oposición de vecinos, seguida por indiferencia desde dentro, hizo que la obra fuera abandonada (Esd 4:24). Dieciséis años más tarde (Esd 5:1, 2), Zacarías y Hageo fueron comisionados por el Señor para motivar al pueblo a reconstruir el templo. Como resultado, el templo fue terminado cuatro años más tarde 516 a.C. (Esd 6:15).  

Detalles de Zacarías

            Zacarías fue contemporáneo de Hageo. Mientras Hageo parece haber sido muy anciano, Zacarías quizás haya sido muy joven, pues era nieto de Iddo, que había vuelto a Jerusalén 16 años antes (Nehemías 12:14, 16) Hageo ya había estado predicando dos meses, y se había iniciado la obra del Templo, cuando Zacarías comenzó. El ministerio escrito de Hageo fue de poco menos de cuatro meses, y el de Zacarías, de dos años. Pero sin duda estuvieron presente durante los cuatro años enteros para exhortar, animar y ayudar, trabajando hombro con hombro para la terminación del Templo.        

            El libro de Zacarías es bastante más extenso que el de Hageo. Está repleto de vislumbres mesiánicas, y menciona literalmente muchos detalles de la vida y obra de Cristo.

 

Retos de Interpretación 

 

  

 

Temas históricos y teológicos 

 

 

 

  

Vista Panorámica de Zacarías

Cuando las condiciones son deprimentes, ¿habrá esperanza en el futuro? ¿Pueden los creyentes esperar que Dios intervenga a favor de una nación que le ha rechazado? ¿Deben estar ellos optimistas acerca de las cosas por venir? ¿O deben permitir que la situación presente les lleve al pesimismo? Zacarías trató con estas preguntas respecto a las perspectivas para Israel, pero no ignoró las necesidades inmediatas de sus contemporáneos.

Zacarías era de linaje sacerdotal (1:1, 7; Neh. 12:12, 16), y fue llamado a servir a Dios como un profeta (1:1, 7). El nació en Babilonia y murió asesinado en el recinto del templo (Mt 23:35). El ministró a los judíos que volvieron del exilio; algunos de sus mensajes fueron dirigidos al sumo sacerdote (3:8) y al gobernador (4:6).

Es esencial saber los acontecimientos bíblicos que se registraron durante el ministerio de Zacarías. En la siguiente gráfica aparecen en orden cronológico:

Aunque algunos profetas fueron contemporáneos entre sí, sólo Zacarías y Hageo, según se expresa en las Escrituras, laboraron juntos (Esd 5:1; 6:14). Ambos desafiaron a los judíos a reedificar el templo. Para algunos esto es particularmente sorprendente porque los dos profetas eran muy diferentes. Zacarías era un predicador joven, pero muchos creen que Hageo era de mayor edad. Zacarías es diplomático en su predicación; Hageo es franco y predica directamente contra los pecados del pueblo. Zacarías es visionario en sus mensajes; Hageo es directo y casi rutinario. Zacarías ofrece vívidas promesas de la ayuda de Dios y la garantía de una nueva esperanza; Hageo llama más directamente a construir.

Zacarías, cuyo nombre significa “el Señor recuerda,” escribe e interpreta una serie de las visiones que recibió de Dios. Estas presentan verdades del futuro de Israel, pero también se aplican al presente. Con respecto al ayuno, Zacarías responde a preguntas hechas por una delegación de Betel. El profetiza tanto de la primera como de la segunda venida del Mesías. Zacarías es un profeta de esperanza en medio de la desesperación. El trae seguridad en tiempos de duda. Su ministerio es de desafíos y de consuelo.

 

Referencias Proféticas 

    Las profecías acerca de Jesucristo y la era mesiánica abundan en Zacarías. Desde la promesa de que el Mesías vendría y habitaría entre nosotros (Zacarías 2:10-12; Mateo 1:23) hasta el simbolismo del Renuevo y la Piedra (Zacarías 3:8-9, 6:12-13; Isaías 11:1; Lucas 20:17-18) a la promesa de Su Segunda Venida, donde aquellos que lo traspasaron lo mirarán y llorarán. (Zacarías 12:10; Juan 19:33-37), Cristo es el tema del Libro de Zacarías. Jesús es el Salvador de Israel, una fuente cuya sangre cubre los pecados de todos los que vengan a Él para salvación (Zacarías 13:1; 1 Juan 1:7).

Importancia en la Biblia

    Una de las grandes contribuciones del libro de Zacarías es la fusión de los mejores elementos sacerdotales y proféticos de la historia de Israel. Zacarías comprendió que estos elementos eran necesarios en una fe genuina. Exhortó al pueblo a apartarse del pecado. Comprendió también que el templo y los ritos religiosos jugaban un papel importante en mantener al pueblo cerca de Dios. Como conjugó estos elementos en su propio ministerio, Zacarías contribuyó a preparar el camino para que la comunidad cristiana pudiera entender a Cristo como sacerdote y profeta.

    Zacarías llama la atención por su desarrollo de un estilo apocalíptico profético cargado de simbolismos y lenguaje visionario relacionado con los días postreros. En esto, sus escritos se parecen a Daniel y a Apocalipsis. La visión de candelabros y olivos, jinetes y carrozas, cordeles de medir y cuernos coloca el libro y los otros dos mencionados en una clase aparte.

    Zacarías también dijo mucho en cuanto al concepto de Dios como guerrero. Si bien esta era una imagen utilizada a menudo por los escritores bíblicos, Zacarías unió esta idea al concepto del Día del Señor (Jl 2). Su descripción del regreso de Cristo a la tierra como guerrero poderoso en el → DÍA DE JEHOVÁ (14.1–9) es una de las conmovedoras profecías

del Antiguo Testamento.

    En ese día, según Zacarías, Cristo asentará sus pies sobre el Monte de los Olivos, y causará cambios violentos por toda la tierra (14.3–4). El día se cambiará en tinieblas y las tinieblas en luz (14.5–8). El mundo entero lo adorará cuando el Señor extienda su reino por «sobre toda la tierra» (14.9).

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