Comentario
Sofonías
Comentario de Sofonías
El gran Día de Jehová se Acerca
La Venida de un "Labio Limpio"
Sofonías profetizó en los días de Josías (1:1). Era tataranieto de Ezequías (1:1) y por lo tanto sangre real y pariente de Josías. Este, en 639-608 A.C. y después del reinado largo y malo de Manasés, hizo grandes reformas (2 Crónicas 34) en las cuales Sofonías tuvo parte prominente. Así pues, esta profecía se dio muy pocos años antes de sellarse la suerte de Judá.
Capítulos 1:1 - 2:3. Un Día de Ira Espera a Judá
Una y otra vez se le llama al gran Día de Jehová (1:7, 8, 9, 10, 14, 15, 16, 18; 2:2, 3; 3:8). Era un día de terror, pronto a estallar sobre Judá y las naciones vecinas; quizás refiriéndose en parte a la invasión escita (Jer 4) pero fuera de toda duda, a la invasión babilónica y al cautiverio de Judá, que vino unos 20 años después; quizás, también, un bosquejo simbólico de catástrofes que vendrán en el tiempo del fin. "Ejército del cielo" (1:5), la adoración de estrellas, idolatría asiria. Milcom o Moloc (1:5); dios amonita. La "puerta del pescado" (1:10) era la del norte, por la cual se traía pescado de Galilea. Después fue llamada la puerta de Damasco. "Mactes" (1:11) probablemente era el valle al lado oeste del templo, el barrio comercial de Jerusalén.
Capítulo 2:4-15. UN Día de Ira para las Naciones
Gaza, Ascalón, Asdod y Ecrón (4), ciudades filisteas. "Cereteos" (5), otro nombre de los filisteos. Etiopía (12) era el sur de Egipto, cuyos gobernadores dominaban en aquel tiempo a Egipto entero. Asiria (15) y Nínive, su orgullosa capital, era el terror del mundo. Dentro de 20 años todos estos países yacían bajo el pie de Babilonia.
Capítulo 3:1-8. Un Día de Ira para Jerusalén
Vuelve al pensamiento del capítulo 1; los pecados de Judá, y en especial de sus gobernadores y caudillo religiosos, y el castigo inevitable.
Capítulo 3:9-20. "Pureza de Labios
La calma después de la tempestad. Tres veces el profeta habla de que un resto será salvo (2:3, 7; 3:12-13) y dos veces de su regreso del cautiverio (2:7; 3:20). Habrá en la tierra "pureza de labios"; un modo correcto de pensar acerca de Dios. El hablar es el vehículo y la expresión de la verdad. Es una profecía del día venidero en el cual sería dado al hombre una revelación completa y perfecta de Dios (significando obviamente el Evangelio de Cristo) como resultado de lo cual serían traídos a Jehová convertidos de entre todas las naciones, gozosos con alegre cánticos de redención, hasta que la tierra toda resuene con las alabanzas del pueblo de Dios.
(Compendio Manual de la Biblia. por Halley. p. 335)