Habacuc

Habacuc

Habacuc en varias versiones:  

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Tiempo de Lectura= 0:10 / Contiene: 3 capítulos, 56 versículos y 1.476 palabras.

MÉTODO CRÍTICO

1) ¿QUIÉN ESCRIBIÓ EL  LIBRO? Habacuc

2) ¿CUÁNDO FUE ESCRITO? 607 a.C.

3) ¿A QUIÉN FUE ESCRITO? Judíos

4) ¿DE DÓNDE FUE ESCRITO? ?

MÉTODO  HISTÓRICO

1) ¿CUÁL ES EL TRASFONDO  HISTÓRICO DEL LIBRO? Habacuc profetizó en Judá durante el reinado de Joaquín. Él escribió acerca de las maldades de Israel y de su inminente derrota en manos de los caldeos. El también describió la pecaminosidad de los conquistadores caldeos y profetizó su caída final. El libro concluye con una oración de fe.

Los Caldeos (Babilonios) ya avanzaban hacia el oeste (1:6), pero aún no habían llegado hasta Judá (3:16). Habacuc profetizó poco antes de Nahum, cuando Babilonia, después de vencer a Nínive. Sus ejércitos igualan en crueldad a los Asirios. Si Nahum anuncia la caída de Nínive, Habacuc se alarma por la aparición de esta nueva y tremenda amenaza. Comprende que el pueblo escogido ha incurrido en pecado, y presiente que vendar el castigo por mano de los Babilonios.

MÉTODO LITERARIO

1) ¿QUE GENERO DE LITERATURA ES EL LIBRO?  Profético

MÉTODO PANORÁMICO

1) ¿CUÁL ES LA IDEA PRINCIPAL DEL LIBRO? Para la época de Habacuc, el juicio a Babilonia, y las preguntas de Habacuc ante la injusticia.

2) ¿CUÁL  FUE LA RAZÓN PRINCIPAL POR LA CUAL SE ESCRIBIÓ ESTE LIBRO? Mostrar que Dios aún tiene las riendas del mundo a pesar del aparente triunfo del mal. 

PALABRAS CLAVE EN HABACUC (RV1960): Dios (Santo, Jehová), profecía, hombre soberbio (se enorgullece), !ay del.., Habacuc.

ÉNFASIS: Indignación profética por la aparente tolerancia de Dios de la injusticia; confianza profética en la justicia y poder de Dios; la postura de los justos es fidelidad y confianza en Dios; la seguridad de que Dios castigará a los malvados. 

CÓMO LEER HABACUC

    ¿Tienes preguntas difíciles que hacerle a Dios? Habacuc las tuvo y no guardó silencio. El resultado de esto es un libro profético sin igual. Habacuc en ninguna ocasión entregó un mensaje al pueblo de parte de Dios. Todas sus palabras fueron dirigidas a Dios y todas las respuestas de Él fueron solamente para Habacuc. Esto produjo un diálogo atractivo y esclarecedor a medida que el profeta discutió directamente con Dios temas de injusticia y maldad. Si buscas entender la verdad y tienes una pasión por la justicia social, ¡el enfoque honesto de Habacuc es para ti!

    Ya que Habacuc habla tres veces, el libro se puede dividir en tres secciones: las primeras dos registran las preguntas contundentes de Habacuc y la última es una oración inspiradora de alabanza. En su primera pregunta, el profeta desafía a Dios por no haber castigado la maldad de su propio pueblo. Él básicamente dice: «¿Dónde estás Dios cuando la injusticia está en desenfreno? ¿Por qué no haces algo al respecto?» Dios responde a su clamor diciendo: «¡Yo haré algo al respecto!». Él promete traer a los conquistadores babilonios contra Jerusalén para ejecutar justicia sobre su pueblo pecador.

    Esto nos lleva a la segunda pregunta puesto que la primera respuesta de Dios solo parece empeorar la situación. Habacuc clama con una queja angustiada porque los babilonios son aun más malvados que los hacedores de maldad a los cuales vinieron a destruir. Dios le responde asegurando que a su debido tiempo los babilonios también serán castigados por su maldad.

    Mientras Habacuc escucha las respuestas de Dios, se da cuenta que Él realmente está involucrado en los asuntos de la humanidad y siempre actuará con sabiduría y equidad. Esto cambia toda su perspectiva de vida. Habacuc comienza este libro abatido debido a la realidad que lo rodeaba, pero termina con la certeza de que la justicia finalmente prevalecerá. Esta nueva esperanza lo lleva a adorar a Dios. Pero este no es un cliché religioso para esconder sus preocupaciones anteriores. Presta mucha atención, el canto de alabanza final revela la transformación en su entendimiento. Las circunstancias difíciles ya no son las que determinan su perspectiva de Dios; ahora es el carácter confiable de Dios el que determina la manera en que él ve las circunstancias: «Aunque las higueras no florezcan y no haya uvas en las vides, aunque se pierda la cosecha de oliva y los campos queden vacíos y no den fruto, aunque los rebaños mueran en los campos y los establos estén vacíos, ¡aun así me alegraré en el Señor! ¡Me gozaré en el Dios de mi salvación!» (Hab 3:17-18).

A medida que lees este pequeño pero poderoso libro, considera cómo puedes ver el carácter de Dios más allá de las circunstancias de la vida. A medida que conoces más íntimamente al Dios que establecerá su perfecta justicia sobre la tierra, encontrarás razones para confiar en Él sin importar la situación.

TÍTULO: Este libro profético toma su nombre de su autor y probablemente significa "uno que abraza" (1:1; 3:1). Al final de la profecía, este nombre se vuelve apropiado conforme el profeta se aferra a Dios independientemente de su confusión por los planes de Dios hacia su pueblo.  


TEMAS:

Estructura de Habacuc

Título: “El profeta viviendo por fe”

Versículo Clave: 2:4  “He aquí que aquel cuya alma no es recta, se enorgullece; mas el justo por  su fe vivirá”

Época de Habacuc

Autor y fecha

    Como con muchos de los profetas menores, nada se conoce del profeta excepto por lo que puede ser inferido del libro. En el caso de Habacuc, la información interna casi no existe, lo que hace que las conclusiones de su identidad y vida sean conjeturas. Su simple introducción como "el profeta Habacuc" puede implicar que él no necesitaba presentación debido a que era un profeta conocido de su día. Es cierto que él fue un contemporáneo de Jeremías, Ezequiel, Daniel y Sofonías. 

    La mención de los caldeos (1:6) sugiere una fecha a finales del siglo siete a.C., poco antes de que Nabucodonosor comenzará su marcha militar a través de Nínive (612 a.C.), Harán (609 a.C.) y Carquemis (605 a.C.), camino a Jerusalén (605 a.C.). El amargo lamento de Habacuc (1:2-4) puede reflejar un período de tiempo poco después de la muerte de Josías (609 a.C.), días en los que las reformas del rey piadoso (2 R 23) fueron rápidamente cambiadas por su sucesor, Joacim (Jer 22:13-19) 

 

Contexto Histórico de Habacuc

    Habacuc profetizó durante los días finales del Imperio Asirio y el principio del dominio de Babilonia a escala mundial bajo Nabopolasar y su hijo Nabucodonosor. Cuando Nabucodonosor ascendió al poder en el 626 a.C., inmediatamente comenzó a expandir su influencia al N y al O. Bajo el liderazgo de su hijo, el ejército babilónico venció a Nínive en el 612 a.C., forzando a la nobleza asiria a refugiarse primero en Harán y después en Carquemis. Nabucodonosor los persiguió, venciendo a Harán en el 609 a.C., y a Carquemis en el 605 a.C. 

    El rey egipcio Necao, viajando por Judá en el 609 a.C. para ayudar al rey asirio que huía, fue confrontado por el rey Josías en Meguido (2 Cr 35:20-24). Josías murió en la batalla que se llevó a cabo, dejando su trono a una sucesión de tres hijos y un nieto. Antes, como resultado de descubrir el Libro de la ley en el templo (622 a.C.), Josías había instituido reformas espirituales significativas en Judá (2 R 22; 23), aboliendo muchas de las prácticas idólatras de su padre Amón (2 R 21:20-22) y abuelo Manasés )2 R 21:11-13). No obstante, cuando murió, la nación rápidamente regresó a sus malos caminos (Jer 22:13-19), causando que Habacuc cuestionara el silencio de Dios y aparente falta de acción para castigar (1:2-4) y así purificar a su pueblo de pacto. 

 

Detalles de Habacuc

            Esta profecía pertenece al periodo entre 625 y 606 a.C., probablemente alrededor del 607 a.C. a comienzos del reinado de Joacim. Los caldeos (babilónicos) ya avanzaban hacia el oeste (1:6) pero aún no habían llegado hasta Judá (3:16). La cronología del periodo fue:

(Compendio Manual de la Biblia, por Halley. p.334)

 

Retos de Interpretación

 

Temas históricos y teológicos

Vista Panorámica de Habacuc

El pueblo de Dios confronta preguntas difíciles. ¿Por qué las cosas son como son? ¿Dónde se encuentra Dios cuando el mundo lo ignora a El y a sus principios? Cuando Dios actúa, ¿por qué hace Él lo que hace? Habacuc lucha con estas y otras preguntas en su penetrante profecía.

Habacuc, cuyo nombre significa “abrazar,” era un ciudadano prominente y muy respetado en Jerusalén. El profetizó después de la caída de Nínive en el año 612 a.C., antes de la primera invasión de Judá por Babilonia en agosto del 605 a.C. Este era un tiempo de dolor nacional para Judá. El rey Josías había muerto trágicamente en Meguido y su hijo Joacaz fue nombrado rey; pero fue quitado del trono por Faraón Necao después de sólo tres meses de reinar y Joacim, el hijo mayor de Josías, reinó en su lugar. Este fue un tiempo de tiranía y contiendas en que la gente justa fue severamente oprimida; además, la gente pecaba abiertamente y la idolatría se practicaba extensamente.

Habacuc consideró las circunstancias de su nación y quedó perplejo; parecía que los hechos presentaban problemas sin solución, y él buscó esclarecimiento. Pero a diferencia de otros, él no abandonó su fe ni se sumió en la amargura sino que buscó a Dios para obtener respuestas. El observó intensamente los pecados de Judá y deseaba saber por qué Dios no hacía nada al respecto. Pero Dios le dice a Habacuc que sí está haciendo algo; El está levantando a los babilonios como instrumento de castigo contra Judá. Para Habacuc, el remedio es peor que el problema. ¿Cómo es posible que Dios use una nación vil y malvada para juzgar a su propio pueblo? Aunque a Habacuc no se le da la respuesta a este dilema, él se somete a la voluntad de Dios y aguarda instrucciones adicionales (2:1).

Habacuc deseaba vivir por vista, pero Dios le da una revelación más alta en un extraordinario mensaje: mas el justo por su fe vivirá (2:4). La instrucción de Dios continúa, explicándole El cómo usará las circunstancias internacionales para tratar la condición pecaminosa de Judá en una serie de cinco ayes que afectarán a Babilonia, y también a Judá. Dios pronuncia ayes contra los que a la fuerza toman lo que no es suyo (2:6–8), contra los que buscan la seguridad sólo en defensas físicas (2:9–11) y los que practican la tiranía y la opresión (2:12–13). Junto con esta desgracia, viene la consoladora promesa de que cuando Cristo regrese Pues la tierra se llenará del conocimiento de la gloria del Señor como las aguas cubren el mar. (2:14). Luego continúa un ay contra los oportunistas (2:15–17) y los idólatras (2:18–19). Pero junto con esta desgracia hay un glorioso contraste entre los ídolos y Dios: el Señor está en su santo templo, calle delante de El toda la tierra (2:20). El capítulo final de Habacuc registra el triunfo de la fe. Por medio de su perseverancia y paciencia, Habacuc obtuvo la victoria (1 Jn 5:4).

Los creyentes deben acudir a este libro maravilloso para encontrar dirección y consuelo cuando sea difícil ver cómo los propósitos de Dios están llevándose a cabo en la vida. El principio de vivir por fe (2:4b) es el fundamento de la vida cristiana (Ro 1:17; He 10:38).

Referencias Proféticas

    El Apóstol Pablo cita Habacuc 2:4 en dos diferentes ocasiones (Romanos 1:7; Gálatas 3:11) para reiterar la doctrina de la justificación por la fe. La fe que es el don de Dios, y disponible a través de Jesucristo, es al mismo tiempo una fe que salva (Efesios 2:8-9) y una fe que sostiene durante toda la vida. Obtenemos la vida eterna por medio de la fe y vivimos la vida cristiana por la misma fe. A diferencia del “orgullo” en el principio del verso, su alma no es recta dentro de él, y sus deseos no son correctos. Pero nosotros, que somos hechos justicia por la fe en Cristo, somos totalmente justificados, porque Él ha intercambiado Su perfecta justicia por nuestro pecado (2 Corintios 5:21), y nos ha permitido vivir por fe.

Importancia en la Biblia

    Se ha dicho (y con razón) que el mensaje de Habacuc se encuentra en la respuesta de Dios. Quizás sería más correcto decir que el mensaje de Habacuc se encuentra en el diálogo a veces agónico de un hombre con la divinidad. Es decir, el mensaje surge del camino que recorre el profeta hasta llegar a la paz de la fe (3.17–19). Habacuc sienta un precedente para la discusión sobre lo incongruente de un Dios justo y soberano que, sin embargo, permite la injusticia que se observa en la historia humana. Es difícil para quienes intentan ser fieles al Dios del éxodo entender cómo se logra la justicia con la

participación de los injustos.

    Habacuc afirma que a la larga esta injusticia no está desprovista de graves consecuencias. La canción de los cinco ayes deja en claro que quienes amontonan riquezas que no les pertenecen, que lo hacen de manera injusta y hasta derramando

sangre inocente, que lucran usando mano de obra barata sin considerar la calidad de vida de los trabajadores, que destruyen el medio (tierra, flora y fauna) en su afán por obtener riquezas, tarde o temprano serán víctimas de su apetito desmesurado.

    En esencia, Habacuc se enfrenta al problema de cómo actúa Dios en la historia humana. No propone respuestas claras, pero sí una actitud amplia, paciente, dispuesta a esperar activamente a que se establezca el reinado de Dios. Entre los manuscritos descubiertos hace varias décadas en las cuevas del mar Muerto se halla uno de Habacuc (con un comentario interpretándolo a la manera de la secta judía de → QUMRÁN). Aunque no aporta ningún dato de importancia a nuestro conocimiento del texto, ilustra cómo los fieles de otro tiempo actualizaron el mensaje de Habacuc en su contexto.


Carácter de Dios en Habacuc


Cristo en Habacuc



Los 10 motivos de oración en Habacuc

Apuntes de Habacuc 

 Habacuc promueve la historia bíblica en gran manera, el Dios Creador y Redentor hará algo acerca de la iniquidad humana, mientras que su pueblo vive en esperanza y con fiel confianza en él.