Comentario

Lucas

Comentario de Lucas

Jesús el Hijo del Hombre

    A lo que Lucas da prominencia especial es a la humanidad de Jesús. Así como los demás evangelio, presenta a Jesús como Hijo de Dios; pero da lugar especial a la simpatía de Jesús hacia los débiles, los dolientes y los desechados de la sociedad.

    Se cree comúnmente que aun cuando todos los cuatro Evangelios eran destinados a la larga para toda la raza humana, Mateo tenía presente de manera inmediata a los judíos, Marcos a los romanos, y Lucas a los griegos.

    La civilización griega representaba la cultura, la filosofía, la sabiduría, la razón, la belleza y la educación. Para apelar pues a la mentalidad meditativa, culta y filosófica griega, Lucas presenta en un relato completo, ordenado y clásico lo que ha sido llamado “el libro más hermoso que jamás se haya escrito,” presentando la gloriosa belleza y perfección de la vida de Jesús; el Hombre ideal y universal.

    Luego, a estos tres Evangelios Juan añadió el suyo, para hacerlo claro e inequívoco que Jesús era Dios encarnado en forma humana.

Capítulo 1:1- 4 Introducción

    Ya habían aparecido "muchas" historias acerca de Jesús (v.1), quizás algunas fragmentadas y otros más completas, algunas dignas de confianza y otras más dudosas. Cuidadosa y laboriosamente Lucas examinó todo relato auténtico y consultó a todo testigo ocular (2) y acompañante de Jesús disponible, a fin de entresacar los hechos.

    "Por orden" (3); no necesariamente orden cronológico, aun cuando creemos que en términos generales sí mantiene el orden cronológico.

    "Teófilo" (3) a quién se dedican este Evangelio y el libro de Hechos, puede quizás haber asumido el costo de la publicación, o el de hacer copias para las iglesias. No se sabe quién era. El título de "Excelentísimo" indica que era un oficial romano de alto rango. Posiblemente haya sido convertido por Lucas mismo, en Filipos o en Antioquía.

    "Me" (3); el autor no se nombra a sí mismo, pero el uso del pronombre personal indica que el recipiente original del libro sabía quién era el escritor. Desde el comienzo mismo y mediante tradición no interrumpida, se le ha identificado como Lucas

Lucas

    Su nombre aparece solamente tres veces en el N.T.: en Col 4:14, en donde se le llama “el médico amado”; Filemón 24 en donde se le llama colaborador de Pablo; en 2 Tim 4:11 donde aparece con Pablo en las horas lóbregas del martirio cercano. En todos los tres pasajes se menciona también a Marcos, lo que indica que éste y Lucas eran compañeros de trabajo. Lucas aparece bajo el pronombre personal de “nosotros” en los pasajes de Hechos 16:10, 11, 16; 20:5, 6, 7, 13, 14, 15; 21:1 etc. Véase además la introducción al libro de Hechos.

Fecha

    Muy comúnmente se supone que Lucas haya escrito su Evangelio alrededor del año 60 d.C., mientras Pablo estuvo preso en Cesarea, continuando con el libro de Hechos durante el encarcelamiento de Pablo en Roma, en los dos años siguientes, ya que los dos libros, dirigidos a una misma persona, son prácticamente dos tomos de una misma obra. Su estadía en Cesarea le daría abundante oportunidades para obtener directamente de quienes habían conocido personalmente a Jesús, informes exactos sobre todos los detalles. La madre de Jesús puede haber estado aún viva, y Lucas puede haber pasado muchas horas preciosas con ella, escuchando sus recuerdos de su admirable Hijo. También Santiago, obispo de Jerusalén y hermano de Jesús, puede haberle contado muchas cosas interesantes. 

    Como Pablo escribió 1 Timoteo, cerca del 65 d.C., ya estaba en circulación entre las iglesias y reconocido como "Escritura" el Evangelio o de Mateo o de Lucas, ya que Pablo cita como "Escritura" el dicho de "Digno es el obrero de su jornal" (1 Tim 5:18), que no se halla en ninguna parte de la Biblia sino en Mateo 10:10 y Lucas 10:7. 

El Problema Sinóptico

    Los Evangelios de Mateo, Marcos y Lucas se denominan sinópticos por cuanto dan una misma perspectiva general de la vida de Cristo, y registran, hasta cierto punto, los mismos acontecimientos. Su "paternidad literaria, relaciones mutuas y posibles relaciones con una fuente original común" se ha llamado el "Problema Sinóptico". Algunos creen que el primer Evangelio fue el de Marcos, que Mateo lo ensanchó, y que Lucas hizo uso de ambos. Otros creen que el de Mateo fue el primero y que Marcos hizo una edición comprendida de Mateo. No es necesario suponer que ni Mateo ni Lucas hayan citado o hecho uso en forma alguna de ninguno de los otros. Los eventos de la vida de Jesús y Sus dichos se repetirían oralmente por los apóstoles y otros durante bastantes años, y estarían en circulación general entre los cristianos. Formaban la sustancia de la predicación diaria de los apóstoles. Es probable que desde el principio muchas de estas cosas se hayan escrito, algunas quizás en forma fragmentaria y otras de manera más completa. Cuando pues, Mateo, Marcos y Lucas  escribieron sus Evangelio, escogieron lo que mejor convenía a su propósito especial de entre el cúmulo de conocimientos orales o escritos que era posesión de los cristianos y en circulación general entre ellos, de gran parte de lo cual Mateo había sido testigo ocular, y que todos ellos habían contado miles de veces a auditorios.       

Capítulo 1:5- 80. Nacimiento de Juan el bautista

    Solamente Mateo y Lucas cuentan del nacimiento y la niñez de Jesús. Presentan diferentes incidentes, Lucas con mayor detalle que Mateo

 Mateo

 Lucas 

 La Genealogía, 1:1-17.

 La anunciación a José 1:18-25.

 La visita de los magos, 2:1-12.

 La huida a Egipto, 2:13-15

 La matanza de los niños, 2:16-18

 El regreso desde Egipto, 2:19-23

 La declaración a Zacarías, 1:5-25.

 La anunciación a María, 1:26-38.

 María y Elizabet, 1:39-56.

 Nacimiento de Juan, 2:1-7.

 Los pastores, 2:8-20.

 La presentación, 2:21-38

 El regreso a Nazaret, 2:39.

    Para un ordenamiento cronológico de estos incidentes véase bajo Luc 2:39.

Capítulo 1:5-25. La declaración de Zacarías

    Era ya inminente el gran evento sobre el cual convergía toda la profecía del A.T., la venida del Mesías. La última declaración del A.T. era que Elías volvería como Su heraldo (Mal 4:5-6). Ahora aparece al santo anciano sacerdote un ángel para informarle que su hijo, que aún no ha nacido, será aquél al cual señalaba esa profecía (17). Más tarde, Jesús así interpretó el mismo pasaje (Mat 11:14). Juan era el Elías escogido para ser precursor del Rey mesiánico. 

Expectación General del Mesías

    Josefo, Tácito y Suetonio dicen que había por todo el oriente una expectación general de que era inminente la hora de la llegada del  Mesías. Se basaba, cuando menos en parte, en la profecía de las "Setentas Semanas" de Daniel (Dan 9:24-27). Según la interpretación popular, estas 70 semanas debían significar 70 veces 7 años, o sean 490. El secreto para reedificar a Jerusalén, desde la cual debían contarse, se dio en 457 a.C. Por lo tanto, la hora se acercaba. ! Cómo se habrá conmovido el corazón de Zacarías ante la anunciación angelical !

El Fulgor de lo Sobrenatural

    Era intención manifiesta de los escritores, demostrar que el cristianismo tenía origen sobrenatural. Largo tiempo predicho, no sucedió sin evidencias celestiales de que el evento de todas las edades ya se acercaba. Jesús nació de una virgen. Su heraldo nació de una mujer estéril y de edad demasiado avanzada para tener hijos. Ángeles anunciaron el evento a Zacarías, a José y a los pastores, y rescataron al Niño de ser muerto. Desde tierras distantes vienen magos, guiados de manera sobrenatural para rendir su homenaje y para proveer los medios de huida de manos de Herodes. Estaba por aparecer el Hijo de Dios, Hijo de David  y Rey eterno. ¿No sería extraño que no hubieran señales de lo sobrenatural del suceso?

Capítulo 1:26-38. La declaración de María

    Está comúnmente se denomina la Anunciación. El Mesías debía nacer en la familia de David. Habían pasado mil años desde los tiempos de David, y ya habrían miles de familias de descendencia davídica, Al contemplarlas Dios para escoger a aquella por cuyo medio Su Hijo había de venir al mundo, pasó por alto a las familias dirigentes alrededor de Jerusalén, y señaló con Su ojo a una mujer humilde en un hogar modesto de un pueblo rústico entre las lejanas colinas de Galilea. !Qué clase de mujer habrá sido, para ser así escogida de Dios para impartir y moldear la naturaleza humana de Su Hijo! !Y cómo se habrá conmovido su corazón ante el mensaje angelical de que había de ser madre del Rey divino de los siglos!    

El Nacimiento Virginal 

    Se cree que Lucas haya obtenido su relato del nacimiento de Jesús directamente de María misma. Mateo probablemente recabó el suyo de José. Ambos afirman clara, explícita, categórica e inequívocamente que Jesús nació de una virgen. Desde el comienzo, en sucesión jamás interrumpida, se ha sostenido como credo de la Iglesia, hasta el surgimiento de la crítica moderna. ¿Por qué esta petulante aversión erudita en su contra? Si creemos en la deidad de Jesús y en Su resurrección de entre los muertos, ¿qué se gana con desacreditar el nacimiento virginal? La Resurrección es el más grande de todos los milagros. Si no creemos en ella, ¿para qué ocuparnos de Cristo para nada? Y si creemos en ella, ¿por qué cavilar en cuanto al resto de la milagrosa historia? Su salida sobrenatural del mundo presupone una entrada sobrenatural al mundo. Si no nació de una virgen, ¿cómo nació? Ciertamente le cae muy mal a un cristiano hacer eso de la antigua calumnia judaica de que Jesús era hijo ilegítimo. Tal cosa es increíble; decirlo es nada menos que la blasfemia más inmunda. !Admirable Salvador, nuestro rostros se sonrojan de vergüenza, de que los hombres en su maldad y dureza digan jamás tal cosa de Ti!    

Capítulo 1:39-56. Visita de María a Elisabet

    María y Elisabet eran parientas (1:36). No se nos dice cuál era la ciudad de Elisabet, sino solamente que se hallaba entre las montañas de Judea (39). Puesto que ella era de la tribu de Leví (1:5) bien puede haber sido Hebrón, que era ciudad levítica (Jos 21:11). El canto de gracias de María (46-55), conocido comúnmente como el "Magnificat", se parece al canto de Ana en el nacimiento de Samuel (1 de Sam 2:1-10). En sus meditaciones, probablemente había emitido estos pensamientos una y otra vez hasta que tomaron la hermosa forma poética en que aquí aparecen como liturgia personal.   

    María estuvo con Elisabet tres meses (56), el tiempo suficiente para que naciera Juan (36). Luego volvió a Nazaret. Véase nota bajo Mat 1:18-24.

Capítulo 1:57-80. Nacimiento de Juan el Bautista

    Lo sucedido cuando se le dio nombre al niño, y la profecía de su padre, llenó de expectación a la región entera. Véase además bajo  Luc 3:1-20. 

Capítulo 2:1-38. EL nacimiento de Jesús

    Lo que se relata aquí en los capítulos 1-2 se omite del todo en los demás Evangelios, salvo la declaración de Mat 1:25-2:1 de que Jesús nació en Belén, y el regreso a Galilea en Mat 2:22-23.

Capítulo 2:1-5. El Empadronamiento de Cirenio

    Esto fue un censo del Imperio Romano. Los anales históricos romanos cuentan del censo de Quirino en el año 7 d.C., osea 10 o 12 años después de haber nacido Jesús. Durante mucho tiempo esta discrepancia histórica presenta una dificultad para los estudiantes de la Biblia. Pero en años recientes han sido descubiertos antiguos papiros y otra pruebas de que Quirino fue gobernador de Siria dos veces. Lucas dice de manera expresa que fue bajo el empadronamiento "primero". También se ha descubierto que las personas eran obligadas a dirigirse a sus hogares ancestrales para efectos del censo. Así la pala del arqueólogo sigue confirmando una por una, hasta en su menor detalle, la exactitud histórica de las declaraciones bíblicas.     

Belén

    El nacimiento de Jesús era un lugar rico recuerdos históricos. Era la ciudad de David, el hogar de Rut, y el lugar donde fue sepultada Raquel. 25 km. al sur estaba Hebrón, hogar de Abraham, Isaac y Jacob. 15 km. al noroeste estaba Gabaón, en donde Josué había hecho detenerse el sol. 20 km. al oeste estaba Soco, en donde David había matado a Goliat el gigante filisteo. 10 km. al norte estaba Jerusalén, en donde Abraham había pagado los diezmos a Melquisedec, después la capital magnífica de David  y de Salomón, asiento del trono de David durante 400 años, escenario del ministerio de Isaías y de Jeremías y centro del esfuerzo de Dios, a través de los siglos, de revelarse a Sí mismo a la humanidad.     

    La iglesia de la Natividad en Belén, la iglesia más antigua de todo el cristianismo, fue construida originalmente por Elena, la madre de Constantino el emperador cristiano del Imperio Romano, en el 330 d.C. Debajo de la iglesia hay un aposento a manera de cueva, que se dice ser el mismo aposento del pesebre en donde Jesús nació. Hay una tradición de que era también parte del hogar ancestral de David, de Booz y de Rut. Véase además bajo Rut. En este aposento el erudito latino Jerónimo pasó 30 años mientras hacía su traducción de la Biblia al latín.  

La Admirable Providencia de Dios.

    El Mesías había de ser de la familia de David, y debía nacer en Belén (Miq 5:2-5). Pero los padres escogidos vivían en Nazaret, 160 km. distantes. Un decreto de la Roma Imperial les obligaba a ir a Belén, justamente cuando el niño está por nacer. De esta manera Dios hace del decreto de un imperio pagano el instrumento que haga cumplir Sus propias profecías. 

Capítulo 2:6-7. Nacido en un Pesebre

    La palabra que se traduce "mesón" puede significar un sitio público de alojamiento, o un cuarto para huéspedes en una casa particular. Se piensa que aquí sea lo último, probablemente el hogar de sus parientes davídicos y la misma "casa" a la cual llegaron después los Magos (Mat 2:11). El viaje desde Nazaret, a pie o a lomo de burro,  debe de haber sido largo y duro para una mujer próxima a dar a luz. A falta de campo en el cuarto para visitas, atestado temporalmente de otros que habrían llegado antes que ellos, tuvieron que alojarse en el establo. Llegó el momento sagrado, y el Hijo de Dios tuvo por cuna la artesa en que se daba de comer al ganado. !Qué de luz arroja esto sobre la "simpatía divina la dura suerte del pobre" y Su "desprecio del esplendor humano"! Cuando llegaron los pastores y dieron sus noticias, sin duda que se les brindaría a José y a María lo mejor que la casa tuviera.   

Capítulo 2:8-20. Los Pastores

    El tradicional "Campo de los Pastores" en donde los coros angelicales cantaron las aleluyas natales del nuevo Rey de la tierra, se halla a poco más de un kilómetro al este de Belén. Véase la nota bajo el libro de Rut.

El Cumpleaños de Jesús

    Actualmente se celebra el 25 de diciembre. Nada hay en la Biblia que así lo indique. La fecha se dio como cumpleaños de Jesús por primera vez en el occidente, en el siglo cuarto. La fecha oriental es el 6 de enero. El hecho de que los pastores pasaban las noches con sus rebaños en el campo abierto desde la primavera hasta el otoño, pero generalmente no en el invierno, sugiere que quizás Jesús no haya nacido en medio invierno. 

Gabriel

 Gabriel era el nombre del príncipe angelical  enviado desde el cielo para que dirigiera los arreglos para la venida del Hijo de Dios (Luc 1:19, 26). Suponemos que haya sido éste el ángel que juntamente con las huestes celestiales apareció a los pastores (2:9, 13), que apareció a José (Mat 1:24) y que dirigió la huida a Egipto (Mat 2:13, 19). Este mismo había dado a Daniel la profecía de las setenta semanas (Dan 9:12). !Cómo se interesaba en la redención humana! !Y cómo nos gozaremos al conocerle cuando lleguemos al cielo!

Capítulo 2:21-38. La Circuncisión y la Presentación de Jesús

    La ofrenda de dos tórtolas o palominos en lugar de un cordero y un palomino, indica la pobreza de José y María (Lev 12:8) 

    

Capítulo 2:39. El regreso a Nazaret

    Aquí Lucas para directamente de la presentación en el Templo al regreso a Nazaret, omitiendo los sucesos de Mat 2:1-21, la visita de los sabios, la huida a Egipto, la matanza de los niños y el regreso desde Egipto.

Cronología del Nacimiento de Jesús

    Marcos y Juan dicen del nacimiento y la niñez de Jesús. Mateo Juan cuentan diferente incidentes (véase bajo Luc 1:5-80). Armonizar estos en orden cronológico exacto no es fácil. Las siguientes son fechas probables aproximadas:

¿Cómo Cristo nació "antes de Cristo"?

    Cuando Cristo nació, en el Imperio Romano se contaba el tiempo a partir de la fundación de la ciudad de Roma. Cuando el cristianismo se hizo religión universal de lo que había sido el Imperio Romano, el monje romano Dionisio Exiguo hizo en el 526 d.C., a petición del emperador Justiniano, un calendario fechado desde al nacimiento de Cristo, para reponer el calendario romano. Mucho después de que el calendario cristiano había desplazado al romano, se vio que Dionisio se había equivocado al colocar al nacimiento de Cristo en el año 753 a.C (desde la fundación de Roma). Debía haberlo colocado en el 749 a.C. o uno o dos años antes. La razón, pues, por qué decimos que Cristo nació en al año 4 a.C. es meramente porque el formulador del calendario cristiano erró en 4 o 5 años al coordinarlo con el romano que reemplazaba.    

Capítulo 2:40. La niñez de Jesús

    Los primeros pocos meses, o hasta uno a dos años, como niño en Belén. Luego uno o dos años en Egipto. Luego en Nazaret. El incidente en el Templo revela una madurez notable en proporción a Su edad. Pero la Biblia cuenta muy poco de Su niñez. Los evangelios apócrifos están llenos de fábulas ridículas acerca de los milagros que dicen que Jesús hizo como niño. Carecen del todo de autenticidad. La Biblia dice que el milagro de Caná fue el primero (Juan 2:11). Según la interpretación general (véase nota bajo Mat 1:18-25), Jesús era el mayor de una familia de siete hijos. Eran pobres. De aquí deducimos que a temprana edad Jesús aprendió lo que es la responsabilidad, y que experimentó privaciones. !Cuánto desearíamos echar un vistazo a Su vida hogareña y ver cómo se conducía el Hijo de Dios, creciendo como muchacho, bajo la diaria sucesión de pequeñas molestias propias de semejante situación!  

La Educación de Jesús

    Jesús tuvo una madre devota y sabía, que desde Su infancia Le enseñaba las historias y los preceptos del A.T. Luego, había escuelas adscritas a la sinagoga, en las cuales se les enseñaba a los niños las Escrituras del A.T. y los escritos de los rabinos. Después de cumplidos los doce años, debe de haber visitado Jerusalén con regularidad, cuando menos tres veces al año en las grandes fiestas. In duda desde una edad bien temprana, la magnificencia profana, la depravación total y la impiedad de la jerarquía que gobernaba en el nombre de Dios, compenetró SU alma y la llenó de santo celo para acabar con aquello. Además juntamente con Su educación humana deben de haberle venido paulatinamente Sus conocimientos pre-encarnados.   

Capítulo 2:41-50. La visita a Jerusalén

    A la edad de 12 años. Se cree que haya sido Su primer viaje a Jerusalén. Tan interesado y absorto estaba  en los discursos de los doctores de la Ley, que no echó de menos a José y María hasta tres días después de haberse ido éstos. Ellos por su parte notaron Su ausencia de la caravana durante un día entero, hasta que llegaron a donde acampaban para pasar la noche. Deben de haber sido un grupo bastante numeroso, que se extendía largo trecho por el camino. Los padres estarían seguros de que su niño, en quien toda confianza, se hallaba en alguna parte de la caravana, bien capaz de cuidarse de sí mismo, hasta la reunión familiar nocturna. 

    El conocimiento de Jesús, del A.T., (v.47). En aquel tiempo el A.T. constituía la Palabra escrita de Dios. Jesús la amaba. Véase bajo Luc 11:27-28. Su familiaridad con ella a la edad de 12 años dejó atónitos a los grandes teólogos del Templo. El vivía con la Palabra. La usó para resistir al tentador (Mat 4:4, 7, 10); fue hasta la cruz para cumplirla (Mat 26:54) y expresó Su agonía postrera en citas de ella (Mat 27:46). A los escritores del A.T se ha añadido luego otro grupo de escritos, los del N.T que giran alrededor de la vida de Jesús mismo. Si lo que Él tenía de nuestra Biblia le eran tan querido, pareciera que para nosotros debiera serlo mil veces más. Sin embargo, es aterrador el descuido general de ella entre los cristianos. 

    "En los negocios (otros, "la casa") de mi Padre". Literalmente, "en lo de mi Padre". Este dicho dejó algo perplejo a Su madre. Probablemente todavía ella no Le había hablado de la naturaleza de Su nacimiento. Acababa ella de hablar de José como Su "padre" (48). Su contestación , en que habla de Dios como "mi Padre" posiblemente le haya sugerido a ella que Él ya conocía aquel secreto. 

Capítulo 2:51-52.Los 18 años de silencio

    !Cómo quisiéramos saber algo de la vida de Jesús entre los 12 y los 30 años! Pero Dios, en Su sabiduría, he tenido un velo sobre ella. 

El Idioma de Galilea

     El arameo era la lengua común del pueblo, y este sería el idioma que Jesús usaba. Era versado en el hebreo, idioma de las Escrituras del A.T. y de Su propio pueblo. Debe de haber conocido el griego, pues era idioma de gran parte de la población y el idioma universal de la época. Jesús conocía bien tanto el A.T. en hebreo como el griego de la Septuaginta. Su propio lenguaje es incomparable.

Nazaret

    Se halla en una cuenca al lado sur de una colina, a 330 m. sobre el nivel del mar. Desde lo alto de la colina, un ascenso de unos 10 minutos, se domina un panorama no igualado con toda Galilea. Al norte, una sucesión de fértiles colinas y valles; aquí y allá prósperas ciudades, y a lo lejos el Monte Hermón cubierto de nieve. Más cerca, a unos 5 km., estaba Gat-hefer, hogar antiguo de Jonás. Al sur, la llanura de Esdraelón se extendía desde el Jordán hasta el Mediterráneo, escenario principal de la lucha secular de Israel por su existencia. 15 km. al oeste y a plena vista, el monte Carmelo, donde Elías, en su lucha contra los profetas de Baal pidió fuego desde el cielo. Al suroeste y como a la misma distancia, el paso de Armagedón, célebre campo de batallas de las naciones, y que sugirió a Jesús el nombre de la gran batalla final de los siglos en que El mismo llevará a la victoria a los Suyos. Al sur de Nazaret y a solamente 13 km., estaba Sunem, en donde Eliseo devolvió a la vida al hijo de la sunamita. Allí cerca, la fuente de Harod en donde Gedeón y sus 300 habían hecho ir a los medianitas; Jezreel, en donde había tocado a la infame Jezabel su suerte infeliz; el monte Gilboa, en donde el rey Saúl fue muerto por los filisteos; Endor, en donde la hechicera había evocado el espíritu de Samuel; y el río Cisón en donde Débora y Barac habían derrotado a los cananeos. Todo esto se veía desde la colina de Nazaret. !Qué centro de asociaciones históricas! Podemos imaginar a Jesús, subiendo a menudo esta colina y meditando profundamente sobre la historia que había sido proyectada para traerle a Él al mundo. 

Capítulo 3:1-20. Juan el Bautista

    Todos los cuatro Evangelios refieren la predicación de Juan (Mat 3:1-12; Mar 1:1-8; Juan 1:6-8, 19, 28). El relato de Lucas es el más completo.

    El relato de la niñez y la juventud de Juan se condensa en una sola frase (1:80). Evitaba las moradas de los hombres, y vivía en la soledad de la región agreste y desolada al oeste del Mar Muerto. 

    Había sabido desde su niñez que el gran evento de los siglos se acercaba, y que él había sido escogido para proclamar su llegada.

    Nació en la ciudad de Abraham el fundador de la nación cuya misión era producir el Mesías; criado a la vista del monte Nebo, desde cuyas alturas Moisés había visto anhelante la Tierra Prometida y había hablado del Mesías prometido; dominando el Jordán donde lo había cruzado Josué, y Jericó cuyos muros habían caído al grito de Josué; viviendo en la misma región en donde Amós pastoreaba su ganado y soñaba de un Rey Davídico venidero que regirá a todas las naciones; quizás visitando a menudo el arroyo de Querit en donde Elías había sido alimentado por los cuervos, meditaba profundamente sobre la historia que ahora se acercaba a su clímax, y esperaba al llamamiento divino.  

    Sabiendo que él había de ser Elías de la profecía (1:17; Mat 11:14; 17:10-13; Mal 4:5 - no Elías en persona, Juan 1:21), copió, quizás aún intencionalmente, las costumbres y el traje de Elías. 

    Se alimentaba de langostas y miel silvestre (Mat 3:4). La langosta ha sido usada como alimento humano desde los primeros tiempos. Se les casa, o se secan al sol, y se comen como grano tostado. Se dice que tienen sabor como de camarones.

    Cuando Juan ya tenía 30 años, vino el llamamiento. La nación, que gemía bajo las crueldades de la servidumbre romana, fue sacudida por la voz estentórea de este extraño, tosco e intrépido ermitaño del desierto que junto a las riberas del Jordán clamaban que el libertador largo tiempo prometido estaba ya cercano.

 El escenario de su predicación era bajo Jordán, frente a Jericó. sobre una de las principales arterias laterales del país y una de las principales vías de acceso a Jerusalén (Véase bajo Mar 3: 13-17)

    El tema de su mensaje era, "Arrepentíos". Su predicación tuvo un éxito popular inmenso e inmediato. El país entero estaba conmovido hasta lo más profundo, desde sus dirigentes "víboras" para abajo. Grandes multitudes venían a su bautismo (Mar 3:5). Aun Herodes le oía de buena gana (Mar 6:20). Josefo dice que "tenía gran influencia sobre el pueblo, que parecía dispuesto a hacer todo cuanto él aconsejaba".

    Exigía que los que profesaban el arrepentimiento se sometieran al bautismo, precursor de la hermosa ceremonia del bautismo cristiano. 

    En el momento cumbre de su popularidad bautizó a Jesús y Le proclamó como el Mesías. Luego, cumplida su misión, pronto desaparece del escenario. Había despertado de su letargo a la nación, y había presentado a ella el Hijo de Dios. Su obra estaba hecha.

    Sin embargo, estuvo predicando y bautizando algunos meses más, pasándose más al norte hasta Enón (Juan 3:23; véase Mat 3:13-17).

    Cerca de un año después de haber bautizado a Jesús, fue encarcelado por Herodes; no a causa de su predicación sino, para satisfacer el capricho de una mala mujer (Mat 14:1-5). Esto sucedió a fines del ministerio inicial de Jesús en Judea, en diciembre (Mat 4:12; Juan 3:22; 4:3, 35). 

    No se dice el lugar de su encarcelamiento. Se cree que haya sido o en Maqueronte al este del Mar Muerto, o en Tiberíades sobre la orilla oeste del mar de Galilea, pues Herodes tenía residencias en ambos lugares. Fue decapitado en la época de la segunda Pascua siguiente (Mat 14:12-13; Juan 6:4).      

    Nos maravillamos de la duda de Juan (Mat 11:3). Había dado testimonio tan firme y positivo de que Jesús era el Cordero de Dios y el Hijo de Dios (Juan 1:29-34). Pero ahora, meditando tras los muros de la cárcel, estaba perplejo. Jesús no estaba haciendo lo que él pensaba que haría el Mesías. Evidentemente Juan compartía la idea popular de un reino mesiánico político. Dios no le reveló todo acerca de la naturaleza del reino. Aun los Doce fueron lentos en aprenderlo, y no lo comprendieron sino hasta después de la Resurrección (véase bajo Mat 10).

    Suponiendo que Juan haya iniciado su ministerio poco antes de bautizar a Jesús, probablemente en el verano del 26 d.C., duro cerca de un año y medio, o menos. 30 años de reclusión, un año y medio, o menos, de predicación pública; año y 4 meses en la cárcel; y luego el fin. Tal es el breve resumen del hombre que había introducido al Salvador del mundo, y de quien Jesús dijo que no había habido otro mayor (Mat 11:11). Juan no hacía milagros (Juan 10:41)

Capítulo 3:21-22. Jesús es bautizado

Véase bajo Mat 3:13-17  

Capítulo 3:23-38.  Genealogía de Jesús

Véase bajo Mat 1:1-17

Capítulo 4:1-13.  Los cuarenta días de tentación

     Véase nota bajo Mat 4:1-11. En todos los tres relatos, Mateo, Marcos y Lucas se dice que fue Satanás quien tentó a Jesús.

Satanás

    Jesús dijo bastante acerca de Satanás:

La Biblia representa a Satanás como: 

    ¿Hay verdaderamente un diablo? El lenguaje de Jesús ciertamente indica Su propia creencia en la existencia de un diablo personal. Jesús sabía de lo que hablaba. Sabía muchas cosas acerca del invisible de que nosotros nos sabemos nada. Si Jesús tan solamente se acomodaba al error popular, Sus palabras no son revelación de verdad alguna, pues ¿quién entonces podría discernir entre la verdad que Él trata de enseñar, y el error de que habla como si fuera verdad?

El Ministerio en Galilea, 4:14 hasta 9:51

Lucas da mucho menos espacio que Mateo y Marcos, al ministerio en Galilea. Véanse notas bajo Mat 4:12 y Mar 1:14.

Capítulo 4:14-15. Jesús inicia su ministerio en Galilea

    Así como Mateo y Marcos, Lucas para completamente por alto los sucesos del año entre la tentación de Jesús y el comienzo de Su ministerio en Galilea, tal como se relata en Juan 1:19 hasta 4:54. Véase bajo Mar 1:14-15. 

Capítulo 4:16-30. Su rechazamiento en Nazaret

    Este parece ser Su primer regreso a Nazaret desde Su bautismo más de un año antes. Hasta donde sabemos, había pasado el intervalo en el desierto, en Caná, en Capernaum y en Judea (Juan 2:1, 12; 4:46).  Había obrado ciertos milagros. Había sanado al hijo del noble (Juan 4:46). Se sugiere (23) que quizás haya obrado otros milagros en Capernaum. De todas maneras, Su fama había llegado hasta Su propia ciudad. Se maravillaron de Su personalidad agraciada, magnética y evidentemente poderosa cuando hablaba, y estaban atónitos. Casi no podían creer que era su propio humilde conciudadano. Aun en aquel pueblo tan pequeño, Jesús había llevado una vida tan apacible, y era de una familia tan humilde, que la congregación de la sinagoga apenas Le conocía (22). El punto esencial de Su alusión a Elías y a Eliseo es que fueron enviados a gentiles, y no a israelitas-una indicación de Su propia misión a aquéllos. Esto, y el haber obrado milagros en otras ciudades y no en la propia, ofendió de tal manera su estrecho provincialismo que enfurecidos intentaron matarle. Parece según Mat 13:54-58 y Mar 6:1-6, que algunos meses después volvió a Nazaret, e hizo allí algunos milagros.      

Capítulo 4:31-37. Saneamiento de un endemoniado

Véase bajo Mat 1:21-28

Capítulo 4:38-39. La suegra de Pedro

Véase bajo Mar 1:29-31

Capítulo 4:40-41. Saneamiento de multitudes

Véase bajo Mar 1:32-34

Capítulo 4:42. Jesús se retira para orar

Véase bajo Mar 1:35-37

Capítulo 4:43-44. Viajes alrededor

Véase bajo Mar 1:38-39

Capítulo 5:1-11. Llamamiento de Pedro, Santiago y Juan

Véase bajo Mar 1:16-20

Capítulo 5:12-16. Saneamiento de un leproso

Véase bajo Mar 1:40-45

Capítulo 5:17-26. Saneamiento de un paralítico

Véase bajo Mar 2:1-12

Capítulo 5:27-32. Llamamiento de Leví (Mateo)

Véase bajo Mat 1:1.

Capítulo 5:33-39. Sobre el ayuno

Véase bajo Mar 2:18-22

Capítulo 6:1-11. Comiendo y sanando en sábado

Véase bajo Mar 2:23

Capítulo 6:12-19. Llamamiento de los Doce

    Humanamente hablando, después de Su muerte y resurrección, esta fue la cosa más importante de toda la vida de Jesús. A estos hombres confiaban los resultados de toda Su obra. Desde luego, Él sabía que Él mismo desde el cielo, por medio de Su Espíritu, les guiaría, dirigiría y ayudaría. Sin embargo, había que tomar en cuenta sus características y talentos naturales, y antes de hacer la elección final, Jesús pasó la noche entera en oración a Dios.

    Después de dos años de entrenamiento (véase bajo Mat 10), les envió para que fueran Sus "testigos hasta lo último de la tierra". El N.T cuenta solamente una pequeña parte de su trabajo - de los hecho en Palestina, Asia Menor, Grecia y Roma - y muy poco aparte de la obra de Pedro, Juan y Pablo.

    Quizás los Doce mismos hayan convenido entre ellos ir en diferentes direcciones; o cada uno puede haber sido guiado para que fuera a donde creía mejor. Parte del tiempo iban de dos en dos. Sin duda cada uno visitaba la obra de otros, ayudando a confirmar las iglesias en otras partes.  

    Alrededor del año 62 d.C., Pablo dijo en Col 1:23 que el evangelio ya era "predicado a toda criatura que está debajo del cielo". Así, al cabo de 30 años, la historia de Cristo se había contado en todo el mundo entonces conocido.

    Según tradiciones variables e inciertas, la mayoría de los Doce sellaron su testimonio de Cristo con el martirio. Así pues, en términos generales y a pesar de la presencia de un traidor dentro del grupo, la selección y la preparación de los Doce fue un gran éxito. 

Capítulo 6:20-49. El Sermón del Monte

    Este generalmente se considera una forma abreviada del relato en Mat 5, 6, 7. En Mat 5:1 "subió a monte, y se sentó"; en Luc 6:17 "descendió y se paró en un lugar llano", osea desde una elevación mayor. En vista de que el relato abarca un período considerable, bien pudo haber hecho ambas cosas.

    Los dos relatos difieren algo entre sí. No podemos estar seguros si son relatos diferentes de un mismo discurso, o sustancialmente un mismo sermón presentado en diferentes ocasiones. Jesús estaba enseñando constantemente, y es probable  que haya pronunciado algunas de estas palabras en forma variada, centenares de veces. Esta puede ser una colección de dichos representativos Suyos, una especie de resumen de Sus principales enseñanzas. Tanto su belleza literaria como su incomparable enseñanza, no tienen igual en la literatura humana. 

Capítulo 6:20-26. Las Bienaventuranzas

Véase bajo Mat 5:1-12.

Capítulo 6:27-38. La regla de oro

    Aquí tenemos una especie de condensación de material de Mat 5 y 7. Algunas de las enseñanzas de Jesús, tales como el amar a nuestro prójimo como a nosotros mismo, amar a nuestros enemigos, y hacer a los demás lo que quisiéramos que ellos nos hicieran a nosotros, se hallan tan por encima de nuestra egoísta naturaleza humana que tenemos la costumbre de excusarnos de tratar siquiera de vivir conforme a ellas, diciendo que Jesús seguramente sabía que ponía delante de nosotros ideales impracticables e imposibles.  

    Sin embargo, Jesús mismo vivió conforme a ellas, y enseñó de manera inequívoca que debemos mantener nuestros corazones libres de resentimiento, no importa cómo se nos maltrata; y no solamente esto, sino que aún debemos procurar en bienestar de aquellos que procuran nuestro daño, y amar a personas que nos odia. ¿Imposible? Sí es posible, en alguna medida, mediante la más estricta autodisciplina y la ayuda de la gracia de Dios.

    Practicar la Regla de Oro, aun en escasa medida, nos hace felices, nos ayuda en nuestros negocios y en toda relación de la vida. Es la cosa más práctica que hay en esta vida. Al ayudar a otros, nos ayudamos a nosotros mismos. Pruébelo Ud. y verá. A la gente les gusta tratar con aquellos que creen y practican la Regla de Oro.

    La Regla de Oro no es base suficiente para la exención del servicio militar. Jesús hablaba a individuos, y no a gobiernos. Los gobiernos son ordenados por Dios (Rom 13:1-7; 1 Ped 2:13-17). Es necesario suprimir a los elementos criminales mediante la fuerza. Jesús declaró de manera explícita que Su reino podía existir dentro del reino de César (Mat 22:21). El primer gentil que fue recibido en la Iglesia fue un soldado romano (Hech 10:1). No se le exigió que renunciara al servicio militar. Un juez, un policía pueden, en su propio corazón y vida, practicar los principios de la Regla de Oro hasta donde puede como individuo, el mismo tiempo que como representante de la ley o del gobierno debe seguir estrictamente las normas de la justicia. Los gobiernos pueden, en ciertos respecto y dentro de cierta medida limitar, seguir la Regla de Oro. Pero si abandonaran la fuerza, significaría la anarquía, y la libertad más irrestrícta para el asesino, el ladrón y todo vil criminal. Razonemos claramente en esto. Por más que aborrezcamos la guerra, no es recomendable el que un cristiano use la Regla de Oro como excusa para que otros tengan que pelear para conservar la libertad suya. No hay hombría en esto.   

Capítulo 6:39-45. Juzgando a nuestro hermano

    Aquí, como muy a menudo, Jesús presenta dos aspectos aparentemente contradictorios de una misma verdad. Las palabras y la conducta de un hombre son indicación fiel de su carácter. No obstante, hemos de evitar la crítica excesiva, no sea que juzguemos mal su carácter. Además, nosotros mismos generalmente somos culpables de exactamente las mismas cosas que condenamos en otros. 

Capítulo 6:46-49. Construyendo sobre la roca  en la tierra

    Palabras como estás, y hay muchas de ellas, hacen muy claro que Jesús quiere que se Le tome en serio. Habrá un día de desilusión muy triste para muchos que hacen profesión fácil de Su nombre (Mat 7:22-23). 

Capítulo 7:1 - 10. El siervo del centurión

    Esto se cuenta también en Mat 8:5-13. Un centurión era un oficial romano al mando de cien hombres. En aquel tiempo Palestina había estado bajo el dominio romano como unos cien años. Los oficiales romanos, demasiado a menudo, eran hombres brutales y despreciados. Sin embargo algunos de ellos, influenciados por la religión judía, eran hombres buenos. El primer gentil que fue recibido en la Iglesia fue un centurión llamado Cornelio (Hech 10).

    Este centurión había construido para los judíos la sinagoga de Capernaum (5). Jesús mismo había enseñado a menudo en ella, y allí había sanado a un endemoniado (Mar 1:21-23). En 1905 expedición alemana desenterró los restos de una sinagoga que parece haber sido construida en el siglo cuarto d.C., y debajo de ella el piso de otra sinagoga aún más antigua que se cree haber sido la misma en donde enseñó Jesús (Mar 1:21; Luc 7:5). Junto al muro oeste están los asientos de piedra en donde se sentaban los escribas y fariseos. El púlpito estaba extremo norte. Casi puede verse el sitio mismo en donde el Señor estuvo de pie.    

Capítulo 7:11-17. Resurrección del hijo de la viuda de Naín

    Este es uno de los tres milagros de resurrección. Véanse Mat 5:22 y Juan 11:1. Jesús puede haber levantado a otros (Luc 7:22). Comisionó a los Doce para que levantaran a los muertos (Mat 10:8).

Capítulo 7:36-50. La mujer pecadora

    No hay base alguna para identificar a esta mujer con María Magdalena ni con María de Betania. Aun sugerir tal cosa es una manera repugnante chapucera y superficial de manejar las Escrituras. Este ungimiento no es el mismo de Betania (Juan 12:1-8). Esta mujer, bien conocida en la ciudad como de mala fama (37), fue probablemente una de las rameras convertidas ya sea por Juan el Bautista o por Jesús mismo (Mat 21:31-32) y que venía ahora, con profunda vergüenza, penitencia y humillación, para testificar públicamente su gratitud hacia Jesús. Esto sucedió en casa de un fariseo. Un banquete oriental era una especie de ceremonia pública. Estando Jesús medio acostado sobre el reclinatorio, de cara a la mesa y con las rodillas dobladas hacia atrás, le era fácil a la mujer acercarse. Llorando, besando Sus pies, bañándolos con el costoso ungüento,y secando con su cabellos las lágrimas que derramaba-!Cómo nos avergüenza a nosotros, gente respetable, al postrarse ella humildemente abyecta y adoración piados a los pies de su Señor! 

    Jesús era muy tierno en Su actitud hacia mujeres que habían dado un mal paso (Juan 4:18). Sin embargo, nadie jamás Le atribuyó motivos dudosos (Juan 4:27). Véase además bajo Luc 15.  

Capítulo 8:1-3. Las mujeres

    Se nos nombran tres, además de "muchas otras". Nada más se sabe de Susana. Juana era esposa del mayordomo de Herodes, del palacio del rey. Pertenecía al grupo de los amigos más íntimos de Jesús. Estaba entre los presentes junto a la tumba (Luc 24:10).    

María Magdalena

    María Magdalena era la principal y más prominente de entre las mujeres. Se le nombra más a menudo que cualquiera otra, y generalmente de primera (Mat 27:56, 61; 28:1; Mar 15:40, 47; 16:1, 9; Luc 8:2; 24:10; Juan 19:25; 20:1, 18). En cierta manera, era entre las mujeres lo que Pedro entre los hombres. Fue la primera a quien Jesús se apareció después de Su resurrección. El ser hombrada entre aquellas más Le "servían de sus bienes" (3), sugiera que era mujer más o menos rica. Que haya sido sanada de "siete demonios" (2) no indica que haya sido inmoral. Los demonios causaban enfermedades y padecimientos de diferentes clases (véase bajo Mar 5:1-20), pero en ninguna parte se les relaciona con la inmoralidad humana. Indudablemente era una mujer de carácter intachable. No era la "pecadora" del capítulo anterior. Es sencillamente increíble que Jesús recibiera a una prostituta común como la principal mujer de Su grupo. 

    Quizás sea bueno que los humanos hagamos entre nosotros mismos una distinción entre pecados respetable y otros más groseros, y pongamos una especie de baldón sobre los que cometen ciertas formas de pecado grosero. Esto quizás ayude a defender nuestra sociedad humana de la ruina total. Pero para Dios, el pecado es pecado. Sin duda es tan difícil para Dios perdonar nuestros pecados respetables, cómo perdonar a aquellos que han atraído sobre sí la vergüenza de la sociedad. Que a una prostituta se le perdone sus pecados y sea recibida en la comunión de los salvos, es una cosa; pero sería muy diferente que se le colocará inmediatamente a la cabeza de una obra religiosa.     

        

    Capítulo 8:4-18.La Parábola del Sembrador

Véase bajo Mat 13:1-23.

Capítulo 8:19-21. La madre y los hermanos de Jesús

Véase bajo Mat 12:46-50.

Capítulo 8:22-25. Jesús calma la tempestad

Véase bajo Mar 4:35-41.

Capítulo 8:26-39. EL endemoniado geraseno

Véase bajo Mar 5:1-20

Capítulo 8:40-56. La hija de Jairo

 Se relata también en Mat 9:18-26 y Mar 5:22-43.

    Tres veces Jesús levantó a muertos  véase bajo Luc 7:11-17 y Juan 11. Damos gracias indecibles por Su poder sobre la muerte.

Capítulo 9:1-6. La misión de los doce

 Véase bajo Mar 10

  

Capítulo 9:7-9. La perplejidad de Herodes

Véase bajo Luc 3:1-20.

Capítulo 9:10-17. La alimentación de los 5.000

    Véase bajo Juan 6. Entre los versículos 17 y 18 transcurren 6 u 8 meses. Véase bajo Mar 6:53.

Capítulo 9:18-20. La confesión de Pedro

Véase bajo Mat 16:13-20

Capítulo 9:21-27. Jesús predice su pasión

Véase bajo Mar 9:2-13

Capítulo 9:28-36. La Transfiguración

Véase bajo Mar 9:2-13

Capítulo 9:37-43. El muchacho epiléptico

Véase bajo Mar 9:14-29

Capítulo 9:43-45. La pasión predicha otra vez

Véase bajo Mar 9:30-32

Capítulo 9:46-48. ¿Quién es el mayor?

    Lo patético de este incidente es que sucediera acabando ellos de presenciar la Transfiguración; y aún más, que esta fuera su reacción cuando Jesús les habló de Su crucifixión, que ya se acercaba. Peor todavía, repitieron la escena cuando llegaron a Capernaum (Mat 18:1-5; Mar 9:33-37), y otra vez cuando la Crucifixión se avecinaba (véase bajo Mat 20:20-28). !Qué paciencia tan infinita la de Jesús! Y !qué magistral forjador de hombres!  

Capítulo 9:49-50. El obrador desconocido de milagros

    Se cuenta también en Mar 9:38-40. Otra reprimenda a Juan, por querer monopolizar el privilegio de obrar milagros. Y otra inmediatamente después, por su enojo (52-56). Tres reprimendas seguidas. 

Segundo Ministerio en Perea y Judea.

    El período entre la despedida final de Jesús de Galilea, y la Última Semana, generalmente se conoce como el Ministerio en Perea o Segundo Ministerio en Judea, Era, en realidad ambas cosas - parte en Perea y parte en Judea. Perea quedaba al este del bajo Jordán, en jurisdicción de Herodes. Judea estaba al oeste del Jordán, en jurisdicción de Pilato.  

Capítulo 9:51. La salida final desde Galilea

    Se menciona también en Mat 19:1; Mar 10:1. Se cree que sea idéntica con las visitas de Jesús a Jerusalén en la fiesta de los Tabernáculos (en octubre) de Juan 7:2, 10, o con la visita en la fiesta de Dedicación (en diciembre) de Juan 10:22. Así pues, este ministerio en Perea y el segundo en Judea abarcaron un período de seis o de cuatro meses. La frase "se cumplió el tiempo" (9:51) favorece al período más breve.  

    A esa época de la vida de Jesús, Mateo dedica 2 capítulos; Marcos, 1; Lucas, 10; y Juan 5, tal como indica lo siguiente: 

Capítulo 9:52-56. Los samaritanos rechazan a Jesús

    Por cuanto "era su aspecto como de ir a Jerusalén". Los samaritanos esperaban que el Mesías hiciera su trono en el monte Gerizim. Su rechazamiento de Jesús enfureció a Santiago y a Juan, quienes luego dieron pruebas de por qué Jesús les había apodado "hijos del trueno" (Mar 3:17). Sin resentirse por ello, Jesús vario Su ruta. 

Capítulo 9:57-62- "Las zorras tienen cuevas"

    Más de un año antes, Jesús había dicho esto mismo a un escriba que había ofrecido seguirle al  otro lado del lago (Mat 8:19-22). Probablemente había contestado muchas veces de esta manera a aquellos de quienes Él sabía que buscaban una elevación que Él no tenía para ofrecerles. Sus palabras contienen una nota infinitamente patética del Salvador de los hombres, sin hogar, nacido en un establo y con un pesebre por cuna, y sepultado en una tumba prestada. Las contestaciones de Jesús al segundo y al tercer hombre, desde luego no significa significa que hemos de desechar los tiernos cuidados de esta vida. La Biblia enseña una y otra vez que una de las señales más inequívocas de un cristiano verdadero es que sea atento y considerado en todas las relaciones de la vida familiar, y  especialmente en tiempos de dolor. Jesús quiso decir que las cosas de Dios son de importancia infinitamente mayor, y que en caso de conflicto entre unas y otras no debe haber ni un momento de indecisión.

Capítulo 10:1-16. La misión de los setenta 

    Esto parece haber sucedido cuando Él dejaba Galilea por última vez, ocho o nueve meses después de la misión de los doce. Su propósito era completar el anuncio a la nación, de que el Mesías estaba entre ellos. Probablemente fueron enviados delante de él, a lo largo del valle del Jordán. Sus instrucciones a éstos fueron similares a las que había dado a los doce.

¿Cómo Financio Jesús Su Obra?

    Jesús era pobre, y "no tenía donde reclinar Su cabeza". Durante unos tres años había viajado extensamente, gran parte del tiempo con un séquito considerable; y cuando menos dos veces, organizó extensas campañas de predicación. Vivían en parte de la hospitalidad de la gente (Mat 10:11), como era en aquel tiempo la costumbre para con los extraños y los viajeros. También recibía ofrendas de personas acomodadas y de otros (Luc 8:3). Así se suplía de la bolsa de donde compraban lo que necesitaban (Juan 12:6; 13:29). De la multitud de Sus seguidores y de los enfermos a quienes había sanado, pudo haber reunido una fortuna y haber vivido como un rey, si así lo hubiera querido; pero vivió y murió en la pobreza.    

Capítulo 10:17-24. El regreso de los setenta

    No se nos dice cuándo habían recorrido. Probablemente sería a todo lo largo del valle del Jordán, siguiéndoles Jesús más adelante. Para Jesús, el éxito de ellos anticipaba la derrota de Satanás. Pero nótese que les advierte que no se regocijaran demasiado aun de sus buenas obras. La causa verdadera del gozo es el cuelo (20). 

Capítulo 10:25-37. El buen Samaritano

    Este es uno de los clásicos más sencillo y magníficos que se halla en toda la literatura, sobre el tema de la bondad humana. Lucas acaba de contarnos de cómo Jesús fue rechazado por los samaritanos. Aquí tenemos la reacción de Jesús: enaltece a un samaritano como objeto del amor de todos los siglos futuros. 

La Bondad.

    Jesús mismo fue el hombre más bondadoso que jamás haya vivido. Se nos dice de él lo no se dice de ningún otro en toda la historia: que si todos los hechos de bondad que hizo en tres breves años se escribieran, no cabrían en el mundo los libros que llenarían (Juan 21:25)

    Jesús habló mucho acerca de la bondad, la costumbre sencilla, antigua y cotidiana de la bondad común. A juzgar por lo que decía, más quisiera ver a Sus seguidores este rasgo de la bondad que cualquier otro. No es que nuestra bondad nos salva. A los que nos salvamos, El es quien nos salva. Nunca hemos de olvidar esto. Pero en nosotros hay cosas que Le agradan o que Le desagradan.

    Jesús hizo tanto énfasis en esto de la bondad, que se identifica a Sí mismo con quienes la necesitan, y en efecto nos dice que no podemos ser amigos de Él y al mismo tiempo ser indiferentes hacia los oprimidos o necesitados. (Mat 25:40, 45).

    Nos da a entender que el cielo será morada solamente de aquellos que han aprendido a ser bondadosos, solamente bondadosos y siempre bondadosos. Jesús vino para fundar un mundo de seres como Él mismo, y cuando esté completo, no habrá en el ninguno que no lo sea (Mat 25:34, 41).  

    Además nos da a entender que en el Día del Juicio habrá sorpresas. Algunos que se han acostumbrado a pensar de sí mismos como muy religiosos hallarán, cuando ya sea tarde, que han estado pasando del todo por alto aquellas cosas de las cuales los ángeles han estado tomando nota (Mat 25:44).

    A esto añade la notable declaración de que en la administración divina del universo ni un solo acto de bondad, por pequeño que sea, quedará sin recompensa. Dios mismo nos premiará cada acto de bondad que hayamos hecho  (Mat 10:42). 

    Sin embargo, debemos recordar que esto no significa que hayamos de estimar a hombres robustos y sanos a que traten de vivir de los demás, como parásitos de la sociedad. La pereza es uno de los más grandes pecados, y la Biblia en ninguna parte la excusa. "Si alguno no quiere trabajar, tampoco coma" (2 Tes 3:10)

Capítulo 10:38-42. María y Marta

    Se cree que esto haya sucedido al final de la gran campaña de publicidad a lo largo del valle del Jordán. precedido por los setenta. Ahora se acercaba a Jerusalén, para asistir a la fiesta de Dedicación (?), Juan 10:22. María y Marta vivían en Betania, sobre la vertiente oriental del monte de los Olivos, a unos 3 km. de Jerusalén. Este incidente se nos cuenta para mostrarnos que Jesús consideraba el oír la Palabra de Dios lo suficientemente importante para que se aparte tiempo de ello, aun cuando para esto sea necesario descuidar algunos de nuestros quehaceres diarios.   

Capítulo 11:1. Jesús ora

    Jesús, aun cuando era Hijo de Dios y reclamaba ser en algunos respectos igual con Dios, sin embargo, en los días de Su carne parece haberse sentido que dependía en todo de un Poder más alto que Él mismo, y oraba mucho.

    Aquí tenemos algunos de los casos registrados:

Las Oraciones de Jesús 

    En toda oración Suya de que tenemos noticias, Jesús se dirigió a Dios como a "Padre" (Mat 6:9; 11:25; 26:39, 40; Luc 11:2; 23:34; Juan 11:41; 12:27, 28; 17:1, 5, 11, 21, 24, 25); muy diferente del proemio altisonante, forzado, encumbrado y árido de muchas oraciones "pastorales".  

Capítulo 11:2-4. "El Padre Nuestro"

    Se da en forma más extensa en Mat 6:9-13. Dudamos que haya sido intención de Jesús su repetición como fórmula en el culto público. Tales repeticiones pueden tener algún valor, pero indudablemente tienden a rebajar estas preciosas palabras al nivel de una rutina vacía. Pensamos más bien que se dieron como una especie de norma, para guiarnos al acercarnos a Dios y en cuanto al contenido de nuestras peticiones.

La Oración Secreta

    Jesús daba bastante importancia a la oración en secreto (Mat 6:6). Esto no excluye el asistir a las oración pública y tomar parte en ella.Jamás debemos avergonzarnos de orar, o de dar testimonio en cuanto a nuestra fe en la oración, cuando la ocasión lo requiera. Pero conviene vigilarnos a nosotros mismos, no sea que nuestro pensamiento se fije más bien en la impresión que hacemos entre nuestros oyentes. La oración es dirigirnos a Dios. Es algo entre nosotros y El, y no algo de que hablar a otros. Una parte muy principal de nuestra vida de oración debe ser completamente en secreto, a fin de no dejarnos posibilidad alguna de engañarnos a nosotros mismos acerca de nuestros motivos. Si antes y después de cada acto o decisión importante elevemos nuestros corazones a Dios en busca de dirección, o fuerzas, o para dar gracias, y si jamás decimos nada de ellos a nadie, ni aun al amigo más íntimo, a la esposa o al esposo, sino que quede como entre Dios y nosotros solamente; si hacemos esto a menudo, y lo mantenemos absolutamente en secreto, no hay otra costumbre alguna que haga tanto por darnos gozo en la vida y fuerzas para toda emergencia, como esta de recorrer la vida de la mano de un Amigo Todopoderoso que sea de nuestra confianza y a quien consultemos acerca de todo cuando hagamos, aun en los menores detalles.   

Capítulo 11:5-13. La oración persistente

 

Véase bajo Luc 18:1-8

Capítulo 11:14-26. Echando fuera demonios

Véase bajo Mat 12:24-37

Capítulo 11:27-28. La palabra de Dios

    Una mujer exclamó a Jesús. "Bienaventurada la madre que te dio a luz"  Jesús contestó, "Bienaventurado más bien, aquellos que oyen la Palabra de Dios, y la guardan".

    En los días de Jesús, había entre la literatura de Su nación un grupo de escritos, los que ahora llamamos el Antiguo Testamento, que el pueblo generalmente consideraba como venidas de Dios en un sentido en que ningún otro escrito lo era. Jesús compartió aquel pensamiento general. El amaba aquellos escritos. Para El no eran simplemente parte del "pensamiento hebreo", sino la Palabra misma de Dios. Jesús mismo había tenido parte en hacer que se escribieran. Habían desempeñado un papel muy principal en Su educación humana (véase bajo Luc 2:40).

    En Betania, María se sentó a Sus pies para oír la Palabra de Dios. Jesús llamó esto "la  buena parte" (Luc 10:42).

    EN otra ocasión cuando Jesús enseñaba a la multitud, alguien se Le acercó y Le dijo, "Tu madre y tus hermanos están fuera, y quieren verte" Jesús contestó, "Mi madre y mis hermanos son los que oyen la Palabra de Dios, y la ejecutan"  (Luc 8:19-21.)

    Otras vez Jesús dijo, "La semilla del reino es la Palabra de Dios" (Luc 8:11); es decir, es aquello de lo cual y por lo cual el reino crece. Un alma puede nacer en el Reino de Dios únicamente por medio de la semilla del Reino, la Palabra de Dios (1 Ped 1:23.)

    "No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios (Mat 4:4).

    "Si no oyen a Moisés y a los profetas" - si no creen las Escrituras - "tampoco se persuadirán si alguno se levantare de los muertos" (Lucas 16:31). "El cielo y la tierra pasarán, mas Mis palabras no pasarán" (Mat 24:35).

Capítulo 11:29-32. Señales

Véase bajo Mat 12:39-42

Capítulo 11:33-36. La lámpara encendida

Véase bajo Mat 5:13-16

Capítulo 11:37-54. "!Ay de los Fariseos!"

Véase bajo Mat 23

Capítulo 12:1-12. Los motivos secretos de la vida

    Jesús habló mucho de nuestros motivos, de aquéllo dentro de nosotros que nos lleva a hacer lo que hacemos, y que dirige nuestra conducta. Ante Sus ojos, nuestros motivos son nuestro ser mismo. Nuestro gran motivo principal debería ser el anhelo de la aprobación divina, y el temor de la desaprobación divina. La gente religiosa de los días de Jesús cumplía con gran parte de sus prácticas religiosas para ser aprobada por los hombres (Mat 6:1-18). Esta es todavía parte de nuestra naturaleza, contra la cual tenemos una lucha constante. Cuando estamos entre gente irreligiosa, somos tentados a avergonzarnos de nuestra religión; pero cuando estamos entre gente religiosa, queremos que se nos considere religiosos, y este deseo nos lleva a veces a fingirnos más religiosos de lo que realmente somos, y de esta manera nos conduce a la hipocresía. El anhelo de ser aprobados por los hombres es, dentro de los límites debidos, legítimos y digno de alabanza. Pero el gran hecho magno de la existencia es Dios. Lo único que realmente importa es nuestra relación par con El. Tengamos siempre en mente a Él, y cómo parecerán ante los ojos Suyos nuestros pensamientos, motivos y hechos. 

     Gran parte del contenido de este capítulo se halla en el Sermón del Monte (Mat 5, 6, 7), y en las instrucciones de Jesús a los Doce (Mat 10). Jesús tenía dichos favoritos que usaba una y otra vez. Uno de ellos era cerca del infalible cuidado y dirección de Dios para con los Suyos (6:12).

    Nótese especialmente la advertencia de Jesús acerca del infierno (5). Apelaba repetidamente al temor del infierno como motivo de la vida. Véase bajo Luc 16:19-31.

    Nótese también Su dicho de que algún día se dará a conocer todo detalle acerca de nuestros hipócritas seres (2-3). La infalible grabación divina registra cada pensamiento interior y cato secreto, para reproducirlos algún día ante nuestro atónito ser y ante el universo reunido, y entonces seremos conocidos tal como realmente somos. Acerca del "pecado imperdonable" (1). véase bajo Mat 12:24-37.       

Capítulo 12:13-21. Parábola del rico necio

    Nótese que Jesús declinó tomar parte en el pleito familiar de este hombre , El no intentaba manejar los asuntos propios de todos.

    El rico necio había ganado honradamente su dinero, mediante la productividad de sus tierras. Sin embargo, ante los ojos de Dios era un "necio" (20), por cuanto tenía los ojos en este mundo y no en el mundo venidero. Era rico en este mundo, paupérrimo en el otro. Este mundo dura solamente un poco de tiempo; el otro es para siempre. 

    Hay una hacienda allá que edificamos mientras estamos aquí. Solamente aquello que damos a Dios es nuestro para siempre. Hablando dos amigos de un conocido de ambos, que había muerto, el uno preguntó al otro: "¿Cuánto dejó?" Contestó el otro, "Lo dejó todo". Así es. Dentro de poco tiempo todos hemos de abandonar nuestro tabernáculo terrestre y dejar para otros aquello que llamábamos nuestro. Bienaventurados los que tengamos recercado por anticipado un sitio en las mansiones eternas de Dios. 

Capítulo 12:35-40. La vigilancia 

    Los pensamientos de Jesús pasan del cielo al día glorioso de Su segunda venida, y dice quizás venga como si fuera a un mundo dormido, a media noche (38). Bienaventurados los fieles, los que mantienen sus lámparas ardiendo para dar la bienvenida a su Señor cuando vuelva.   

Capítulo 12:41-48.El mayordomo fiel

    Esta parábola es para todo cristiano. Pero el mayor grado de talento o de categoría entraña  un grado correspondiente de responsabilidad. Hay aquí una advertencia tremenda para el pastor infiel.

Capítulo 12:49-53. El conflicto inminente

        Aun cuando Jesús venía para traer la paz, El mismo sabía que sería motivo de conflicto. Esto Le recordaba la hostilidad del mundo hacia Su persona, y cómo anhelaba que se terminara. 

Capítulo 12:54-59. Falta de sentido común

    Estaban bien versados en asuntos de poca importancia, pero lamentablemente obtusos en su actitud hacia El y de unos hacia otros. 

Capítulo 13:1- 5. "Si no os arrepintieras"

    Los dos desastres a que alude, y que habían horrorizado a la nación, eran generalmente vistos como juicios sobre los pecados de los que así habían muerto. Pero a Jesús Le recordaban más bien los horrores del Día del Juicio. 

Capítulo 13:6- 9. La higuera estéril

    Una ilustración de la paciencia divina hacia Jerusalén, cuyo día de castigo ya se acercaba; hacia los individuos en general.

Capítulo 13:10-17. La mujer encorvada

    Jesús no esperó a que la mujer Le rogarse. Por otra parte, acogió gustoso la oportunidad de avergonzar a los fariseos. Véase bajo Mar 3:1-6, y Juan 5, en cuanto a otras sanidades en día de reposo. 

Capítulo 13:18-21. La mostaza y la levadura

Véase bajo Mat 13:31-33.

Capítulo 13:22-30. "¿Se salvan pocos?"

    Aquí Jesús contestó que muchos de los que se creen salvos se verán tristemente chasqueados. Pero en Mat 7:14 El contestó la pregunta claramente. 

Capítulo 13:31-35. "Herodes te quiere matar"

    Jesús evidentemente estaba en Perea, en los dominios de Herodes, bajando por la orilla este del Jordán. Estaba más a salvo allí que en Judea. Por eso contesta "Ustedes y no Herodes serán Mis asesinos. El lugar será Jerusalén, y no Perea." 

Capítulo 14:1-6. Otros saneamientos en día de reposo

    Acababa Jesús de sanar a una mujer en la sinagoga en el sábado (13:10-17). Ahora estaba en el hogar de un fariseo en día de sábado, en un banquete. Los fariseos no tenían escrúpulos en cuanto a festejar en sábado; pero sanar a los enfermos en él, era sencillamente imperdonable. Véase bajo Mar 3:1-6.

Capítulo 14:7-11. Consejos a los convidados

    Jesús insistía en que la arrogancia egoísta derrota a sus propios objetivos.El camino de la humildad es mejor, y conduce a conquistas verdaderas. Son los "mansos" los que reciben la tierra por heredad (Mat 5:5). Es el publicano humilde, y no el orgulloso fariseo, el que agrada a Dios (Luc 18:9-14). Son humildes los que a la postre serán exaltados (11). Jesús dijo esto repetidas veces (Luc 18:14; Mat 23:12).

Capítulo 14:12-14. La bondad hacia los desafortunados

    No hay mérito alguno en hospedar a aquellos de quienes esperamos que no hagan otro tanto. Gastemos más bien el esfuerzo en aquellos que nada nos pueden dar en cambio, puestos nuestros ojos en el premio celestial. Cuán a menudo Jesús nos aconseja que mantengamos la mira puesta en el cielo. Véase bajo Luc 25-27.

Capítulo 14:15-24. Las excusas

    Jesús no tenía ilusiones acerca del acogimiento general que recibiría SU reino. Sabía que muchos, desde los dirigentes religiosos de Su propia nación, y la nación misma, hasta los lejanos gentiles, harían mofa de Él y de Su oferta de redención eterna, dando las excusas más triviales y prefiriendo la hojarasca de este mundo.

Capítulo 14:25-35.  El costo del discipulado 

    Estas son palabras duras. Seguir a Jesús era algo mucho más serio de lo que multitudes se imaginaban. Él sabía que Le seguían teniendo un concepto muy inadecuado de SU reino. Era por esto que hacía uso de expresiones tan fuertes. No quiso decir con esto que odiáramos a nuestros padres o hijos (26). El afecto constante hacia los que son de nuestra propia carne y sangre es una de las enseñanzas invariables de la Escritura. Pero aquí Jesús da a entender que si llega el caso de tener que escoger entre Él y ellos, no ha de haber ni el menor titubeo. 

La Severidad de Jesús 

    Jesús dijo algunas cosas que, tomadas por sí solas, aparte de Sus demás dichos (véase acerca de Su ternura), podrían desanimar a alguien que tratara siquiera de seguirle. El vino para traernos el don inestimable de la vida eterna. Pero no nos compulsa a aceptarlo. La condición básica para recibirlo es que lo anhelemos más que ninguna otra cosa, y que le amemos a Él más que a ninguna otra cosa. Jesús demanda, y tiene que tener, el primer lugar en nuestros corazones. Si se lo damos, Su misericordia es infinita. Pero si anteponemos a Él cada antojo nuestro y Le tratamos como de importancia secundaria, no echará de Su boca.  

Capítulo 15.La oveja perdida, la moneda perdida y hijo pródigo

    Este capítulo, después de las palabras exigentes del 14, es como la calma después de la tempestad. Es tan diferente, que casi no atribuiría las palabras a la misma persona. Sin embargo, no se contradicen; más bien se complementan.  

    El punto de partida es que nos entreguemos sin reserva a El. No cabe una lealtad a medias. Una vez entronizado como Señor amado de nuestra vida. Su compasión no tiene límites. Quizás tropecemos y volvamos a tropezar, una y otra vez. Pero mientras nuestro rostro esté hacia El, perdonará una y otra vez hasta que, por Su gracia, todo cuanto Le desagrada se haya desterrado de nuestras vida.

    Esto lo ilustran las tres parábolas de este hermoso capítulo: el gozo por el hallazgo de la oveja perdida, la recuperación de la moneda perdida, y el regreso del hijo pródigo. Es un capítulo que corre paralelo al relato de la mujer pecadora en Lucas 7:36-50, y de la mujer adúltera de Juan 8:1-11.

    Es un cuadro glorioso del Padre Celestial y Sus ángeles dando la bienvenida al hogar a las almas que vuelven. Es un buen capítulos para leer cuando estamos desanimados a causa de nuestro estado pecaminoso. 

La Ternura de Jesús

    Jesús no fue solamente el hombre más bondadoso que jamás haya vivido (véase bajo Luc 10:25-37). Fue también el  más tierno. Se gozaba en perdonar. El mismo era sin pecado. Pero !cómo se conmovía Su corazón de compasión y simpatía hacia aquellos que sufrían a causa de sus pecados!

    Uno de los cuadros más hermosos de toda la Biblia es el de Jesús y Su ternura hacia la mujer pecadora que lloraba a Sus pies (Luc 7:36-50).

    El hecho de que fuera tierno y perdonador hacia aquella mujer descarriada y proscrita es una especie de garantía de que será tierno y perdonador para con Su Iglesia.

    Aun cuando no hayamos pecado como pecó aquella mujer, hemos pecado; y para Dios, todo pecado es pecado. Y para El es sin duda tan difícil, y quizás aún más difícil, perdonar nuestros pecados respetables, refinados, pulcros, egoístas y presumidos, que perdonar los pecados más abominables de aquellas almas desafortunadas que han sido vencidas en la batalla de la vida. 

    No es poca consolación al saber que Aquél ante el cual nosotros mismos hemos de estar algún día para ser juzgados, es una Persona de tal índole. Fue misericordioso hacia aquella mujer quebrantada, en aquello en que ella necesitaba de Su misericordia. Por tanto, podemos creer que será misericordioso para con nosotros en aquello en que nosotros necesitamos de Su misericordia.

    ¿Es esta ternura de Jesús hacia los débiles y los descarriados un estímulo para que sigan pecando? No; es precisamente lo que produce en nosotros un aborrecimiento de nuestros pecados, y la decisión firme de vencerlos.

    Y !què consuelo para Sus santos! Porque en cuanto más cerca de El sea nuestro andar, por paradójico que parezca, más nos damos cuenta de nuestra pecaminosidad, y nuestra necesidad de Su misericordia. Así ha sucedido con los más santos de los hombres.    

Capítulo 16:1-13. El mayordomo infiel

    Jesús encomienda su previsión, y no su improbidad; su provisión para el porvenir, y no su manera deshonesta de hacerlo.

    El "barril" o "bato" de aceite era de unos 34 litros, y el "coro" de trigo de unos 34 decámetros cúbicos. Así como el mayordomo se hizo amigos usando los bienes de su patrono, Jesús nos dice que debemos hacernos de amigos mediante el uso de nuestros propios bienes. Es un cuadro hermoso (9); los que así hemos beneficiado estarán a la puerta para darnos la bienvenida al cielo,

    Jesús dijo algunas cosas duras acerca del dinero, o más bien del amor al dinero. Aquí lo llama las "malas riquezas" (11). El anhelo al dinero es la causa de la mayoría de los crímenes y de muchas guerras destructoras. La codicia es uno de los pecados más sutiles y más dañinos. 

    Necesitamos del dinero para cubrir nuestras necesidades diarias. Pero la lucha es en nuestro corazón, en cuanto a quién realmente servimos y de quién dependemos; del dinero mismo, o Aquél que da el dinero.

Capítulo 16:14-18. Los fariseos se burlan

    Se burlaban de las enseñanzas de Jesús acerca del dinero, por cuanto eran amadores del dinero, mundanos y religionarios profesionales.

     Es difícil ver la relación entre los versículos acerca de la ley y el divorcio. Quizás Jesús haya querido decir que ahora que el evangelio afectaba tan profundamente al pueblo, les era más difícil a los fariseos justificar sus hipócritas enseñanzas. Profesaban ser guardianes de la ley, pero hacían caso omiso de las enseñanzas de la ley acerca del divorcio, y lo permitían por cualquier motivo trivial.   

Capítulo 16:19-31. El rico y Lázaro

    El "seno de Abraham" (22) era uno de los nombres del Paraíso, el estado intermedio en el cual las almas de los justos aguardan el juicio. El Hades es el estado intermedio de los perdidos, en espera del juicio.

    Jesús da aquí una conversación entre Abraham y Lázaro después de la muerte. Hasta dónde puede ser imaginaria, no lo sabemos. Peso sus implicaciones en cuanto a lo que Jesús quería enseñar son bastante claras: 

El Cielo y el Infierno

    El relato del rico y Lázaro es uno de los muchos vislumbres del mundo venidero en las enseñanzas de Jesús. El habló mucho acerca de la vida futura. Apeló a la esperanza del cielo y al temor del infierno. Habló a menudo de la suerte infeliz de los perdidos, tanto como de la bienaventuranza de los redimidos, contrastando uno y otro estado. Véase los pasajes de Mat 5:12, 22, 29, 30; 6:20; 7:21-27; 10:28; 13:39-43, 49-50; 18:8-9; 22:13; 23:33; 25:23, 30, 34, 41, 46; Mar 9:43-48; Luc 12:4-5; 16:22-28; Juan 3:15-16, 36; 5:24, 28-29, 39; 6:27, 39-40, 44, 47, 49, 50, 51, 54; 17:2. Nótese cuán a menudo aparecen las palabras "cielo", "infierno", y "vida eterna".    

     Es una lástima que tan a menudo se desprecien en los púlpitos hoy en día motivos a los cuales apelaba Jesús mismo. Quizás esta sea una de las razones por qué la predicación haya perdido mucho de su poder. Uno de los estimulantes más poderosos hacia el bien y que más disuaden del mal en esta vida, es un convicción profunda de la realidad de la vida futura,y de que nuestras suerte allá depende de nuestros vida aquí. Un corazón firmemente arraigado con el cielo dará por resultado un andar más circunspecto aquí. Esta vida tiene fin; aquélla durará para siempre.

Capítulo 17:1-10. El Perdón

    Aquí Jesús da a entender que el no querer perdonar es causa de que muchos pierdan el alma. "Estos pequeñitos" (2) es una alusión afectuosa a los discípulos.  Tan lejos estaban de ser lo que Él quería que fueran, que pensaba de ellos como si fueran niños. 

    En Mat 18:21-35 Pedro pregunta a Jesús cuántas veces hemos de perdonar. Jesús contesta, "setenta veces siete", y luego ilustra esto con la parábola del siervo despiadado a quien le fue perdonada una deuda de unos $10.000.000 (EE.UU), pero que no quiso perdonar una deuda de $16,00.

    Fue entonces cuando los discípulos exclamaron: "Señor, !auméntanos la fe!" SI hemos de perdonar a tal extremo, necesitamos más fe para poder hacerlo; fe en Dios, y en el triunfo final de las enseñanzas de Jesús.

    Luego, para ayudar la fe de ellos, Jesús habla del poder ilimitado de la fe (véase Luc 18:1-18), y mediante la parábola del siervo obediente les muestra que la humildad es la base de la fe.

Capítulo 17:11-19. Los diez leprosos

    Pareciera que esto se cuenta no solamente como uno de los milagros de Jesús, sino para mostrar que Él usaba gustosamente Su poder sanador para bien de quienes ni aun  habían de darle las gracias por ello. Es una ilustración del corazón bondadoso y libre de resentimientos de que Él acababa de hablar. Además, presenta al samaritano bajo un aspecto favorable en comparación con los de Su propia raza. Aquellos nueve leprosos judíos habrán sido de carácter verdaderamente endurecido, al no darle ni siquiera las gracias.  

Capítulo 17:20-37. El reino venidero

    A los fariseos Jesús dijo, "El reino de Dios está entre (o dentro de) vosotros"; un estado de corazón. Luego Sus pensamientos volaron al porvenir, y habló a los discípulos acerca del día glorioso en que había de venir en gloria con los redimidos de todos los tiempo. Véase bajo Mat 24. 

Capítulo 18:1-8. La viuda persistente

    Así como el relato del amigo a media noche (Luc 11:5-13), éste se contó con el fin específico de enseñar que Dios honra la oración paciente, persistente y perseverante. En Mat 6:7 Jesús advierte contra "vanas repeticiones" y "palabrería" en la oración; prácticas paganas, hechas "para ser vistos de los hombres", y añadió que "vuestro Padre sabe de qué cosas tenéis necesidad, antes de que vosotros le pidáis". Es como si dijera, "No sigan frenéticamente pidiendo una misma cosa, una y otra vez". ¿Cómo hemos de reconciliar esto con la persistencia de la viuda y la perseverancia del amigo a medianoche (Luc 11:8), que Jesús encomió? Bueno, no siempre es fácil reconciliar los dos lados de alguna verdad. La sumisión tranquila a la voluntad de Dios debe atemperar nuestros propios deseos. Y sin embargo, Dios sí quiere que Le presentemos nuestros anhelos, sin desanimarnos si demora la contestación. Aprender a orar con éxito requiere toda una vida de estudio y de severa autodisciplina. Por otra parte, hemos de aprender a perdonar (Mat 11:25). También, en Mat 7:12, la oración de manera directa con la práctica de la "regla de oro". Pero el gran requisito primario es la fe. Dando por sentado que nosotros mismos haremos cuando esté a nuestros alcance para traer la contestación de nuestras oraciones, las promesas de Dios para los que tienen fe son sencillamente asombrosas. 

El Poder de la Fe

    Jesús mismo oró mucho (véase bajo Luc 11:1), y habló mucho acerca de la oración. Aquí tenemos algunas de las cosas que dijo acerca de la fe como parte del acto de orar: 

    Algunos de estos dichos, nos parecen hipérbole oriental. Sin embargo, la importancia que Jesús dio a la fe es verdaderamente asombrosa. No podemos estar seguros de que puede hacerse a un lado tan solamente llamándola "hipérbole", ni mediante la interpretación de que estas palabras extrañas y enfáticas significan únicamente que Jesús daba a los apóstoles poderes milagrosos especiales como confirmación divina de su misión de fundar a la Iglesia. Sabemos que Jesús sí dio a los apóstoles tales poderes milagrosos que sería necio pretender que nosotros los tuviéramos. También sabemos que los apóstoles no podían ejercer estos poderes a su propia voluntad. A veces podían hacer milagros; a veces no podían. En Efeso, multitudes fueron sanadas mediante pañuelos que habían tocado el cuerpo de Pablo (Hech 19:12)-. En otra ocasión Pablo no pudo sanar a su propio amado consiervo, y escribió, "A Trófimo dejé en Mileto, enfermo" (2 Tim 2:40). Parece pues que Dios ejercía Su criterio en cuanto a cuándo permitir que los apóstoles hicieran milagros.        

    Cuando Jesús hablaba de la oración y de la fe, por extrañas que Sus palabras nos parezcan a nosotros, El sabía de lo que hablaba. El venía del mundo invisible, y estaba perfectamente familiarizado con potencias y poderes de los que nosotros no sabemos nada. No nos afanemos en explicar todo lo que Jesús dijo acerca de la oración de manera que reduzca al alcance de nuestra comprensión limitada. Pudiera ser que si tan solo nos dedicáramos con la suficiente paciencia, perseverancia a la práctica de la oración, alcanzaríamos triunfos tales como de ordinario ni aun creemos posibles.

    Ciertamente, algo quiso decir Jesús con estas palabras. El no hablaba tan solamente para oírse a Sí mismo. Creemos que EL trataba de enseñar algunas de las lecciones más fundamentales para toda la humanidad de todas las generaciones. Una de éstas es que algunas de las cosas mejores de la vida solamente pueden realizarse si primeramente creemos que pueden realizarse. La fe es, en cierto sentido, un poder creativo. En el mundo de lo invisible, hay poderes que están a nuestro alcance por medio de la fe en Dios, Quién tiene es Sus manos la operación y la interrelación de las fuerzas del universo, y Quién puede poner en juego fuerzas de las que nada sabemos para completar y ayudar a controlar aquellas que sí conocemos. Jesús dijo que Dios puede ser inducido a hacer esto mediante nuestra fe.    

Capítulo 18:9-14. El Fariseo y el Publicano

      El presumido fariseo y el penitente publicano. Los fariseos era por lo general tan llenos de su propia justicia y tan hipócritas en su orgullosa actitud hacia los demás hombres, que la palabra fariseo ya es casi sinónimo de "hipócrita".  Mostraban esa misma complacencia en sí mismos, en su actitud hacia Dios, como si creyeran que sería para Dios un honor recibir el homenaje de tan buena gente. Jesús aborrecía desde el fondo de Su alma toda simulación religiosa. Las palabras más acerbas que Él jamás pronunciará, lo fueron contra la hipocresía de los fariseos (Mat 23). No excusaba los pecados de los publicanos y rameras. Venía para salvarlos, y siendo ellos pecadores reconocidos, les era más fácil tomar el primer paso y confesarlo. Es esta parábola, Jesús enseña que la base fundamental del acercamiento a Dios es el de darnos cuenta de nuestro pecado y nuestra necesidad de Su misericordia.   

Capítulo 18:15-17. Los niños 

    Este incidente se cuenta también en Mat 19:13-15y Mar 10:13-16. Jesús acaba de hablar del publicano como estando ya en el camino de la salvación por cuanto le oprimía su propia pecaminosidad. Aquí indica que el cielo se poblará tan solamente de quienes sean como niños. No habrá en el cielo ningún pomposo, pavoneándose como si fuera dueño del universo. Hay bastantes de ellos en nuestras iglesias aquí; pero allá no. Jesús dijo terminantemente que "Si no os volviereis y fuereis como niños, no entraréis en el reino de los cielos (Mat 18:3). Un niño pequeño es dócil, confiado, sin orgullo mental, cándido y amoroso. Jesús amaba a los niños. Los discípulos no creían que los niños tuvieran importancia suficiente para que se preocuparon de ellos. Jesús "se indignó" (Mar 10:13-14) de esto. 

Capítulo 18:18-30. El joven rico

    Se cuenta también en Mat 19:16-30; Mar 10:17-31. La palabra "principal" indica, o miembro del Sanedrín, o un dirigente de sinagoga. Era un joven modelo. Pero Jesús conocía su corazón, y contestó de acuerdo con el caso. Le dijo que diera su todo, sabiendo que éste no sería discípulo si le había de costar algo. Amaba demasiado las riquezas para que sirviera de algo en el reino de Cristo. Jesús no se proponía que todos se deshicieran de todo cuanto tenían para poder seguirle. Zaqueo ofreció la mitad, y Jesús le declaró salvo (Luc 19:9). 

    Algunos creen que el "ojo de la aguja" del versículo 25 sea una pequeña puerta para peatones, en o junto a las puertas de la ciudad, la cual un camello podía pasar de rodillas y con gran dificultad. Más generalmente, se cree que sea una aguja  literal. De todas maneras, Jesús quiso significar algo "imposible" (27). Luego modificó esto diciendo que lo imposible de los hombres es posible para Dios. Así, pues, Dios puede salvar también al rico.    

    Nótese la admirable promesa para aquellos que renuncian a  todo para seguir a Jesús (28-30). Se amplifica en Mar 10:28-31. Cien tantos en esta vida, juntamente con persecuciones, y en un mundo venidero la vida eterna.

Nivel Social de los Discípulos

    Eran principalmente de las clases inferiores. Pero algunos eran ricos e influyentes. Pedro, Santiago, Juan y Andrés era empresarios acomodados. Mateo, como recaudador de impuestos, probablemente era adinerado. Entre las mujeres que acompañaban a Jesús estaba Juana la esposa del mayordomo de Herodes, una mujer del palacio del rey. María, Marta y Lázaro eran de las familias ricas de los alrededores de Jerusalén (véase bajo Juan 12:1-8). José de Arimatea y Nicodemo era miembros del Sanedrín. El noble de Capernaum (Juan 4:46) era probablemente oficial de la corte de Herodes. El centurión de Capernaum que había construido la sinagoga (Luc 7:1-10), era oficial del ejército romano. Zaqueo el publicano probablemente era rico (Luc 19:2).    

Capítulo 18:31-34. Otra predicación de la Pasión

    Esta era la quinta vez (véase bajo Mar 9:30-32). Lo dijo en el lenguaje más claro posible. Pero ni aun así entendían (34), tan diferente era esto de su concepto del reino mesiánico.

Capítulo 18:35-43.Un ciego de Jericó

    Se cuenta también en Mat 20:29-34 y Mar 10:46-52. Mateo habla de dos ciegos; Marcos y Lucas, de solamente uno. Lucas dice que Jesús entraba a la ciudad; Mateo y Marcos, que salía. Marcos lo llama Bartimeo. Quizás haya sanado a uno al entrar a la ciudad, y el otro al salir. Pueden ser dos incidentes diferentes. O más probablemente, ellos o uno de ellos, atraído por el ruido de la multitud, Le habrá seguido, y mientras Jesús estaba en casa de Lázaro, se habrá apostado junto al camino por donde Él habría de pasar al salir de la ciudad.   

Capítulo 19:1-10. Zaqueo

    Zaqueo era un publicano principal , jefe de alguna gran oficina de recaudación de impuestos. A los publicanos se les clasificaba con las rameras (v. 7; Mat 21:31-32). Eran objeto del odio general,  por cuanto cobraban impuestos de un poder extranjero. Jericó era ciudad de sacerdotes, pero Jesús escogió alojarse en casa de un publicano más bien que en la de un sacerdote. Zaqueo fue convertido instantáneamente, y dio pruebas genuinas de ello. Jesús había dicho al joven rico que diera su todo (Luc 18:22). Zaqueo dio la mitad (8), y Jesús le declaró heredero de la salvación. 

Capítulo 19:11-28.La parábola de las minas

    Una mina (25 ciclos) equivalía a unos $16.00 (USA) Esta parábola difiere en algunos detalles de la de los talentos en Mat 25:14-30, pero ilustra la misma verdad general. Hemos de dar cuenta a Dios de cómo empleamos nuestro tiempo y capacidades; habrá premios y castigos cuando Jesús venga; y estamos siendo preparados para una vida futura. Es una parábola de la Segunda Venida. La "provincia lejana" de esta parábola, y el "mucho tiempo" de Mat 25:29, sugiere un largo intervalo entre la Primera Venida y la segunda. Las vírgenes "prudentes" se prepararon para ello. Véase además bajo 2 Tes 2 y 2 Ped 3.     

LA ÚLTIMA SEMANA DE JESÚS . Capítulos 19:29 hasta el 24

Capítulo 19:29-44. La Entrada Triunfal. Véase bajo Mat 21:1-11.

Capitulo 19:45-48. La Purificación del Templo. Véase bajo Mat 21: 12-17.

Capitulo 20:1-8. "¿Con qué Autoridad?" Véase bajo Mat 21:23-27.

Capítulo 20:9-20. Parábola de la Viña. Véase bajo Mar 21:33-46.

Capítulo 20:21-26. El Tributo a César. Véase bajo Mar 12:13-17.

Capítulo 20:27-40. "En la Resurrección". Véase bajo Mar 12:18-27.

Capítulo 20:41-44. El Hijo de David. Véase bajo Mar 12:35-37.

Capítulo 20:45-47. "!Ay de los Escribas!" Véase bajo Mateo 23.

Capitulo 21:1-4. Las Blancas de la Viuda. Véase bajo Mar 12:41-44.

Capitulo 21:5-36. El Fin del Mundo. Véase bajo Mateo 24.

Capítulo 21:37- 22:2. El Complot contra Jesús. Véase bajo Mar 14:1-2

Capitulo 22:3-6. El Convenido de Judas. Véase bajo Mar 14:10-11.

Capítulo 22:7-38. La Última Cena. Véase bajo Mateo 26:17-29.


BOSQUEJO CRONOLÓGICO DE LA ÚLTIMA CENA

Capítulo 22:39-46. La agonía en Getsemaní

    Se cuenta también en Mat 26:36-45; Mar 14:32-42; Juan 18:1. Getsemaní era un huerto cerca del pie de la vertiente del Monte de los Olivos. El sitio tradicional, frente a la Puerta de Oro, no puede estar lejos del sitio verdadero.

    La raza humana comenzó en un huerto. Jesús padeció Su agonía en un huerto. Fue crucificado en un huerto, y sepultado en un huerto (Juan 19:41). El Paraíso será un huerto.

    El incidente más conmovedor de toda la dolorosa historia de los padecimientos de Jesús es éste en el huerto de Getsemaní.

    Nos preguntamos por qué El temía la muerte. Leemos de mártires quemados vivos con cantos de gozo en sus labios. Pero Jesús, de Quien pensamos como de Uno más fuerte que los hombres comunes, frente a frente con Su muerte, se condujo como si no Le fuera posible sufrirla, y clamó angustiado pidiendo que si fuera posible, no Le viniera. 

    Nos preguntamos por qué. Ha de ser que Jesús sabía que se enfrentaba a algo que por lo común los hombres no sufren en la muerte; o que cuando menos, no saben de antemano que han de morir.

    Jesús murió por los pecados del mundo. Sea cual sea nuestra teoría de la propiciación, Jesús de alguna manera murió para que nosotros no nos perdiéramos. Debe por lo tanto, de haber padecido algo de lo que nosotros padeceríamos si nos perdiéramos. De otra manera, ¿cómo podría la muerte de Cristo salvarnos de la perdición?

    Sea lo que fuere, Jesús lo temía. Su alma se estremecía de horror ante ello.

    Jesús había venido de la eternidad sabiendo que la cruz Le aguardaba al final del camino, pues sabía que Él venía como el Cordero de Dios que había de quitar el pecado del mundo. Como hombre, salió de Galilea y "afirmó Su rostro para ir a Jerusalén", con pie firme y sin titubear no vacilar, sabiendo que la cruz se hallaba al final del camino. 

    Pero ahora había llegado al fin, y allí estaba aquella cosa horrenda. Era algo que hacía aún a Jesús, el Hijo de Dios, albergar temporalmente el pensamiento de echarse atrás. El lenguaje de Sus tres oraciones demuestran que había en Su mente la "posibilidad" de no ir a la cruz. (?).

    Luego, cuando pasaron las tres o cuatro horas de indecisión, y El borró de Su mente todo pensamiento de salvarse y afirmó Su rostro como acero para enfrentarse a lo que Le esperaba, pensar en lo que esto significaba. Le hizo sudar gotas de sangre, y Le debilitó tanto que Dios envió a un ángel para darle fuerzas.

    Jamás podremos, en este mundo, comprender el misterio terrible de la propiciación - por qué era necesario. Solamente esto: que era para salvarnos. Aparte de cualquier otra cosa que signifique, la historia sencilla de los sufrimientos de Jesús ha sido la influencia más bendita que jamás haya habido en el mundo.

Capítulo 22:47-53. La detención de Jesús

Véase bajo Juan 18:1-12

Capítulo 22:54-62. La negación de Pedro

Véase bajo Juan 18:15-18

Capítulo 22:54-23:25. El juicio de Jesús

Véase bajo Mar 14:53.

Capítulo 23:26. Simón de Cirene

Véase bajo Mat 27:32. 

Capítulo 23:27-31.La multitud llorosa

    En el camino al Calvario. "Llorad por vosotras mismas, y por vuestros hijos" (28) parece ser eco de las palabras asesinas que acababan de oír, "Su sangre sea sobre nosotros, y sobre nuestros hijos" (Mat 27:25) El "árbol verde" y el "seco" (31); "si así me tratan a Mí. ¿cómo será en le destrucción cercana de esta ciudad malvada?

Capítulo 23:32-49. La Crucifixión

Véase bajo Mat 27:26-56; Mar 15:21-41 y Juan 19:17-37 

Capítulo 23:32-43. El ladrón penitente

    Al comienzo, ambos ladrones tomaban parte en la burla (Mat 27:44). Pero uno cambió de actitud. Cuando ya cesaba el tumulto, se volvió más pensativo. En cierto aspecto, puso en vergüenza aun a los discípulos. Durante dos años o más Jesús se había esforzado por enseñarles a éstos que Su reino no había de ser un reino de este mundo. Ahora Él moría. Para ellos, allí terminaba Su reino. No tenían el menor pensamiento de que Él volvería a la vida para reinar en gloria (véase nota sobre "Tardos de corazón" en Juan 20). El ladrón pensaba de otra manera. Quizás haya visto antes a Jesús, y de lejos entre el gentío Le haya oído hablar de Su reino. Y aunque Jesús ahora moría, el ladrón todavía creía que Él tenía un reino más allá de la tumba (42). Es sorprendente; un ladrón comprendió a Jesús mejor que Sus amigos más íntimos. !Bendito Jesús! Ciertamente amaba a los pecadores. Volvió a Dios llevando en Sus brazos el alma de un ladrón, primicias de SU misión de redimir a un mundo.  

La Crucifixión

    Era el castigo romano para esclavos, extranjeros y criminales de los más viles que no fueran ciudadanos romanos. Era la muerte más dolorosa e ignominiosa que una era de crueldad pudo ingeniar. Con las manos y pies atravesados con clavos, se dejaba a la víctima colgando en agonía, hambre, sed intolerable y convulsiones espantosas de dolor. La muerte generalmente sobrevenía a los cuatro o seis días. En el caso de Jesús, todo terminó en seis horas. Véase bajo Juan 19:33-34.

La "Verdadera Cruz"

    Hay una tradición de que la misma cruz en que Jesús fue crucificado fue hallada en el año 325 d.C., debajo del sitio de la actual Iglesia del Santo Sepulcro, identificándose mediante el milagro de sanar al que la tocaba. Comenzaron a venderse pequeños fragmentos de ella. Hubo tal demanda que se inventó el milagro de la "multiplicación de la cruz",m de tal manera que podían quitársele pedazos y sin embargo quedar la cruz intacta. Como resultado, hay en iglesias católico romanas en todo el mundo suficientes fragmentos de la "verdadera cruz" para hacer miles de cruces (y de diferentes maderas). Todo se reduce a un engaño, perpetrado por hombres de vestidura "sagradas", para le explotación comercial de pueblos ignorantes.     

Capítulo 23:50-56. El entierro

Véase bajo Juan 19:38-42

Bosquejo de la historia de la Crucifixión

Compendio en orden, de los cuatro relatos. 

Capítulo 24:1-10. Las mujeres y la tumba

Véase bajo Mat 28:1-8. 

Capítulo 24:11-12. Pedro corre a la tumba

Véase bajo Juan 20:3-10. 

Capítulo 24:13-32. Jesús se aparece a los dos

        Esto se menciona también en Mar. 16:12-13. Sucedió en el camino a Emaús que se cree haya estado sobre el camino a Jope, y a unos 11 km. ("60 estadios") al NO. de Jerusalén, o  sean de 2 a 3 horas a pie. Puede haber sido el hogar de estos dos discípulos, de quienes nada sabemos fuera del hecho de que uno se llamaba Cleofas.

    Era ya tarde. Temprano esa mañana, Jesús se había aparecido a María Magdalena (Mar 16:9-11; Juan 20:11-18) y a las otras mujeres (Mat 28:9-10). Pero estos dos discípulos solamente habían oído el rumor de que la tumba estaba vacía, y de que los ángeles habían anunciado que Jesús había resucitado (22-24=.

    "Insensatos" es una traducción demasiado fuerte del término que usa Jesús en esta ocasión. No les increpa, sino que reprende suavemente su irreflexión y sencillez espiritual.  

Capítulo 24:33-35. Jesús se aparece a Pedro

    No se nos dice la hora. Probablemente sería por la tarde inmediatamente antes, o inmediatamente después de Su aparición a los dos. Temprano de mañana El había enviado a Pedro un mensaje especial, por conducto de los ángeles y de las mujeres (Mar 16:7; véase nota).

Capítulo 24:36-43. Jesús se aparece a los once

    Véase también bajo Mar 16:14-18 y Juan 20:19-23. "Los once" (33) era el nombre colectivo del grupo, aun cuando en este caso eran solamente diez, por la ausencia de Tomás (Juan 20:24). Nótese su fe gozosa (34) y sin embargo su incredulidad (41) aun después de haberles enseñado Sus manos y pies. Alternaban la fe y la duda. Parecía demasiado bueno para que fuera cierto. No podían creer ni a sus propios ojos. Véase además la nota bajo Juan 20.

    Una semana después, apareció a los once, en Jerusalén (Juan 20:26-29).

    Después, a los siete, junto al mar de Galilea (Juan 21).

    Otra vez a los once, sobre un monte de Galilea (Mat 28:16-20).

    Y a Santiago, en tiempo y lugar desconocidos (1 Cor 15:7). 

Capítulo 24:44-53.Su aparición final y ascensión

    Esto se cuenta también en Mar 16:19 y Hch 1:3-12. Los vs. 44-49 parecen corresponder a Su aparición final más bien que e la relatada en los vs. 36-43, pues aquélla evidentemente fue en la noche del primer domingo. En esta les dice que se queden en Jerusalén (49), la cual indica que ya habían ido a Galilea y vuelto a esa ciudad. Luego los condujo fuera de Jerusalén hasta SU amada Betania. Terminados los cuarenta días de Su ministerio después de la resurrección, y cumplida Su misión terrenal, los carros angelicales esperaban para llevar a l Salvador triunfante hasta el trono de Dios.     

LOS CUATRO RELATOS DE LA RESURRECCIÓN COMPARADOS 

APARICIÓN DE JESÚS DESPUÉS DE SU RESURRECCIÓN

    En 1 Cor 15:5-8, 27 años después de la Resurrección, Pablo enumera las manifestaciones así: "Apareció a Cefas,  y después a los doce; después a más de 500 hermanos juntos; después a Jacobo; después a todos los apóstoles y el postrero de todo a mí".

    Las palabras de Hch 1:3, de que "se presentó vivo con muchas pruebas indudables, apareciéndoles por cuarenta días y hablándoles del reino de Dios", juntamente con las afirmaciones similares de Hch 10:41 y 13:31, indican la posibilidad de que pueda haberse manifestado muchas más veces además de las registradas, y de que Su ministerio después de Su resurrección puede haber sido mucho más extenso de lo nosotros conocemos.   

 

(Compendio Manual de la Biblia por Halley. p.430)