Arqueología

Daniel

Arqueología de Daniel

LA VERACIDAD DE LA BIBLIA

Daniel 1. “¿Cuándo fue escrito Daniel?

La fecha de Daniel es controversial (también véase la introducción del libro). La erudición tradicional sostiene que el libro se compuso en el siglo VI a.C., concurrente con la información histórica que provee. Pero argumentos comunes para fechar a Daniel al siglo II a.C. son los siguientes:

PUEBLOS, TERRITORIOS Y GOBERNANTES ANTIGUOS

Daniel 2. “Los reinos de las profecías de Daniel”


Daniel 2 y 7 juntos presentan un vistazo profético de cuatro reinos que llegarían a dominar el mundo. Ambos eran representados por una imagen de cuatro metales (cap 2) y una visión de cuatro bestias (cap 7). Una interpretación sostiene que estos reinos son Babilonia, Media, Persia y Grecia, respectivamente. Sin embargo, Media nunca obtuvo el estatus de un poder mundial. Su periodo de independencia fue contemporáneo con el de Babilonia, pero fue gobernado como parte de Persia después de la caída de Babilonia en 539 a.C. En aproximadamente 550 a.C. Ciro, el rey de Persia, derrotó al último rey de Media, Astiages, y combinó los dos reinos.' De hecho, el libro de Daniel trata a Media y a Persia corno un solo poder (cf. 5:28; 6:8„1215; 8:20).

Una interpretación más convincente sostiene que estos reinos son Babilonia, Media. Persia, Grecia y Roma, de acuerdo con el simbolismo y la historia factual de los reinos mencionados. El primer reino es identificado como Babilonia (2:38),' la cabeza de oro (v. 32) y el león alado (7:4). El león era un símbolo reconocido de la realeza babilónica, como está demostrado por las estatuas y relieves de leones excavados en las ruinas de Babilonia. El arrancar las alas y la subsiguiente transformación en hombre, tal vez representan la enfermedad y la restauración de Nabucodonosor.

La segunda bestia parecida a un oso, que «se levantaba sobre uno de sus costados» (7:5), corresponde al dominio persa en el imperio medo-persa después de la derrota de Astiages por Ciro ll (el hecho de que el oso se levanta sobre uno de sus costados simboliza la ascendencia de los persas sobre los medos).` Similarmente, el carnero en Daniel 8 tiene dos cuernos, uno más largo que el otro, identificados como los reyes de Media y Persia (8:20). Bajo Ciro y su hijo Cambises, tres reinos fueron «masticados», como se representa por las tres costillas en la boca del oso (7:5). Estos reinos eran Lidia (546 a.C.), el imperio caldeo (539 a.C.) y Egipto (525 a.C.).

La tercera bestia, un leopardo con cuatro alas y cuatro cabezas (7:6), representa al imperio griego. La rapidez y la agilidad del leopardo (cf. Hab 1:8 en torno a Babilonia) simboliza la rapidez de Alejandro el Grande, quien conquistó todo mundo conocido entre 334 y 323 a.C. Después de su prematura muerte el reino se dividió entre cuatro de sus generales, como se simboliza por las cuatro cabezas del leopardo: (1) Casandro sobre Grecia y Macedonia; (2) Lisímaco sobre Tracia y Asia Menor; (3) Seleuco sobre Siria y el Medio Oriente;> y (4) Tolomeo sobre Egipto.' Al mismo tiempo, el número cuatro no debería de ser muy enfatizado; los reinos griegos después de la muerte de Alejandro estuvieron inestables durante bastante tiempo, y varias dinastías surgieron y cayeron (Lisímaco, p.ej., fue asesinado en batalla en 281 a.C., y ninguna dinastía continuó después). El número cuatro es probablemente solo representante de los muchos reinos griegos que durante diferentes épocas controlaron partes del Medio Oriente y, en particular, la Tierra Santa.

El último reino, el que «no se parecía en nada a las otras bestias» (7:7), denota a Roma. Las dos piernas de hierro de la imagen (2:33) puede reflejar que el imperio en general podía ser caracterizado como compuesto de dos partes principales, una en el este (donde el griego era el idioma principal) y la otra en el oeste (donde el latín dominaba). Los diez cuernos pueden representar los diferentes gobernantes y dinastías que reinaron sobre el imperio romano (de nuevo, «diez» aquí representa la pluralidad y no debería de entenderse como diez específicos equivalentes históricos). A través de su historia el imperio fue gobernado por la república, por varios generales que tomaron el poder durante la república tardía (ejemplos incluyen a Mario, Sila y Julio César) y por varias dinastías que reinaron después de que Augusto había consolidado el poder para sí mismo. Competir por el poder a través de la intriga, el asesinato y la guerra civil era una característica regular de la historia romana, y esto parece reflejarse en la diversidad de la imagen (hierro mezclado con arcilla). Un motivo interesante de los cuatro reinos es que se van volviendo más grandes, más di-versos, más violentos y más inestables. Babilonia está retratada como sumamente unida, mientras que Persia está dividida en dos partes (una dominante sobre la otra). Grecia tiene cuatro cabezas y Roma tiene una multiplicidad de divisiones.

NOTAS CULTURALES E HISTÓRICAS

Daniel 4. “La demencia de Nabucodonosor”

Nabucodonosor reinó de 605-562 a.C. sobre Babilonia durante la plenitud de su poder.' Las inscripciones revelan su gran 3 orgullo por sus logros en la construcción de lo. templos y fortificación de la ciudad de Babilonia. El libro de Daniel documenta que Dios afligió a Nabucodonosor con una enfermedad extraña para enseñarle así la humildad. Los 25 registros extrabíblicos hablan de su padecimiento solo de manera indirecta. El antiguo historiador judío Josefo, citó un reporte del sacerdote babilónico Beroso de que Nabucodonosor había muerto después de un periodo de debilidad.' El escritor cristiano Eusebio, preservó una tradición del historiador griego Megastenes (aprox. 300 a.C.) de que Nabucodonosor, después de haber ascendido al techo de su palacio, fue inspirado por algún dios. (En la antigüedad la demencia se consideraba una posesión por una deidad).

La enfermedad que se describe en Daniel 4:22-34, parece haber sido una afección ilusoria. El comienzo típico para este tipo de enfermedad ocurre tarde en la vida; frecuentemente dura entre meses o años y remite espontáneamente, a menudo sin que ocurra recaída. La lincantropía, en la cual los pacientes se creen lobos, es un ejemplo de tal trastorno. La condición de Nabucodonosor se ha descrito como boantropía, el comportarse como una vaca. Sin embargo, las imágenes implicadas por este comportamiento se pueden relacionar a una figura de la épica de Gilgamés. Este mito, conocido de la biblioteca de Asurbanipal (668-626 a.C.), cuenta de Enkidu, una criatura salvaje que era peluda, andaba desnuda y comía pasto hasta que se hizo civilizada, la antítesis de lo se esperaría de un culto e independiente constructor de ciudades como lo era Nabucodonosor.

Se sabe poco de los últimos años que pasó Nabucodonosor en el poder. Las siete «veces», o periodos (4:16,23,32), de la enfermedad podrían representar años, meses u otras unidades de tiempo. Si su enfermedad duró siete años, entonces el comienzo de esta debió haber sido al final del reinado de Nabucodonosor, después de que se completó sus numerosos proyectos de construcción.

PUEBLOS, TERRITORIOS Y GOBERNANTES ANTIGUOS

Daniel 5. “Nabonido y Belsasar”

Belsasar (que significa «Bel protege al rey») fue el hijo del rey babilónico Nabonido (reinó 556-539 a.C.) y el monarca principal desde aproximadamente 550 hasta 540 a.C. Aunque Nabonido alegó ser el heredero legítimo del reino de Nabucodonosor, está claro que él no estaba originalmente en fila para ser rey. Una inscripción que se encontró en Harrán indica que la madre de Nabonido, Adad-guppi, fue responsable por el ascenso de éste al poder. Algunos sugieren que ella era la hija Nabucodonosor; por lo tanto, Nabucodonosor hubiera sido el abuelo o el «padre» (Dn 5:2) antepasado de Belsasar. Otros sugieren que Belsasar pudo haber jugado un papel activo en colocar a su padre en el trono al asesinar a un hombre llamado Labasi-Marduc quien tenía más derecho a la sucesión.

Un texto babilónico, el Relato en verso de Nabonido, cuenta que Nabonido colocó las tropas militares bajo la orden de Belsasar y le encomendó el reinado antes de partir hacia el oeste. Durante el reinado de Belsasar que duró aproximadamente diez años, Nabonido permaneció en la campaña en Tema (Arabia). Nabonido aparentemente también era devoto del dios Sin; él no tenía ningún interés en la adoración de Marduc (el principal dios babilónico) y hasta dejó de cumplir con el festival tradicional de Nuevo Año. Por esta razón él era despreciado como un monarca herético y negligente. Curiosamente, Nabonido parece haber sido uno de los primeros arqueólogos de la historia, pues ordenó excavaciones en Acad, Uruk y Ur.

Aunque siempre se le refiere como el «hijo del rey» en fuentes asirias, Belsasar ejerció todas las funciones de un reinado, incluyendo recibir tributos, otorgar contratos y atender al mantenimiento de los templos, como se evidencia en varias cartas comerciales y contratos contemporáneos a su reinado. Él, aparentemente, era igual de impío que su padre (visto en su falta de consideración por el Dios de Israel), y despiadado también. Como «segundo» gobernante, él le prometió a Daniel la posición de «tercer» gobernante (v. 16). Poco se sabe de los últimos años que Belsasar estuvo en el poder. Babilonia estaba bien fortificada cuando los persas atacaron en 539 a.C., pero se dice que Ciro desvió las aguas del Éufrates y abrió un acceso a la ciudad. Heródoto y Jenofonte relatan que Ciro encontró a la ciudad en celebración y la tomó con facilidad relativa.' Nabonido regresó a Babilonia en 539 a.C. pero fue capturado en Borsippa y exiliado a Kermán en el este.

PUEBLOS, TERRITORIOS Y GOBERNANTES ANTIGUOS

Daniel 6. “Darío el Medo”

Daniel 6 nos informa que después de la conquista persa de Babilonia,' la ciudad fue gobernada por un rey llamado «Darío el Medo». Esta declaración plantea un problema: No existe ningún documento fuera de la Biblia que afirme la existencia de tal individuo, un hecho que ha puesto la historicidad y la autoría de Daniel en duda. Muchos creen que un autor desconocido escribió Daniel cientos de años después de la caída de Babilonia y que la figura de Darío el Medo, al igual que la mayor parte de Daniel, es pura ficción. No obstante, ¿es apropiado descartar plenamente a Darío el Medo, bajo la suposición de que nunca existió?

PUEBLOS, TERRITORIOS Y GOBERNANTES ANTIGUOS

Daniel 7. “Los tolomeos”

Daniel 7:6 describe una visión en la cual un reino está representado por un leopardo con cuatro alas y cuatro cabezas. Las alas representan gran velocidad, pero las cabezas significan que el reino estaba dividido en varios dominios. El leopardo simboliza el reino griego de Alejandro el Grande, un reino que se estableció con increíble rapidez pero que se dividió en varias partes, gobernadas por varias dinastías griegas, después de su muerte.

Los tolomeos fueron una dinastía de reyes griegos que gobernaron Egipto justo después de la muerte de Alejandro el Grande hasta la anexión de Egipto por Roma. Su historia está estrechamente relacionada con aquella de la región conocida después como Palestina en el tercer siglo a.C. (los tolomeos gobernaron Palestina y por lo tanto también Jerusalén de 323-200 a.C.).2 Los gobernantes tolomeos importantes fueron los siguientes:


TEXTOS Y ARTEFACTOS ANTIGUOS

Daniel 8. “La oración de Nabonido”

Nabonido fue el padre del rey Belsasar de Babilonia, junto con quien gobernó como corregente durante varios años.' Un rollo de Qumrán que se remonta a épocas entre 75 y 50 a.C., comúnmente llamado La oración de Nabonido, o 4QprNab, es un relato apócrifo de una curación de Nabonido que probablemente está basada en Daniel 4. Este texto nos dice que el rey Nabonido fue afligido con una enfermedad física por siete años, hasta que un exorcista judío perdonó sus pecados. Este hombre judío entonces animó a Nabonido a documentar el acontecimiento y a darle alabanza a Dios, quien lo había perdonado. En la última sección del rollo Nabonido declaró que sus previas súplicas a los dioses del mundo acerca de su enfermedad no habían hallado respuesta.

El rollo sugiere que Nabonido viajó a Tema, Arabia, y permaneció allí por varios años. Este detalle es preciso. De hecho, fue durante su estadía en Tema que Belsasar reinó en Babilonia. Por lo tanto, 8:1 se refiere a Belsasar como rey, ya que los babilonios lo veían como la autoridad gobernante. Aparte de eso, sin embargo, existe poca razón para considerar La oración de Nabonido como histórica. Parece que la historia está basada en el relato bíblico de la curación de Nabucodonosor.2 Otros libros apócrifos, tales como Bel y el Dragón, también son leyendas populares que surgieron del libro canónico de Daniel.' Por lo que, La oración de Nabonido no puede ni confirmar ni refutar la veracidad histórica de la historia de Daniel 4.

PUEBLOS, TERRITORIOS Y GOBERNANTES ANTIGUOS

Daniel 9. “Los caldeos”

Los caldeos fueron un grupo étnico seminómada mencionado por primera vez en fuentes antiguas del siglo IX a.C. como un pueblo de la tierra de Kaldu. Moraban en la frontera sur de Babilonia y estaban organizados en «casas» tribales, cada una de las cuales era encabezada por un líder tribal. Según estas tribus se asimilaron a la cultura predominante y posteriormente heredaron el imperio de Babilonia, los términos «caldeo» y «babilonio» se convirtieron en sinónimos (Is 47:1; Dn 9:1).

El primer caldeo distinguido que se documenta en la Escritura fue Merodac Baladán, rey de Babilonia, quien mandó emisarios a Ezequías de Judá con el propósito de formar una coalición anti-asiria (2R 20:12-19; Is 39:1). Merodac Baladán unió a las tribus caldeas y, con ayuda elamita, logró derrocar el dominio asirio en la región y gobernar durante una década antes de ser sacado (aprox. 722-710 a.C.).' Pa-ra 626 a.C., mientras el poder asirio se debilitaba, el poder caldeo en Babilonia experimentó un resurgimiento durante los reinados de Nabopolasar y su hijo Nabucodonosor. Esta última dinastía de Babilonia es por lo tanto conocida como la dinastía caldea, o el imperio Neobabilónico.

El reinado de los caldeos condujo a la fama y a la prosperidad más grande del imperio babilónico. Nabucodonosor, bajo cuyo gobierno se conquistó y se exilió el reino de Judá (Jer 52), 'además de sus éxitos militares se le acredita la reconstrucción más grande de la vida cultural y religiosa de Babilonia.' La ciudad llegó a ser considerada como una de las maravillas del mundo antiguo y fue, en las palabras del profeta, «Babilonia, la perla de los reinos, la gloria y el orgullo de los caldeos» (Is 13:19).

Debido a que Babilonia era conocida como una ciudad de aprendizaje, el término «caldeo» llegó a ser un sinónimo para los sacerdotes, los astrólogos y la clase educada (Dn 2:10; 4:7; 5:7). Este período caldeo/Neobabilónico marcó el principio de la documentación histórica, económica y astronómica precisa, así como el surgimiento del arameo como la lengua franca (el idioma común y comercial) del Cercano Oriente (2:4).4 Al final, el imperio Neobabilónico cayó en manos de Ciro de Persia, y la gloria de Mesopotamia se marchitó en la historia.

SITIOS ARQUEOLÓGICOS

Daniel 10. “Persépolis”

Persépolis (que significa «la ciudad persa») era la ciudad capital de los reyes de la dinastía Aqueménida. Sus restos, conocidos como Takht-i Jamshid, están ubicados al noreste de Shiraz, Irán, 226 km tierra adentro desde el golfo Pérsico. Las inscripciones trilingües en el sitio reportan las actividades de construcción de varias generaciones de los monarcas persas. Darío (521-486 a.C.) comenzó la construcción de la ciudad después de haber creado una plataforma de 13 hectáreas, a 12,2 m sobre el nivel de la llanura. Él erigió fortificaciones, una escalera monumental hacia la plataforma, un palacio, un auditorio y otros edificios. El auditorio, o Apadana, estaba compuesto de 72 columnas de piedra, cada una de 20 m de alto, de las cuales 13 aún permanecen. Su escalera «iota! estaba decorada con imágenes de delegaciones de persas, medos, egipcios, asirios, griegos y otros ofreciendo tributo y en sus vestimentas tradicionales.

Jerjes I (reinó 486-465 a.C) agregó un palacio más grande, un harén y una tesorería. Él comenzó la construcción de la «sala del trono de 100 columnas» y la «Puerta de todas las naciones», adornada con toros alados y con cabeza humana. Miles de tablillas elamitas de los reinados de Darío, Jerjes y Artajerjes I fueron recuperadas de la tesorería, entre las cuales se destacan un gran número de nombres judíos, incluyendo Baruc, Zacarías, Abías y Ezequías. Artajerjes I (465-425 a.C.) completó la sala del trono, y Artajerjes III (359-338 a.C.) le agregó una escalera al palacio de Darío. Alejandro el Grande destruyó la ciudad en 330 a.C. como retribución por la destrucción de Atenas en manos de Jerjes en 480 a.C.< Las tumbas de los re-yes de la dinastía Aqueménida, construidas en los acantilados en Naqsh-i Rustam, están ubicadas 5,7 km al norte de la ciudad.

PUEBLOS, TERRITORIOS Y GOBERNANTES ANTIGUOS

Daniel 11. “Antíco Epífanes”


Antíoco IV Epífanes gobernó el reino Seléucida (sirio) de 175 a 164 a.C. Epífanes significa «manifestar», y el nombre indica que él alegaba ser la manifestación terrestre de Zeus. Antíoco trató de unificar su imperio por medio de la imposición de la cultura helenística sobre todos los habitantes. La política le trajo conflicto con los judíos de la región conocida después como Palestina.

La mayoría de los eruditos bíblicos creen que Antíoco IV era el «cuerno» pequeño de Daniel 8:9 y el «hombre despreciable» de 11:21. Sus relaciones con los judíos están documentadas en 1 y 2 Macabeos (libros apócrifos) y están proféticamente descritas en Daniel 8:9-12, 23-25 y 11:21-34. Era infame por haber establecido la adoración pagana en el templo de Jerusalén.

Alrededor de 174 a.C., Jasón, el líder de una facción pro-griega en el sacerdocio de Jerusalén, sobornó a Antíoco para que este le instalara como sumo sacerdote, después de lo cual Jasón se propuso convertir a Jerusalén en una ciudad griega (2Mac 4:7-22). En 171 a.C., sin embargo, otro hombre, Menelao, le compró a Antíoco el sacerdocio. Jasón, creyendo que Antíoco había muerto, tomó a Jerusalén a la fuerza. Pero Antíoco regresó en 169 y llevó a cabo una masacre de la ciudad. Él entonces pretendió continuar hacia Egipto, pero fue humillado por el legado romano C. Popilio Laenas y forzado a retirarse hacia el norte. A partir de entonces, el tirano buscó con vigor la manera de helenizar a Jerusalén.

En 167 a.C., Antíoco despachó a su recaudador de impuestos Apolonio contra Jerusalén con 22.000 hombres. Atacaron durante el Sábado, matando a la mayoría de la población masculina y esclavizando a las mujeres y a los niños. Los muros de Jerusalén fueron destruidos y una guarnición militar seléucida se emplazó inmediatamente al sur del templo. Todos los ritos judíos fueron declarados ilegales, resultando en el cese del sacrificio diario. Se erigió un altar para Zeus sobre el altar judío para los sacrificios del holocausto, y la adoración a Zeus se instituyó en el templo. El 25 de diciembre, 167 a.C., se sacrificó a un cerdo sobre el altar de Zeus; esto fue el «horrible sacrilegio>, en Daniel 9:27, 11:31 y 12:11.

Enfurecidos, los judíos se rebelaron contra los jefes griegos y, bajo Judas Macabeo, derrotaron los ejércitos que Antíoco había mandado contra ellos. Después de una lucha de tres años, las fuerzas judías obtuvieron concesiones importantes de los griegos, y los macabeos se convirtieron en los gobernantes de Judá. Más en particular, purificaron el templo y se restableció el sacrificio diario, un acontecimiento conmemorado en la fiesta de Jánuca. El propio Antíoco, quien había partido al este para hacer campaña en Elam, murió en Persia en 164 a.C.

PUEBLOS, TERRITORIOS Y GOBERNANTES ANTIGUOS

Daniel 12. “Los seléucidas”

Después de la muerte de Alejandro el Grande, su imperio masivo fue dividido entre sus generales, quienes compitieron por el poder. Uno de los vencedores principales fue Seleuco I (nacido aprox. 358 a.C.), quien tomó control del dominio centrado en Siria. Su dinastía, los seléucidas, gobernaron allí de 321 a 64 a.C.:

(Biblia de Estudio Arqueológica. Vida)